Tokio blues

Mucha gente me había animado a leer algo de Haruki Murakami, eterno candidato al Nobel de Literatura y un autor que se ha puesto muy de moda en los últimos años a raíz de la famosa 1Q84. Así que, tras darle algunas vueltas y sintiendo verdadera curiosidad, decidí empezar por la novela que le lanzó a la fama: Tokio Blues (1987).

Esta es mi segunda incursión en la literatura japonesa (antes sólo había leído a Yukio Mishima) y esta vez el resultado ha sido completamente distinto.

El subtítulo de Norwegian Wood hace referencia a la canción de los Beatles. de hecho, en toda la obra, que transcurre entre los años 1969 y 1970, encontramos numerosas referencias musicales a los grandes éxitos de la época y a los clásicos inmortales del jazz. Hay que decir que el jazz es una de las pasiones de Murakami, que incluso llegó a regentar un local de música en vio en Tokio en los años 70.

Es probable que algunos me lapiden por escribir esto, pero no puedo compartir el entusiasmo de otros lectores hacia esta novela. Las primeras páginas son prometedoras, con un ritmo que engancha. Pero cuando, más adelante, se empieza a desarrollar la historia, salen a la luz los temas centrales de la novela (el paso de la adolescencia a la madurez, el sexo, el suicidio, la pérdida…) todo se ralentiza y se espesa de una forma desesperante.
(Sigue leyendo la reseña en el enlace)
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Toru se encuentra con personas de todo tipo y Murakami los desarrolla perfectamente, nos describe la razón por la que son como son y por las cuales toman las decisiones.
Aunque Toru se enamora en todo el libro, definitivamente no es una historia de amor, nos habla del autodescubrimiento, del amor y de sus distintas formas de existir y también nos habla de la muerte.
Mis personajes favoritos son Toru y Midori, Midori es el balance perfecto que el libro necesita para disipar un poco esa sensación de soledad tan intensa que me transmite y logra hacerme sonreír.
No tengo ningún problema con los personajes, todos tienen una misión y son útiles en la narrativa, solamente hay un par de escenas con los que tengo problema y pienso que son innecesarios pero vaya que no existe libro perfecto.
Está escrito maravillosamente con diálogos bien logrados y frases inolvidables de las que les escribiré en futuras entradas.

Si tienen ganas de comenzar a leer a Murakami éste libro es perfecto para hacerlo, sus demás libros son muchísimo más complejos.
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Solo fueron necesarios los primeros párrafos cargados de evocaciones, melancolía, descripciones del entorno que recuerdan obras pictóricas y una muy clara banda sonora presente en toda la obra, para quedar atrapado en esta maravillosa historia, con la que logras vivir sus eventos al estar descritos con un lenguaje tan cercano y muchas reflexiones que el tiempo nos va otorgando.
No solo es como su propia reseña lo indica una novela sobre el dolor del paso a la adultez; aunque la edad de sus protagonistas así lo proponga, es a su vez un canto a la ruptura, al alma introspectiva que se deshace y se reconstruye dentro de sus propios interrogantes, al dolor del cierre de cada ciclo ya sea corporal o mental, a la frustración que se encuentra en los actos de goce que ya no producen placer, al querer y no poder, al ganar unas cuantas batallas, pero perder la guerra.
Para los amantes de la cultura oriental y sus espacios, es de especial agrado las descripciones de la ciudad, los poblados y las estaciones, aunque por las influencias y gustos del autor, los eventos y sentires se vean occidentalizados, pero es esta una amalgama muy bien lograda y de un disfrute enorme para el lector.

Tokio Blues

Una historia que nos narra la dolorosa vida de Toru, un chico acostumbrado a pasar tiempo con su mejor amigo y la novia de este, hasta que un día todo da un giro inesperado al enterarse que su hermano del alma había muerto, o mejor dicho, se había suicidado.

Pasado el tiempo intenta seguir en contacto con Naoko la novia de su difunto amigo para apoyarla en lo que pudiera, a su paso enamorándose. Tras la decisión de esta por ir a un sanatorio el vuelve a su rutina solitaria, o eso creía hasta conocer a otra mujer con la que entraría en una gran duda consigo mismo.

Durante esta aventura podemos observar el comportamiento de un chico que claramente no sabe que hacer con su vida ni que decisiones tomar al respecto, poner en una balanza el sexo y el amor le será una tarea difícil.

Para las cosas en las que se ve envuelto Toru puedo opinar que varias de ellas son producto de no saber lo que quiere, de no saber a quien quiere y no dejar de lado el sexo para ponerse a pensar de mejor manera.
En muchas partes la historia se ve forzada debido a que el personaje esta haciendo algo y de la nada nos saltamos a una escena sexual, dejando de lado la historia tornándola un poco rara en ese aspecto ya que si bien pueden existir momentos creados y ambientados para ello, se vuelve confusa la imagen que nos dan de Toru que estando "enamorado" se mete incluso con una mujer mayor que el y luego va en busca de la chica que ama.

Un punto bueno que vemos en esta historia es el apoyo incondicional que le tuvo a Naoko tras ser internada en el sanatorio, pese a constantes recaidas y un final crudo pero predecible.

Me dejó un pequeño vacío. Se centra en la muerte de amigos y familiares y como te puede llegar a impactar su ausencia.

Me identifiqué muchísimo con los personajes al no poder expresar sus sentimientos.

.:: Extraído del blog ::.

No sé muy bien por dónde empezar, creo que iré directo al grano, este libro me encantó, bueno, lo que le sigue a eso. Vaya, no es una historia compleja ni nada por el estilo, sin embargo tiene sus toques que logran de verdad engancharte y hacerte conectar con los personajes, me dejó sin habla literalmente cuando lo terminé de leer. (Tal vez piensen que estoy exagerando, pero de verdad me encantó). Otra cosa que me encantó de esta obra es que por dónde le miren hay melancolía, vacío, sufrimiento y pues si, me gusta todo eso, por raro que suene. En algunas ocasiones Watanabe me hizo recordar bastante a Holden Caulfield, por su forma de actuar y de pensar; y el hecho de que el libro este un poco agringado y mencionara el autor a propósito el libro "El Guardián Entre el Centeno" creo que más te hace recordarlo.

Los personajes en si me gustan y me disgustan, Naoko sin lugar a dudas es mi favorita por los matices que tiene, incluso puede decir que junto con Watanabe, pero ella es con quien mejor conexión tuve, Midori en cambio a sido de lo peor gran parte del tiempo, me parece una pesada y pretenciosa, aunque tenga sus ratos buenos.

Algo más que me gustó fue que el libro está lleno de acotaciones o notas de pie, que bien sirven como "Japanese for dummies", cuenta con un soundtrack excelente; desde música clásica, hasta rock pop (cuando lean cualquier libro y se den cuenta que el autor menciona ciertas canciones en él, escúchenlas, ese es el propósito de que estén ahí) Por otro lado, logró gustarme todo lo que el libro es y no tanto por un sólo personaje, me parece una obra bien planeada, con los personajes justos y bien hechos, sin duda se convirtió en uno de mis nuevos libros favoritos.

Último dato, este libro cuenta con una adaptación cinematográfica, lo menciono por si alguno de ustedes se interesa en verla. Aunque para ser honesta me parece una adaptación bastante mala, creo que no le hace la suficiente justicia al libro.
Enlace: https://mi-vida-de-papel.blo..

Desde hace tiempo tenía la idea de leer algo del autor y me recomendaron empezar con este libro.
Arrancó con el ritmo que esperaba; aunque me agobian las descripciones detalladísimas (entre otro montón de cosas) me lo imaginaba así... pero no es así: tiene un costado cosmopolita y conversaciones tan directas y descarnadas que me desconcertó. No esperaba un libro de haikus, pero si no lo hubiera sabido, hubiera creido que lo escribió un occidental que decidió situarlo en Tokio.
Reconocí la parte oriental en la disyuntiva de seguir con el mandato y superarse o terminar con todo... aunque buscando la canción de los Beatles encontré la película que resultó más afín a mi imaginario.

Me hizo pensar, lo disfruté... por momentos me interpeló, (¿cuán diferente me hubiera sentido con algunas conversaciones si se hubieran dado entre dos hombres en vez de un hombre y una mujer?)

Igual es raro.
Di vuelta la hoja esperando el "final- final".
O el epílogo.
Y no lo encontré.
Aunque el principio puede ser el epílogo: que el protagonista haya decidido seguir vivo se puede considerar un final feliz... ¿no?

Mi primer Murakami. Y el primer amor. Pocos personajes, un lenguaje sencillo, una trama aparentemente simple, pero que transmite una calidez y una melancolía únicas que hacen que por momentos nos olvidemos de los que nos rodea y podamos sentir y sufrir los problemas de Toru, Naoko y Midori.

Disfruté mucho esta novela. Quizás la historia no sea memorable, ni sus personajes entrañables por demás, pero con Tokio Blues descubrí al Murakami más terrenal, el de los pies sobre la tierra, y sin duda es un novelista atrapante. Su modo de relatar es muy atrapante, sencillo y, a la vez, profundo, sin detenerse demasiado en los detalles. Por consiguiente, la lectura fluye.
Puntualmente sobre la novela, el final me dejó gusto a poco, ya que el desarrollo había sido realmente atrapante, con tintes nostálgicos y también de humor.
En síntesis, recomiendo leer esta novela a quien está dispuesto a dejarse llevar por un grato momento, y para tomarla como puerta de entrada al mundo de Haruki Murakami.

Que buena historia. Como adoro este tipo de libros que soy tan tranquilos a la hora de contar historia de la vida, pero al tiempo envuelven todo de una neblina tan mágica y sublime. Watanabe me recuerda a ese Jordi perdido en el mundo... buscando algo que no sabe que es.