La sexta trampa

Si en la segunda parte tuve la misma sensación que la de no poder expulsar el pedo que retuve viendo Titanic versión extendida en el cine, La sexta trampa es el justo y merecido alivio al salir. Un adjetivo los une y define a la perfección.
Atronador.

Tampoco es muy recomendable comerse un bocadillo de garbanzos y acelgas y ponerse a leer, pues en el simple e inocente acto de inclinar la nalga para favorecer la salida de gases, Barker, con una coma, punto o plural, puede haberte dado una pista fundamental que tu mente en sus urgencias deje escapar.

Vayan haciendo acopio los fans de la saga de orinal y cajitas blancas porque el libro no te da un respiro y la cantidad de orejas, ojos y lenguas a empaquetar es casi indecente.

La principal baza del autor es el juego de quien es quien.
Los caminos de Anson y Sam están unidos por un pasado lleno de brumas donde las cosas nunca fueron como recuerdan o intuyen y el lector siempre dudará de quien es en realidad el Cuarto Mono.

Enredos, asesinatos, un virus sembrando el pánico en un hospital y un diario que vuelve con más fuerza que nunca para hacernos dudar.
De todo.
De todos.

Cuando estás en lo más alto, cuando crees que la novela se va a terminar sin aclararte nada, aparece aquello de seis meses después.
¿qué? ¿cómo? ¿tu prima bien?

Aquí aconsejo que paréis. Id a hacer pipí, popó o un polvete rápido (cada cual lo que más le apremie, pero intentad que no sea todo a la vez)

A vuestra vuelta tendréis la explicación de todas las claves, se ataran todos los cabos y ohhh, ¡milagro! ¡Habrá cierre final!

Original, con unos psicópatas enternecedores en su plano más familiar, y unos polis siempre a remolque, La sexta trampa es un cierre por todo lo alto de una trilogía que se convierte en sublime justo donde la mayoría falla.
En su tercer libro.

Aquellos que como yo, se quedaron con un sabor agridulce en la segunda parte, que aparquen sus dudas y se metan de cabeza en el tercer libro.
Serán recompensados.

Junto con la trilogía de los Molones planetarios, sin duda lo mejor del thriller actual.

"No puedes jugar a ser Dios sin conocer bien al diablo."

Damos cierre a la trilogía del Cuarto Mono con una conclusión a la altura de las dos anteriores novelas y plagada de sorpresas y giros argumentales. Un libro que viene en un momento oportuno ya que, además de los asesinatos que salpican la historia desde la primera página, se suma la amenaza del virus SARS. Un punto inquietante que le da brío a una saga ya atractiva de por sí gracias a la confección de personajes contundentes y un estilo narrativo ágil.

No podemos jugar a ser Dios sin conocer al diablo, ya lo sabíamos, pero en La sexta trampa se define como algo real gracias a la cantidad de víctimas que nos encontramos por este tortuoso camino acompañando a Porter y su rica galería de secundarios. Nuevamente tenemos distintos puntos de vista en múltiples voces y situaciones diferentes que aportan un dinamismo a la trama difícilmente superable.

La sexta trampa es el cierre de esta sorprendente trilogía donde Barker redefine el concepto de Thriller de acción, abordando una narrativa dinámica y otorgando empaque a una galería de personajes muy vivos y ricos psicológicamente. La trama se sostiene en un desarrollo con distintas voces narrativas y algo importantísimo en cualquier saga de intriga que se precie: es realmente adictiva. Muy recomendable.

Vaya pedazo de broche de oro que me esperaba para terminar con esta trilogía, que me he bebido sin prácticamente respirar.
Creo que es la mejor parte de las tres, me ha hecho dudar de todo y de todos. Hasta he llegado a dudar si podría ser yo el CM.
La trama, contada desde el punto de vista de diferentes personajes, tiene una velocidad de vértigo, los personajes ya conocidos siguen creciendo hasta la última página, con un final explosivo inmejorable.
De lo mejor que he leído en lo que va de año, muy aconsejable.

Este libro es simplemente brutal, el ritmo va in crescendo según avanzas, los acontecimientos continúan donde se quedaron en La quinta víctima, es un detalle a agradecer por parte del autor que se recuerden hechos ocurridos en su anterior libro para refrescarnos la memoria.

El libro tiene diversos giros que te sorprenden y te hacen dudar de todo y de todos, pero para mí lo más sorprendente llega en los últimos capítulos, con unas revelaciones sorprendentes que nunca habría imaginado.

Este libro es esl broche de oro perfecto para cerrar esta gran trilogía. No tiene desperdicio.

Al tratarse del segundo y tercer libro de una trilogía, no pondré ni sinopsis ni haré referencia a ningún dato para no hacer ningún tipo de spoiler. La reseña del primer libro, la tenéis por la página.

Pero seré claro, si no habéis leído la trilogía, TENÉIS QUE LEERLA. Es una pasada. Desde el primer libro hasta la última página del tercero. Y dónde el segundo libro, que muchas veces suele ser el más flojo de las trilogías, tampoco desentona, todo lo contrario, va en aumento. Lo acabas y no puede pasar ni un minuto hasta que coges el siguiente. ¿Cómo lo haría la gente que lo leyó cuando aún no estaba publicado el tercero? Empecé el tercero al segundo de acabar el segundo y me ha durado UN DÍA!

La trama, los personajes, la forma de narrarlo… TODO es sobresaliente. También me gustaría mencionar al narrador en @audible, ya que el segundo libro comencé escuchándolo porque no podía leer, y he ido alternando lectura y audiolectura, ya que me parece espectacular como lo hace, os recomiendo escucharlo, aunque ya lo hayáis leído para comprobarlo.

En conclusión, y como he prometido, sin ningún solo spoiler, uno de mis trilogías favoritas de todos los tiempos, diría que cada libro lo es de forma independiente también. Porter, Bishop y demás se quedan para siempre.

(RESEÑA CONJUNTA CON LA SEXTA TRAMPA)