Don Quijote de la Mancha de Miguel De Cervantes
Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.
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Don Quijote de la Mancha de Miguel De Cervantes
Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.
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El Señor de los Anillos I: La comunidad del anillo de J. R. R. Tolkien
Hasta la persona más pequeña puede cambiar el curso del futuro
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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Francisco Rosas detenía la corriente amorosa que hace y deshace las palabras y los hechos y nos guardaba en su infierno circular.
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La milla verde de Stephen King
Mear al aire libre es uno de los placeres del campo que siempre olvidan mencionar los poetas.
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El evangelio según María Magdalena de Cristina Fallarás
La esperanza es más difícil de engañar que el hambre.
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Últimos días en Berlín de Paloma Sánchez-Garnica
Como combustible, los Santacruz habían llegado a utilizar la madera de muebles, algunos muy valiosos, y libros cuyas hojas en llamas dolían a Veronika igual que si estuviera viendo arder a un ser vivo.
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El acontecimiento de Annie Ernaux
Serán castigados con prisión y multa: 1) el autor de cualquier practica abortiva; 2) los médicos, comadronas, farmacéuticos y demás culpables de haber inducido o favorecido estas prácticas; 3) la mujer que haya abortado por sí misma o que haya accedido a abortar; 4) la instigación al aborto y la propaganda anticonceptiva... NUEVO LAROUSSE UNIVERSEL, EDICIÓN DE 1948. |
El libro de los anhelos de Sue Monk Kidd
En el bosque que llevaba oculto dentro del pecho, los árboles iban perdiendo lentamente las hojas.
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Salvar el fuego de Guillermo Arriaga
Me dijeron que en la antigua Roma los senadores discutían las leyes en el excusado mientras cagaban.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Sentí que se me encogía la garganta y, a falta de palabras, me mordí la voz.
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El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Y le miró por última vez para siempre jamás, con los ojos más luminosos, más tristes y más agradecidos que no le vió en medio siglo de vida en común, y alcanzó a decirle con el último aliento: _ Solo Dios sabe cuánto te quise.
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La violinista roja de Reyes Monforte
Los rusos no beben, los rusos agotan existencias y secan destilerías.
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Sin elección de Clare Mackintosh
Dondequiera que vaya existe una jerarquía y yo siempre he ocupado la última posición en ella.
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Jack El Destripador: La Leyenda Continúa de Gabriel Antonio Pombo
Según se pretende, en una desapacible noche, durante el otoño de 1888, una honesta madre de familia se vio obligada a internarse por las callejuelas del distrito rumbo al hospital de Londres, sito en el corazón del mismo-y en cuyos aledaños ya habían sobrevenido algunos homicidios-, a fin de obtener algunas medicinas necesarias para su marido enfermo. A mitad de camino, la señora fue interceptada por un individuo de recia constitución física y aspecto respetable quién : "después de interrogarla sobre el tipo de emergencia médica que la obligaba a salir de casa ( o a examinar la tarjeta de visitante para entrar en el hospital), el hombre misterioso se había dado cuenta de que era "pobre" pero "honrada" y la había dejado ir. A la mañana siguiente se encontró el cuerpo "mutilado" de una prostituta a unos doscientos metros de distancia..."
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El club de la lucha de Chuck Palahniuk
La publicidad hace que compren ropas y coches que no necesitan. Generaciones y generaciones han desempeñado trabajos que odiaban para poder comprar cosas que en realidad no necesitan. |
Lolita de Vladimir Nabokov
Entre los límites de los 9 y los 14 años, surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados dos o más veces mayores que ellas, su verdadera naturaleza no humana sino ninfica (o sea demoníaca), propongo llamar NINFULAS a esas criaturas escogidas.
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Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez
Dueña por primera vez de su destino, descubrió entonces que el amor y el odio son pasiones recíprocas.
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El marciano de Andy Weir
Si el oxigenador se rompe, me asfixiaré. Si el purificador de agua se rompe, me moriré de sed. Si el Hab pierde estanqueidad, más o menos explotaré. Si no ocurre ninguna de esas cosas, finalmente me quedaré sin comida y moriré de hambre. Así que sí. Estoy jodido.
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