Hola a todos. El día de hoy he terminado el libro, y me dispongo a realizar la reseña en el momento exacto que hago dos cosas: la primera, intento reorganizar mi mente y escribir; la segunda, intento recuperar la imagen del libro que tomé previamente para esta reseña y no sé dónde dejé o si borré por completo. Espero que no sea la última opción. de cualquier forma, no sé bien cómo es que terminará esta reseña, sólo sé que, como el protagonista del libro, necesito hacerla. Espero que no quede tan mal y que no haya tantos spoilers. Aunque, claro, aquellos que vieron la película protagonizada por
Tom Hanks, de poco o nada se tienen que preocupar. Así que comencemos con el día 1, para ir en orden de ideas y de acuerdo a mis notas. ¿Que por qué no escribí la reseña como las anteriores, día a día? Supongo que, cuando lean el libro, entenderán muchas cosas.
Día 1: El libro me sorprendió mucho por lo que pone al inicio, la explicación que da respecto al libro mismo. Se trata de una novela construida a trozos. Por raro que suene para el siglo XX, momento en que fue escrita,
Stephen King hizo este experimento de una historia por entregas a un periódico -creo que fue un periódico- donde se publicaba cada cierto tiempo. Me gusta la perspectiva de que haya experimentado de esa manera. Así mismo, amé el prefacio que fue escrito por su persona, ese donde intenta justificar un poco los posibles saltos de tiempo y las extrañezas que se puedan dar a partir de las incongruencias.
Desde el momento uno aparecen los dilemas morales, la posibilidad de que las cosas no sean como parecen. Me gusta porque da a entender que lo que se viene será mucho peor.
Este es el segundo libro de King que veo con ilustraciones. No recuerdo bien si lo es o no, pero es un hecho que existen en
La milla verde. Se trata de imágenes al inicio de cada "entrega" y son sombrías. Recuerdan un poco a Coraline, pero si el libro de Gaiman hubiera sido para adultos.
Día 2: Es un hecho que King sabe cómo hacer escenas vistosas y llamativas. Muchas de ellas, incluso, cinematográficas. Eso me hace intentar recapitular detalles insignificantes como si en la película el ratón es blanco o café. Como dije, no es relevante, pero me hace preguntármelo. Es un hecho que a las personas de hollywood les costó poco, o nada, llevar esta historia a la pantalla pues King mismo ayudó a que la situación fuera muy, muy sencilla.
Día 4: Tiene muchos dilemas, muchas preguntas complicadas. Eso me gusta. El único inconveniente es que creo que su narrador no tiene una voz propia, tiene mucho de King en su sistema. No en el sentido de creencias, de pensamientos, sino en su forma de hablar. No sé, el carcelero narra como lo haría un literato. A eso me refiero. Sin embargo, eso no lo hace menos real y menos humano. Si bien creo que su lenguaje deja mucho qué desear, la realidad es que su manera de reaccionar y ver el mundo es bastante humana, cosa que lo hace ligeramente tangible una vez que olvidamos que detrás se esconde un maestro del terror.
Olvidé comentar anteriormente que es graciosa la forma en que King intenta justificar sus incongruencias temporales o posibles errores por medio de la edad. Como en narrador ya es demasiado mayor, puede que se pierda un poco. Me parece gracioso porque es el cliché de todo anciano, que olvida las cosas o que los tiempos se le pierden. He conocido ancianos demasiado lúcidos que viven mejor en el pasado que en el presente.
Por otro lado, está su intertextualidad. Lo sé, es una palabra demasiado larga, ridícula y rimbombante -dominguera, como diríamos en mi ciudad- pero significativa. Se trata de la cualidad que los libros tienen de referenciar a otros. En el caso de
la milla verde, King menciona a grandes personajes y, por ende, también grandes autores. Me gusta, sobre todo, que compara sus personajes o situaciones con los de otros textos. En este caso, menciona a Poe.
Día 9: En este día me di cuenta que soy una anciana atrapada en
el cuerpo de una treintona. Sin duda porque me gustan mucho los juicios morales que hace Paul -el protagonista- respecto a la televisión. Creo fielmente en su palabra (perdóname King por el adverbio) y que esa cosa nos roba el alma. Sí, es divertida y tiene algunas cosas buenas, pero también nos quita el tiempo de leer, pintar, dibujar, ver las nubes, comer con nuestra familia y, al final del día, todo por perdernos en la contemplación de personas sin talento que muestran sus maneras costosas de vivir y tirar por los suelos su dignidad a cambio de más dinero... Les digo que lo mío es la edad antigua. Así, de la misma manera que yo, Paul denota su edad y sus pensamientos que contrastan mucho, e incluso chocan, con los de las generaciones actuales. Además, Paul también tiene una manera muy bella de ver la vejez. Me refiero a lo bello por su humanidad, no por la manera en que habla de ella. A veces, como espectadores (de momento, recuerden que a todos nos llegará la hora), se nos olvida que las personas demasiado mayores también desean divertirse, que también usan sarcasmo, que quieren alocarse y tirarse los dientes con una galleta y reírse de ello en lugar de lamentarse y causar lástima. Me sorprende cómo King expone la realidad, el hecho de que hacemos menos a nuestros ancianos, que la simple palabra "viejo" nos escandalice y digamos en diminutivo todo para que "no suene tan feo". Lo cierto es que el eufemismo no les da juventud y que actitudes como esas les quitan, de a poco y día con día, la poca dignidad que los pañales para adulto les deja. Lo sé, estoy haciendo juicios morales. Es un hecho que este libro me ha afectado profundo; pero creo que es algo que tenía que decir, al menos para recordarme, dentro de muchos años, que la edad no tiene por qué detenernos.
En otros temas menos lúgubres,...
(Lee la reseña completa en mi blog)
Enlace:
https://librodeultratumba.bl..