El chico que dibujaba constelaciones

El chico que dibujaba constelaciones es una historia madura con una prosa que te gana desde las primeras palabras. Es dulce, delicada y real.

Alice con este libro te hará recordar la historia de tus abuelos y hasta la de tus padres.. Y lo mejor, es que te dejará con una sonrisa repleta de lágrimas, de emoción y felicidad.

La historia gira entorno a Gabriel, el niño-adolescente-adulto que uno quiere en su vida, siempre centrado y amoroso. Y Valentina, un amor de niña-adolescente-mujer que uno quiere porque simplemente hay que quererla.

Sin duda este libro se convirtió en uno de mis favoritos del 2020 y de mi vida. ❤

En este libro Alice nos adentra en la preciosa historia de amor entre Valentina y Gabriel, una historia de amor pura y plena, que transcurre entre los años sesenta hasta los dos mil, gracias a eso podemos conocer hechos históricos que transcurrieron en España durante esa época así como las canciones más sonadas de cada década.

La relación entre los protagonistas es muy sana, ambos se apoyan mutuamente para conseguir sus sueños y alcanzar sus metas, y aunque nos muestra también las sombras de la relación, lo primordial es que eso también forma parte de ellos, y que tienen la valentía suficiente para sobreponerse a ello.

Es un libro que se lee muy rápido, es muy adictivo. La única pega que le pondría es que me faltó más drama al final, pero eso quizá sea por las expectativas que tenía sobre la historia.
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En ”El chico que dibujaba constelaciones" vamos a acompañar a Valentina y Gabriel en el viaje de su vida, empapándonos de sus experiencias, miedos, ilusiones y, sobretodo, viviendo un amor precioso, puro y real.

Sinceramente, no tengo palabras para plasmar todo lo que me ha hecho sentir esta historia. Es una historia real, pura, cotidiana. Y esto, sin duda, es lo que la hace tremendamente especial y la diferencia de toda historia de amor que he leído hasta la fecha. Siempre he considerado que en la sencillez está la belleza y, para mí, esta historia es un claro reflejo de ello. La historia de Valentina y Gabriel se ha convertido en una de mis favoritas de la autora y de la vida.

En cuanto a los personajes, al igual que he mencionado anteriormente, son puros, reales y sencillos. Pero, si algo quiero señalar de ellos, es que, aún estando en un época complicada en torno al franquismo y al fin de éste, éstos destacan por los valores de crecimiento, amor, libertad y superación que se aportan el uno al otro. Cosa que me ha llenado y emocionado a partes iguales.

Por último, Alice Kellen es una de mis autoras favoritas nacionales y, una vez más, me ha sorprendido gratamente. He leído otra historia llena de magia; una historia que me ha atrapado de principio a fin.

En definitiva, creo que ésta ha sido la reseña que más me ha costado escribir hasta la fecha, ya que esta historia me ha hecho sentir tanto y tan bonito, que me ha sido muy complicado plasmarlo con palabras. Solo espero que os haya transmitido un poquito de lo que me ha hecho sentir a mí y que os animéis a darle una oportunidad. No os va defraudar.

Este audiolibro lo escogí para el #noviembredulce y para estrenarme con la autora y creo que no puede elegir mejor me ha encantado me ha transportado aunque tengo que reconocer que he llorado me ha sanado esas lagrimas, no se como lo puedo explicar pero Valentina y Gabriel lo voy a llevar en el corazón por todo lo que me ha removido, gracias por eso y por recordarme que somos los buenos y los malos momentos

Esta autora llevaba muchísimo tiempo en mi lista de pendientes y no porque no tuviese tiempo de ponerme con ella sino porque no sabía exactamente con que libro empezar. Mis opciones eran, por una parte, "Todo lo que nunca fuimos" (primera parte de la bilogía "Deja que ocurra") y por otra, "El chico que dibujaba constelaciones". A punto estaba de dejarla más tiempo apartada cuando una de mis mejores amigas me recomendó muchísimo esta última novela. Ella estaba segura que me iba a encantar, así pues... comencé con esta historia y debo decir que no se equivocaba en absoluto.



Sobre la novela en sí, decir que me ha encantado, enamorado... Para mí ha sido una auténtica MARAVILLA. Puede ser que no sea la mejor novela de la historia pero, solamente por lo que me ha hecho sentir en cada una de sus páginas, para mí si lo es. Debo decir que la trama es muy sencilla pero creo que la autora sabe como hacerte conectar con la historia y amar a cada uno de los personajes. La historia está narrada en primera persona por Valentina y eso hace que, a pesar de ser una historia corta y fácil de leer, te adentres complemente dentro de la vida, costumbres y sentimientos de ella y, más tarde en la de Gabriel, haciendo que no puedas dejar de leer y descubrirlos en ningún momento. A lo largo de la historia podemos disfrutar de una buena dosis amor: amor romántico, amor a la vida, amor hacia uno mismo, amor a la familia, amor al tiempo... y creo que esto aún hace mejor la novela. Otro aspecto que me ha encantado (y que últimamente me encanta ver y leer en las historias) es que destaquen cada momento/época con una canción... esta novela tiene una preciosa banda sonora que va acompañando a nuestros protagonistas desde los años 60 en los cambios que ellos mismos van experimentando y también la sociedad española y, de alguna forma, también nos acompaña a nosotros mismos ya que muchas de esas canciones forman parte también de mi vida. Siento que lo peor que tiene la novela es que es algo predecible; en mi caso me veía venir el final pero, sin embargo, me destrozó por completo... me destrozó tanto que me pasé dos días completos llorando, de tristeza y alegría al mismo tiempo. Como podéis apreciar, me encantó esta historia.


Sobre los personajes sólo puedo decir que son muy profundos, entrañables y que están perfectamente construidos, tanto los dos protagonistas como los secundarios. En primer lugar tenemos a Gabriel que me parece admirable por su forma de ver la vida y además, me encanta su personalidad: luchador, sacrificado y creativo. Por otra parte, tenemos a Valentina la cual me enamoró desde la primera página. Me encanta su actitud ante la vida aunque creo que, como yo, su timidez y el miedo hacia lo nuevo le juegan malas pasadas. Realmente, ellos son muy distintos entre sí, pero juntos consiguen hacer que mueras de amor en un segundo.

De la ambientación solo puedo decir que me ha gustado mucho la manera en la que Alice Kellen narra y describe cada una de las épocas pues creo que ha hecho un gran trabajo de documentación en cuanto a todos los cambios por los que ha pasado España y, más concretamente, los cambios sociales. Creo que ha conseguido crear un "Cuéntame como pasó" express pero igual de perfecto.

En conclusión, "El chico que dibujaba constelaciones" es una historia romántica que sin duda te engancha y destroza al mismo tiempo. Un libro de amor totalmente recomendable que, cuando lo acabas, sientes la necesidad de volverlo a comenzar y volver a acompañar a Gabriel y Valentina. Yo terminé la novela en cuestión de un día y no os podéis imaginar las ganas que tengo de volver a disfrutarlo y aprender nuevas lecciones de vida. Recomendadísimo.
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Valentina y Gabriel son unos personajes que llegan directo al corazón. A través de su relación podemos ver el amor verdadero en todas sus facetas, desde los momentos más felices hasta los más difíciles y dolorosos.

La valentía y el apoyo que Gabriel muestra hacia Valentina, en una época en la que la igualdad de género no era una realidad, es admirable. Y el hecho de que la historia esté ambientada en una España, en plena dictadura franquista, añade aún más emoción y profundidad al relato.

La narrativa en segunda persona me hizo sentir aún más cercana a los personajes, como si yo misma estuviera viviendo su historia junto a ellos. Y, aunque la trama no es espectacular en términos de giros argumentales sorprendentes o sucesos extraordinarios, la simpleza y la belleza de la historia es lo que la hace tan especial.

La capacidad de Alice Kellen para hacernos sentir la emoción de la historia es increíble. Me encontré riendo, llorando y enamorándome junto a Valentina y Gabriel. al terminar la novela, sentí como si hubiera sido testigo de una historia de amor real, y no solo de una obra de ficción.

Esta es una historia que recomendaría a cualquiera que quiera sentir la magia del amor verdadero en todas sus formas y en cualquier época.

Es el segundo libro que leo de Alice Kellen, y si ya con «Nosotros en la luna» quede maravillada, ahora con «El chico que dibujaba constelaciones» me tiene enamorada.

Una novela cortita, a modo de carta o diario, en la que Valentina nos narra su vida junto a Gabriel. La de dos personas que deciden compartir sus vidas, creciendo juntos, respetándose y amándose. Una historia sencilla, corriente sin una trama con giros inesperados pero contada con una dulzura abrumadora, que te envuelve y te hace suspirar, reír y llorar.

Es una de las historias de amor más bonitas de las que he leído. Una que comienza en los años 60 y que se alargará en las próximas décadas, rememorando aquellos años difíciles de represión, los que vinieron repletos de cambios y nuevas ilusiones, con anécdotas y canciones que muchos recordaremos.

Una novela para disfrutarla sin prisas y dejarse atrapar desde la primera hasta la última página. Con un final que te hará desear volver a los años 60 y que aquel cierre de tapa solo sea un hasta pronto...💕

Hoy os traigo reseña de El chico que dibujaba constelaciones, uno de los libros más especiales que he leído y que con más emociones encontradas me ha dejado hasta el momento. La historia de dos almas libres que se encuentran en la década de los 60 y de los últimos años de la dictadura franquista, de dos protagonistas que pertenecen a mundos diferentes y que no pudieron separarse desde la primera vez que sus miradas se cruzaron, la historia de Valentina y Gabriel, la de una joven que creció en un ambiente bastante machista y trabajó de sirvienta desde muy joven para ayudar en el sustento familiar, y la de alguien que siempre tuvo una vida más fácil, un muchacho de lo más carismático que no conoció la represión y tuvo el privilegio de estudiar en la universidad, que no dudó ni un segundo en cortejar con su inquebrantable sonrisa a la chica que cada mañana se dirigía al mercado central a comprar unas cuantas barras de pan a su señora, hasta ganarse la confianza y el corazón de esta bonita y tierna Valentina, para la que se convirtió en faro y guía hacia la libertad de sus sueños.

¡Es tan, tan entrañable! Las mariposas no dejaron de volar en mi interior. El acompañarlos en los buenos y en los malos momentos, en sus altibajos y crisis serias, me ha sido irremediable no derramar alguna lágrima porque te pellizca y te acaricia, te rompe y te vuelve a reconfortar. Y es que su historia hace frente y se adapta a todos los cambios sociales y políticos, pasando la transición y llegando incluso a ver sus reacciones como abuelos en pleno siglo XXI, se agradece la evolución que hay asimismo en los personajes. 

La sensibilidad que impregna la pluma de la autora no deja de maravillarme. Gabriel me ha conquistado a mí también y como mujer, se empatiza bastante con Valentina. Me ha venido a la memoria la historia de mis padres y qué añoranza. Os animo a dejaros enamorar por ellos.

Si tuviese que describir este libro con una sola palabra, creo que la elegida, sería magia.

No es una novela de fantasía, pero sí de ese amor de antes, perfectamente imperfecto que parecía poder con todo lo que se le cruzase, incluso con lo que no podía cederse.

Me ha parecido una historia bonita, con unos personajes con la misma fuerza que ternura a los que son demasiado difícil no cogerles cariño.

Con este libro empecé a leer a la autora y ya después no he parado.

Usa un vocabulario cercano y cálido que parece que en lugar de leer estás sentada en tu cafetería favorita escuchando las crónicas de tus abuelos de jóvenes.

Es una historia llena de estrellas y momentos únicos que te llevan a decir jo, ojalá yo, querer así a alguien, hasta el punto de darlo todo sin perderme, y ojalá algún día, me quieran tanto como para dedicarme un universo y convertir nuestra historia, en un mapa estelar de recuerdos.

Es un libro muy especial 💫

Es lo primero que leo de Alice Kellen, ya que no es el tipo de lecturas que suelo hacer y he de decir que ha sido una lectura bastante agradable. No es para mí un pedazo de libro, pero se lee con gusto y con mucha facilidad.

Nuestra protagonista va contando la historia de amor con su marido desde la primera vez que se vieron hasta que son mayores, con la mayor de las dulzuras y cariño hacia su pareja. Con altibajos como en todas las relaciones y la capacidad que tenía su marido "el chico" de dibujar constelaciones en la pared del dormitorio cada vez que vivían algún momento único que marcar para toda su vida.
Dividido en partes según la década y los acontecimientos, vamos conociendo a esta pareja, su día a día, sus inquietudes y su forma de pensar al principio y con el paso de los años.

La edición que he leído es de bolsillo y tiene una letra bastante grande, así que entre que la historia engancha y la tipografía, te beberás el libro en muy poco tiempo. Yo he tardado más porque iba marcando los capítulos tal cual los teníamos en el club de lectura donde lo hemos leído.

Es un libro recomendable, aunque no sea la panacea para mi gusto, pero es verdad que tampoco soy la más indicada para hablar de este género ya que como he dicho anteriormente, no es lo que suelo leer.