Reina roja

Tres años, que para mí se han eternizado cual si fueran un siglo, han pasado desde que Juan Gómez-Jurado publicase "Cicatriz", su último libro. Aquí hago un inciso para decirle al autor que ha escrito una novela muy buena, compleja y adictiva, pero pordió no vuelvas a tardar tanto porque la espera ha sido agónica. Hoy os traigo mis impresiones sobre "Reina roja", un thriller ambientado en la capital de España y protagonizado por un tándem de personajes totalmente opuestos pero que lograrán complementarse a la perfección, por la cuenta que les trae. Habiendo leído toda la obra del autor, me atrevo a decir que este es su mejor trabajo…a día de hoy.

Ante un futuro gris oscuro, tirando a negro hollín, se encuentra Jon Gutiérrez, quien parece un director de marketing por su buen vestir, pero es un inspector de policía vasco, un buenazo con escasa tolerancia a la autoridad, soltero y algo apretado (no es que esté gordo). Jon se halla en una situación un tanto comprometida porque "oficialmente" está suspendido de empleo y sueldo por un grave delito que ha cometido, pero los cargos que pesan sobre él se van a paralizar cuando un misterioso personaje entra en escena. Su aparición va a suponer un resquicio de redención, aunque a cambio Jon tiene que poner en circulación a una mujer muy especial, Antonia Scott. La necesita para que le ayude en un caso harto complicado, una investigación estrictamente confidencial y que solo su mente privilegiada es capaz de resolver. Y es que Antonia Scott es el ser humano más inteligente del planeta. Pero ¿quién es realmente Antonia?

Conforme avancemos en la trama iremos descubriendo a una mujer tan extraordinariamente inteligente que suele producir rechazo. Áspera y sarcástica, detesta a la gente y prefiere ignorarla sin que le importe lo más mínimo. Enojada con el mundo de una manera silenciosa e incapaz de abrirse a los demás, intentará dar sentido a su vida, a su incierto presente y su futuro insondable. Un camaleón asocial y esquivo que se camufla en caso de necesidad. No pertenece a ningún cuerpo policial ni criminalista, jamás ha cogido un arma pero ha salvado muchas vidas. Vidas de gente con la que nunca llegó a empatizar. Lleva tres años encerrada en su ático de un rancio edificio de Lavapiés, una prisión autoimpuesta que ha levantado tras un terrible episodio que volvió del revés su existencia, intentando sobrevivir a duras penas porque cada día dedica tres minutos a pensar en su posible suicidio. Pero tiene que salir de su agujero porque alguien la necesita y el reloj corre en su contra…

"Reina roja" representa a su autor en la cima de su potencial. Ha resultado ser una lectura intensa que te dejará sin respiración porque sus páginas no se deslizan entre tus manos, sino que vuelan a un ritmo desenfrenado, marcado a golpe de capítulos cortos y frases breves. Escrita con un estilo personal, natural y fresco, un lenguaje sin complicaciones, sencillo, narrado con la maestría dialéctica típica de Juan Gómez-Jurado y que según vas leyendo, te parece estar inmerso en las vívidas escenas por la forma en que el autor las narra.

Manifiesta es la rotundidad con la que el autor ha logrado crear a un personaje principal tan complejo que va a brillar con luz propia, eclipsando al resto, pergeñando una trama de aparente simplicidad, perfectamente imbricada y en la que hay espacio para la crítica social focalizada en sus personajes secundarios, que claramente aluden a gente poderosa de nuestro país a la que reconoceréis fácilmente, sin necesidad de ponerles nombre y apellidos.

Sintetizando: "Reina roja" es un thriller cargado de tensión narrativa que crece gradualmente, a medida que el tiempo se agota y se van desvelando fragmentos de la vida de Antonia, de ritmo intenso que fluye desde la primera página. Una historia de sufrimiento y culpa, con una serie de giros asombrosos e inesperados y un personaje principal único, con innumerables aristas. Una mujer que se ha pasado un tiempo huyendo de lo que es y de lo que puede hacer, que carga con el peso de una culpa rayana en la demencia y la obsesión. Una novela que cuando arranques a leerla ya no podrás parar, porque te enganchará por el pescuezo sin que lo puedas o quieras evitar. Una recomendación para los amantes de este género literario, pues pocas novelas se pueden leer con el desasosiego de ésta y tengo la completa convicción de que Juan no les va a defraudar, porque es un experto en crear suspense y mantenerlo hasta el final.
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La trama está muy bien construida y la pluma es ágil. Puede que al principio te asuste ver el grosor del libro pero una vez empiezas a leerlo, las páginas vuelan. La forma de escribir es muy ligera y me ha sorprendido gratamente la prosa del autor.

Tanto Jon como Antonia (los protagonistas) me han parecidos muy reales y me ha encantado que para nada sean perfectos. Ambos tienen muchos problemas que les hacen actuar de una forma fría y distante y son bastante herméticos en cuanto a sentimientos, pero eso hace que poco a poco les haya ido cogiendo cariño. Jon tiene un punto muy divertido que le da a la historia algo de dinamismo y corta con lo trágico que se va narrando. Por su parte, Antonia es una mujer distinta, especial y excepcional que, si bien al principio me costaba comprender, he acabado por respetar.

Lo único que he echado en falta es que se hablara más del proyecto Reina Roja. No sólo porque es lo que le da título a la novela, puesto que tiene todo el sentido del mundo una vez lo estás leyendo; también porque creo que es una idea muy interesante y que me ha intrigado mucho. Me encantaría que en próximos libros se hablara más sobre que se hace en dicho proyecto, quienes están involucrados...

Es un libro entretenido, con buen ritmo y mucha acción, con lugares reales de Madrid que he podido imaginar a la perfección y unas escenas muy interesantes que me han mantenido atenta a lo largo cada capítulo. Quizás el no darle la nota máxima a esta lectura es debido a que había leído muchísimas críticas que ponían el libro por el cielo e incluso la mismo editorial lo vende como "un thriller como nunca has leído" y sin embargo, en mi opinión, no es para tanto y me ha decepcionado un poco tras tanto "hype" (y repito, es por las altas expectativas que me había creado y no porque no sea un buen libro).
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Uno de los mejores thriller que he leído este año.Recomendable a todos los lectores de novela negra con múltiples giros que te hará devorarte el libro en cuestión de horas.

Conocemos a Antonia Scott, nuestro personaje principal, una mujer con capacidades intelectuales muy altas, y que ha sido contratada por un programa del gobierno determinado a resolver crímenes y casos poco comunes y que requieren discreción.
Al principio de esta historia, la protagonista está hundida, sin ganas de vivir, ya que su marido se vio afectado por una investigación en la que ella estaba trabajando.
Todo cambia cuando el inspector Jon Gutiérrez, que ha cometido un grave error en su trabajo, va en busca de Antonia para que lo acompañe a un lugar que ni él sabe donde es.
Así comienza realmente la novela, una historia que te atrapa y engancha desde el principio hasta el final. La pregunta clave es porque el asesino está haciendo lo que hace.
Jon Gutiérrez también es un policía distinto, que busca que los resultados sean efectivos aunque sus métodos no sean los más adecuados, justo una situación así es la que le lleva a conocer a nuestra protagonista. Es un personaje inteligente y con una personalidad muy bien definida por el autor, a dferencia de Antonia Scott que va evolucionando a lo largo de la historia.

A pesar de sus 564 páginas es una lectura rápida que al enganchar puedes leer en uno o dos días si te lo propones. Como todo buen thriller, hay giros inesperados que consiguen atrapar aún más al lector.
Con respecto a la pluma del autor, esta ha sido la primera toma de contacto con su estilo y su escritora y es una auténtica maravilla, como define a sus personajes, todas y cada una de las situaciones. Estoy positivamente sorprendida con la historia y tengo muchas ganas de saber como continúa en Loba Negra.
Le voy a dar por lo tanto un 5/5 merecidisimo y os animo a los amantes del thriller y a los que no también a dar una oportunidad a esta historia tan adictiva.

Escuche un poco de revuelo alrededor de esta novela ambientada en Madrid, un thriller al estilo clásico en cuanto a la trama y muy original en cuanto a los personajes. Esos personajes están escritos rompiendo estereotipos en algunos casos… particularmente Jon nos hace preguntarnos como ha llegado a dónde está siendo cómo es?
Antonia y Jon se complementan perfectamente en un proceso a través del libro que requiere paciencia y confianza de ambas parte… como la vida misma.
Me parece una historia interesante y bien llevada, con suficiente suspense y acción para mantenerte atrapada entre sus líneas, siempre atento de por dónde va a saltar otra sorpresa, pero… me hubiese gustado disfrutar más de los procesos mentales que hacen a Antonia Scott tan especial, me hubiese gustado verla brillar más… me sentí un pelín decepcionada con eso.
Es un thriller que cumple con todos los cánones del género pero distinto, que aporta su propia personalidad y la de su autor, nos enseña unas relaciones sociales y personales que no podemos olvidar, esa es la vida.
Me encantaron las referencias a las palabras sin traducción, porque es un tema en el que he pensado mucho… creo que todos tenemos un poco de frikis.
Es evidente que vamos a seguir oyendo hablar de Antonia y Jon y lo estoy esperando.

Supe de la existencia de este autor con la publicación de Cicatriz, pero, como siempre, terminó perdiéndose en ese mar infinito que son los libros que quiero leer hasta que me enteré de la publicación de Reina Roja y al leer la sinopsis tuve claro que quería leerlo.

El inspector Jon Gutiérrez se ha metido en un buen lío por el que puede perder la placa y terminar en prisión, pero entonces aparece un misterioso personaje que le propone un trabajo, algo que en principio parece muy sencillo: solo tiene que convencer a esa mujer de que suba al coche. Pero esa mujer es Antonia Scott y Antonia Scott dista mucho de ser alguien sencillo.

Hacía tiempo que no me encontraba con un thriller que me enganchara tanto y no solo por el caso que Jon y Antonia se llevan entre manos, si no por los propios personajes. Ha sido una lástima que tuviera tan poco tiempo porque estoy segura de que este es un libro que se lee en un par de tardes perfectamente gracias a esos capítulos cortos que siempre te hacen decirte "uno más y ya está".

En la mayoría de libros, los inspectores/detectives/policías asignados al caso me resultan pesados y demasiado similares pues a menudo se echa mano de una personalidad turbia y un pasado oscuro que, también bastante a menudo, los lleva a actuar fuera de la ley o incluso llegar a tomarse la justicia por su mano. Aunque Jon y Antonia cumplen alguno de estos requisitos, no puedo comparar esta historia con ninguna que haya leído antes por como se desarrolla todo y, sobre todo, por sus personalidades.

Conocemos a Jon Gutiérrez en un momento crítico de su carrera. La ha cagado hasta el fondo, pero es imposible que no os asome una sonrisa con esa manera que tiene de contarnos lo que ha ocurrido. Ha sido muy estúpido y es totalmente consciente y en cuanto lo conocemos nos damos cuenta de que él será la nota de humor en este libro, con su insistencia en que solo está fuerte, no gordo; con su preocupación por no volver a comer las cocochas de su amatxo, etc. se va perfilando el personaje del detective bonachón, ese que parece tener éxito más por suerte que no por maña.

Antonia Scott es todo lo contrario a él y de ahí la necesidad del personaje de Jon para relajar el ambiente y no sentirnos sobrepasados por la personalidad de la protagonista. Scott es brillante, una de esas mentes escondidas entre un millón y Mentor lo sabe y hará lo que sea para recuperar a su Reina Roja, pese a que hace tres años que ella perdió todo lo que le importa y ahora apenas sale de casa.

No tenía muy claro que este personaje terminara gustándome, esa "falta" de emociones, esa mente que todo lo analiza y rápidamente se va pierde en sus pensamientos... pero Juan Gómez-Jurado consigue que el conjunto sea atractivo, magnético y terminé el libro deseando saber más de Antonia.

En un principio el caso que Jon y Antonia tienen entre manos no me pareció excesivamente interesante: dos secuestros en familias ricas que deben investigarse en privado para que la prensa no se meta de por medio, sobre todo porque la primera familia se ha negado a las exigencias del secuestrador y el chico ha terminado muerto. En realidad sigo pensando justo eso, que el caso en si no es lo interesante si no como se desenvuelve Antonia y como Jon consigue que lo acepte poco a poco.

Lo que realmente me pareció interesante, sin desmerecer el resto, son los giros que encontramos al final y que dan pie para al menos otro libro. Reina Roja sirve para introducir los personajes de Jon y Antonia, con un caso entretenido pero sin ser excesivamente sorprendente, pero en un giro bastante diestro Gómez-Jurado nos deja esperando otra publicación con esta extraña pareja de protagonista y con ese caso que sí es realmente interesante y del que solo tenemos datos sueltos, pero que promete ser mucho más elaborado.

Algo que quiero destacar, sobre todo para quienes seáis aprensivos, es que el autor no se corta un pelo a la hora de escribir escenas sanguinarias. Hay una en concreto quizás un pelín demasiado gráfica, consiguió revolverme el estómago y eso que no soy impresionable.
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En este nuevo libro de Juan Gómez-Jurado la trama vuelve a estar muy bien, con giros, sorpresas y demás elementos típicos que caracterizan al género del thriller que en este caso parece más americano que español. La narrativa del escritor es impecable, ágil y muy absorbente, con diálogos y situaciones cuajadas de ironía, humor y humanidad, que hacen que la lectura del libro pueda durar un suspiro al lector que se lo proponga, porque engancha muchísimo.
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Reina roja es el nuevo trabajo literario de Juan Gómez-Jurado. Un libro en el que se ha dejado la vida y que le ha costado tres años de desgranar mucha maquinaria compleja con muchos ritmos internos según nos contaba en un encuentro mantenido con él hace poco.

Una novela que entró por méritos propios en mi top ten de mejores lecturas del pasado 2018 por su originalidad, su sentido del humor y mucha más pegada para mi gusto que la anterior obra del autor y así pareció estar de acuerdo conmigo aunque él prefiere que sea la gente quien hable de su libro.

Un thriller cargado de misterio con una trama muy ambiciosa donde encontraremos corrupción policial, algo de homofobia, asesinatos, poder, el estigma de los trastornos mentales donde como casi siempre, una alta capacidad se convierte más en un hándicap que en una virtud aunque el autor reconoce que no ha sido planteado de manera intencionada. “No me planteo las cosas antes de escribir una novela y mucho menos con Reina roja. Yo creo unos personajes que me parecen interesantes, los lanzo sobre un escenario donde les empiezan a ocurrir cosas y luego son los lectores quienes comentan que han visto en la lectura”.

Una novela que se deja querer por el lector desde principio a fin y que nunca tuve la sensación de llegar a una zona valle donde la novela perdiera fuerza. Se hace interesante y con cada capítulo que vas avanzando y con cada nuevo giro de la trama uno tiene muchas más ganas de llegar al final y descubrir que hay detrás de todo.

“La mitad del libro la hago yo, la otra mitad el lector en su cabeza”

El autor es cociente de que cuando alguien comienza a leer un libro llega a él con un bagaje, y que debido a esa mochila de sensaciones de cada lector, cada uno sale con unas conclusiones diferentes. “Sé que las cosas que me preocupan se vuelcan en el libro. Los personajes se comportan y actúan en conflictos que a mí me resultan muy relevantes, pero de ahí a querer dar un discurso hay un techo que no quiero recorrer”.

Pero si la trama policial es realmente buena y he disfrutado con ella, se queda en segundo plano porque mi predilección dentro de Reina roja son sus personajes. Una Antonia Scott, una protagonista que ya ha dado mucho que hablar y que espero que siga dándonos alegrías con más casos donde ella este haciendo de las suyas junto a Jon Gutiérrez, un policía atípico que sin ser un alter ego del Gómez-Jurado representa algunos de los valores en los que él cree.

“Antonia Scott fue creada antes incluso que pensara en escribir Reina roja”.

Un personaje que su autor reconoce como fascinante y al que en torno a ella crea todo un mundo con un personaje como el inspector Jon que es el encargado de acercarnos a ella.

“Escribí treinta páginas de biografía de Antonia (páginas que no están en el libro) para intentar entenderla. Cualquier personaje que es muy misterioso supone un gran esfuerzo de conocimiento, con un acercamiento al personaje muy despacio hacia ella y que requiere mucho trabajo. Supongo que Antonia me ha hecho más fuerte.”

Jon en cambio no brilla tanto como Antonia pero lo considera como el gran secreto de esta novela. “Creo que Jon es el amigo que todas las lectoras les gustaría tener”.

Tenía claro desde un principio que todos los personajes tenían que romper los estereotipos de género del thriller, del misterio e incluso de novelas teóricamente más serias.

“Antonia es la razón pura. No deja espacio al sentimiento mientras que Jon se define por sus sentimientos y son estos los que le guían. Un personaje que se salta las leyes por lo que cree que es justo”.

Sin duda esta es una de las apuestas fuertes de la novela, dos personajes con sus miserias y virtudes incluidas, que van a caer bien a todo el mundo. Dos protagonistas originales que cuesta trabajo encontrar en otras novelas del género. Personajes que salen del vacío, de lo que no existe y no había visto antes.

Vuelvo a insistir que Antonia es un personaje extraordinario, muy original y además creíble y con esto me repito pero es que hay que repetirse alabando las virtudes de una novela que demuestra que en España se puede hacer buenas historias llenas de acción y emoción sin que todas tengan que ocurrir en Estados Unidos o en países nórdicos.

“La distancia ayuda a la suspensión de incredulidad y hasta ahora no había sentido la necesidad de relatar una novela contemporánea o no había tenido las fuerzas que creo que es necesario para una tarea tan compleja. Hay un lector muy claro al que yo tengo que convencer y en las novelas para adultos soy yo mismo”.

Y tan española es esta novela que suena a Sabina.

“Manda huevos que el que mejor haya retratado Madrid sea un andaluz de Úbeda” dice entre risas. “Me parecía divertido, muy divertido que a lo largo de la novela se fuera inmiscuyendo la música”.


Tiene cuarenta y dos años y aún le quedan muchas cosas por aprender y mejorar e incluso piensa que todavía puede hacerlo mejor aunque el listón cada vez lo pone más alto.


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Soy una gran devoradora de thrillers y os prometo que lo que me ha pasado con este no me había pasado nunca. Literal que no he podido soltarlo desde la primera página. ¡Qué libro! La historia me ha atrapado por completo y sus personajes más. Durante toda la lectura sientes que vas a contrarreloj junto a los personajes y que no puedes pestañear porque si lo haces te puedes perder algo esencial. El personaje de Antonia es maravilloso, carismática, atípica pero muy real y eso la hace perfecta. de las mejores protagonistas femeninas que he leído. Y Jon, ¿qué deciros de Jon? Un secundario de lujo. Otro punto a su favor es que los capítulos son cortos y hace que cuando acabes uno quieras empezar el siguiente porque total son pocas páginas, y así con todos los capítulos hasta que te das cuenta que estás llegando al final. No quiero contaros mucho más porque es mejor que cuando os sentéis a leerlo sepáis cuanto menos mejor, lo disfrutaréis más. Es mi primera novela de Juan Gómez-Jurado del que he leído siempre muy buenas críticas y ahora entiendo porque. No le pierdo la pista porque se cuela directo en mi top cinco de autores favoritos.

Jon Gutiérrez, un policía vasco, grandote y bonachón, se ha metido en un lío de tres pares de narices tratando de proteger a una prostituta. El caso ha saltado a la prensa complicándolo todo sobremanera y el asunto ha acabado con una suspensión de empleo y sueldo. Casualidades de la vida, justo cuando cree que todo está perdido parece que se le ha aparecido la virgen. Alguien está dispuesto a ayudarle a limpiar su expediente si consigue conducir a cierta mujer que vive en la capital hasta una dirección que le ha indicado.

Lo que parece una tarea fácil no lo será tanto cuando conozcamos a Antonia Scott, una mujer con una mente prodigiosa a la que un suceso traumático del pasado la tiene destrozada. Durante unos minutos, cada día, el suicidio pasa por su cabeza. Ella, a pesar de no ser policía tiene una gran capacidad para el análisis que le ha permitido en el pasado resolver complejos crímenes. Y aunque ahora vive empeñada en lamerse las heridas, Jon necesita la ayuda que le han brindado y para ello ha de conseguir que Antonia le acompañe.

Dos personajes antagónicos que, sin embargo, empastan a la perfección: una mujer enigmática, casi asocial, que no soporta el contacto físico y que, a medida que va desvelando su periplo vital se va ganando a un lector, en principio reticente con su comportamiento, compartirá protagonismo con un buenazo de esos que tiene mucho cuerpo y más corazón, que nos gana por goleada desde las primeras páginas. Y lo que de primeras nos choca y pensamos que es un equipo raro, funciona, convirtiéndose en un tándem perfecto para atrapar a un despiadado asesino cuyos métodos nos pondrán la carne de gallina.

Abrir el libro, sentir como fluye una historia que demanda atención por momentos, te intriga desde las primeras páginas al encontrar entre ellas a ciertos personajes archiconocidos a los que seremos capaces de poner nombre y apellidos, impacta por la habilidad del autor para integrar en una trama que no deja títere con cabeza esa crítica social hacia dos sectores muy poderosos del país, y a partir de ahí, no poder parar de leer, absortos por llegar al fin de la historia, es más o menos lo que os puede ocurrir si os sumergís entre las páginas de Reina Roja; una novela con la que el autor continúa una vertiginosa escalada literaria que parece no tener límites, y en la que mucho tienen que ver dos personajes extraordinarios. Y si apuramos, aunque el bueno de Jon lo podríamos encontrar en otras historias del género, de lo que no cabe duda es de la brillantez de que hace gala a la hora de trazar a Antonia Scott, una mujer de armas tomar que será el complemento perfecto de Gutiérrez y a la que habréis de descubrir por vosotros mismos. Creedme, no será fácil toparse con un personaje similar.

Ambos deberán resolver un caso que se complica a medida que pasan las horas y en los que tendrán exprimir al máximo sus conocimientos y habilidades porque el tiempo apremia y la vida de alguien puede estar en juego. Con un plantel de lujo, tanto en los que se refiere a estos dos protagonistas principales y el cruel asesino al que dar caza, como por los secundarios que los acompañarán en la aventura.

Reina Roja es sin duda uno de los thrillers que no te debes perder. Juan Gómez-Jurado plantea una trama original, realmente vertiginosa y llena de giros insospechados, que nos arrastrarán en una espiral de persecuciones en tiempo límite y nos pegarán de tal forma al libro que harán que las páginas vuelen en nuestras manos. Y como buen cocinero, se atreve a aderezar la historia con buena música, ciertos toques de humor e incluso se permite el lujo de proponernos paso a paso una receta de cocina. El resultado es un excelente bocado literario. No la dejéis escapar.
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