Esperando al diluvio

Esperando estaba yo, y con muchas ganas, un nuevo libro de esta autora, para mí es una de las mejores escritoras nacionales actuales, su forma de narrar, sobre todo sus descripciones, es muy especial, y siempre consigue envolverme de lleno en sus historias. Tiene una forma única para ir introduciendo viejas fábulas y mitos dentro de sus relatos, que les dan un toque mágico que me encanta, pero sin ser excesivo y sin restarles realismo.
En esta ocasión, la autora ha tomado dos hechos históricos, los ha retocado y los ha hecho suyos, creando una historia original. Es verdad que la lectura no es rápida, tiene un ritmo más pausado, deteniéndose en muchas descripciones de aquel Bilbao oscuro de los años 80. Me he visto paseando por esas calles y mojándome con la lluvia perpetua que cae durante todo el libro. Pero quizá, lo que más me ha sorprendido de todo, ha sido la parte que nos traslada al pasado de uno de los personajes, con unos momentos que pueden ser de las cosas más asquerosas que he leído nunca, me han removido por dentro en muchos sentidos.
Respecto a los personajes, me ha fascinado la forma de describirlos, tiene una facilidad pasmosa para conseguir que empatice con ellos y sea capaz de sentirlos reales. La única pega que puedo ponerle es el final, me hubiese gustado que terminara de otra forma, no digo ni mejor o peor para no dar pistas a quien no lo haya leído.

Muy esperado por todos los lectores de Dolores Redondo, nos llega su nueva novela «Esperando al diluvio». En ella, nos vuelve a acariciar con sus palabras, nos mece con ellas aunque la trama en esta ocasión no esté cargada de acción o con un ritmo vertiginoso. Un thriller que va más de personajes, del camino a seguir, de afrontar la muerte, el miedo, de esperanza. Todo esto aderezado con un asesino en serie real pero que la autora se encarga de ficcionar para darle su toque y su propia historia.
En esta novela de Dolores Redondo tenemos una trama que transcurre sin prisa pero sin pausa, de aquellas que podemos decir que son lentas pero no por ello aburridas. Aquí dependerá del gusto de cada uno. Para mí ha sido sumergirme en su narración, descubrir un personaje con mayúsculas, reflexionar sobre el poder del miedo, sobre afrontar lo que el personaje tiene por delante y junto a ello conocer lo que está detrás de los crímenes y su resolución.

Estamos ante una novela cuya trama no es lo que pensamos de un thriller: acción, vértigo, giros. Sin embargo, es una novela que funciona, que como thriller nos da ese suspense por saber cómo se le va a dar caza al asesino, si lograrán detenerlo, cuántos crímenes cometerá antes de que lo hagan… En “Esperando al diluvio” se adereza con intimismo, atmósfera opresiva, escenario que conmueve, una vuelta de tuerca a un hecho real. Se permite ciertas licencias como la autora misma reconoce en el libro para hacer que la historia cuadre.

Una novela de personaje
Cuando decimos que es de personajes nos referimos a que lo que le da el interés a la obra son ellos, porque son los que tienen la importancia en la misma, y así leer cómo se desarrollan los personajes, cómo evolucionan. En los que los sucesos son y están, teniendo relevancia pero el foco se centra más en los protagonistas.

En esta obra podemos hablar más bien de EL PERSONAJE, y es que es el protagonista el principal foco de interés. Usa todos los sucesos para ponerlo en un brete, para llenarle de obstáculos y para hacerlo crecer (o no) mientras afronta sus propias dificultades. Sin él, la historia no sería la misma. Y esto es algo que puede salir bien o mal en función de lo que el lector espere y termine sintiendo en su lectura. Personalmente, ha sido un acierto puesto que he podido disfrutar de ese paseo con Noah, un camino lleno de obstáculos pero también con cosas agradables. Así, otros personajes con los que Noah se va a relacionar y que van a ser muy importantes para su devenir, son de lo más emotivos; de aquellos que gusta encontrarse y enternecen.

Aquí sí vamos a encontrar algún final sorprendente que no te deja indiferente relacionado con los personajes.

Y la pluma vuelve a brillar
Leer a Dolores Redondo es acercase a una narración que conquista. En “Esperando al diluvio” se cuece a fuego lento la trama pero lo he disfrutado sobre todo por la magia de su pluma. Tiene ese algo que no sabes definir pero que hace que disfrutes saboreando su narración, independientemente de que la trama te atrape más o menos.
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Abandonado en la página 150. ¡Demasiada publicidad le han dado a este libro! No suelo dejar un libro a medias, pero definitivamente este libro no ha sido para mí. al principio pensé llevo pocos capítulos, voy a seguir...pero ha ido a peor. La forma en que está escrito es de lo más aburrida: demasiadas descripciones, diálogos que a veces no encajan y un protagonista que no engancha ni tiene chispa. Nada que ver con sus anteriores libros, y eso que la sinopsis prometía bastante.

Me gusta cómo esta autora crea todo un ambiente en sus novelas, que para mí cuenta tanto como la historia en sí. Partiendo de un asesino real, traslada a este a un Bilbao que va a vivir uno de los momentos más trágicos de su historia.Además de la "parte criminal" hay muchos otro temas de trasfondo, como el enfrentarse a la muerte, la discriminación por enfermedad e incluso un parte de criminología, todo ello perfectamente enlazado dentro de la historia

En esta historia conoceremos al inspector de policía Noah Scott. En los años 60, un asesino en serie, apodado John Biblia, puso en jaque a la población de Glasgow, en Escocia. Veinte años después, Noah no ha cejado en su obsesión por capturar al indeseable homicida; pero cuando está a punto de capturarle, un infarto le dejará fuera de serie. Cuando John acabe en Bilbao, Noah y su obsesión seguirán detrás de él, pese a su grave enfermedad. ¿Conseguirá, por fin, cazar al asesino? ¿Qué le deparará su viaje a España? Porque los diluvios son destrucción.

Dolores, una escritora de tormentas, como ella se define, nos trae una historia basada en hechos reales, y con un trabajo de documentación extraordinario, donde plasma su amor por su tierra, Bilbao. Una historia diferente a lo que nos tiene acostumbrados, donde no tenemos que desgranar quien es el asesino, sino que nos meteremos en la piel de un inspector enfermo y obsesionado con cazar al homicida de mujeres, en una persecución sin límites.

Pero, además, tenemos capítulos narrados por un niño en un pasado con una historia perturbadora e inquietante, que me ha puesto la piel de gallina. Persecuciones, acción, amistad, un poco de amor y unos personajes imperfectos que te llegarán al corazón. Mención especial a Rafa, ese adolescente tan especial, y al ertzaina Lizarro, unos amigos que se convertirán en familia, en un caso que les puede costar la vida.

Os dejo una de las frases que más me han gustado: “Uno puede tomar decisiones respecto a cuando quiere morir; sin embargo, nadie consigue seguir vivo tan sólo con proponérselo”.

Volver a leer a Dolores Redondo es como volver a un lugar donde te sientes seguro. Antes de comenzar la novela ya sabía que iba a disfrutarla mucho.

Los ingredientes principales de los libros de Dolores Redondo son asesinos con obsesiones ocultas, alguien en busca de la verdad, el agua y, sobre todo, la magia. La autora añade ese toque de magia justo para que la historia tenga un punto de irrealidad sin llegar a convertirse en fantasía.

En esta ocasión, el asesino es John un antiguo criminal que sigue en busca y captura después de 20 años. Un asesino al que nadie entiende, que nadie recuerda y que nadie es capaz de encontrar. La persona en busca de la verdad es Noah, un policía obsesionado con este caso y con una enfermedad cardíaca que le hace buscar a John a contrarreloj. Como escenario, Bilbao y como guía, el agua de la lluvia y del Nervión.

Contuve el aliento durante toda la historia y me enamoré de cada uno de sus personaje (¡incluso del asesino!). Es un libro que habla del maltrato infantil, de las segundas oportunidades, de la constancia y la lucha personal, de la lealtad a los compañeros… El final me pareció un poco abrupto y de resolución muy rápida, pero eso no impidió que disfrutara de cada una de sus páginas.

Con esta historia he vuelto a confirmar que Redondo es de mis escritoras favoritas. Y a ti, ¿te gusta la autora? ¿Has leído su último libro?
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Esperando al diluvio es la última novela publicada de esta autora que me gustó tanto con la trilogía del Baztán, una mezcla interesante de leyendas vascas y de terror en torno a Amaïa Salazar .

Esta vez no me ha conquistado del todo esta novela independiente y auto-conclusiva. La encontré pesada por momentos, con demasiado « relleno » que hacía que la trama partiera hacia varios lados y diluyera el interés. También el protagonista, Noah Scott Sherrington un anti héroe, por lo sufrido y menoscabado en una profesión que necesita energía 24h/ 24. La « gran » historia de amor entre el sufrido policía y la encantadora mujer del bar, me resultó como un parche.

Cabe destacar la excelente descripción del Bilbao de los años 60, con sus calles y su gente y la reconstrucción de lo que fue una verdadera hecatombe lluviosa en agosto de 1983, con muertos y daños materiales. Dolores Redondo rinde aquí un homenaje sentido y cabal a esta gran ciudad.

Pero el tema era interesante, con una historia verídica sobre un cold case escocés de un asesino en serie que asesinó 3 chicas en Glasgow entre 1968 y 1969; víctimas escogidas en una discoteca llamada Barrowland Ballroom. Poco logró saberse de él, sino que se hacía llamar John y que le habían escuchado citar a la Biblia. Por ese dato, le pusieron John Bible y a pesar de haber investigado el caso durante años, nunca lo identificaron. A lo máximo pudieron hacerle un perfil, gracias a la hermana de una de las víctimas : hombre joven, delgado, de pelo castaño rojizo, pulcro y bien vestido, de buen hablar.

La autora retoma este caso no resuelto y pone como protagonista a un policía escocés Noah (Noé, en previsión del diluvio?) Scott Sherrington que lleva 10 años investigando y almacenando informaciones sobre el « caso John Bible ». Es un policía algo especial porque funciona por corazonadas. Y es una corazonada que lo hace perseguir a un sospechoso que había sido blanqueado otrora. Durante la caza al asesino, Noah Scott inaugura una grave enfermedad cardíaca y pierde el rastro del asesino.

Una nueva corazonada hace que parta a Bilbao en pos del presunto asesino y arriesga cada día lo que le resta de vida en esta pesquisa. En Bilbao conocerá a gente muy maja como el joven policía vasco, el adorable Rafael que sufrió de parálisis neo natal, Maite, la dueña del bar que se enamora a primera vista de nuestro desmadejado policía, etc.

Todos los personajes están muy bien campeados, pero hay demasiado texto alrededor, tanto que hace la lectura algo pesada : textos sobre las relaciones ETA e IRA, los problemas separatistas, la guerra llamada de las banderas, el inicio de la policía autónoma vasca, los detalles sobre la enfermedad de Noah, etc.

El final de la novela es apocalíptico, digno de Dolores Redondo que se auto proclama como una escritora de tormentas (las lluvias incesantes del Baztán, el huracán de la cara norte del corazón y ahora Bilbao con su diluvio devastador).

Me parece que la lectura hubiese ganado con mas concisión.


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Documentada perfectamente como siempre, Dolores Redondo nos transporta de Glasgow a Bilbao persiguiendo a un asesino en serie.
Esta novela me ha tenido con sentimientos encontrados. La trama en su conjunto me ha gustado una vez acabada pero me ha costado bastante engancharme y hasta la mitad del libro no he empezado a disfrutar.
Me ha parecido un buen final para después del diluvio.....

Acabarás llorando a lágrima viva mientras la fragilidad del protagonista te tiene en vilo. Con "Esperando al diluvio", de Dolores Redondo, devorarás cada página mientras el libro te lleva a escuchar ‘Amor de hombre‘, de Mocedades. Y es que se trata de una novela negra con banda sonora, con un amor casi platónico, con contexto histórico y catastrófico, con una cruel enfermedad de fondo, con un protagonista de latido agónico y un antagonista repulsivo. Como colofón, calará un personaje que ayuda a eliminar el sinfín de prejuicios que aún rodean a la parálisis cerebral.
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Qué manera más mala de acabar el año.
Tenía muchas ganas de leer a la autora y quería empezar por la trilogía del Baztzan, pero fue este el que estaba disponible en la biblioteca. Un error, la verdad.