Por fin he encontrado el momento de leer esta novela a la que tenía tantas ganas. Inicio de una trilogía policiaca, nos trae las aventuras de Antonia Scott y Jon Gutiérrez. Dos extraños personajes que logran ganarse el cariño del lector.
Lo primero que llama la atención de los protagonistas es que no son los típicos clichés de la novela policiaca (aunque Jon sí cumple alguno de ellos). Se trata de dos personas que creen en la justicia y que harán todo lo que esté en su mano por dar con la persona que ha secuestrado a Carla Ortiz y ha puesto a prueba su inteligencia y su capacidad de deducción.
Esta obra, con tintes realistas, mezcla la ciencia ficción con la realidad de una manera bastante elegante y convincente, dejando ver que la perfección no existe y que todo lo que nos lleva a destacar, tiene también un precio.
La trama me ha atrapado desde el principio, y me han gustado los toques de humor y sarcasmo que el autor introduce en ciertos párrafos, logrando así liberar tensiones y conectar de un modo más cercano con el lector.
Es cierto que se recomienda la lectura previa de
El paciente y
Cicatriz para entender mejor esta novela, pero se puede leer también de manera independiente y conectar con los personajes, entender su dolor y ver hasta dónde son capaces de llegar por aquello en lo que creen.
No sabría decir si prefiero a Antonia o a Jon como personaje preferido de esta novela, ya que he amado a los dos por igual. Son un equipo que se complementa. Uno fortalece al otro. Y ambos muestran dos personalidades muy diferentes y marcadas que han logrado fascinarme.
Antonia Scott es una mujer extremadamente inteligente, que forma parte de un proyecto secreto que busca encontrar a los criminales más astutos y difíciles de localizar. El hecho de que el cuerpo al que ella pertenece oficialmente no existe, dificulta un poco su tarea.
Atormentada por su pasado, debe reencontrarse a sí misma y volver a sentir esa pasión por la vida, esas ganas de volver al trabajo y la chispa que encienda la mecha de sus sentimientos.
Es un personaje fascinante, lleno de cualidades y defectos que la convierten en alguien casi real y, al mismo tiempo, en un personaje digno de cualquier película de ciencia ficción.
Jon Gutiérrez es un policía que, tras cometer un grave error, ha sido suspendido de empleo y sueldo, hasta que Mentor da con él y le obliga a trabajar con Antonia Scott. Pero lo que comienza como una obligación acaba siendo una aventura apasionante en la que descubrimos a un hombre leal, apasionado por su trabajo, que ama lo que hace y que no dudará en cruzar las líneas que hagan falta para apoyar a aquellos en los que cree.
Ha sido una obra llena de matices, con un misterio por resolver y ese final que te deja con ganas de continuar y descubrir cuál es la siguiente pieza del complejo puzzle que se ha creado para retar a Antonia Scott, una de las mujeres más inteligentes del mundo.
Entretenida, amena y llena de tensión, esta ha sido una de esas lecturas que no quieres soltar hasta conocer el desenlace completo.
Loba Negra me dará la siguiente pista, y estoy deseando comenzar con su lectura.
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