Esta novela nos cuenta la historia de Jane Eyre, dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood. Nuestra protagonista logra un puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio. Así, durante sus páginas vemos la evolución de Jane Eyre a lo largo de las primeras etapas de su vida, comprobando como, a pesar de la época en la que fue escrito, tenemos a un gran referente literario feminista. Es un trama, desde mi punto de vista, muy diferente a lo que estamos acostumbrados a leer en la novela victoriana, incluso con plot twits que no te ves venir. Todo ello con una gran ambientación que logra transportarte completamente. Sin duda, una novela muy necesaria. |