Voy a ser sincera este libro llevaba en mis estanterías fácil dos años. Lo compré en una ganga que vi en Wallapop pero lo tenía cogiendo polvo porque… a pesar de que tenía la sensación de que iba a gustarme, otra parte de mi pensaba que iba a ser un tostón. ¡No podía estar más equivocada! Este libro puede ser muchas casas, pero ninguna de ellas es aburrida. Originalmente se publicó por entregas semanales entre 1854 y 1855 pero luego, para su publicación como novela, la autora hizo algunos cambios, principalmente en los capítulos finales, que el formato inicial no le permitía y que se ajustaba más a lo que ella quería conseguir. No sé cómo serán otras ediciones, pero al menos la de Alba, presenta esta versión final. ‘Norte y sur' es básicamente un culebrón victoriano que me ha tenido más enganchada que lo que estuvo en su día mi abuela a ‘Cristal'. La protagonista, Margaret Hale, verá como la tranquila y apacible vida que lleva en Londres viviendo con su tía y su prima, que tienen una acomodada situación, cambia sin parar desde que regresa a vivir con sus padres a su modesto pero encantador pueblo. de ahí, una mudanza inesperada a una ciudad industrial en el norte del país, será tan solo el primer paso de una serie de catastróficas desdichas, que parecen no tener fin. Menos mal que la buena de Margaret, a pesar de tener apenas 18 años al inicio de la novela, es bastante apañada y resolutiva (no podemos decir lo mismo de sus padres). En los años que los Hale pasan en Milton (localidad ficticia inspirada en Manchester), la novela de Gaskell toma tintes sociales y profundiza en las relaciones complejas entre propietarios de las fábricas y sus empleados, las primeras huelgas y sindicatos… En cualquier caso, a pesar de que la primera línea de la trama es un drama de esos para leer con palomitas, la novela tiene también un telón de fondo cuidado en extremo que supone un retrato fiel del inicio de la revolución industrial y de las diferencias entre norte (moderno e industrial) y sur (tradicional, rural, cómodo) del país y la mentalidad y modo de vida de las gentes que las pueblan y los prejuicios mutuos que les separan. Pero eso no es todo, habrá desesperación, enfermedad, apoyo, comunidad, lucha, religión, injusticia y mucho más. La ambientación es un pilar de la novela, los cambios de escenarios vienen acompañados de nostalgia de lo anterior combinado con observación del presente. Descrito con cariño y cuidado, tanto la naturaleza como los humanos que la pueblan, cada lugar se presenta ante tus ojos con todo detalle. Una historia llena de personajes geniales y carismáticos, a los que amar y odiar, con unos secundarios estupendos. Y, de hecho, una de mis pocas pegas al libro es que sentí que algunos de ellos quedaban olvidados y te deja con ganas de saber más. Los protagonistas tienen un arco estupendo, donde consiguen imponerse a la fatalidad con perseverancia y resiliencia, especialmente Margaret. Además, me ha gustado el enfoque que le da la autora a uno de los personajes principales, con los que a priori esperas no conectar y que ves como posible villano, al tratarse de uno de los empresarios dueños de las fábricas. Sin embargo, su aproximación nos hace conocerle a nivel humano, como una persona hecha a sí misma, sin que le hayan regalado nada. al mismo tiempo, a pesar de que conocemos en detalle la intimidad de los diferentes individuos, de alguna forma, la novela consigue reflejar también el sentimiento de comunidad. Una novela escrita de maravilla, que me ha hecho sentirme malvada a ratos porque me sonreía ante algunas desgracias y situaciones por el modo en el que están narradas. Un libro sobre que nos muestra como en nuestro mundo los opuestos están obligados a convivir y que no somos la familia a la que pertenecemos, ni nuestro trabajo, somos todo lo que hay debajo, lo que sentimos, lo que elegimos y lo que hacemos. ‘Norte y Sur' supone el inicio de mi idilio con Gaskell. No tardaremos en encontrarnos de nuevo, querida. + Leer más |