Tan poca vida

La palabra sufrimiento viene del latín. Está compuesta por el prefijo “sub”, que significa “abajo”, y “ferre” que significa “soportar”. El sufrimiento es esa fuerza que nos empuja hacia el abismo y que debemos resistir, a veces, durante toda nuestra existencia. Si alguien entiende este tipo de dolor mejor que nadie, ese es Jude, un personaje nacido para ser maltratado por la vida constantemente y que ha logrado traspasar el papel de una manera en que muy pocos lo consiguen.

Es por eso que 𝘛𝘢𝘯 𝘱𝘰𝘤𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 de 𝘏𝘢𝘯𝘺𝘢 𝘠𝘢𝘯𝘢𝘨𝘪𝘩𝘢𝘳𝘢 me ha dejado sin palabras y se posiciona como una de las mejores novelas que he leído últimamente. Es brutal e injusta, una de esas historias que te dejan devastado a más no poder. En definitiva, una perforación continua en el corazón.

A través de sus 1004 páginas, la autora te da un respiro con momentos notables de amistad, amor, esperanza o valentía, pero cuando menos te lo esperas te golpea de nuevo con más crueldad.

Aun así, 𝘠𝘢𝘯𝘢𝘨𝘪𝘩𝘢𝘳𝘢 tiene una manera de narrar evocadora e intensa; construye perfiles reales e inclusivos de una manera excelente; y trata infinidad de temas (a cada cual más importante) que dejaré que descubráis por vosotros mismos.

Preparaos para sentir una marea de emociones y para reflexionar (y mucho), sobre el límite del sufrimiento que puede llegar a experimentar una persona.

¿Cuánto aguante tenemos? ¿Cuál es el alcance de la violencia que nos infligen otros? ¿Es la amistad o el amor capaz de salvarnos? ¿Se puede vivir sin experimentar la felicidad?

Todavía me duele cuando lo pienso y, quizá por eso, creo que el libro peca un poco de artificiosidad e irrealidad a la hora de representar tanta tragedia. Como si la autora estuviera empeñada en que los personajes fueran infelices y miserables hasta su último aliento (algunas cosas me sobraban). Es eso... o es que yo intento resistirme a la idea de que exista alguien en este mundo que tenga tan poca vida. En cualquier caso, no puedo decir nada más que no se haya dicho ya.

Una lectura en la que me costó mucho entrar, las primeras 200 pág me resultaron caóticas, pero una vez dentro ya no pude salir. Es una novela de personajes, emociones y muy introspectiva. Es de esas historias que sabes que nunca vas a olvidar, que cuando llegas al final sientes que una parte de ti ha quedado entre sus páginas para siempre. No es bonita y os recomiendo que si tenéis la intención de leerla lo hagáis en un momento en el que emocionalmente estéis muy arriba, porque es dura, deprimente y angustiosa. Es un drama detrás de otro.

Conoceremos a cuatro chicos que son amigos desde la época universitaria: JB, Malcolm, Jude y Willem. En principio, la autora nos irá narrando los orígenes de cada uno de ellos y sus relaciones familiares, excepto de Jude que resultará ser el pilar de toda la novela. Poco o nada sabemos de este personaje en los inicios de la novela: no le gusta hablar de su infancia y físicamente no se encuentra bien de salud. Iremos descubriendo que su salud mental está todavía más dañada. ¿Por qué?

La amistad y el amor serán los sentimientos que tendrán que luchar contra sus antagonistas y buscar los argumentos para ganar esta guerra interna que arrasa con todas las ganas de vivir del ser humano.

Me encantó, pero reconozco que no es un libro para todo el mundo (me incluyo), porque la mayor sensación que te despierta es dolor y, en mi caso, las lágrimas fueron inevitables.

B R U T A L
En el sentido más crudo y visceral de la palabra. La lectura es entretenimiento, es conocimiento, es viaje. Leer esta novela es sufrimiento... sin embargo no he podido parar.
La historia recorre la vida de cuatro amigos principalmente, muy diferentes pero cuya relación se mantiene a lo largo de los años.
La autora, con una narración muy pulcra se centra sobre todo en lo que pasa alrededor de uno de ellos, Jude, y en lo injusta que puede llegar a ser la vida.

Duro pero necesario.

Bien hecho Hanya Yanagihara ¡Vamos a ver qué más tienes!

*Advertencia: contenido sobre abuso sexual, autolesiones, traumas, trastornos alimenticios, pedofilia y un largo etcétera por el que no recomiendo leer sin cierta estabilidad emocional.

ADVERTENCIAS DE CONTENIDO: autolesión, ideación suicida, intento de suicidio, trastornos alimentarios, abuso físico de un menor, abuso doméstico, abuso de carácter con una discapacidad, pérdida de un hijo, abuso/adicción a las drogas, agresión/violación sexual, pedofilia, trastorno de estrés postraumático, prostitución forzada de un menor.

Voy a tratar de explicar este libro y por qué lo leí, así que tengan paciencia conmigo, este no es fácil. No hay sol ni luz, no, este está lleno de angustia y pena y el ocasional de lo que con frecuencia es una felicidad teñida por el dolor y la pena de las sombras de un pasado que no se va. Me pareció increíble que los problemas mentales y el trauma sean un tema tan constante en esta historia; Yanagihara enfatiza que estos no son problemas que desaparecen mágicamente cuando es conveniente, que es como a veces se representan. También se muestra el punto de vista de todos alrededor de Jude, lo cual es muy importante. Constantemente me recordaba lo injusta que puede ser la vida para los más indignos.

Es una historia impulsada sobre cuatro graduados universitarios: Malcolm, un arquitecto muy preciso y serio; JB, un aspirante a artista de lengua afilada; Willem, un actor compasivo y de buen corazón, y lo más importante; Jude, un litigante misterioso con un pasado del que aprendemos a medida que avanza la historia. Conocemos a estos personajes y somos testigos de todos los contratiempos de sus vidas (y también de los aspectos positivos), aprendiendo sobre sus esperanzas, sueños e inseguridades paralizantes en el proceso.

Voy comenzar diciendo que no rehuyo de las historias oscuras o que no terminan bien. Algunos de mis libros favoritos tienen o terminan con un trasfondo un poco más oscuro. Ninguno de ellos me preparó para esta historia. No voy a tratar de explicar la historia real. He descubierto que a menudo no leemos el mismo libro que los demás. Oh, puede contener las mismas palabras y el mismo número de páginas e incluso la misma imagen bonita en la cubierta, pero lo que difiere es cómo interpretamos esas palabras, cómo nos hacen sentir, la historia que vemos en nuestra mente. Así que intentaré compartir con ustedes la historia que me contó Hanya Yanagihara. Para mí 'Tan poca vida' se trataba de amistad, amor, perdón.

De todos los libros que he leído, 'Tan poca vida' definitivamente ha demostrado ser la historia más emocionalmente desgarradora que he encontrado hasta ahora y realmente espero que eso no sea así.

Para mí, la señal de una historia verdaderamente buena es cómo me siento hacia los personajes que el autor crea para mí. Jude St. Francis encontró su camino hacia mi corazón y no creo que se vaya pronto, quería reclamarlo como mío, darle la familia y el amor al que todo niño también tiene derecho, estaba emocionada. Por los amigos con los que estuvo rodeado cuando era adulto. Por Willem que lo amaba sin reservas, Harold y Julia, que intentaron incansablemente ser los padres que debería haber tenido, su amigo Malcolm, Andy que lo cuidó como un amigo y un médico incluso cuando se resistió y tantos otros personajes. Incluso descubrí que me gustaba su amigo JB, quien en un momento estaba bastante segura de que iba a empezar a pensar en él como el artista idiota.

Por mucho que me encantó este libro, puedo decir honestamente que no es una historia que volveré a leer, así que me alegro de haberme tomado el tiempo para disfrutarlo ahora y no apresurarme y, sinceramente, no se lo recomendaría a cualquiera, pero si puede manejar el lado oscuro de la vida de vez en cuando en su lectura.

Hace por lo menos dos años que tenía este libro en mi lista de lecturas pendientes, pero siempre había algo que me tiraba para atrás. Tal vez su extensión, tal vez que conocía detalles de la trama o tal vez que, simplemente, debía llegarle su momento.

Nos cuenta la historia de Jude, Willem, Malcolm y JB, desde que se conocen en la universidad hasta la edad adulta.
Cuatro personajes muy distintos que consiguen hacer piña y formar una amistad fuerte y duradera aunque no libre de altibajos, acercamientos y distanciamiento.

Con una narración que no sigue ningún orden cronológico, ya que tan pronto leemos el presente como nos cuenta situaciones de un pasado lejano o de hace tan solo unos dias, para mi es Jude quien lleva la mayor parte de la historia y del que más detalles conocemos, aunque los cuatro amigos y varios personajes secundarios forman un engranaje perfecto para que la historia fluya y te olvides de las más de mil páginas que tienes delante.

Es una historia dura, cruda, cruel, en algunos pasajes incluso sórdida, pero todo ello es necesario para entender la trayectoria de uno de los personajes. Tal vez muy explícita en ocasiones, y sin embargo no es incómoda porque estás sumergida en ese sufrimiento y tan atrapada como el personaje. Es de esas historias que encoge por dentro por la impotencia  y rabia que despierta, que me obligó a parar para poder tomar aire, reposar y pensar en más de un capítulo, y que ma impresionado en muchos aspectos.

No creo que sea un libro fácil.
No creo que cualquiera pueda enfrentarse a esta lectura y sin embargo me encantaría recomendarlo a voz en grito.
Tampoco creo que al terminarla puedas olvidarla porque muchas cosas aún siguen en tu cabeza dando vueltas.
Tantas cosas que me gustaría decir pero es mejor callar, porque si de algo estoy segura es de que a este libro hay que enfrentarse con la menor información posible.

Ese alma rota, ese niño destrozado de la peor manera, ese adulto martirizado, ese tormento que supone enfrentarse a un nuevo día. Cuando solo más dolor te alivia el dolor que ya sientes.


Enlace: https://www.instagram.com/p/..

Esta es una de esas novelas a las que es mejor acercarte sin saber nada para poder disfrutar plenamente de su historia. al mismo tiempo, es una de esas novelas que es mejor leer sabiendo lo que te vas a encontrar porque, debido a su extrema dureza y a los temas tan sensibles que toca, quizá no sea un libro para todos los públicos. Así que voy a tratar de conjugar ambos términos en mi reseña.

Tan poca vida nos narra las vivencias de cuatro amigos desde que se conocen en la universidad hasta su adultez. Pese a que no pueden ser más diferentes y con inquietudes más dispares, enseguida hacen buenas migas y se convertirán en un fuerte apoyo entre ellos y en un pilar sólido a lo largo de los años. Jude es un abogado despiadado en su trabajo, uno de los mejores y de los más reconocidos en la profesión; Malcom es arquitecto y disfruta diseñando y construyendo casas para sus amigos; Willem es actor y, aunque su carrera comenzó siendo bastante modesta, sus últimas películas están arrasando y abriéndole un hueco en el mundo cinematográfico; JB es artista y se ha convertido en uno bastante reconocido gracias a la colección de retratos que ha hecho sobre escenas de la vida cotidiana de sus tres amigos.

No obstante, aunque los protagonistas son cuatro, el peso de la narración recae sobre Jude, en primer lugar, y sobre Willem en segunda posición. Los capítulos están contados por un narrador omnisciente que va saltando de personaje en personaje según convenga al ritmo de la novela y según lo que se nos quiera contar o, más bien, mostrar. Es por esto que los puntos de vista de los diferentes personajes no siguen un patrón específico, sino que sus vidas se van alternando conforme va siendo necesario para comprender el conjunto de la historia. Aun así, como digo, los protagonistas son Jude y Willem, especialmente Jude, debido a su pasado y todas las consecuencias que acarrea.

Jude es la voz principal de Tan poca vida. En el trabajo es beligerante, pero fuera de este es un hombre amable, atento y siempre dispuesto a ayudar a sus amigos. A su vez, es una persona distante, retraída y muy celoso de su privacidad. Es por esto que, al principio, no sabemos casi nada de él. No le gusta compartir asuntos personales con nadie, ni siquiera con su mejor amigo Willem, a causa de una infancia transcurrida en un orfanato y cargada de dolor y sufrimiento. La única persona que conoce su experiencia, y ni si quiera al completo, es Andy, su médico y amigo, en quien confía plenamente y con quien tuvo que abrirse (al menos un poco) para que este pudiera tratar sus dolencias físicas. Jude es un personaje compuesto a base de sus traumas, que se esfuerza por parecer "alguien normal", como él siempre dice, a pesar de sus evidentes deficiencias o dificultades. Su gran apoyo es Willem, un hombre carismático, muy atractivo, que siempre está a su lado y que, en ocasiones, sacrifica sus propios deseos, compromisos (e incluso su futuro) con tal de asegurarse de que Jude está bien. Aunque son grandes amigos, también tienen sus rifirrafes dado que Jude quiere demostrarle al mundo que es capaz de sobrevivir sin ayuda, mientras que Willem es mucho más realista y es capaz de ver más allá de lo que su amigo intenta transmitir. La amistad que hay entre ambos personajes es muy realista, pues nos muestra ambas caras de la moneda. Por un lado, el lazo de confianza que han construido a lo largo de los años, la complicidad, los buenos momentos y el apoyo mutuo y, por otro, las tensiones cuando no están de acuerdo y, sobre todo, las discusiones cuando Jude es reticente a abrir su corazón con Willem.

Por otro lado, tenemos a Malcom, quien desde siempre ha tenido claro que quería ser arquitecto. Es un chico tranquilo, de familia acomodada y sin demasiada ambición que siempre ha tenido las cosas a su alcance y cuya vida, en comparación con la de sus compañeros, ha sido más o menos fácil. de los cuatro amigos, quizá este es al que la autora deja más de lado, algo que me da bastante pena porque me encanta y me hubiera gustado que se hubiera profundizado más en su vida. Por su parte, JB es un hombre temperamental, decidido a abrirse un hueco en el mundo del arte cueste lo que cueste, sin pelos en la lengua y con mucho carácter, lo que hace que a veces choque con sus amigos, especialmente con Jude.

Aunque no quiero profundizar en la historia en sí, porque ya digo que es mejor ir a ciegas, sí que quiero advertiros de la cantidad de trigger warnings que maneja esta novela, pues si sois lectores sensibles quizá no sea un libro muy adecuado para vosotros. Entre otros temas, la autora nos habla de abuso físico, mental y sexual, suicidio, enfermedades mentales, drogadicción y autolesiones. Además, es bastante explícita tocando estos aspectos, por lo que no se limita a mencionarlos o pasar por encima de ellos, sino que nos muestra escenas muy detalladas y nos plantea reflexiones muy complejas alrededor de los mismos.

Como podéis comprobar por el párrafo anterior, es una novela extremadamente dura, pero que, al mismo tiempo, refleja una realidad que pocos autores o libros se han atrevido a abordar. Yanagihara no tiene ningún problema en poner el foco en estas problemáticas a través de sus personajes para abrirle los ojos al lector y concienciarle de que estas cosas, por horribles que sean, pasan y pasan más a menudo de lo que uno quiere creer. Nos describe con todo lujo de detalle estos hechos, revolviéndonos el estómago o incluso haciéndonos llorar, pero, desde luego, no dejándonos indiferente. Ojo, no os equivoquéis, pues no se trata de morbo para atraer al lector ni mucho menos. al contrario, la autora intenta concienciarnos, de una forma muy dura y explícita, de lo que hay. A veces estamos acostumbrados a que se traten temas tan problemáticos desde la distancia, incluso con eufemismos, por lo que nos limitamos a entender que esas realidades existen, pero nunca vamos más allá. Yanagihara nos pone encima de la mesa la cruel verdad y nos invita a reflexionar sobre ella, por espantosa que esta sea, como recordatorio de que esos temas no son mera ficción.

Para lograr todo esto, su pluma es directa y certera. No se anda con rodeos, elige las palabras exactas para explicar lo que quiere transmitir y lo hace de una manera tan absolutamente increíble que no cuesta nada ponerse en la piel de los personajes. Sientes y padeces con ellos, te enfadas cuando están enfadados, te pones triste cuando lo pasan mal o se te rompe el corazón cuando son dañados. El nivel de implicación emocional que se tiene con esta novela es increíble y todo gracias al magnífico trabajo de las palabras que tiene la autora (y también gracias a la estupenda traducción al español, sin la cual esta novela no habría brillado tanto). En este sentido, el aspecto más negativo es que para mí le han sobrado páginas. Yanagihara intenta mantener la tensión a lo largo de las más de mil páginas, adelantándonos hechos sin desarrollarlos del todo para captar nuestra atención y seguir obligándonos a leer. Es por esto que a lo largo de los capítulos podemos encontrarnos diversos cliffhangers, donde parece que por fin nos van a dar las respuestas que ansiamos, pero, al cambiar de página, también se cambia de tema, de personaje y de perspectiva, obligándonos a esperar todavía más para obtener lo que queremos. Esto hizo que diera la sensación de que había mucho relleno innecesario que estaba ahí no ya para comprender al personaje que protagonizara ese capítulo, sino para dejarnos con la miel en los labios, algo que me resultaba bastante frustrante y que lo único que conseguía era que yo siguiera esa parte de la historia sin ningún tipo de interés. Además, este afán por adelantarnos ciertos hechos que todavía no se iban a tocar fue efectivo al principio, pero conforme se avanzaba en la lectura se hacía cada vez más evidente por dónde quería ir la autora, lo que provocó que algunas revelaciones fueran más predecibles que sorprendentes. Aunque, quizá, esto fuera intencionado para que a lector le diera tiempo a digerir los nuevos horrores que se nos iban a presentar.

La caracterización de los personajes es impresionante. No solo hay diversidad racial y sexual, sino que su psicología está tan bien construida que puedes creer que son hombres que existen de verdad, no personajes de ficción que han sido inventados con un cierto propósito. Esto facilita nuestra empatía y nuestra comprensión de sus miedos, inquietudes y deseos, sobre todo en lo referente al personaje de Jude, el más complejo y atormentado de los cuatro. Esta certera caracterización también produce su efecto a la hora de hablar de temas como la salud mental, donde se nos muestra la perspectiva del enfermo y de los que intentan ayudarle, planteándonos lo complicado de esta clase de situaciones y el sufrimiento que produce para ambas partes. Asimismo, Yanahigara describe muy bien las relaciones de amistad, de compañerismo y de amor, narrándonos un fiel retrato de la realidad que, al igual que el resto de elementos, nos invita a pensar que esto no es una mera novela de ficción, sino que más bien tiene aires de biografía.

En cuanto al final, personalmente hubiera preferido un desenlace diferente. al ser una novela tan desgarradora era evidente que no podía ser feliz, pero sí que me hubiera gustado que nos diera un rayito de esperanza, un final, aunque fuera, agridulce y, a su vez, menos predecible. Sin embargo, al mismo tiempo considero que, teniendo en cuenta el tono de la novela, era imposible que hubiera terminado de otra forma.

Tan poca vida es una novela cargada de sufrimiento, de dolor y soledad, pero también de amistad, amor, esperanza y compañerismo. Por más que la recomiende y que crea que es de esos libros que merece la pena leer antes de morir, soy consciente de lo dura que es, de los temas tan controvertidos que trata y de que no es una historia hecha para todo el mundo. Aun así, os animo encarecidamente a darle una oportunidad porque nos habla de una realidad que muchas veces se nos da velada y sesgada y nos ayuda a comprender mejor ciertos temas y a reflexionar sobre los mismos.
Enlace: https://notodoesfantasia.blo..

Sin palabras me ha dejado. Lo he leído lentamente, disfrutando de ellos, de todos, pero sobre todo de Jude. Me ha sorprendido lo directo que es el texto, a un ritmo lento pero sin pausa, en el que se nos muestra al final todo pero en su momento justo, tal y como la autora ha buscado. Impresionante trabajo hacia el interior de alguien, hacia sus miedos y fortalezas, y hacia lo que nos hace únicos. La amistad, el amor y la vida es la base de esta historia, y el dolor, la soledad, el miedo y los arrepentimientos forman parte de ella; y todo lleno de recuerdos, de momentos, de personas, de tiempos.
Entiendo que no es un libro para todo el mundo pero no tanto por su narrativa sino por la historia en sí. A mí me ha parecido increíble e inolvidable.

Opinión completa en el blog

Enlace: https://millibrosenmibibliot..

¡Menudo viaje ha sido este libro, amigos! ¿Es una historia que me ha fascinado? Sí. ¿Estará entre mis mejores lecturas del año? Probablemente. ¿Se la recomiendo a todo el mundo? No. Y en este punto quiero ser muy clara, por favor, POR FAVOR, informaros de los temas que trata, podéis escribirme si queréis y os doy una lista de TW, porque es un libro que no se puede leer a lo loco.

Aquí se viene a sufrir y a leer escenas crudas, de esas que tienes que parar de leer, tomar aliento y armarte de valor para continuar. Jude es el protagonista absoluto de este libro (aunque lo vendan como la historia de cuatro amigos) y no ha tenido ni tiene una vida fácil debido a su infancia y a los traumas que acarrea por ella.

La salud mental es el tema principal así como otros más escabrosos, lo bueno es que la autora va alternando momentos dramáticos con otros un poco más livianos que ayudan a que la lectura sea bastante fluida y sí, pese a ser un libro de 1000 páginas, ágil. Es una historia que atrapa, de esas que no quieres leer pero no puedes parar de hacerlo. Los personajes son brutales, con sus defectos y sus virtudes, pero el retrato psicológico que hace de Jude es increíble. Solo por eso, y por conseguir que un libro tan tocho, se lea casi sin darte cuenta, ya me quito el sombrero ante Hanya Yanagihara.

Peeero para mí no todo ha sido maravilloso. Me explico. El drama me ha parecido demasiado, daba vueltas todo el rato sobre lo mismo, y llegó un momento en que estaba completamente inmunizada. Leía escenas crudisimas pero no me llegaban, era como "bueno, pues otra cosa más". Creo que la autora abusa demasiado del mismo tema, además de que a mí parecer, le sobran unas cuantas páginas sobre todo de cara al final.

Pero quitando estos pequeños "peros" que le pongo, el libro me ha parecido una auténtica obra de arte. Entiendo el hype que tiene y creo que es bastante merecido, aunque no sea una lectura que recomiende a todo el mundo.

Nota: 5 sobre 5

Premisa:
Jude y su vida, Jude y sus circunstancias. Cuánta mala suerte reunida en una misma existencia, cuánto dolor irremediable. Eso sí, es el claro ejemplo de como puede haber personas maravillosas que te acompañen a pesar del sufrimiento y que te proporcionen motivos para luchar.

Opinión:
No puedo decir que no supiese a lo que me enfrentaba. ¿Quién no ha leído una reseña de este libro? ¿Quién no conoce que es una de las novelas más duras de los últimos años? de hecho, iba absolutamente preparada para saber que me iba a desestabilizar emocionalmente.

Eso sí, pensé que quizá se me iba a hacer larga. al final, son mil páginas, no es fácil hacer de un libro tan largo una historia fluida y atrapante. Pero me he llevado una sorpresa. Aunque lo he leído de forma pausada debido a la dinámica de la lectura conjunta, he estado deseando continuar en cada final de meta. La prosa es ágil y certera.

Pero he de advertiros, es una historia que no es para todo el mundo. Hay mucho dolor en sus páginas. La vida de Jude es demoledora, y el análisis psicológico que hace de su personalidad es sublime. Podemos ver las ganas de desistir, de dejarse ir, la desesperanza y el cansancio. Y es que cuando te truncan tus ilusiones desde la infancia y te enseñan a creer merecer el desprecio, tu día a día deja de tener sentido.

Y no sólo se relata la agonía del que lo sufre, sino también de los acompañantes. Lo duro que es tener cerca a una persona anulada, que no se valora ni se aprecia. A tener que remar y confiar, a creer y llorar en silencio. ¿Hay mayor amor que ese? Lo dudo.

Es una lectura que te pone el estómago del revés, es inevitable que si tienes un mínimo de empatía no somatices en algún momento tanta congoja. Pero por mi parte, adoro sentir eso. Es lo maravilloso de la lectura, que te hace sentir vivo, te hace vibrar y padecer, y te hace conocedor de muchas otras realidades y sentirte cercano a ellas.

Para mí ha sido toda una experiencia, desde luego es una lectura que no voy a conseguir dejar a un lado. Me acompañará durante mucho tiempo. de vez en cuando Jude me vendrá a la cabeza y respiraré hondo cerrando los ojos, enviándole paz.

Este no es un libro fácil de leer, así me lo advirtieron, y es cierto. Es un libro sobre aquello que los hombres no suelen contar, un libro sobre la amistad y la forma de afrontarla. Y sin saber en qué años se sitúa, conoceremos a Jude y sus amigos, un chico con un pasado que no comparte y que le marca su época de adulto. La narración no es lineal, conforme los recuerdos de Jude van llegando, nos va llevando de un momento a otro de su vida, para al final tener a la vista una historia dura pero con un pequeño foco de esperanza al que agarrarse para no sucumbir en el horror.Es un libro al que le doy 5 estrellas porque, a pesar de su dureza, la autora consigue que queramos seguir un poco más adelante para saber un poco más, quienes fueron que marcaron a Jude en su infancia, por qué no es capaz de valorar y disfrutar de aquello que la vida le ofrece.