Palabras que nunca te dije

En este libro vamos a conocer a Sara, una mujer de casi treinta años que tiene una vida que no la hace feliz. Está casada con un hombre que solo la ve como una criada y tiene a un hijo al que adora con todo su corazón, lo único que aporta un poco de luz a su vida, junto a su mejor amiga Christina. Ésta le planteará una oferta a Sara: ir a Tullia, un pequeño pueblo francés, a hacerse cargo de las reformas del château que su padre le ha dejado. Ella aceptará a regañadientes, pues es consciente de que necesita un respiro. Allí el destino hará de las suyas, haciendo que su camino se cruce con el de un estadounidense que está “de paso” en Tullia, Jayden.

A lo largo de las páginas de este libro vamos a ser testigos de cómo un simple verano pondrá las vidas de Jayden y Sara patas arriba. Os puedo asegurar que este libro me ha parecido una absoluta maravilla. Con una trama emocionante y adictiva, veremos cómo el destino hará de las suyas con estos personajes. Viviremos la química explosiva que ambos tienen, cómo ambos intentarán mantener la distancia tanto física como emocional y lo complicado que les resultará, cómo Sara crece como persona y cómo Jayden la ayudará. Ha sido un libro tan bonito que estoy segura de que me será imposible olvidarme nunca de él.

Sara es inteligente, divertida y llena de inseguridades, aunque antes de su verano en Tullia se podía apreciar a una mujer siempre alterada, triste, solitaria… Y Jayden es impulsivo, pícaro, gracioso y fiel. Son dos personas algo diferentes en cuanto personalidad, pero sus almas rotas les une de una forma muy especial, de modo que son para el otro una cura, el mejor remedio para sanar. Pocos personajes tan especiales he conocido.

También tenemos a Dani, Colin, Christina… Son tres personajes que casi podrían ser parte de los protagonistas por el gran peso que tienen en el libro. El hijo, el marido y la mejor amiga.

De la pluma de María poco puedo decir. Es maravillosa, cálida y con una capacidad de meterte en sus historias increíble. Nunca me cansaré de decir que es una de las mejores escritoras que he leído nunca.

En resumen, “Palabras que nunca te dije” es un libro que me ha hecho llorar, reír, enfadarme, pero sobre todo me ha enamorado con sus personajes y su bonita historia. No puedo hacer más que recomendarlo; no os vais a arrepentir de leerlo.

Sara, nuestra protagonista, a sus 30 años lleva media vida casada, tiene un hijo de 10 años al que adora y por el cual sigue luchando día a día por su matrimonio. La relación con su marido hace mucho que no funciona y ella está resignada a que esa sea su vida.
Su mejor amiga, Christina, quiere sacar a su amiga de ese bucle y le pide un favor, que se vaya se vacaciones a reformar la château que fue de su padre. Aunque Sara tiene reticencias sobre esto al final da el paso y esa experiencia cambiará el rumbo de su vida. Allí conocerá a Jayden, un militar que llega a Tullia con el propósito de enfrentar algo que le pasó estando de servicio. Ambos encontraran el apoyo del otro imprescindible para seguir adelante.
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Este libro ha sido el primero que leo de la autora y ojalá lo hubiera hecho antes, se ha convertido en un libro muy especial para mí y de mis favoritos.
La trama es sencilla, real, un amor imposible que ambos saben que es así, se da despacio, y va creciendo sin que puedan hacer nada.
Los protagonistas son perfectos. Sara me ha hecho sufrir mucho, su vida, su resignación y el amor hacia su hijo son puntos muy importantes en la historia y conocer a Jayden hacen que su personaje tenga una evolución espectacular.
Por otro lado y como favoritísimo para mi ha sido el personaje de Jayden, tenéis que conocerlo, no puedo decir más sobre él, pero ojalá y no se hubiera acabado nunca esta historia.
Hacia mucho que no podía dejar de leer con un libro, así que solo puedo recomendároslo mucho y si lo leéis contadme que os parece.

La historia se centra en Sara, una joven de 29 años que vive en Londres junto a Colin, su esposo, y Daniel (su único hijo). Ella se esconde tras una fachada en donde aparenta vivir una vida feliz y tener la familia perfecta. Sin embargo, está muy lejos de serlo. Y todo cambia tras una propuesta realizada por su mejor amiga, Christina, en donde tiene que viajar a Tullia, Francia, para poder terminar con los trabajos de remodelación del château que Chris pretende convertir en un hotel. al llegar allí conoce a Jayden, ¿y qué decirles? Este personaje es todo lo que está bien, es todo lo contrario a Colin (que por cierto, es sumamente detestable). Jayden es atento, detallista, divertido y un seductor nato.⁣
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A lo largo de las páginas vamos descubriendo más de ambos protagonistas: qué motivos llevaron a Jayden a vivir a Tullia (aunque resulta predecible desde el momento en que conocemos a cierto personaje), por qué Sara se casó con Colin y soporta tanto destrato, entre otras cosas. También nos convertimos en testigos del crecimiento personal de Sara quien poco a poco y con ayuda de Jayden, va dejando de lado su timidez y su constante inseguridad.⁣
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Las descripciones de los paisajes franceses son fantásticos. La autora logra transportar automáticamente al lector hasta el lugar en donde transcurren los hechos. Logra que el lector se sienta completamente inmerso en la historia y viaje por un ratito a ese pueblo de ensueño y al cual quisiéramos ir durante un finde de relax o para encontrar a nuestro Jayden.⁣
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Algo que me pregunté bastante es el porqué del título del libro. Así que cuando me encontré con un par de escenas en donde se hace referencia al mismo, no lo voy a negar, me emocioné. Así como también me emocioné leyendo los últimos capítulos. El final me gustó y me pareció aceptable, solo eso puedo comentar.⁣
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"Palabras que nunca te dije" es una historia cargada de emociones, romanticismo y una pizca de acción. Una historia con unos personajes que no resultan indiferentes y generan algo en el lector.⁣
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En Palabras que nunca te dije conoceremos a Sara, está atrapada en un matrimonio infeliz. intenta por todos los medios salvar su relación, ante todo por su hijo, pero su marido es un ser arrogante, egoísta y tóxico que le dificulta mucho la labor.

Cuando su mejor amiga Christina le pide que le ayude a remodelar un hotel que le quedó en herencia, al principio se rehúsa ya que tendría que hacer un viaje a un pequeño pueblo de la Provenza llamado “Tulia, pero ocurre algo que le hará cambiar de opinión. Allí tendrá la oportunidad de reencontrarse consigo misma. Por si fuera poco a esa ecuación hoy que añadirle a Jayden, un soldado que lleva siete meses viviendo allí con el único fin de afrontar su pasado. La atracción entre ellos es innegable pero ¿será suficiente como para dejar atrás sus miedos?

Palabras que nunca te dije es un libro que conmueve al lector y despierta sentimientos desde las primeras páginas. Es ese libro que trata temas controvertidos de una manera que, aunque es ligero, nos impacta, tal es la veracidad de los hechos. Y sin embargo, al mismo tiempo, es un libro de amor, en el que muestra de manera muy explícita el poder que tiene el amor.

La autora, con su toque divertido en algunos momentos y emocionante en otros, consigue enganchar al lector de principio a fin. La escritura de María es bella, intensa y extremadamente fluida.

Los personajes están muy bien construidos y, por ende, muy logrados. La ambientación no me ha podido gustar más, estaba leyendo pero en mi mente veía una película. Es verdad que me ha sorprendido el tono adulto de la obra en comparación con otros libros de la autora, pero sigue gustándome de igual forma que sus libros más juveniles.

Palabras que nunca te dije es una historia que habla de superación, autoconocimiento, autoaceptación y, sobre todo, amor propio. Es ese tipo de libro que nos trae una importante lección de vida,si no superamos el pasado, de alguna manera no podemos estar bien con el presente. Así como los momentos tristes que todos nos vemos obligados a afrontar, sean cuales sean, sirven para aprender a valorar los buenos momentos.

Desde el inicio de la reseña hay que destacar uno de los aspectos que me han gustado más: los personajes. En el caso de Sara -la protagonista- está hecha con un cariño especial en el que se muestra la fragilidad, la incertidumbre, el desconcierto que supone la pérdida de algo anhelado y la impotencia de la desesperación y la insatisfacción personal. Crear un personaje tocado por circunstancias emocionales no es fácil de desarrollar y de Sara, lo que puede decirse es que es real. Todos los que hemos sentido decepción en la vida entendemos los sentimientos de Sara y verlos reflejados con esa exactitud es una experiencia dolorosamente purificadora. Respecto a Jayden, es de ese tipo de personajes con los que conectas de inmediato y complementan y engrandecen al personaje principal, que para mí es Sara

Unido a los personajes, sin lugar a dudas lo que más me ha impactado de la novela es lo emocional, tierna y bonita que es su lectura. Lo más importante de la historia que nos cuenta María Martínez no es la historia en sí, las relaciones que surgen ni la interacción de personajes (que también), sino los valores tan potentes que transmite con sus palabras. Lealtad, lucha, constancia, valor, amor. Sobretodo amor, ese motor que mueve el mundo y lo hace un poquito más brillante en momentos de oscuridad. Y no solo nos habla de un único amor, sino del amor hacia la familia, hacia las promesas hechas que significan algo más que meras palabras, del amor hacia uno mismo, tan difícil de trabajar y conseguir a veces.

Soy de la opinión de que para escribir sobre sentimientos (y que transmita y traspase el papel), tienes como autor que dejarte un trocito de tu alma en lo que escribes. Creo firmemente que María aquí lo ha hecho sin lugar a dudas, dejando en el lector un poso de sentimientos positivos que te arrancan el corazón y te lo reconstruyen poquito a poco.

Creo que con esta historia, María ha creado lo que en japonés se llama Kintsugi: el arte de recomponer algo dañado pero enalteciendo lo imperfecto. A lo largo de sus páginas, sus personajes aparecen en cierto modo fragmentados, con imperfecciones, pequeñas grietas en su armadura. Pero en lugar de intentar ocultarlas, María las exhibe al lector y las resalza como algo digno de mostrar. al igual que en el arte del Kintsugi, los daños que muestran los personajes son dignos de exponerse porque cuentan una historia, un camino de guerrero que consigue que ese personaje sea único y especial. La historia no va de intentar arreglar los desperfectos, sino que muestra que la auténtica belleza está en la reconstrucción, en la existencia de un fragmento roto y una voluntad de recomposición; un Ying y Yang que nos hace más hermosos y fuertes.

Más allá de la historia en sí, ha sido increíble viajar y recorrer la campiña francesa con Sara y Jayden. Ha sido fantástico pasear junto a ellos entre viñedos y embarcarme en este viaje tan emocional. Yo solo aviso: si alguien de los presentes está dispuesto a comprarme un chateau en la Provenza, yo estoy dispuesta a sacrificarme y aceptarlo. Que conste en acta.

¡Pero, eh! No todo van a ser buenas palabras para esta novela. Estoy terriblemente molesta con María Martínez. Mucho ¡Muchísimo! de la cárcel se sale, pero ¿y de las ganas que te genera esta novela de visitar los viñedos y de ver puestas de Sol en mitad de campos de lavanda? No amigos, de eso no hay solución, ni alternativa posible. Esta novela debería venir con un WARNING gigante para que las pobres almas como la mía sepamos que va a ser leerla y generarse un deseo irrefrenable de querer perderse en la Provenza francesa.

En definitiva, Palabras que nunca te dije es un viaje sensorial que te removerá los cimientos del alma y te hará sangrar un poquito el corazón (pero merecerá la pena). Con unos personajes muy humanos, un entorno idílico entre campos de lavanda y unos valores y enseñanzas preciosos, es de esas historias que se quedan contigo aún después de haber pasado la última página.

No sé cómo decir lo que sentí con este libro, más que nada porque diga lo que diga mis palabras no harán justicia a esta historia. Leí está historia hace cuatro años y cuando vi que la volvían a sacar con esta portada sabía que tenía que volver a leerla y me ha causado las mismas sensaciones que la primera vez.

Tengo que decir que adore este libro, de verdad, es una historia especial, única y mágica. Una historia que te llegará a lo más profundo de tu corazón.

Sara vive en un matrimonio tóxico, su marido es un hombre que ya no la toca, ni le dice qué guapa está, simplemente parece la sirvienta de este. La verdad que esta parte de la historia cada vez que leía los desplantes que le hacía a Sara sufría muchísimo con la protagonista y me daban ganas de decirle cuatro cosas a Colin. Sara es una madre entregada a su hijo y se preocupa mucho por el tanto que lo protege.

Pero todo cambia cuando Sara decide ir de vacaciones a España con su hijo, gracias a su hermano y a su mejor amiga dará el paso, ese paso que hace que todo cambie. Dar el primer paso es él más difícil pero cuando se da ya no hay vuelta atrás, así que Sara decide que va a ayudar a su amiga y se va a Tullia, donde su vida cambiará para siempre.

En Tullia conocemos a Jayden, tengo que decir que esté hombre me enamora desde el principio, otra vez. Jayden está en Tullia porque necesita hacer algo, pero no tiene el valor, cada vez que lo intenta le fallan las fuerzas.

Nuestros dos protagonistas juntos aprenderán que el perdón es necesario para seguir adelante, que uno es fuerte para dar el paso que tiene que dar, que las cosas malas las debemos dejar atrás. Sara al final se dará cuenta que es una mujer valiente, preciosa y que es un ser humano que siente y que se tiene que querer mucho y que debe seguir sus sueños.

Sé que no estoy contando mucho, pero es que cualquier cosa que os diga sería un Spoiler y no quiero haceros eso.

Palabras que nunca te dije es una historia de evolución, de quererse a uno mismo, apreciarse, darse cuenta lo que uno vale y que no debemos dejarnos manipular por nadie porque todos somos libres. También habla de la culpa y que, a veces, nos sentimos culpables de cosas que no han estado en nuestras manos que sucedieran, pero el dolor de la pérdida es mayor.

Una historia de superación, de volver conocerse uno mismo y sobre todo valorarse por quién es y lo que vale, una historia de sentimientos y de amor, por uno mismo y por la gente que de verdad está a nuestro lado.

También tendremos un romance, y aunque los personajes saben que no está bien, no pueden oponerse a lo que sientes porque se dan cuenta que es la primera vez que están enamorados, pero sobre todo es una historia que habla de ese dilema entre lo que uno debe hacer o quiere hacer. Un romance de primeras veces, las primeras miradas más inocentes hasta las más hambrientas, los primeros roces sin querer hasta los que buscas porque necesitas sentir a esa persona. Los primeros besos robados en un arrebato hasta los buscados por anhelo y deseo. Un amor que llega para arrasar, pero hasta que la realidad les hará chocar con la realidad y entonces el castillo de naipes se derrumba.

Pero preparar pañuelos porque en un momento necesario "pasara" algo que lo único que queréis hacer es gritar de impotencia y vuestro cerebro dirá: no, no, no, esto no puede estar pasado. La que hayáis leído esta historia me entenderéis. Y en esos capítulos sufrí mucho aun sabiendo lo que ya pasaba, soy una persona que no llora con los libros y tengo que decir que en esto volví a llorar con esos momentos.

Pero este hecho seré un desencadenante para uno de nuestros protagonistas y en ese momento se dará un cambio en su vida.


A veces nos toca sufrir, llorar, pero el destino también nos tiene preparadas sorpresas maravillosas.

Solo puedo decir que el final de esta historia es maravilloso, increíble, mágico.

“Uno es la suma de sus decisiones. A veces nos pasamos la vida esperando a que los demás cambien para poder ser felices, cuando los que debemos cambiar somos nosotros. Nosotros somos quienes decidimos qué clase de vida queremos tener”

El domingo pasado me apetecía un libro con dosis de romance y tranquilito. Había visto la cubierta y leído la sinopsis y me llamaba la atención. Disfruté muchísimo de este libro. El principio es accidental, a ratos duro y a ratos maravilloso.

Me ha gustado conocer a Jayden y a Sara. El libro retrata las relaciones, lo cotidiano, un matrimonio que cae en maltrato psicológico y cómo se lucha para girar página y luchar por la vida que queremos, aunque no lo tengamos claro durante el camino.

Leyendo esta historia me he transportado a los campos de lavanda de la Provenza francesa, he sentido su olor, sus rayos de sol. Quiero un Jayden en mi vida, he reído y llorado con este libro.

En este libro nos encontramos la historia de Sara, una mujer que está a punto de cumplir los treinta años, con un hijo de diez y se encuentra estancada en un matrimonio sin futuro. Hace lo imposible para que funcione y espera que las cosas mejoren, pero ya no queda nada que arreglar, solo reproches y dolor. Su mejor amiga Christina sabe que tiene que abrir los ojos y dar el paso que tanto miedo le da por lo que le propone hacerse cargo de la remodelación de un hotel en un pequeño pueblo de la Provenza y así reflexionar sobre que quiere hacer con su vida. Allí conocerá a Jayden un soldado americano que lleva siete meses viviendo allí intentando encontrar el valor para afrontar su pasado.

Lo primero que debo decir es que este libro me ha sorprendido mucho ya que lo anterior que he leído de ella era romántica más juvenil y en cambio este tiene un tono más adulto y aborda el romance de una manera más madura.

Sara es una mujer que al principio de la novela me daba mucha pena y la vez rabia ya que está viviendo una vida que no le gusta pero que se ha resignado a ello y no hacía nada para cambiarlo. Pero a medida que avanzaba la historia podías ver su evolución y crecimiento, creo que lo hizo de una forma tan bonita que los últimos capítulos me emocionaron mucho. Y en cuanto a Jayden es difícil no quererlo creo que de los mejores protagonistas masculinos que he leído siempre se muestra alegre, solidario, ayuda sin esperar nada a cambio.

En cuanto al romance me ha parecido muy bonito por cómo se suceden las cosas y cómo interactúan entre ellos, pero creo me ha faltado algo de química entre ellos para terminar de creérmelo y que sea algo más que una bonita amistad entre dos personas que están pasando por un bache. Pero creo que lo bonito de esta novela no es el romance si no es la evolución y crecimiento que tiene Sara.

En genera es un libro que se lee súper rápido, la pluma de María Martínez tiene un algo que te engancha desde las primeras páginas, consigue que desde el principio te adentres en ella y logra transmitir tantos sentimientos que a veces era imposible no emocionarse. Además, la ambientación en La Provenza ha sido brutal, te transporta a ese lugar.
Enlace: https://booksisterhood.blogs..

En esta historia conocemos a Sara, una mujer que está a punto de cumplir los treinta y que es infeliz en su matrimonio. Deberá viajar a Tullia para ayudar a una amiga y allí se dará cuenta de las nuevas oportunidades que le está brindando la vida.  

La pluma de la autora, pese a ser bastante anterior al otro libro que he leído de ella, me ha parecido maravillosa. Es una historia de amor, de despertar, superación y de enfrentarse a los miedos. Trata temas como el maltrato psicológico por parte de la pareja o el ser ama de casa, de manera delicada. Es una historia de reflexión y de evolución, con momentos duros. 

 La localización es increíble y la visualizas en tu mente desde el primer momento. Todo el mundo querrá trasladarse al bello pueblecito de Tullia con su hotel y su viñedo. 

He empatizado muchísimo con los personajes. Me he enamorado y he sufrido con ellos. En ocasiones Sara me ponía un poco nerviosa por la falta de valor en según qué momentos y Jayden... Es el chico divertido, tierno, cariñoso ... que consigue encandilar a todas. 

Segundo libro que leo de la autora y me reafirmo en que es una de mis escritoras románticas favoritas. Nunca suelo llorar con un libro, pero éste, en cierto momento, ha conseguido que se me saltaran las lágrimas. 
Una historia con la que me ha vuelto a ganar, con una bonita historia de amor y una localización increíble a la que ya quiero viajar. 

Sara es dulce, tímida y adora las novelas románticas y a su hijo, no ha cumplido los 30 y se ve atrapada en un matrimonio, que no funciona. Su marido no hace más que trabajar y cuando está en casa es como si no estuviese. Pero su querida amiga Christina le pedirá un favor enorme, y ella terminará en Tullia, en un pueblecito de la provenza francesa, y allí su vida dará un giro.

Jayden es amable, divertido y sexy a rabiar, su pasado lo ha llevado hasta Tullia con una misión, siete meses atrás, pero allí sigue incapaz de dar el paso. Se gana la vida haciendo chapuzas para los vecinos, y tocando en un grupo un par de veces por semana. Debe reconciliarse con su pasado, para poder volver a casa y seguir con su futuro. Pero Sara, se cruzará en su camino….

Una historia que me tuvo atrapada a sus páginas y me daba pereza soltarlo, porque me tenía completamente absorbida. Una novela en un paraje maravilloso, donde pasé por momentos de tensión, ya que el último tramo me tuvo con el corazón en vilo, que mal lo pase por dios. Una historia que nos hace ver, que de todo se puede salir, que no hay que conformarse con lo que nos ha tocado vivir, y si no estamos agusto en esa piel hay que querer seguir hacia delante y luchar por nuestros sueños y metas. Adoré esta historia, que me hizo pasar ratos complicados, y otros maravillosos, me hizo reír y llorar.
Y a Jayden, lo adoré sin más, me parece un personaje maravilloso, es
Que maravilla de historia, es el cuarto librín que leo de María, y la verdad es que esta mujer, nunca defrauda. Vaticinó desde ya, que este libro se va a convertir en una de mis mejores lecturas de 2022.