Seis de cuervos

*SPOILERS*

En general, me pareció un libro bastante bueno. No es genial y tampoco podría decir que no me ha gustado. Para mí, fue bastante normal.

En primer lugar, sin embargo: realmente dudo en llamar a esto un libro de atracos. Primero, no es tanto un atraco como un rescate, y eso ni siquiera comienza hasta cerca del final del libro. ¿Llamaría a esto un atraco? No.

En segundo lugar, lo mejor de este libro son los personajes. El elenco es diverso y complejo y me encantó cómo Bardugo retrató la diversidad en un escenario de fantasía. Todos los personajes provenían de diferentes orígenes étnicos. Todos se sentían bien redondeados, ninguno era perfecto y todos tenían defectos que se sentían naturales y no demasiado artificiales.

En tercer lugar, la historia en sí misma es un poco normal para mí. La he sentido muy predecible. Vi venir casi todos los giros y nada se sentía realmente "nuevo". Sentí que se dedicó demasiado tiempo a flashbacks / historias de fondo (dos personajes en particular tenían mucha más historia de fondo que cualquiera de los otros, lo cual me ha molestado un poco porque yo quería conocer de todos).

Sobre los personajes:

- Kaz Brekker tiene muchos trucos bajo la manga y lo mantendrá al borde de su asiento anticipando lo que hará a continuación, pero ¿podrá lograr lo imposible?
- ¡Jesper te encantará y te hará reír a carcajadas!
- ¡Matthias es un personaje increíble y complejo! Comenzó a no gustarme mucho, a sentir lástima por él, y luego lo he amado tanto que se convirtió en mi crush.
- Inej, también conocida como El Espectro, ¿qué puedo decir de ella además de que es básicamente increíble? Ella es la espía del grupo y los secretos de nadie están a salvo con ella cerca.
- Y hablando de rufianes, ¡Nina prácticamente lo tiene todo! Hermosa Nina. Es fuerte, leal y tiene un gran corazón. Justo a la altura de Kaz. Nina y Matthias = ¡AMOR!
- Y luego está Wylan. Es una especie de marginado del grupo y todavía no ha encontrado dónde encaja. ¡Creo que pronto encontrará su lugar!

En general, estuvo bien. ¿Leeré la segunda parte? Probablemente.

En los barrios bajos de Ketterdam, son las bandas quienes gobiernan. Un lugar lleno de delitos y depravación. Y ahí es donde viven Los Despojos. Una banda cuyo segundo al mando es Kaz Brekker, un chico temido por todos que parece salirse siempre con la suya. Es así como contactan con ellos para llevar a cabo una peligrosa misión: rescatar de una cárcel impenetrable al creador de una droga que puede hacer que cambie el mundo.

Me resulta difícil asimilar que no haya hecho antes reseña de este libro. Ahora mismo, estoy organizando las ideas en mi cabeza después de una segunda lectura. Una segunda lectura que no tiene nada que envidiar a la primera. Que me ha gustado tanto, o incluso más, que hace dos años. Y ese es el tipo de libro que es Seis de cuervos.

La historia nos sitúa en Ketterdam, la capital de Kerch, que es una isla más al sur de Ravka, el país donde sucedía toda la acción de la primera trilogía que introdujo el Grishaverso, y que es anterior en el tiempo a esta novela. Un lugar que nada tiene que ver, que se asemeja más a unas calles de Amsterdam, llenas de humedad y oscuridad. al menos así imagino yo la ambientación con la que empieza esta novela.

Comienza todo con una grisha que toma una droga que hace que sus poderes se conviertan en algo que está más allá de cualquier comprensión. Partiendo aquí de la base de que los poderes grisha son más científicos que por orden divina. Por lo tanto, esta droga es algo muy codiciado en un mundo donde el poder y las guerras están muy presentes. Es así como aparecen en escena un grupo de Despojos, que serán contratados para rescatar al creador de esta droga, que está encerrado en la prisión con más seguridad del mundo. Un lugar donde nadie ha conseguido colarse jamás. Una locura que puede hacerles ricos y permitirles vivir la vida con la que sueñan.

Lo que más puede llamar la atención de esta novela, y lo que considero que es más importante y que merece la pena destacar en primer lugar, es la gran inclusividad que tiene. Tanto a un nivel más general y con temas en los que se está haciendo más hincapié, como podría ser una gran variedad de razas, de orientaciones sexuales, etc. Como diversidad a niveles más particulares, como lesiones que dejan incapacidades, variedad de cuerpos, variedad de trastornos comunes como podría ser la hiperactividad… Hay una gran variedad de personajes, que son físicamente muy diferentes, psicológicamente también muy diferentes, que ayudan a representar mucho y a que muchos tipos de personas puedan sentirse identificadas con alguno.

Además, algo que también me gusta mucho a nivel de personajes, es que no hay nadie perfecto, sino que son todos un puñado de inadaptados que hacen lo que pueden por sobrevivir y seguir adelante, que vienen de situaciones de mierda. al menos mis queridos Despojos. Los seis protagonistas principales de esta novela tienen muchísima evolución tanto a nivel personal, como a nivel de grupo. Y, al menos a mí, consiguieron hacerme creer que eran reales y que les quería les quiero mucho. En mi caso llegó hasta este punto.

Os voy a hablar de ellos seis por encima, porque es imposible que me pueda explayar, y tampoco quiero una reseña demasiado larga. Voy a empezar por Kaz, que es el segundo al mando de los Despojos, pero el que realmente hizo que la banda creciese y alcanzase los beneficios que tiene en la actualidad. le llaman Manos Sucias porque no hay nada que no haría para conseguir sus objetivos. Por fuera parece alguien frío y sin sentimientos, un ser despiadado que no se calla ninguna de sus opiniones. Y por dentro también, no nos engañemos. Pero también hay más cosas que el lector irá descubriendo. Su mente es privilegiada, tanto como se ha visto obligada a serlo para llegar al lugar en el que está.

Luego tenemos a Inej, la Espectro, una joven suli capaz de escalar la pared más lisa y de pasar desapercibida incluso bajo el sol. Nadie sabe nunca dónde está, nadie la oye nunca llegar. Y es así como descubre los secretos más sucios y escondidos de la gente de la ciudad. Su pasado es de los más terribles, pero ha sabido adaptarse a todo y convertirse en una chica fuerte y valiente que lucha cada día por su libertad.

Jesper llegó a Ketterdam para estudiar, pero su adicción al juego acabó haciendo que dejara los estudios y se uniese a la banda. Es desenfadado, carismático y capaz de embaucar a cualquiera con un par de frases y su mirada.

Nina es la grisha del grupo. Su pasado también tiene tela que cortar. Y parte de él lo comparte con Matthias, un fjerdano que acabó en la cárcel por su culpa, y que ahora la odia a muerte. Ella es una chica voluptuosa llena de carisma, que se quiere y sabe cómo sacarse el máximo partido, divertida como nadie. Él se unirá al grupo para conseguir su libertad. Un chico de mente cerrada, que cree en la pureza y en la erradicación de los grisha. El más serio del grupo, incluso contando a Kaz.

Y, por último, tenemos a Waylan, el encargado de las explosiones. Un chaval demasiado nuevo en El Barril, lleno de ingenuidad e inocencia, que hacen que sea el bollito del grupo. de verdad que no hay nadie más bueno en el mundo que él.

Todos ellos tienen luces y sombras, traumas con los que lidiar, secretos que mantener ocultos y una evolución bestial por delante.

Dentro de este libro os vais a encontrar una historia con mucha acción y peligros. al principio es un poco más pausada, pero llega un momento en que es imposible dejar de leer. Con muchos cambios de escenario, desde esa ambientación más oscura, con ese toque más mafioso, con muerte, esclavitud, prostitución, juegos de azar, sin moral alguna. A otra más pura y prístina, llena de nieve y de disciplina. Pero ambas son igual de horribles en algunos aspectos, y buenas en otros. Para mí es todo tan complejo y con tantos matices que me cuesta transmitirlo. Pero ya os digo que es todo muy visual, muy rico, que nos habla tanto del presente como del pasado de los personajes, y con un rescate trepidante que mantiene en vilo hasta el final, lleno de giros y sorpresas. Y se tratan un montón de temas diferentes, algunos de los cuales no es nada habitual encontrarlos tan abiertamente en literatura juvenil.

El libro está dividido en capítulos narrados en tercera persona, que nos va contando la historia desde el punto de vista de un protagonista diferente, incluyendo algún extra. Es una tercera persona de esas que son muy cercanas. Y a veces se acerca a otro de los personajes si es necesario. Creo que es una narración que transmite muy bien el universo, con buenas descripciones, que se mete perfectamente en los personajes que tan bien creados están psicológicamente. Los capítulos no son especialmente cortos, pero sí rápidos de leer. Aunque es cierto que el inicio es más lento. Para mí, Leigh siempre ha tenido la capacidad de contarme cosas en las que no pasa gran cosa, pero mantenerme enganchada.
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No sé cómo empezar esta reseña. Probablemente, si hubiera llegado sin conocer nada del Grishaverse o no hubiera visto nada por bookstagram, este libro me hubiera encantado. Y digo probablemente porque no lo sé 😂

Sin embargo, no ha sido el caso y he llegado a Seis de cuervos tras ver el boom en Instagram y habiendo leído la trilogía primero (que se supone que es el orden correcto). Ojo, aunque parezca el tono de una reseña de un libro que no me ha gustado, no es así. Me ha gustado mucho, es simplemente que me ha desilusionado un poco. ¿A qué se debe? A mis altas expectativas, está claro 🙄

Antes de meterme con Leigh Bardugo leí muchas opiniones de gente que decía que la bilogía de Seis de Cuervos estaba mejor que la trilogía. de hecho, gente que había leído primero la bilogía y, después, se habían quedado atascados en el segundo de la trilogía. No sé, muchas opiniones que hicieron que me formara una idea con Seis de Cuervos que no es.

Se nota mucho la evolución de la autora, de hecho, yo me quejaba en la trilogía de la velocidad de los acontecimientos, de que pasaba todo muy rápido. O, incluso, de que las escenas más importantes pasaban más rápido. Y, sin embargo, lo prefiero a lo que ocurre en Seis de Cuervos, donde se me ha hecho a ratos un poco espeso. al final son más de 500 páginas para presentarte unos personajes y llevar a cabo una misión. Una.

Me esperaba más la verdad 😂 Y ahora dejo de llorar y os digo que me encantan los nuevos personajes, siento un poco de amor-odio por Kaz (ya me pasó con Mal) y me encantan las protas femeninas, Inej y Nina 😍 Bardugo deja el final del libro listo para empezar el siguiente, pero creo que necesito un parón jajaja ¡¡Y ya estoy lista para ver la serie!!

La trama va girando en 2 sentidos, discurre la historia que comparten teniendo cada uno/a de los 6 su propio objetivo, y se va centrando en el pasado de estos personajes para que sepamos quiénes son y por qué deben emprender esta misión.

Como es costumbre en su autora, sus historias son trágicas.

No sabéis las ganas que tenía de ponerme con él; estaba deseando leerlo para conocer el motivo de por qué todo el mundo lo adoraba y lo recomendaba hasta la saciedad. Y, después de leerlo, tengo que estar de acuerdo con toda esa gente. Vaya maravilla de libro. Vaya personajes. Vaya ambientación. Vaya trama. Y no hablemos de lo bien que escribe esta señora. En fin, que Seis de cuervos se ha convertido en una de mis mejores lecturas de toda la vida, aunque, como ya veréis, no le haya puesto sus cincos estrellas (algo que explicaré en breves).

Sin duda alguna, una de las cosas más fascinantes que tiene este libro es la ambientación. Y esto no algo que pase solamente, aquí, en Seis de cuervos, sino en cualquier libro que esté ambientado en el Grishaverso. Vaya maravilla de mundo que nos ha dado la autora. Hay que reconocer que Leigh Bardugo tiene una gran capacidad para crear mundos y lugares que son la mar de interesantes, con una gran riqueza de detalles, y de plasmarlos de forma magistral en sus novelas, sin necesidad de largas descripciones que ocupen páginas y páginas del libro y dando la información justa y necesaria sin llegar a saturar al lector con detalles innecesarios.

En el caso de Seis de cuervos, la trama no se sitúa en Ravka (como pasaba en la trilogía Grisha), sino en Ketterdam, la principal ciudad de una pequeña isla, Kerch, que se encuentra en medio del Mar Auténtico. En este aspecto, si la ambientación de Ravka se basaba en Rusia, en el caso de la de Ketterdam, podría decir que se parece a esos escenarios de steampunk ambientados en la Inglaterra del siglo XIX. Por otra parte, también conocemos otros de los países más importantes del Grishaverso: la temible y salvaje Fjerda, una tierra totalmente distinta (en todos los sentidos) a su país vecino, Ravka; una tierra (en cuanto a paisajes) que me ha recordado un poco a la de la serie Vikingos y la de Skyrim del juego de The Elder Scrolls V: Skyrim, con esos tintes de tierra salvaje, inhóspita, medieval. Además, podemos relacionar la ambientación de Fjerda con la época de la caza de brujas que se llevó a cabo en la Europa medieval, pues, al contrario que Ravka, el ser grisha está condenado por la ley fjerdana. Además, existe un grupo de hombres, los drüskelle, que se dedican a cazar y a matar a los grisha al más puro estilo de la Inquisición.

Por otra parte, la trama me ha parecido una maravilla y una auténtica genialidad. Quizás, esté exagerando un poco, pero, a mí, las historias de robos y atracos me fascinan (además, la historia me ha recordado un poco a La casa de papel, una serie que me encanta). Es más, siendo sincera con todas/os vosotras/os, me empecé a enganchar al libro justo en el momento en el que Kaz y los demás cuervos (Inej, Jesper, Nina, Matthias y Wylan) empiezan a idear y esbozar el plan para entrar en la Corte de Hielo; me pareció interesantísimo leer cómo iban maquinando el plan (sobre todo, Kaz que es un auténtico genio), todos los movimientos que iban a seguir para infiltrarse en esa fortaleza casi inexpugnable y cómo improvisaban sobre la marcha cuando algo no les salía bien. Y no hablemos de las últimas cien/ciento cincuenta páginas; estaba tan enganchada al libro que, hasta que no lo terminé, no me quedé tranquila (y con el deseo de continuar con Reino de ladrones).

Asimismo, tengo que destacar que, a lo largo del libro, vamos a encontrar una serie de guiños y referencias a la trilogía Grisha que, personalmente, me han encantado y me hicieron bastante ilusión (aunque también me hicieron sentir nostalgia porque le cogí bastante cariño a los libros de la trilogía y a sus personajes). Y aquí entraría la pregunta de, ¿se puede leer la bilogía de Seis de cuervos antes que la trilogía? Poder se puede, sin embargo, es recomendable leer primero la trilogía, básicamente, porque, en Seis de cuervos, os vais a encontrar con spoilers de los anteriores libros y, quizás, porque, al principio, estéis un poco perdidos con temas de ambientación y tal.


Indiscutiblemente, los personajes son el plato fuerte y principal de la historia. En serio, vaya maravilla de personajes, y no solo porque Leigh Bardugo haya hecho un gran trabajo a la hora de crearlos y desarrollarlos, sino también por lo atractivos y lo carismáticos que son cada uno de ellos, a pesar de ser criminales, ladrones, asesinos, etc. En ese sentido, en Seis de cuervos, no nos vamos a encontrar personajes buenos y malos con todo lo que conlleva dichas etiquetas, sino con personajes grises, antihéroes, que trabajan pensando en su propio interés y beneficio. Son ladrones, estafadores, asesinos…, en definitiva, son criminales, la escoria de la sociedad, pero, aún así, son personajes que, por unos motivos u otros, nos caen genial e, incluso, empatizamos con ellos y queremos que les salgan bien todos los planes y no sufran ningún daño a pesar de que, muchas veces (por no decir la mayoría de veces), utilizan métodos poco ortodoxos y de dudosa moralidad para lograr sus fines. Y es esta la gran genialidad de la autora: presentarnos unos personajes que, en la realidad, no los querríamos ni en pintura (porque seamos sinceros, Kaz, por ejemplo, aunque nos parezca muy atractivo —o a mí me parece muy atractivo—, yo, por lo menos, no lo querría cerca mía), pero, en la ficción, por la forma en la que están tratados y llevados (mis más sincera admiración, Leigh Bardugo), por la carisma que derrochan cada uno de ellos y, sobre todo, porque son "humanizados" y vemos más allá de su faceta como criminales y embaucadores (por ejemplo, conocemos algunos de los miedos y traumas que cargan a sus espaldas los protagonistas), logramos empatizar con ellos y, en definitiva, que nos caigan tan bien. En serio, y aquí viene mi parte fangirl, estos personajes se han ganado un hueco en mi corazón (sobre todo, la diosa de Inej) y cada uno es especial a su manera.

Sumado a todo esto, no puedo irme sin hacer mención al estilo de la autora. En una palabra: sublime. Leigh Bardugo escribe francamente bien y, con cada libro que publica, se supera. En este aspecto, se nota que ha mejorado muchísimos con respecto a la anterior trilogía.

Y ahora voy a enunciar los puntos no tan positivos de Seis de cuervos. En primer lugar, aunque la trama me ha encantado, es cierto que las primeras 80 páginas me han parecido algo introductorias y el libro no ha terminado de engancharme hasta que no estuvieron reunidos los seis cuervos y empezaran a maquinar el plan para entrar en la Corte de Hielo. En segundo lugar, me hubiera gustado que Wylan, uno de los cuervos, hubiera tenido capítulos narrados bajo su perspectiva; hubiese sido interesante conocer el punto de vista de este personaje (pues es el personaje más inocente y "puro" de entre los seis de cuervos) y ver su evolución a lo largo del libro.

Me ha encantado, ¿es posible conectar y empatizar con todos los personajes principales? Yo digo sí! Me ha gustado mucho la trama, las historias de cada personaje, la forma de contarlo y la necesidad de leer la continuación. Desde el principio te engancha y sientes cariño o intriga por cada misterio que se expone. Por buscar alguna pega, no me convencen las edades de los protagonistas, creo que son más maduros que 16-18 años.

He de decir que empecé este libro con serias dudas porque la trilogía de Sombra y hueso me dejó bastante indiferente y temía que me pasara lo mismo con este libro pero NO. La historia de Seis de cuervos me ha parecido INFINITAMENTE mejor y desde los primeros capítulos ya estaba dentrísimo de la trama y enamorada de los personajes. También es cierto que, al conocer ya el mundo creado por Leigh Bardugo en la trilogía Grisha pues no me sentí tan perdida como cuando leí Sombra y hueso, que con tantos nombres raros de lugares no sabía dónde estaba.
Creo que los personajes son un grandísimo punto a favor en este libro y me ha gustado mucho el hecho de que, a la vez que se desarrolla la historia, nos va dando detalles del pasado de todos los personajes, lo que hace que los entiendas mejor y, en mi caso, que los quiera más aún. Tengo que destacar por encima de todos a Inej porque me parece la AMA del mundo y un pedazo de personaje que ojalá ser un poquito como ella. Aunque sea mi favorita, he de decir que me han gustado todos y que cada uno tiene sus más y sus menos, pero juntos forman un grupo muy sólido y genial.
Otro de los motivos por los que este libro me ha gustado más que la trilogía es el SALSEO. al haber más personajes, se presentan más relaciones, pero es que MENUDAS relaciones. Que me tenían al borde del ataque de nervios todo el rato. Además es que Leigh Bardugo me ha dado en el rodal del gusto porque hay dos de los clichés que más me gustan: enemies to lovers (no es así exactamente pero digamos que se odian y se quieren a partes iguales) y un slow burn BRUTAL que espero que se resuelva en el segundo libro.

Sabía que Seis de cuervos tendría un final de infarto, y algo pude intuir, pero aún así hubo otras muchas cosas más que me sorprendieron y me dejaron con muchísimas ganas de más, así que en cuanto pueda me leeré Reino de ladrones y espero que esta historia acabe como se merece :)

El libro que más me ha gustado del grishaverse hasta el momento. Aunque echo de menos a Mal y Alina, la evolución de Barduga lo compensa con creces.

En el mismo mundo donde nos adentró en Sombra y Hueso, Bardugo nos presenta a nuevos personajes, nuevas aventuras y mucha emoción. En este libro, los criminales se convierten en "héroes". Un grupo dispar de ladrones tiene que realizar un atraco a una fortaleza imposible de entrar. El futuro de los Grisha depende de ellos.

Lo que más me ha gustado del libro son los personajes. Son mucho más tridimensionales, con un pasado bien construido y como te atraen a la historia. Las interacciones entre ellos hacen que te encariñes aún más. Quiero destacar los dos personajes femeninos, Nina e Inej, que son mis favoritas.

Respecto a la historia, me he quedado sin palabras. La trama es espectacular, llena de giros inesperados y una gozada de lectura.

Hace un par de días que terminé el libro y no me hago a la idea de que terminó.

Todavía lo tengo muy a la vista, para repasar momentos y frases que, no sólo me marcaron sino para rememorar toda la trama e irme a dormir soñando con el mundo de los Seis de Cuervo.

Quizás esta opinión tan personal no tenga relevancia a la hora de reseñar la historia, pero el libro tiene sus años en el mercado y tiene reseñas hasta en la sopa así que no me preocupo por el aspecto técnico de una reseña sino más bien el emocional y el imaginativo.

Seis de Cuervos es una auténtica película mental. Es arte. Y la autora, Leigh Bardugo, está loca, en otras palabras, es un genio. No sólo hace magia con las palabras, lo hace con la historia al completo. Todo el revoltijo que aparece desde el principio, cómo nos mete de una vez en la historia y cómo va tejiendo la vida de los personajes mientras ellos mismos acaban con todo es algo que se ve muy pocas veces en la literatura.

No sé cómo voy a superar a Kaz, Inej, a Matthias, Nina, Jesper y Wylan. Apenas comienza el 2021 y ya Seis de Cuervos es el mejor libro del año. Y tengo el presentimiento que Reino de Ladrones será el segundo.

En este libro conoceremos a un grupo de ladrones callejeros con una misión muy especial: sacar de una de las prisiones más peligrosas del Grishaverso a una persona que puede cambiar la vida de los personajes con sus descubrimientos.

Con esta premisa, nos veremos inmersos en un mundo oscuro, callejero y peligroso, dónde los asesinos habitan las sombras y el juego de poder hunde a cualquiera que no sea capaz de soportarlo.

Debo decir que tenía muchas ganas de leer este libro. La trilogía del Grishaverso me encantó y tenía ganas de leer más sobre ese mundo. Además, había oído que este libro era mejor que los de la trilogía. Así que, cuál fue mi sorpresa cuando este libro me decepcionó...

No sé si es que tenía demasiadas expectativas o si es que esperaba encontrar otra cosa, pero me costó terminar esta historia y algunas partes me aburrieron. Es cierto que el final me pareció algo más interesante pero, en general, no me entusiasmó.

Es una historia que empieza muy bien y engancha por cómo está narrado, pero llega un punto en el que, en mi opinión, se ralentiza; y para mí perdió un poco de interés hasta casi el final, donde vuelve a haber algo más de acción.

A su favor, debo admitir que los personajes sí me han gustado mucho, especialmente Inej y Nina. Tiene personajes muy carismáticos, que hacen que te preocupes por ellos y que empatices. Todos tienen algo en común: un pasado oscuro y lleno de sufrimiento; y esto hace que más que un grupo de ladrones, sean una familia. La autora sabe trasmitir muy bien estos sentimientos y hace que te enamores de todos ellos.

No se puede negar que Leigh Bardugo tiene una pluma extraordinaria y me gusta mucho su prosa, por eso me ha dado mucha pena que este libro no me gustara tanto como esperaba.

En general, un libro que está bien, pero que no me ha gustado tanto como pensaba que lo haría. al final, lo salvo por sus personajes y por sus últimos capítulos.