Carta de una desconocida

Más que una carta de amor es una obsesión de una niña y después una mujer hacia un novelista hasta unos límites inauditos , sin que ella tenga un pequeño hueco en la memoria de el.Hay mucho amor y ternura en la narración pero también muchísimo dolor,es increíble la fuerza que puede tener el amor incondicional hacia una persona y por lo que se llega hacer cualquier cosa. Durante toda la lectura se está en una continua tensión emotiva,nada más que solo por eso ya merece la pena léerlo.Para concluir os dejo una pregunta.¿Que diríais que es una carta de amor o una venganza personal?

Después de las muchas recomendaciones de los amigos de esta app, me he atrevido con leer a Zweig, y debo dar gracias a tod@s aquell@s con sus recomendaciones. No me ha defraudado.

Relato corto, pero totalmente desarrollado, de forma exquisita y sensibilidad pura, con una prosa sencilla, nada recargado de frases retorcidas y descripciones eternas. Su pluma, me ha recordado a mi gran maestro Miguel Delibes.

La historia por si es irracional. Un escritor recibe la carta anónima de una mujer enamorada. Una historia de amor, o más bien de amor no correspondido, de amor desconocido, de amor platónico, pero sobre todo de amor roto.

La protagonista, imagina su hombre perfecto en su vecino. Un amor puro e inocente de adolescencia, pasa a edad adulta a un amor enfermo, insano, obsesivo. Donde un segundo con su amado vale más que años de amargura.

Cuenta Zweig con sutileza, los estados de ánimo de la protagonista, su propio camino hacia la autodestrucción. Esa caída al infierno de la protagonista, como Ana Karenina de Leon Tolstoi.

Mientras el protagonista (escritor), ignora estos sentimientos, solamente se fija en ella en su deseo sexual, para volverla a olvidar en cada encuentro, como una sombra que pasa de largo. Aunque cada año, para su cumpleaños recibe un racimo de rosas blancas.

En resumen, una historia sencilla magistralmente descrita.

Relato realmente corto, que puedes leer en una hora( bueno en mi caso, soy un poco lenta) pero con una gran intensidad. Sin lugar a dudas Stefan Zweig te hablara y despertara en ti toda clase de sentimientos. tal vez te impactara ver hasta donde puede llegar un amor absoluto,fuerte pero que huele mucho a obsesión, te puede conmover hasta lágrimas, hacerte pensar por horas o como en mi caso tal vez te puedas sentir identificado; porque yo se lo que se siente enamorarse de un ideal y no pude evitar meterme en la piel de nuestra desconocida. Lo cierto es que no te dejará indiferente

“A ti que nunca me has conocido”

Por lo sumamente opuesto que ha sido mi sentimiento actual frente a la idea que conservaba de mi anterior lectura de la novela, me entretuve en leer algunos comentarios sobre este relato, tanto en esta página como fuera de ella. La mayoría destacan la grandeza del amor aquí novelado, tan puro y trágico, la incondicional entrega a un ser del todo ignorante de la pasión que provoca. Muchos hay que, más que amor, ven una obsesión morbosa de una mujer trastornada desde la infancia. Algunos hasta se indignan por su enfermiza dependencia del hombre, por su cobardía, por su pasividad. Y tampoco falta quien desprecia la historia por inverosímil o contradictoria. Y en efecto, así puede llegar a considerarse si perdemos de vista que es una carta y no somos capaces de ponernos en la piel del escritor, el pasivo protagonista y destinatario de la misiva, víctima de una venganza cruel por un delito que nunca cometió.

“Para mí lo eras todo, toda mi vida. Todo existía sólo si tenía relación contigo, toda mi vida sólo tenía sentido si se vinculaba a ti. Transformaste toda mi existencia.”

No es la primera vez que Zweig trata la figura del seductor, aunque en este caso el personaje no tuviera que esforzase mucho, y, aunque claramente no sea un tipo de persona que el autor admire, estoy convencido de que siente por tales individuos una inconfesable envidia, aunque esté teñida de una malsana inquina. Sin duda, esta animadversión que el autor siente por estos tipos atractivos y seductores, gozadores irresponsables de la compañía de mujeres bellas que, a su vez, no muestran gran resistencia a sus encantos, no la ha transmitido nunca Zweig de forma tan admirable como en esta tan corta como fascinante novela.

“Lo que quieres es entregarte a todos, al mundo, no quieres ninguna víctima. Si ahora te digo, querido, que me entregué a ti aún virgen, te lo suplico, no me malinterpretes. No te culpo, tú no me provocaste, ni me mentiste, ni me sedujiste. Fui yo quien te buscó, quien se lanzó a tus brazos y se precipitó en su destino. Nunca, nunca te voy a acusar…”
Y qué es la carta sino una durísima acusación, una cruel venganza, un perverso y gratuito último acto, que además de imposibilitar la duda sobre su contenido hace irreparable el daño ocasionado, contra alguien que simplemente disfrutó de la compañía de mujeres a las que no engañaba, a las que nada prometía, de las que, eso sí, rápidamente se olvidaba. Ese fue su único pecado, no enamorarse de quién de él se enamoró, no querer más relación que el placer que su compañía le proporcionaba ocasionalmente, no fijar en su memoria ninguno de los encuentros.

“Te lo quería explicar para que tú, que no me conoces, empezaras a ser mínimamente consciente de cómo una vida dependía de ti y en ti se sustentaba.”

Puedo imaginarme a Zweig gozando como un gorrino en un charco de barro con cada una de las puñaladas que la anónima le asestaba al ignorante amante: la descripción de la horrorosa situación en la que se encuentra mientras escribe la carta, el propio anuncio de su muerte, el tipo de vida que su amor le “obligó” a llevar, a quién y cómo tuvo que entregarse sin poder entregarse totalmente, hasta ese cínico final de la carta:

“No me echarás de menos…eso me consuela, no cambiará nada de tu vida, tan bonita y luminosa… no te causo ningún daño con mi muerte… ¡oh, querido, esto me consuela!”

Podría decirse que es una historia de amor, yo lo clasificaría en una historia de obsesión, y ya sabemos que las obsesiones no traen nada bueno.

Una niña adolescente comienza sintiendo una especie de amor e idolatría por su vecino, que crece junto con ella hasta convertirse en algo insano. le envía una carta en sus últimos momentos de vida para relatarle como ha vivido a su alrededor sin que éste lo supiera, y le devela secretos fuertes.

El amor no correspondido es el tema más usado en literatura, por cliché puede llegar a cansarnos o puede caer en repeticiones, pero OJO, es Stefan Zweig, del argumento más gastado del planeta otra vez hizo magia.
No puedes parar de leer. Usa la irracionalidad de la protagonista que no sabes si amarla o pegarle un grito para que despierte. Los sentimientos afloran, la montaña rusa de nuestras emociones otra vez al servicio de su pluma, de su estilo impecable, de la prosa sencilla pero intensa de todos sus escritos. Otro derroche de carga de sentimientos con sutileza, con su estilo magistral.

Ha sido Zweig el escritor que más me ha impactado a la hora de escribir sobre los temas más sencillos, convirtiéndolos en historias de aplaudir. Se cumple con él (a cabalidad) aquello de que "no es lo que cuentes, sino como lo cuentes".

Una vez más Maestro, el telón ha bajado y yo sigo ovacionando su vuelo.