Jane Eyre

No sabía yo que al empezar a leer Jane Eyre me iba a gustar tanto! Lo que más me gusta de la literatura clásica es la forma de expresar, de describir y de meterte tanto en una historia, y ésta ha sido maravillosa.
Tiene un punto de misterio que me encanta y los personajes están bordados.

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3/5

Me da mucha pena darle esta puntuación a este libro, me esperaba mucho más de él y me ha decepcionado.

Pero vayamos al tema, ¿por qué no ha cumplido mis expectativas? Pues simplemente porque esperaba un mensaje feminista mucho más profundo, unos personajes más complejos y empáticos y una historia con más interés. No sé, un estilo Orgullo y Prejuicio. Sin embargo, aunque hay algunas partes del libro que se salvan y cumplen lo de personajes complejos e historia interesante, la mayoría del texto es un sinsentido de conversaciones repetitivas y diálogos internos tremendamente aburridos.

La primera parte del libro fue la que más me gustó. La Jane Eyre niña me enamoró desde el principio. Además, la construcción del personaje y su evolución eran increíbles. Incluso los personajes secundarios tenían interés (mención especial a Helen Burns) y los acontecimientos daban lugar a la reflexión. Todo iba bien hasta que cierto personaje entra en escena, supongo que los que lo habéis leído sabéis de qué hablo. al principio me hacía reír con sus contestaciones, luego lo odié por su actitud y finalmente no sabía si sentir pena u odio por él. No comprendo la relación entre Jane y este personaje, no me parece coherente teniendo en cuenta la personalidad de Jane Eyre. Además, los diálogos entre ellos me parecieron demasiado surrealistas, tanto que a veces los leía sin atención. Toda esta parte del libro me aburrió muchísimo, haciendo que perdiese el interés hasta en el personaje de Jane Eyre, que unas páginas atrás me parecía un gran personaje. Luego cambiamos de escenario y de personajes (excepto Jane, ella es el hilo conductor) y todo mejora otra vez, una historia mucho más dinámica, relaciones muy bonitas entre personajes, etc. La llama de la esperanza en un final aceptable volvió a arder, pero por poco tiempo. El final, en general pero sobre todo lo que es el último párrafo, me pareció el colmo. No sé muy bien cómo describirlo, pero para mi no tiene sentido un final así.

También me gustaría aclarar lo siguiente: en mi edición de Penguin Clásicos, hay una introducción de Stevie Davis que para mi gusto es demasiado detallada. Es un breve análisis de la novela, pero aunque breve, destripa los mayores "misterios". Cuando la leí, pensé que solo eran pequeños detalles de la trama, pero a medida que iba leyéndolo me di cuenta de que eran las claves de toda la historia. La verdad es que no me hizo ninguna gracia, la lectura perdió mucho interés. Así que si tenéis esta edición os recomiendo leer la introducción que contiene después de haber leído el libro en sí, para evitar spoilers.

En resumen, un clásico que pintaba muy bien y que tiene partes verdaderamente buenas, pero que en general me dejó un mal sabor de boca.

Cuando se habla de Jane Eyre qué se puede decir que no haya sido dicho por algún otro lector.
Bueno, me identifiqué mucho con Jane. En algunas ocasiones sus pensamientos –me refiero a sus pensamientos sobre otros asuntos que no tuvieran que ver con la religión– me parecían tan familiares. No, yo no tuve una niñez de orfandad y no, mi escuela no era tan estricta como la de ella pero… alguna vez me culparon –injustamente– en mi niñez. Me acusaban erróneamente de ser problemática y alborotadora en comparación con otros –sí, te estoy viendo a ti, hermano mío– principalmente porque me defendía y me rehusaba a estar sometida a estándares injustos que se me asignaban basados solamente en mi género.
Así que, sí, me gustó mucho este libro.
Personaje favorito: Jane.
Personaje que no me gustó: Fue un empate entre Mrs. Reed y John Rivers. Acerca de él: no es secreto que la religión y yo no somos amigas así que realmente me desanimaba el carácter y la rectitud de este hombre…
Lo que más me gustó: El crecimiento de Jane, su desarrollo a lo largo de todo el libro fue mi parte favorita del libro.
Lo que no me gustó: El escape de Jane y gran parte de los diálogos de John Rivers.

Ya iba siendo hora de leer este clásico, me ha sorprendido gratamente, aunque la primera parte se me hizo más lenta,ahora se que era el momento de leerlo si lo hubiera leído antes no lo hubiera disfrutado como ahora.

No sé cómo empezar a hablar de Jane Eyre. Tengo el mismo problema que con Wuthering Heights, por ejemplo: son libros que me exceden porque los amo y hablar de ellos es una responsabilidad.

Argumento súper conocido: Jane Eyre es una niña huérfana que vive con una tía y tres primos insufribles (el más insoportable es el chico con aires de figura patriarcal). La tía, tan dulce ella (nótese la ironía), la envía a un internado para señoritas en donde no se sabe si la están educando para que sea una mujer instruida o si la finalidad es que aprenda a decir “sí, señor” a todo y a comer menos. Por suerte, Jane es de las que se rebelan. A medias, pero lo hace. Una vez que termina su aprendizaje allí, busca trabajo como institutriz y termina enseñándole a la protegida de Edward Rochester, un hombre rico, feo, gruñón y de ocurrencias hilarantes/ intimidantes. Y aquí viene lo interesante: la casa y el dueño tienen un secreto. Sí, como los protagonistas masculinos de las novelas románticas actuales, pero con más sentido común y más misterio.

Charlotte Brontë escribe muy bien y delinea caracteres complejos, de esos que traen dolor de cabeza porque a veces uno los quiere y a veces los detesta. Lo importante es que no se olvidan. Jane es una jovencita que tiene una autodeterminación digna de un aplauso (salvo cuando flaquea y hace comentarios que me caen mal), Rochester es un personaje genial por su complejidad (los críticos, agradecidos) y los secundarios, si bien aparecen poco, cumplen con su papel y algunos merecen atención. La trama genera intriga gracias a una sucesión de hechos extraños que parecen elementos de una historia de terror, pero que no son tan típicos. Es difícil que provoque aburrimiento y, además, esconde bien las pistas que servirían para desenmarañar las cosas. Y lo que hay detrás de lo que se cuenta, todo lo que uno puede sacar de este libro para analizar, es fantástico.

Jane Eyre tiene una resolución y un final que desapruebo. Son algunas de las pocas cosas que no me gustan. Todo lo demás me encanta y vuelve a encantarme al releerlo. Jane transmite (está narrado en primera persona) sus alegrías y tristezas con mucha pasión y precisión, regalando párrafos hermosos y diálogos chispeantes de los cuales no puedo cansarme. Me queda mucho por leer de Charlotte Brontë todavía y ojalá que me obligue a calificar con veinte estrellas. Por ahora, este libro se mantiene en lo alto.

Puedo pasarme escribiendo párrafos y párrafos diciendo todo lo bueno y lo malo que tiene este libro, pero para qué gastarme, si al leer el último párrafo me di cuenta de que la historia se quedará conmigo de todos modos.
Tres cosas que me gustaron de Jane:
1- Su hermosa capacidad de no quedarse callada.
2- La racionalidad de sus pensamientos, pese a su pesimismo a veces exacerbado.
3- La firmeza de sus decisiones.

Este es uno de esos libros que puedo leer y releer y no me cansan, para mí una de las historias de amor mas hermosas que se se han escrito.

Jane, una muchacha pobre, fea y huérfana, llega a Thornefield a trabajar como institutriz de la protegida de Mr. Rochester.

Una historia llena de sentimientos y en algunos momentos también de magia y fantasía donde se nos muestra un amor incondicional.

Si alguien no lo ha leído, solo les recomiendo buscar una edición completa, hay algunas que están cortadas y ha sido una enorme desilusión para mí darme cuenta que la edición que he leído actualmente lo estaba, tuve que dejar el libro y refugiarme en el electrónico que compre hace dos años donde esta completa.

Una hermosa historia de amor, algo trágica también pero que tiene la finalidad de llevarnos de la mano hacia el amor verdadero que va mas allá de los convencionalismos sociales y personales.

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Jane Eyre un clásico de la literatura del siglo XIX escrita por Charlotte Brontë y que fue publicado en 1847.
Charlotte Brontë publico Jane Eyre bajo el seudónimo de Currer Bell.
Me ha llamado la atención que al estar escrito en el siglo XIX no tiene un vocabulario muy enrevesado.
Una historia de crecimiento, valentia y superacion.
La autora nos describe a Jane con una personalidad independiente,fuerte y luchadora que a pesar de todas las dificultades que se le presenta en la vida desde que era una niña hasta convertirse en adulta, nunca deja de rendirse.

"Y supone una gran estrechez de miras por parte de algún ilustre congénere del sexo masculino opinar que la mujer debe limitarse a hacer repostería, tejer calcetines, tocar el piano y bordar bolsos. Condenarlas o reírse de ellas cuando pretenden aprender más cosas o dedicarse a tareas que se han declarado impropias de su sexo es fruto de la necedad".

'Jane Eyre'
Charlotte Brontë
1847
Alba Editorial, 2020 (6a. ed.)
692 páginas
Trad.: Carmen Martín Gaite

Me enfrento a esta reseña con mucho respeto. Es probable que me deje muchas cosas en el tintero. Así que voy a intentar explicar lo que me ha gustado de esta novela (que ha sido casi todo) a partir de la figura de dos mujeres.

La primera es la propia Jane Eyre. Ya de niña, en los primeros capítulos, da muestras de lo que será su carácter. Indomable e inconformista, se rebela a su manera contra el maltrato al que es sometida por parte de la tía y los primos con los que convive tras quedar huérfana. Su paso por el internado domestica esta furia. Pero, aunque por fuera Jane aprende a ser una adolescente contenida, educada y centrada en sus estudios, sus ansias de libertad e independencia arden en su interior. Su llegada a Thornfield y su relación con el señor Rochester (y todo lo que vendrá después) pondrán de manifiesto que Jane es una mujer rebelde, segura de sí misma y con un espíritu tan libre que no aceptará ser sometida por nadie ni por nada. Ni tan siquiera por el amor.

La segunda mujer que destaco es a Charlotte Brontë, la autora. ¿Cómo es posible que en época victoriana, en 1847, una escritora creara un personaje femenino tan fuerte, tan leal a sus principios y con un espíritu tan independiente? Con la misma valentía que mostró su hermana Anne con 'La inquilina de Wildfell Hall', Charlotte crea con Jane Eyre a una mujer que no acepta el destino que los hombres quieren escribir para ella, que no se conforma y que toma sus propias decisiones de forma autónoma.

Y lo hace, además, con un estilo narrativo que atrapa de principio a fin. Entre otras muchas cosas, por el acierto de Brontë al narrar esta historia en primera persona por una Jane Eyre adulta, que echa la vista atras para explicar su vida. Uno de mis recursos favoritos es la interpelación constante de la Jane narradora al lector ("Quédate conmigo, lector, hasta que llegue, y cuando le cuente mi incidente secreto, podrás participar de tal confidencia"). Con estas interpelaciones, siento que Brontë me agarra de las solapas y me mete de cabeza en la historia, haciéndome partícipe de todo lo que ocurre. Además, Brontë envuelve al lector con una ambientación gótica, fantasmagórica, con unas descripciones que te erizan el vello en ocasiones, e introduce además un misterio cuya resolución te deja boquiabierto. Para acabar de engancharte a la lectura, Brontë te regala unos diálogos entre Eyre y Rochester absolutamente deliciosos, llenos de ironía y sarcasmo. Realmente las páginas vuelan, y cuando acabas no tienes la sensación de haber leído un libro de casi 700 páginas. Tan sólo hay una parte de la novela que no me parecía estar a la altura, y es el tercio final de la historia, en el que aparece un personaje masculino detestable (qué duro es reseñar sin hacer spoiler). No obstante, tras la lectura, creo que la relación de Jane con esta persona es totalmente necesaria para que nuestra protagonista reafirme sus ansias de libertad y la necesidad de tomar decisiones por sí misma, y nos conduzca a un final que recordaré toda mi vida.

A pesar de este señor al que he odiado con todas mis fuerzas, los personajes son en su mayoría entrañables e inolvidables. A Jane es imposible no amarla; Rochester es un asco de persona pero un personaje maravilloso que necesitaría que estuviera en todas y cada una de las páginas de la novela; la adorable señorita Temple, la pobre Helen Burns, las hermanas Mary y Diana (en las que quiero imaginar como inspiración de Charlotte a sus hermanas Anne y Emily)... son un elenco perfecto de personajes secundarios que brillan junto a los protagonistas para crear una novela perfecta.

Esta novela nos cuenta la historia de Jane Eyre, dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood. Nuestra protagonista logra un puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio.

Así, durante sus páginas vemos la evolución de Jane Eyre a lo largo de las primeras etapas de su vida, comprobando como, a pesar de la época en la que fue escrito, tenemos a un gran referente literario feminista. Es un trama, desde mi punto de vista, muy diferente a lo que estamos acostumbrados a leer en la novela victoriana, incluso con plot twits que no te ves venir. Todo ello con una gran ambientación que logra transportarte completamente. Sin duda, una novela muy necesaria.