Esperando al diluvio

Muy esperado por todos los lectores de Dolores Redondo, nos llega su nueva novela «Esperando al diluvio». En ella, nos vuelve a acariciar con sus palabras, nos mece con ellas aunque la trama en esta ocasión no esté cargada de acción o con un ritmo vertiginoso. Un thriller que va más de personajes, del camino a seguir, de afrontar la muerte, el miedo, de esperanza. Todo esto aderezado con un asesino en serie real pero que la autora se encarga de ficcionar para darle su toque y su propia historia.
En esta novela de Dolores Redondo tenemos una trama que transcurre sin prisa pero sin pausa, de aquellas que podemos decir que son lentas pero no por ello aburridas. Aquí dependerá del gusto de cada uno. Para mí ha sido sumergirme en su narración, descubrir un personaje con mayúsculas, reflexionar sobre el poder del miedo, sobre afrontar lo que el personaje tiene por delante y junto a ello conocer lo que está detrás de los crímenes y su resolución.

Estamos ante una novela cuya trama no es lo que pensamos de un thriller: acción, vértigo, giros. Sin embargo, es una novela que funciona, que como thriller nos da ese suspense por saber cómo se le va a dar caza al asesino, si lograrán detenerlo, cuántos crímenes cometerá antes de que lo hagan… En “Esperando al diluvio” se adereza con intimismo, atmósfera opresiva, escenario que conmueve, una vuelta de tuerca a un hecho real. Se permite ciertas licencias como la autora misma reconoce en el libro para hacer que la historia cuadre.

Una novela de personaje
Cuando decimos que es de personajes nos referimos a que lo que le da el interés a la obra son ellos, porque son los que tienen la importancia en la misma, y así leer cómo se desarrollan los personajes, cómo evolucionan. En los que los sucesos son y están, teniendo relevancia pero el foco se centra más en los protagonistas.

En esta obra podemos hablar más bien de EL PERSONAJE, y es que es el protagonista el principal foco de interés. Usa todos los sucesos para ponerlo en un brete, para llenarle de obstáculos y para hacerlo crecer (o no) mientras afronta sus propias dificultades. Sin él, la historia no sería la misma. Y esto es algo que puede salir bien o mal en función de lo que el lector espere y termine sintiendo en su lectura. Personalmente, ha sido un acierto puesto que he podido disfrutar de ese paseo con Noah, un camino lleno de obstáculos pero también con cosas agradables. Así, otros personajes con los que Noah se va a relacionar y que van a ser muy importantes para su devenir, son de lo más emotivos; de aquellos que gusta encontrarse y enternecen.

Aquí sí vamos a encontrar algún final sorprendente que no te deja indiferente relacionado con los personajes.

Y la pluma vuelve a brillar
Leer a Dolores Redondo es acercase a una narración que conquista. En “Esperando al diluvio” se cuece a fuego lento la trama pero lo he disfrutado sobre todo por la magia de su pluma. Tiene ese algo que no sabes definir pero que hace que disfrutes saboreando su narración, independientemente de que la trama te atrape más o menos.
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