Por fin os traigo la reseña del CAR 2, la segunda parte de ese maravilloso sport romance de Susanna Herrero del que no paro de hablar. Empieza fuerte, justo donde se quedó el libro anterior. Ya comenté en la reseña del primer libro que más que un final parecía un corte. Así que ahora nos encontramos exactamente en ese punto, sin perdernos nada. Esta es una historia que duele. Relaciones románticas, fraternales, de amistad... Hasta con uno mismo. Al final de Quiero vivir en voz alta todo saltó por los aires y ahora hay pedazos rotos por todas partes que se tienen que unir. Si se puede... Pero eso no quita que tengamos una buena dosis de humor, en gran parte gracias a los sucesores de la serie, los chicos del equipo juvenil de hockey hielo. Tienen más apariciones en esta segunda parte y los hemos podido conocer un poquito más. ¡En otoño estarán sus libros! Otra novedad es que sumamos narradores. En el primer libro son tres los personajes que cuentan lo que ocurre en el CAR, y yo pensaba que en esta segunda parte tendríamos a los otros tres. Pero lo que ha pasado es que a los habituales se han añadido los que faltaban. Esto da una perspectiva muchísimo más completa de los hechos y, sobre todo, de los pensamientos y sentimientos de cada uno de ellos. ¡Me ha encantado! Aunque hay que reconocer que estas páginas se centran más en la historia de dos de ellos que en la de los demás. Pero como son mis favoritos no me ha importado lo más mínimo. He conectado y cogido cariño a un personaje en particular que no me gustó demasiado en la primera parte. He sufrido por él y con él. Si os gusta leer con música os recomiendo muchísimo escuchar las playlist de los libros de Susanna a la vez que leéis. Es una experiencia mucho más intensa. Además, hay un momento en concreto donde una de esas canciones es clave en la historia. No creo que a estas alturas sea necesario decirlo, pero ya que estamos: engancha muchísimo. A partir de ahora cuando me pregunten por mi crush literario tendré que especificar: ¿Fantasía o romántica? ¿Un macho alado lord de una Corte, o un monegasco rubio de ojos azules con un temperamento un poco particular pero con un corazón enorme? + Leer más |