El cuarto mono

Aunque el relato empieza de una manera enganchadora, desde un inicio me costó adaptarme a la ambientación, porque la novela está ubicada en la ciudad de Chicago, pero los dos policías principales, hablan entre ellos con un léxico muy de españoles, frases, manera de tratarse y expresiones más de usansa en España que en Estados Unidos, así que no pude conciliar esa dicotomia. Aún así quería seguir la historia que explicara la muerte de la que se habla en las primeras páginas, pero me resultaba en ocasiones exagerado y poco natural el trato que se dan entre los polis, con chistes o un humor de los personajes que no me pareció natural y por el contrario, en ocasiones exagerado y narrado como un cliché de bromas entre polis españoles. Otra parte de la historia que me pareció poco natural y creíble, es lo que se va narrando en el diario, entre el niño y sus padres y sus actos, no me convenció esa parte de la narración. Y ya llegados a la mitad del libro, empecé a saltarme muchos párrafos para ir directo a los diálogos, y a las escenas que mejor mostrará avances en los hechos y en el entendimiento de la trama principal. La tercera parte del libro, y una vez se desvela Watson (algo que de mi parte ya había supuesto) la historia avanza con mayor rapidez y si es verdad que hay varios giros inesperados que hacen el final del libro sea más atrapante, reconozco que no me siento muy interesada en continuar la saga.

El cuarto mono es un thriller muy adictivo que te atrapa desde las primeras páginas. Una historia original con un asesino en serie que va dejando pistas siempre de la misma forma. Un policía, Sam Porter, que investiga el atropello del presunto asesino. Un diario, al parecer del asesino, que el autor nos va desvelando poco a poco...

Todo ello manejado con maestría por el autor hace esta novela muy original y adictiva. El asesino manda a los padres de la víctima, dentro de una cajita blanca atada con un cordel negro, primero una oreja, después los ojos y, finalmente la lengua; luego se encuentra el cadáver de la víctima.

Con el atropello del presunto asesino, que llevaba consigo una cajita blanca con una oreja, empieza la trepidante investigación con el objetivo de encontrar a la víctima propietaria de la oreja antes de que muera.

La trama es complicada y con giros imprevisibles. A medida que avanza la novela, la lectura se hace apremiante y cuesta dejar el libro aparcado hasta otra ocasión. al terminar el libro sientes la necesidad de empezar el siguiente para saber más.

Me ha gustado el enfoque del autor y su prosa, la lectura es ágil y entretenida, también muy adictiva. Si eres adicto/a al género, esta novela colmará tus expectativas y, si empiezas la trilogía, lo más seguro es que tengas que leer las novelas una detrás de otra sin pausas.

Un accidente que se torna como suicidio y finalmente pasa a ser investigado por Sam Porter de la unidad de homicidios. ¿Porque? El muerto portaba una caja blanca con un cordel negro. Asi es el modus operandi del asesino en serie apodado el cuarto mono. Una secuestrada y hasta tres cajas enviadas antes de su muerte ponen en jaque al departamento de policia de Chicago para localizarla antes de ser la siguiente victima.
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Primera caja: una oreja

Segunda caja: los ojos

Tercera caja: la lengua
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Los cuatro monos provienen el templo de Töshö-gü de Nikko en Japon, que cuenta con tres monos tallados en la entrada,el primero se tapa los oidos, el segundo los ojos, el tercero la boca, y representan el proverbio no escuches el mal no veas el mal y no pronuncies el mal, el cuarto representa no hagas el mal.
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Este es el primero de la trilogía del cuarto mono, y madre mía, solo puedo decir que después de leer a Carmen Mola, no había encontrado una novela negra tan adictiva. Es auténticamente B R U T A L.
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Los capítulos de la realidad del presente se intercalan con fragmentos de un diario perturbador. La trama se vuelve brillante y enigmática a cada página. Con giros impresionantes y que poco a poco te hacen entender el pensamiento trastornado del CM.
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"Si uno ve o escucha el mal, es poco lo que se puede hacer. Cuando alguien pronuncia el mal, se le puede atribuir una culpa, pero cuando hace el mal...bueno , cuando alguien hace el mal, no hay lugar el perdón."

Este es uno de esos libros, que con la portada no te dice nada pero cuando lees la sinopsis, sientes la necesidad de tenerlo en tus manos.

Partiendo de la base que el thriller es mi género favorito por excelencia, tenía la corazonada de que iba a sorprenderme, y lo ha hecho.

Un autobús atropella a un hombre en el centro de Chicago. Aparentemente parece un accidente pero pronto descubren que no ha sido fortuito, ese hombre se ha suicidado, y para sorpresa de la policía metropolitana, llevaba una cajita blanca con una dirección. Todo apunta a que se trata de un asesino en serie, al que conocen como "El cuarto mono". Ya que su modus operandi es secuestrar a las víctimas, cuyos familiares han cometido, bajo su punto de vista, un crimen imperdonable. Primero les corta una oreja, después los ojos y por ultimo la lengua, estas partes son las que reciben sus familiares como aviso. Por último deja el cadáver en algún lugar visible para su posterior descubrimiento.

Sam Porter, uno de los policías encargados del caso del Cuarto mono, deberá buscar a la persona a la que pertenece la oreja, antes de que sea demasiado tarde. Sam también tiene problemas familiares que se van descubriendo a medida que avanza la trama principal.

Los capítulos se alternan con la narración en primera persona de Porter; Emory, la chica secuestrada, con algunos momentos de su cautiverio bastante impactantes; Clair y Nash, compañeros de Sam y un diario del CM. Este último es el más llamativo y con el que más he disfrutado. Hacen que la lectura sea muy amena y adictiva. A pesar de tener fuertes escenas de crueldad, atrapan de una forma extraordinaria.

Tanto los personajes del CM, Porter y el resto de policías están muy bien construidos. He conectado con todos desde un primer momento. Ha sido para mí de las mejores lecturas en lo que va de año
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El Cuarto Mono fue una novedad de Destino que despertó mi interés en cuanto leí la sinopsis: un thriller de los que me gustan y que promocionaba la editorial como "El relevo de El Silencio de los Corderos". Estaba claro que caería pronto entre mis lecturas y el resultado no ha podido ser más satisfactorio. Un thriller que te sumerge en la trama desde el primer momento, persiguiendo la pista de un asesino en serie con un pasado tan perturbador como lo es su modus operandi en cuanto a sus crímenes.

En la ciudad de Chicago, un hombre es atropellado por un autobús y el conductor insiste en que el sujeto se lanzó directamente hacia el vehículo sin tiempo para maniobrar y esquivarlo. No dejaría de ser un suicidio trágico y puntual si no fuera por la pequeña cajita con la que encuentran el cadáver y cuyo contenido, una oreja humana, deja claro el remitente de ese paquete: el asesino en serie apodado El Cuarto Mono. Este asesino lleva más de cinco años aterrorizando a la ciudad, capturando a sus víctimas y enviándoles a sus seres queridos tres cajas antes de terminar definitivamente con sus vidas; la primera de ellas contiene una oreja, la segunda los ojos y la tercera la lengua, aludiendo al dicho japonés de "No ver el mal, no oír el mal y no decir el mal".
Sam Porter es un detective que lleva años tras la pista del Cuarto Mono y con esta nueva primera caja comienza una investigación a contrarreloj con el fin de encontrar a la víctima con vida y dar caza, de una vez por todas, a ese asesino escurridizo que ya se le ha escapado en más de una ocasión.

Y así comienza una novela adictiva que alterna la narración desde el punto de vista de la investigación policial, y que se desarrolla en pocos días, con capítulos en forma de entradas de diario que la víctima del autobús llevaba consigo en el momento del atropello y que recoge muy detalladamente la infancia del ahora apodado el Cuarto Mono, en especial la etapa que marcó un antes y un después en su personalidad y su forma de hacer justicia y usar el dicho de los monos sabios para cometer sus fechorías. Un asesino que mata a inocentes para castigar a los culpables, siendo este razonamiento desmenuzado a través de esas entradas de diario donde conocemos una infancia marcada por el desprecio humano, la maldad y la amoralidad en un entorno familia donde no debería existir tal comportamiento.
Ambas tramas se van alternando entre capítulos y se hace de lo más interesante y amena. Conforme se va leyendo se palpa una tensión creciente y el lector se va contagiando de la forma de narrar y de ese halo de oscuridad y maldad que envuelve los crímenes y el pasado del psicópata. Y también nos encontramos, pero en menor medida, con una tercera voz narrativa y que corresponde a la actual víctima del Cuarto Mono y cómo hace frente a su cautiverio y tortura.

No deja de ser una trama común de asesinos en serie y que estamos hartos de ver en películas y series de televisión, pero J. D. Barker sabe mantener en vilo al lector y engancharlo con giros de trama inesperados y sorprendentes, y que no hacen más que demostrar que una premisa en principio básica y común puede llegar a hacerse singular por sí sola con los ingredientes precisos y con un buen reparto de personajes.
Los personajes están muy bien desarrollados, sobre todo Sam y Nash, que mantienen una relación muy estrecha como compañeros del cuerpo de policías y con los que se percibe ese toque de complicidad y compañerismo que dan a la historia de por sí dura y seria unas pinceladas de diversión y broma entre personajes.

El final es sorprendente. J. D. Barker logra zambullir al lector en una espiral de dudas e inquietudes, de preguntas sin respuestas y de nervios e intriga por tratar de dar con la identidad del asesino antes que nadie. Pero no, resulta imposible intuir siquiera la identidad del Cuarto Mono. Barker esconde muy bien su persona y te quedas de piedra cuando se descubre quién es. Además, con el paso de las páginas, también iremos descubriendo una conexión muchísimo mayor entre el objetivo de la ira del asesino con su pasado y por qué usa el dicho de los tres monos sabios como su sello y firma. Un thriller bastante completo y adictivo, con una ventana abierta para una segunda parte que ya estoy deseando que salga a la venta. Totalmente recomendable.

En resumen, 'El Cuarto Mono' es un thriller completo y adictivo que engancha sin remedio. Con una narración fluida, dinámica y alternada entre la investigación policial y viejas entradas del diario del asesino, J.D. Barker nos sumerge en una espiral de dudas e inquietudes, de preguntas sin respuestas y de nervios e intriga que se va acrecentando conforme avanzamos más y más en la historia. Te sientes parte de la investigación, sorprendiéndote de cada giro, de cada atrocidad relatada en las entradas de diario, de la carrera a contrarreloj, etc. 'El Cuarto Mono' sorprende y nos dejará con mil ganas de más.

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Sam Porter es el detective que investiga el caso del CM junto a él, Nash, Clair, Klozowski y el nuevo integrante Watson deberán iniciar una carrera a contrarreloj para intentar salvar a la siguiente victima.

El CM sigue atacando, vengándose de los que hacen el mal, lo tiene todo controlado, podrán pillarlo esta vez?

Uff no sabéis como me gusto este libro, cada rato que tenía aprovechaba para leer un capítulo.

De lectura fácil y rápida con capítulos cortos, te hacen meterte en la historia tanto que ya no sabes quien es malo o bueno, sospechas de todo el mundo y la cabeza va a mil.

Contamos con un diario, el del asesino, supuestamente escrito de puño y letra donde nos contará cosas del pasado y el porque de lo que está haciendo, aunque no sabemos si es cierto o una trampa. Esta parte es la que más me ha gustado.

Porter me llama mucho la atención, quiero saber más de él, a veces creo que oculta algo.

Decir que la historia está súper bien hilada, la mente del asesino es súper impactante y es el personaje que más me ha gustado.Sabe jugar con todos los personajes, son títeres para él. El final es de traca, te deja deseando el segundo libro.

‘El cuarto mono', de J.D. Barker, es un thriller narrado con distintas voces: la de la policía, la del asesino a través de un diario y la de la última víctima. El libro parte con la desaparición de una adolescente y el atropello de un hombre que, según todos los indicios señalan, podría ser el cuarto mono, un asesino que ha traído a la policía de cabeza durante años. Todas sus víctimas siempre han sido mujeres elegidas porque algún familiar ha cometido una fechoría que ha quedado impune, así que ejerce su retorcida venganza enviando partes del cuerpo en cajitas hasta que finalmente las asesina.

Partiendo de esa premisa, se nos plantean muchos interrogantes como de dónde viene el cuarto mono y si es verdaderamente el que ha muerto atropellado, dónde se encuentra la chica desaparecida y por qué ha sido elegida. Pero una vez que el libro avanza, nos damos cuenta de que más que el misterio en sí, que es un tanto previsible, la novela gira en torno al pulso que el cuarto mono le echa a la policía, se trata de ver quién es más listo, además de que se nos permite atisbar la psique de un asesino.

Es un libro entretenido, pero de una excesiva crudeza en algunos momentos y sin grandes giros argumentales en general, aunque alguna cuestión sí que no la ves venir. Los detectives me han resultado demasiado planos y clichés y algunas situaciones que se plantean en el diario poco realistas. Creo que las expectativas me han jugado una mala pasada, supongo que porque esperaba un misterio más elaborado y enrevesado.

Me ha encantado, me ha hecho recordar porqué la novela policíaca es mi género favorito. La trama se desarrolla en apenas 3 días pero no dejan de pasar cosas y cada capítulo te deja con ganas de más. El hecho de que tenga capítulos cortos es un plus a su favor. Eso sí, hay escenas escalofriantes y hay que tener un poco de estómago.
En breve espero leer la continuación.

Nos vamos a encontrar con varios puntos de vista a lo largo de todo el libro, ya que el presente va a estar narrado tanto por el inspector que investiga el caso (Porter) como por una víctima.
Además, habrá un tercer narrador que será el propio asesino, donde a través de su diario iremos conociendo pasajes de su vida.
A mi esto me ha encantado! Esta forma de presentarnos la historia, ha hecho que me enganchase aún más a la historia.
La forma en la que todo está relacionado, los capítulos cortos, la tensión hasta el final porque vamos cambiando de escena constantemente!! Lo he disfrutado muchísimo!
Lo recomiendo y estoy deseando seguir con su segunda parte 😉

Los thrillers deben dejarte con la boca abierta. No importa si hay cosas que te esperas o que el resultado sea previsible si el trayecto te deja asombrado. La técnica con la que se crean los thrillers es lo que diferencia uno de cinco estrellas de uno "entretenido" o "para pasar el rato". El cuarto mono es una de esas historias que te maravillan desde el principio, aunque, en este caso, no solo ha sido cosa de técnica sino que ha influido lo mucho que ha sabido meter cosas inesperados.

Sam Porter lleva mucho tiempo tras el asesino denominado el cuarto mono. Su modus operandi lo identifica, el envío de tres cajas blancas. La primera que llegaba contenía la oreja la víctima, la segunda tenía sus ojos y la última, su lengua. Nunca conseguían atraparle, siempre acababan dando con el cadáver. Sin embargo, esta vez apunta a que se trata del juego final y Sam tendrá que demostrar que es capaz de cerrar el caso.

Lo primero que se debe destacar de este libro es la forma en la que se mete en tu cabeza. Te atrapa desde la primera página y juega contigo tanto o más que con Sam Porter. La historia avanza mezclando dos tipos de narraciones diferentes, la de Sam y Claire que van comentando el día a día de la investigación y la de un diario que va relatando la infancia del cuarto mono. La mezcla hace que no se vuelva denso y, además, va creando tensión desde diferentes puntos de vista con resultados completamente diferentes. Esto, sumado a que empieza fuerte, mostrando desde el mismo minuto que las cosas no van a ser fáciles y las incógnitas van a salir en el primer capítulo, y que tiene un ritmo perfecto para un thriller acelerándose hacia el final hace que la historia te cautive.

Otro detalle de El cuarto mono que cabe destacar es cómo se conecta todo, incluso lo que piensas que no tiene ningún tipo de unión o se va a quedar cojo. Está todo calculado y pensado, lo que tiene sentido si lees entrevistas con el autor sobre cómo se le ocurrió el libro o cómo lo creo. Se nota el trabajo y cómo ha ido pensando en cada matiz que quería darle. Eso solo hace que disfrutes más de la historia, aunque también da tanta sensación de verosimilitud que te da escalofríos al pensar que podría ocurrir.

Los personajes están muy bien conseguidos, son tan reales como la vida misma. No deja atrás el lado humano que deben tener para centrarse en la trama policial, sino que ahonda en ello y acaba aportándoles más profundidad de la que podría haberles dado. En el caso de el cuarto mono, al ver su historia de la infancia desde su punto de vista y su forma de actuar desde la de los policías, hace que veas detalles y matices que de otra forma no tendrías. Con esto se consigue también profundidad y se comprueba que ha sido muy trabajado.

En conclusión, si eres amante de los thrillers, te va a encantar. Está bien construido y lleno de profundidad, además de tener todo conectado en la trama. Además, si lo lees con más personas con las que poder ir diciendo teorías, lo vas a disfrutar el triple.
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