Anna Karenina de León Tolstoi
Consideraba una cosa estúpida, y hasta ridícula, la enfermedad que padecía y los tratamientos que le imponían. ¿No era como tratar de reconstruir un jarrón reuniendo los pedazos rotos? Tenía el corazón destrozado. ¿Cómo iban a curarla con píldoras y polvos?
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