Tan poca vida

Que dificil me resulta reseñar un libro asi, un libro tan largo que habla de tantas cosas, un libro que te toca mucho, que habla de tantos temas importantes...cuando ves el grosor del libro, te da pereza, vas a pensar que le sobran páginas, pero os puedo asegurar que no, que es un libro que se lee de manera muy ágil, y aunque los capítulos sean enormemente largos, no se hace pesado en ningún momento. La autora cuenta las cosas bien, con una pluma ágil, fluida, sin entretenerse.
LA novela narra la amistad y todas las experiencias vitales de cuatro amigos, a lo largo de varias décadas... la autora se centra mucho en todas las relaciones de los protagonistas entre ellos y con otros personajes secundarios.
Si hay que destacar algo es la forma de construir a todos los personajes, todos tienes personalidades muy diferentes entre ellos, pero son personalidades reales, que es lo que más me ha gustado, personalidades con mucha representación del ser humano de hoy en día.
No voy a entrar en lo que es la trama del libro porque para eso es mejor que lo leais, pero es un libro duro, quizá no para todo el mundo, pero si bastante necesario, puede encantarte o puede que lo odies porque pienses que es una exageración, pero si te paras a pensarlo y aunque parezca increible todo lo que ocurre es así, así es la vida, y puede ocurrir...
Una novela que trata muchos, muchos temas, abusos, pedofilia, homosexualidad, amistad, amor... y según lo lees vas a sentir asco en muchas escenas, vas a tener ganas de dejar el libro, impotencia por todo lo que puede sufrir una persona, rabia por como hay personas que pueden destrozar la vida de otros.
Sino tiene las cinco estrellas es porque al principio me pareció algo lento, y porque quizá le sobra alguna página, pero de verdad.... ese final... puf... no hay palabras, diria que es un final esperado, pero es que tiene que ser ese final, no puede ser otro.
Una novela que te marca, y que probablemente tarde mucho en irse de tu cabeza... y lo recomiendo mucho, eso si, también recomiendo que estes en un estado psicológicamente bueno. Y por último, añado, que aunque es un libro totalmente dramático, la autora lo cuenta de tal manera que hace que quieras seguir, sin caer en ese dramatismo tan horrible y tengas que abandonar.

Mil páginas ha escrito Hanya Yanagihara.
¿Veis la cara del que aparece en la cubierta? Pues tal cual, ese sufrimiento es el que transmite esta novela y es el que vais a padecer. Un verdadero suplicio que a la vez es sanador y maravilloso, por el hecho de que entre todos los horrores, se muestra la condición humana en toda su amplitud. de lo mejor a lo peor que puede ser un ser humano. Pero lo peor, de lo peor, de lo peor.
Dicho todo lo cual, me ha encantado, me ha hecho reír mucho y llorar desconsoladamente. Te dan ganas de cerrar los ojos y no leer más porque te preguntas ¿cómo puede haber tanta maldad, tanta desgracia? Y a veces ¿le pueden pasar aún más cosas al protagonista?
Es angustioso y aún así gusta y mucho. Coged un paquete de pañuelos y a por él.
La ciudad de Nueva York, especialmente Manhattan y Brooklyn son escenario y protagonistas. Los paseos de Jude, sólo o acompañado, son una delicia.
¿Algún pero? ¿Por qué no tiene 5*? No me ha molestado el número de páginas, no me parece que sobre nada, todo es relevante. Solo me chocó la ausencia de personajes femeninos importantes (no hay más que tíos) y mucho esnobismo y finura neoyorquina (todos tienen trabajos molones y ganan pasta a cascoporro)

Tan poca vida - Reseña (https://thebookslayers.home.blog/2021/03/17/tan-poca-vida-resena/)

Y con esto te metes un libro de 1002 páginas y ya está.

Ha pasado una semana desde que me lo leí y, aun así, no sé por dónde empezar. Mi cabeza sigue hecha un lío y el corazón se me acelera si me pongo a pensar en ello.

Antes de leerlo me tragué muchos vídeos de booktubers, muchas reseñas, muchos comentarios, etcétera. Sabía que iba a llorar, he visto a la gente deshaciéndose en lágrimas y yo soy muy sensible. Yo lo sabía. Pero me ha superado por todos los lados.

Es un libro que empiezas sin saber qué va a pasar porque tiene una de las sinopsis más pobres que he visto nunca. La gente tampoco habla mucho de la historia porque te harían un millón de spoilers.

Total, que vas a ciegas y te encuentras que en las primeras 120, más o menos, páginas no ocurre nada. No lo toméis en el mal sentido. Es una presentación de los cuatro personajes necesaria y maravillosa. A partir de ahí empieza toda la trama.

La autora hace descripciones muy detalladas pero no en plan Julio Verne, que él describe hasta la mota de polvo encima de la mesa, no. Aquí tiene todo un sentido y su forma de escribir no se te hace pesada, te ayuda mucho más a meterte en las situaciones y en los lugares.

¿Qué más os puedo contar de la historia sin destrozarla? Vamos a vivir décadas de amistad de cuatro personas muy diferentes, con sus idas y venidas, sus fracasos y éxitos.

Nunca, de verdad os lo digo, nos podemos imaginar lo que pasa cincuenta páginas más adelante. Vas totalmente en blanco todo el tiempo.

Hay un personaje, Jude, que es más importante que los otros y no es hasta muy pasada la mitad de la historia que te enteras de su verdadera vida. Puedes intuirlo y esto es lo único que ves en toda la historia, pero nunca terminas de estar preparada para leerlo.

Es verdad que la autora abusa de que todo, absolutamente todo, lo malo le pase a él y puede que eso se te haga un poco irreal. Igualmente no vas a poder dejar de leer.

Y es que me he metido mil dos páginas en cinco días porque la autora tiene una pluma preciosa. Aún en los momentos más duros no puedes apartarlo y parar.

Lloré, era obvio. Lloré desconsoladamente y sin poder parar durante dos días.

Y aquí es donde puede venir la sorpresa.

No recomiendo el libro.

No quiero que leáis esta historia.

A veces me pregunto por qué leemos cosas tan dolorosas y, encima, llegamos hasta el final.

De verdad que me parece una locura que el libro sea tan recomendado. A mucha gente le puede destrozar esta historia, hay cosas, en mi caso, que tocaban muy cerca de “casa” y me he quedado al borde de un ataque de ansiedad en varias ocasiones.

Realmente va a ser una lectura de la que siempre me voy a acordar y estas cuatro personas se van a quedar en mí, pero no tiene ningún sentido que os anime a sufrir.

La vida a veces es así de curiosa.

-Ce
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Habia oido hablar mucho de este libro, tenia una curiosidad tremenda por leerlo y desde luego no es para menos.
¡Como me ha gustado ! .....pero como lo he aborrecido también , os animo a que lo leáis a pesar del sufrimiento que genera ...
Sin embargo al mismo tiempo te llena de ternura hacia algunos personajes .
El libro comienza hablando de 4 amigos treintañeros de nueva York, los cuatro son ex compañeros de piso universitario.os presento un poco a sus personajes:
-JB es artista, es gay y negro
-Malcom es mestizo y arquitecto,de muy buena familia .
-Willem es actor ,mucho mas famoso de lo que él se imagina y por ultimo Jude St.Francis que es abogado , pero un chico atormentado por su pasado.
Poco a poco la historia se centra principalmente en este último.
Es un libro que toca diversos temas, la amistad, homosexualidad y otros de los que prefiero no hablar ya que os haría spoilers y prefiero que los descubráis a medida que vais leyendo el libro.
Que no os eche para atrás sus mil páginas ya que a pesar que el principio es algo mas lento con la presentación de los personajes,(que a mi me encantó),el resto del libro fluye a una velocidad increíble y no puedes dejar de leer... siempre quieres saber más incluso sabiendo que puede doler.
Hanya Yanagihara escribe de una forma meticulosa y explícita , con conocimientos claros de matemáticos y física....
En el libro hay saltos temporales a veces de años a veces de días sin embargo es fácil de seguir ya que la escritura es sencilla y no lleva en ningún momento a la confusión .
Me ha encantado como habla de la amistad, el amor e incluso el sufrimiento , y es que todo sobre lo que escribe es real a pesar de la dureza de algunas partes del libro , uno sabe que todo eso existe y es más frecuente de lo que nos pensamos.
Recomiendo leer el libro en un momento en el que uno este anímicamente bien, ya que es duro
Este libro fue finalista del Man Booker Prize y del National Book Award, ambos segundos puestos.
Os lo recomiendo muchísimo.

Mucho se ha dicho ya de este libro y el éxito ha sido tal, que es igual de fácil encontrar personas que amaron la obra, como detractores de ella. Desde que lo descubrí supe que tenía que leerlo, aunque su tamaño y la cosas malas que me llegaban, hicieron que se fuera retrasando en el tiempo. ¡Cómo me alegro de haberlo leído y de encontrarme en el grupo de los que amaron el libro!

La historia nos va a contar la vida a lo largo de los años de cuatro amigos: Jude, Willem, JB y Malcolm. Aunque rápidamente nos daremos cuenta que dos de ellos pasarán a un segundo plano, y se centrará más en Willem y en el gran protagonista, Jude. Es complicado hablar de este libro, porque más allá de tener una trama interesante, lo que despierta son muchas emociones mezcladas. Así que voy a empezar por los personajes.

Malcolm es un joven de familia rica, que sueña con ser arquitecto. Aunque lo tiene todo, y podría ser envidiado por todo el mundo, siente que no termina de encajar con su familia. Quiere que se sientan orgullosos de él, pero no enuentra la manera. Además, no consigue relacionarse sexualmente y no entiende que le sucede. JB se dedica a la pintura, y aunque tiene una familia que lo mima, se siente insatisfecho ante el mundo. Cree que merece mucho más de lo que consigue. Willem es el más tierno de los cuatro, y sueña con llegar a convertirse en un gran actor. Pero no le está resultando nada fácil, a causa de su gran falta de ambición. Por último, Jude es un gran desconocido para sus amigos. Amable y antento, pero siempre discreto en cuanto a su vida y sus sentimientos. Hasta que todos sus secretos empezarán a estallarle en la cara.

Me dio algo de pena perder un poquito de vista a JB, porque es el personaje más divertido de los cuatro y tenía muchas salidas interesantes. Willem ha sido un personaje que me ha provocado una ternura increíble. El chico perfecto, bueno y sincero, un poco increíble, pero que todo el mundo querría tener en su vida. Malcom me ha dejado algo más indiferente, su problemática era interesante, pero se trata poco.

Y luego tenemos a Jude, que es un personaje complejo, muy difícil de digerir. Cuando me encuentro con personajes traumatizados y tristes, empatizo rápidamente con ellos. Y si bien es cierto, que a veces Jude exaspera, y te dan ganas de meterte en la historia y hacerlo espabilar, también es cierto que comprendes porque actúa como lo hace. Quizás la historia de Jude y su comportamiento me han hecho sentirme más cerca de la mente de personas que han pasado por grandes penurias, y como, por más que luchan y lo intentan, no consiguen dejarse ayudar. Me ha resultado muy gratificante meterme en su mente y ver porque hace lo que hace. Sus acciones son difíciles de entender y de aceptar, porque son duras, y te crean impotencia, pero al final del camino, siento que entiendo un poco más a las personas que han sufrido este tipo de cosas.

Mentiría si dijera que el libro no es dramático. El libro es super dramático. Y cuando crees que ya el drama no puede subir un escalón más, vuelve a subir otro. Por eso, entiendo que no haya terminado de enganchar a las personas que no disfruten tanto del elemento dramático. Ahora bien, no creo que sea algo poco realista como he leído por ahí muchas veces. Hay gente que es como Jude, hay gente que vive las cosas que ha vivido Jude. Solo porque no las conozcas de primera mano, no quiere decir que no existan. Hay que abrir una mijita la mente. Así que, ¿es dramático? Sí. ¿Se remueve constantemente en la miseria? Sí. ¿Es poco realista eso? No.

Muchas emociones he tenido a lo largo de la larga lectura que es "Tan poca vida": ternura, impotencia, tristeza, empatía, cabreo... Es una de las cosas que más me gusta de leer, que el libro en cuestión me haga sentir una mezcla de sentimientos. Ha sido duro leerlo, a veces me costaba seguir, porque lo que me contaba era demasiado horrible, pero ha merecido la pena totalmente. Las últimas 100 páginas han sido una tortura, y no he parado de llorar. ¿Por qué tanto dolor Hanya? ¿Por qué? Preparad pañuelitos, porque los vais a necesitar.

En definitiva, un libro que no te deja indiferente, que te va a requerir un estado de ánimo estupendo, porque te deja por el suelo, pero que si sabes gestionarlo, puede ayudarte a antender un poco más a alguna persona que haya vivido una situación similar, que quizás conozcas, y que nunca hayas terminado de entender. al menos, es lo que me ha pasado a mí. 100% recomendable.

Me resulta muy difícil hacer una reseña de un libro que me ha hecho sentir tantas cosas. Posiblemente sea uno de los mejores libros que he leído en los últimos meses.
La primera vez que vi este libro no me llamó para nada la atención precisamente por su portada; ahora que lo he leído debo decir que no imagino una portada mejor, porque refleja perfectamente lo que te hace sentir su lectura.
Los primeros capítulos me recordaron mucho por la forma en la que está escrito a "El guardián entre el centeno" de J.D.Salinger, una escritura sencilla y cercana, que hace que las más de mil páginas que tiene se te hagan cortas.
Se trata de una historia dura, muy dura, pero necesaria, que refleja lo peor y lo mejor del ser humano (y cuando digo lo peor me refiero a lo PEOR, con mayúsculas).
No quiero desvelar nada de la historia porque es mejor leerla y sentir todo lo que transmite. Solo puedo decir que terminarlo me ha dejado una sensación de vacío y que voy a echar mucho de menos a Malcolm, JB, Willem y Jude.

“Las peores posibilidades involucran a otras personas. Las mejores también.” ~ Tan Poca Vida de Hanya Yanagihara.

Opinar de este libro me va a resultar complicado. ¿Por qué? Porque en sus más de 1000 páginas (sí he escrito tres ceros después del uno) hay de todo. En primer lugar, me gustaría decir que el libro va de menos a más. al principio me daba un poco igual lo que estaba leyendo, no me importaba la vida de los protagonistas, la verdad. Luego la cosa fue mejorando y ya parecía que los conocía de algo más que de cruzarnos por la calle pero aun así muchas veces se me hizo, –no lento porque se lee muy bien y lento no se hace, ni tampoco pesado–, demasiado detallista, por llamarlo de alguna manera. Digamos que la autora cuenta todo, todito, todo, como si las vidas de estos personajes fuesen reales, y en ocasiones hasta repite en exceso. Por ejemplo, ya sabemos que uno de los personajes tiene un gran problema que no quiere contar y lo reitera demasiadas veces. Con una buena tijera, quizá las 1000 quedaban en 500.

¿Eso quiere decir que no me ha gustado? Sí, sí, me ha gustado, pero como valoración general, final, y tras reposarlo porque, como digo, la historia, para mi, ha ido in crescendo. Eso sí, es un libro que recomiendo leer si estás de buen ánimo porque rezuma tristeza, melancolía, angustia y pena por todas las esquinas y cuando no te salpica una cosa, te salpica otra.

¡Ah! Que no he contado de qué va. En principio de las relaciones de cuatro amigos, cómo va evolucionando su amistad pero la verdad es que el libro queda focalizado en uno de ellos, en sus problemas y sus traumas del pasado, y cómo todo y todos giran en torno a ellos. El trasfondo está mejor y sobre todo los personajes secundarios que, para mi, ha sido lo mejor de esta historia.

Creo que a estas alturas de mi vida puedo decir, sin parecer pretenciosa, que tengo un poco de bagaje lector, y sin embargo, jamás me he encontrado con una novela como esta, una lectura que contenga tanto dolor, eso es Tan poca vida. Y me pregunto, ¿cómo reseñar un libro que te ha marcado tan profundamente? ¿cómo convencer a los que me leáis de que tenéis que adentraros en esta novela, a la vez que os digo que os causará un gran dolor el proceso? Y ¿cómo hacerlo además, sin desvelar nada, intentando que lleguéis a ciegas, que la novela os pegue la misma bofetada que me pegó a mí a pesar de esperármela?

La historia de un grupo de amigos de clase alta, en el Nueva York actual, a lo largo de más de cuarenta décadas, contiene todo lo que la vida misma puede conllevar. La dulce y no tan dulce infancia y sus traumas arrastrados, la adolescencia con su explosión de vida, la madurez, la vida y la muerte. Pero sobre todo, el amor, y no sólo el romántico, si no que carga su peso sobre todo en el amor familiar y la amistad. Tocando temas periféricos pero actuales, como las relaciones homosexuales, el racismo o la salud mental, Tan poca vida se va de cabeza a mi podio de este año y de mi vida, una novela excepcional que se lee y sufre con el corazón, dura, pero aun así llena de destellos de esperanza.

Los personajes son maravillosos, de aquellos que pasan a formar parte de nuestra vida y de los que cuesta desprenderse. Sus más de mil páginas se hacen ligeras, gracias a una escritura sencilla y ágil, las hojas vuelan queriendo saber más de Jude, Malcon, JB y Willem, y de toda un elenco de secundarios igual de excepcionales. Este es el punto fuerte de esta novela, sin duda, sus personajes.

Una historia que todavía me duele, y de hecho ese ha sido el único "pero" que he podido ponerle, que es tan dolorosa que quizá cae en la artificialidad, o puede que yo quiera cerrar los ojos a que no es posible tanto daño y tanto sufrimiento y que por ello se me haya hecho, en partes, irreal. Quizá a veces juzgamos los libros, y por extrapolación, la vida, solo en base a la nuestra propia, sin saber que en aquel que camina a nuestro lado quizá también haya Tan poca vida.

DNF tras 722 páginas (al 71%)

Ha sido uno de los peores libros que he leído en toda mi vida lectora.

Mucha gente lo define como de torture porn y sí, estoy totalmente de acuerdo. Jude tiene una mierda de vida, desde el momento en que nace hasta el final de sus días (me he autospoileado las páginas que me quedaban, así que sé que hablo con propiedad), desdicha tras desdicha, tragedia tras tragedia, traición tras traición, malas personas tras malas personas. Y sus amigos de la vida adulta tampoco dan ni una, eso es lo que más me ha molestado.

Cada personaje de esta historia tiene un papel, uno solo, llegan a resultar caricaturescos de lo planos que se muestran. No puedo empatizar ni conectar con una historia cuyos protagonistas tienen una única función: Jude sufre y sus amigos sufren por estar a su lado y no saber qué hacer para que deje de sufrir, así que todos se recrean en un ciclo de sufrimiento e infelicidad.

Nadie: ¿Cuántas escenas infelices quieres que tenga tu libro?
Hanya: Sí.

Como a la entrada del infierno en la Divina Comedia, el protagonista al nacer debió de encontrar un cartel de «Abandonad toda esperanza, vosotros los que entráis aquí» porque, desde ese mismo instante, entra en un infierno particular dentro de su vida ficticia.

El principal punto por el que he aborrecido esta novela es la manera en que se trata la salud mental. Hanya coge la psicología y le da una patada, ve cómo da vueltas en el aire hasta que se hunde en el mar más profundo y se da la vuelta con una sonrisa satisfecha para escribir Tan poca vida. Es lo más desastroso que he leído en años y eso que pasé mi adolescencia leyendo libros en los que las situaciones tóxicas, la depresión y la ansiedad no eran más que un cuento para añadir más trama.

Jude se supone que tiene amigos, personas que están ahí apoyándole, queriéndole, ayudándole... pero ¿de verdad lo consiguen? ¿O se calman la conciencia de manera temporal creyéndose que hacen algo? ¿De verdad consideran que pueden conseguir algo cuando pasan los años y las cicatrices en sus brazos no hacen más que multiplicarse? Ah, no, es que por lo menos ha dejado de tener intenciones suicidas, no pasa nada por que su piel se pueda repartir en tiras, su mente sea un rompecabezas sin todas las piezas y sus recuerdos son multitud de minas que desencadenan en acciones autodestructivas. No, por eso no pasa nada, están acostumbrados a que él sea así.

Apenas ha habido un par de veces que le amenazan con ingresarle en un psiquiátrico, luego se excusan de que no pueden obligarle. No sé cómo funcionará la ley en Estados Unidos, pero cuando una persona es un peligro para sí misma y tienes pruebas y más que pruebas, puedes ingresarla de manera no voluntaria. ¿En qué momento queda la amistad cuando con cada recuerdo tu amigo se encierra, huye y deja pasar el tiempo hasta que se te olvidan las preguntas? ¿Hasta dónde se puede estirar una amistad que solo consigue crear una dependencia enfermiza en la que, si uno sale a trabajar, se va a un viaje, deja apenas unos días a Jude en su casa solo con sus circunstancias diarias sus brazos vuelven a estar llenos de nuevas y supurantes heridas? ¿En serio puedes considerarte un amigo cuando ves que tu amigo se está destrozando porque su interior no puede dejar de desgañitarse con el dolor?

En esta novela no hay un límite con el que las personas cercanas a Jude consideran que deben actuar de otra manera. El límite se queda en un punto tan lejano desde el principio que, después, solo sigue estirándose hasta el infinito. No hay límite, solo dolor. Ni siquiera hay momentos bonitos o felices en la novela; no considero los intermedios entre drama y drama, entre recuerdos trágicos y otros recuerdos trágicos algo feliz. Puede que Jude no se autolesione o a veces lo haga menos, pero el mero hecho de leer sus pensamientos, sus dudas con respecto a los demás, su terrible falta de confianza en aquellos que le han demostrado hace años que se la ha ganado, los pensamientos de odio hacia sí mismo, la culpabilidad lacerante, el obligarse a hacer cosas que no quiere porque sino siente que le van a abandonar no para, NO PARA. En cada puñetero capítulo está gritando en cada línea, siempre está de fondo, incluso en un día tranquilo Jude volverá a sus cuchillas porque siente que no se merece esos instantes de calma. NO ESTÁ BIEN.

Y nadie de su alrededor se da cuenta de ello. Bueno, más bien no quieren darse cuenta de que está mal, de que está terriblemente traumatizado, de que no está siendo más que una sombra de lo que es una persona, es una auténtica carcasa vacía que se duele y se muere en vida porque no quiere seguir intentándolo. Y la autora solo consigue que, con cada capítulo, tenga más razones para seguir haciéndolo. ¿Cómo pueden los demás personajes no ser conscientes de que cada herida que se autoinflinge indica que necesita ayuda? ¿Cómo pueden no ver que se desliza por el día a día de manera rutinaria? ¿Cómo pueden creer conocer a alguien que no habla nunca de sí mismo, no solo de su pasado, su presente solo es una colección de detalles cotidianos?

Ni qué hablar de las demás raciones de sinsentidos como que Jude tiene una ansiedad del copón, le aterra pensar lo que otros puedan pensar sobre él, sobre sus decisiones y las palabras que salen de su boca, pero por lo visto es el mejor abogado en siglos de la historia porque se vuelve de piedra frente al estrado. Ah, pero no olvides que, cuando está hablando con un cliente sentado en su silla de ruedas, le entra en terror de pensar que el cliente no le tomará en serio por mostrarse vulnerable.

No sé cuál es el sentido de esta novela. Para mí, no lo tiene. Únicamente me parece una forma de decir que hay personas que solo han nacido para sufrir, que los traumas no se sanan y la única forma de salir es soltando el dolor con heridas y objetos punzantes para que el interior se aplaque solo un poquito. Sin olvidar que los amigos solo van a conseguir que esa persona desdichada encuentre más razones para seguir haciéndose daño. Y, si no lo he entendido, la verdad es que me da igual porque el libro es horrible incluso queriendo buscarle tres pies al gato.

Tengo claro que no volveré a leer a esta autora.

La emoción en Tan poca vida es como una nube de tormenta cargada de electricidad que te sobrevuela y espera el momento en el que menos te lo esperas para descargar todo su peso sobre tu cabeza. Sabes que está ahí, junto a las otras nubes, y no sabes en qué instante caerá la primera gota. Pero entiendes (de eso no tienes dudas) que lo hará.
Se llora mucho con Tan poca vida. Se llora porque cada palabra es una elipsis del amor. Escondido y a la vez a la vista. Hecho de gestos y no de sonidos. Amor desinteresado, puro, lleno de vida, aunque a veces sintamos que nos falta.
Se llora porque Jude es un hombre bueno que siente que está de prestado, que sufre y se retuerce por lo que le hicieron en el cuerpo pero, sobre todo, en el alma. Que se cree indigno, maldito. Un hombre bueno al que un hombre malo destruyó. Y al que siguieron destruyendo cada día, encadenando su espíritu a las cicatrices que nunca se borran, alimentando a las bestias que le ganan la batalla a tanto amor, a tanta vida.

***Leed este libro si queréis entender a los Rotos. Si queréis saber por qué hacen lo que hacen; por qué el amor, por mucho que se lo proponga, no puede con todo.