Para mí ha sido una lectura irregular, en algunos momentos cogía ritmo y disfrutaba leyéndola y en otros perdía mi interés y me aburría deseando avanzar. Creo que a este texto no le ha pasado bien el tiempo, así como a doña Emilia Pardo Bazán se la lee como si lo acabara de escribir, con Cecilia no me ha pasado lo mismo. Demasiado adoctrinamiento cristiano, demasiada moralina. Empieza con un prólogo de la propia autora en la que dice que lo importante no es la trama y los personajes, si no que éstos son la excusa o el marco para presentar un retrato de la España de su tiempo y desmontar tópicos de cara al extranjero; creo que no sólo no los desmonta, si no que les da pábulo. Toreros, cantantes pobres que llegan a triunfar gracias al mecenazgo de la aristocracia, "conductas inmorales" castigadas, los buenos muy buenos, los malos muy malos... Aún así, la novela tiene su gracia y se deja leer, pero no creo que repita con la autora. |