Drácula

Este libro me ha resultado una montaña rusa. El principio me ha parecido absolutamente fascinante. Está contado de una manera que hace estremecer. Totalmente absorbente.
Peeeero una vez que la trama se desarrolla en Inglaterra ha bajado bastante el ritmo hasta volverse aburrido. Parecía otro libro distinto. Me ha costado bastante continuar con esta parte, que se me ha hecho innecesariamente larga.
Y luego empieza la caza del vampiro y vuelve a engancharte de nuevo.
Me da mucha pena ponerle 3 estrellas porque hubiera sido una lectura de 5 si no fuera por lo mucho que me aburrió la parte de Inglaterra, que es prácticamente las dos terceras partes del libro.
Aunque no volvería nunca a leerlo, me ha dejado con un buen recuerdo

Drácula debe estar en el top 3 de personajes literarios más versionados. Desde el terrorífico Nosferatu de Murnau hasta la interesante renovación de Coppola (con el gran Gary Oldman) pasando por la inefable cinta de Chiquito de la Calzada, todos tenemos en mente mil y una versiones de este clásico del terror gótico. Creo que un primer paso antes de emprender la lectura de esta novela debería ser una especie de borrado mental de todos estos precedentes para así poder comenzar la labor sin estar contaminados. Con esta premisa se nos presenta una obra totalmente nueva e inesperada. Terror, aventuras, erotismo, fantasía. La primera parte de la novela se desarrolla en Transilvania y es realmente espeluznante. Stoker describe con maestría bosques sombríos y lúgubres castillos envueltos en aullidos de lobos salvajes, murciélagos y lunas llenas. En serio, no por menos trillado resulta menos terrorífico. La cosa cambia un poco cuando el conde llega a Londres. Desciende el nivel de terror puro pero sigue la tensión, ¡sobre todo en los momentos en que las dos protagonistas han de dormir! El estilo epistolar es clave en ese sentido ya que nos mete directamente en las cabezas de los protagonistas y podemos sentir sus miedos y angustias de forma directa.
Como puntos negativos, alguna deducción milagrosa a lo "deus ex machina" y un final demasiado abrupto.
Hay que perdonar también al autor algún ramalazo racista y muchos machistas porque hay que entender que Stoker no es mas que un hijo de la época en que se escribió la novela.
Curiosas resultan también para un lector del siglo XXI las expresiones de los personajes. Esas floridas declaraciones de amor, esos juramentos de amistad eterna, esa caballerosidad excesiva.
En resumen, me ha parecido una obra sorprendente, por temática y por desarrollo. He pasado miedo y tensión y además me ha pintado un vívido fresco de la alta sociedad del siglo XIX, con sus prepotentes caballeros, sus damas que reprimen voluntariamente su superioridad y unas tradiciones tanto religiosas como paganas viendo como la ciencia y el progreso van poco a poco ganando terreno.

Los libros rara vez me provocan carcajadas y nunca miedo, algún desasosiego quizás, pero miedo nunca, por lo que no me ha extrañado que este tampoco me lo produjera. Por el contrario, sí me han sorprendido las pinceladas de humor que aparecen de vez en cuando (“las mujeres parecían guapas, si no te aproximabas a ellas”) o la descripción que hace del conde y que contrasta tanto con la iconografía cinematográfica. La verdad es que soy incapaz de imaginarme a Drácula con bigote y con manos anchas y dedos regordetes. También me ha llamado la atención, aunque no me ha sorprendido dado el sexo del autor y la época, la ilimitada admiración que las señoritas sienten por el género masculino y, en comparación, la poca estima que demuestran por el propio.

En conjunto, pese a la metedura de pata con temas como las transfusiones, demostrando así el gran desprecio por la ciencia que el autor sentía, o algunos hechos de la trama no bien justificados, o ese final que pareciera como si el autor, por la noche, con ganas ya de irse ya a dormir, la rematara deprisa y corriendo, me ha entretenido, sin más.

Está claro que la novela tiene la gran virtud de haber creado el mito de Drácula, lo que no está al alcance de cualquiera. Y sin embargo, el personaje fue manifiestamente mejorado con posterioridad.

Por cierto, Luis Alberto de Cuenca, nos cuenta en el prólogo de mi edición que la idea de crear al rey de los vampiros le surgió a Stoker tras cenar un indigesto centollo.

Drácula tiene una ambientación que he disfrutado muchísimo: oscura, gótica, decimonónica. El formato de “diarios encontrados” me ha gustado también, aunque a veces sea confuso el cambio de perspectivas. Además, es de estas novelas que te dan datos a captar y que no te atan hasta bien entrado el final, así que es un ejercicio de especulación bastante interesante.

La mitología del vampiro es maravillosa y me ha parecido muy inspiradora. En cuanto a los personajes, tengo que destacar la figura de Mina Harker y su amistad con Lucy. Sin duda, sus días juntas son mi parte favorita.

Aun así, el ritmo de Drácula va a trompicones. Bram Stoker tampoco se detiene en realizar grandes cabriolas y florituras a la hora de escribir, así que no es el lenguaje el que hace a este libro un poco pesado en ocasiones. Es esa manía que estoy observando en los autores de ese siglo de hacer más larga la novela de lo que da la historia.

Lo mejor es cómo se maneja el misterio y todo lo que concierne a la mitología del vampiro. Sobre todo esto último fue lo que más interesante me pareció. Lo no tan bueno es lo innecesariamente largas que se me hicieron algunas partes. Y el personaje de van Helsing. Qué pesado, colega.

Es una novela muy recomendable para amantes del terror gótico y la literatura clásica, e imprescindible para los amantes de los vampiros. Además, te da una serie de datitos históricos (con todo lo fiable que podía ser la historiografía del siglo XIX) en la primera parte que son súper interesantes de leer. Así que, amantes de lo sobrenatural, de la literatura clásica y de los monstruos, ¡esta es para vosotros!

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Si están buscando una edición de Drácula, desestimen ésta.
Las anotaciones que contiene sólo les distraerán, y no aportarán nada que ayude a comprender mejor y disfrutar más de la novela de Stoker.
Obviamente, cada quien decide qué leer y cuando. A menos que necesiten una edición crítica para comparar con otra, pasen de largo frente a esta edición. Hay muchas y muy buenas, especialmente, las ilustradas.
Después, no digan que no están sobre aviso.

Paso a la novela, ahora, que valoro con 4 *

Llego a esta novela de la mano de #Drácula2023, grupo de lectura propuesto por @REIA2003_ (Reunión de Escritores Independientes de Avellaneda) Buscando una buena edición, di con una que no solo tiene la novela, sino que contiene algo así como un estudio, y las anotaciones de Leslie S. Klinger, duplicando la cantidad de páginas. Tal vez, si hubiera leído el estudio preliminar y todo lo que hay antes, hubiera podido disfrutar de estas “anotaciones”. Pero, debo reconocer que me embolaron. Cuestiona hasta que Stoker haya afirmado que había luz de luna cuando revisando estudios de ese satélite indican que en ese día había luna nueva. Me superó,

Así que decidí pasarme a la versión ilustrada de Beatriz Martín Vidal, editada por Anaya. Así, pude disfrutar mucho más de la novela, sin los comentarios intrascendentes que nada aportan para apreciar mejor la lectura.

Quien vaya a meterse en la novela de Stoker deberá hacer el esfuerzo de desprenderse de todas las versiones cinematográficas que haya visto, ya que poco tiene que ver, aún la que agrega “de Bram Stoker”.

Me sorprendió la truculencia con que está escrita. Es imposible no presentir el horror y la sangre que correrá por sus páginas. Y, más sorprendente aún es que alterna estos pasajes con otros de descripciones diáfanas de los paisajes de los Cárpatos donde parece que “en alguna ocasión la Naturaleza hubiera celebrado aquí su carnaval”, o los interiores de las casas y castillos. Obviamente, echa mano a todos los recursos que luego serán lugares comunes de las narraciones de terror y horror: hipnosis, ostias, crucifijos y ajos. Otra cosa a la que echa mano es a los prejuicios étnicos y de género. Igual, Mina está construida bastante fuera del estereotipo de la mujer de su época,

La historia es tan conocida como sencilla: un inglés viaja a Transilvania para cerrar un negocio inmobiliario con un noble desconocido, y su vida, y la de sus seres queridos y el entorno de esos seres, cambia para mal. Me resultó imposible creer que Stoker pudiera concebir personajes tan inocentes y despistados como los cinco hombres, incluido van Helsing cuando tienen que empezar la cruzada contra el Conde, y que todo se resuelva de manera precipitada, y la historia termine bien.

¿Vale la pena leerla? Claro que sí, como todos los relatos clásicos. Eso sí, no recomiendo esta edición “comentada”.

Drácula no me ha entusiasmado, es en mi opinión un libro del que solo se rescata el mito y poco más. Aunque la primera parte promete, con una ambientación oscura y hasta claustrofóbica de la mano de los diarios de Jonathan Harker, todo cambia cuando la historia transcurre en tierras londinenses.
Porque desde ese momento la trama avanza de casualidad en casualidad, de coincidencia en coincidencia y que queréis que os diga, pero a mí me desmontó la historia y la caza del vampiro dejó de tener sentido, pues ya no me creía nada. (SPOILER de casualidades: ¿de todos los puertos de Inglaterra, tenía que ir a parar, casualmente, al mismo en que estaba Mina?, de todas las mujeres que podía haber elegido, ¿tenía que escoger a Lucy? que, casualmente, era la mejor amiga de la Mina, que casualmente estaba prometida con Jonathan. ¿De todas las casas que había en Londres tenía que alquilar la casa de al lado del manicomio que regenta un hombre que casualmente ha querido casarse con Lucy? Venga ya… y eso sin tener en cuenta el momento estelar de “Doctor hipnotíceme que no tengo ni idea como avanzar la historia y si eso ya me invento algo para tirar del hilo”…
Y si solo fuera la trama… pero los personajes se boicotean a ellos mismos de una manera casi perniciosa, pues más que por los hechos son los comentarios que se hacen entre ellos lo que los desmonta, la pedantería de van Hellsing, por ejemplo, me parece maravillosa, pero la manera que Steward quiere hacerla pasar por erudición absurda. O lo poco justificado que está el personaje de Quincey Morris, que aunque al final entiendes el porqué de su existencia no por ello dejas de pensar, que recurso literario más cobarde… Y en cuanto a Mina, bueno, sobre la mujer que piensa como un hombre mejor no digo nada porque me enciendo, y me da igual la época que se haya escrito, semejante lenguaje es el que ha conseguido mantener a las mujeres a la sombra de la historia y solo por eso no estoy sintiendo remordimientos destrozando este clásico.
En cualquier caso, el mito es el mito, y hay que agradecerle su existencia, no he leído mucha literatura de vampiros, pero solo el hecho de que exista ya merece reconocimiento. Además si reflexiono sobre el hecho que no ha dejado de leerse en los últimos cien años, no puedo más que pensar que por alguna razón hay algo en el libro que se me ha escapado, una idea o un rastro que no he sido capaz de identificar. A saber…

PARA QUIEN: Aquellos que quieran saber el origen de un mito.
LO MEJOR: La ambientación de Transilvania
LO PEOR: El lenguaje machista y el machismo exagerado.

Sin duda, el principal atractivo de esta historia es la originalidad en el modus vivendi del prota malote en cuestión, así como de los procederes necesarios para liquidarlo convenientemente.

Siglo y pico después, la novela sigue siendo objeto de reseñas y fuente de inspiración para otros productos derivados. Esto últimos, siempre sobre explotados e incluso de discutible calidad, pero, igualmente, a ver quién iguala eso: el que tu obra perdure cuando tú ya llevas más de cien años sin estar.

He leído en posts el cabreo producido por la hiperbólica sexualización de lo que deben ser tareas de hombres y mujeres (en "Drácula" se reduce a matar o sufrir, y en ser fuerte o débil según con qué atributos sexuales hayas nacido). Sinceramente, considero que este reduccionismo es adecuado al contexto temporal. El enfoque que se alejara de esto no sería realista. Un personaje, aunque lo escriba hoy, no debe decir lo que a mí me gustaría oír sino lo que lo define.

Lo que me produce saltos en reposo es lo contrario. Por ejemplo, aún recuerdo los dos primeros capítulos (de ahí no pasé) de la inefable serie "El Cid" donde, sin remilgos, se hacían alegatos feministas en el "vanguardista" siglo XI (absurdo e insulto al entendimiento a partes iguales).

Dicho lo cual, en "Drácula", la prosa me ha agradado si bien el autor quizá abusa del recurso del "diario" para contar la historia. A él le venía de lujo para no usar la voz omnisciente, pero al lector puede llegar a resultarle cansino. A mí me ha pasado.

Y como otra reseña fílmica añado también que la película del '92, completa a la novela. En el texto se echa en falta la explicación del por qué "de todo" que sí aporta el film. Además, la cinta, aún con las licencias que se toma (con Lucy o incluso en el final), consigue mantener una atmósfera erótico romántica de la que el relato en tinta adolece y que, en este, queda relegado al mero intercambio de fluidos.

Ese logro fílmico es gracias a Gary Oldman que, para mí, está en el papel de su vida (y se come con papas fritas al sieso ñoñas del Reeves que transmite menos que un párvulo en la representación navideña del portal de Belén de su cole).

Por último, mi mayor sorpresa: "He cruzado océanos de tiempo para encontrarte", no es de Stoker, no aparece en el texto. Otro acierto de la adaptación cinematográfica y una de las declaraciones de amor más bellas que haya inmortalizado el celuloide.

El libro está narrado a base de diarios, telegramas, recortes de periódico y notas personales , esto le da así un toque de realidad que te eriza los pelos . Los personajes están bien descritos es muy fácil empatizar con muchos de ellos en algunos casos es lo contrario

He leído varias veces este libro y nunca ha dejado de sorprenderme, de ahí que sea mi favorito de siempre. Un libro esencial del gótico que aún sigue impactando a quien lo lee. Como ejercicio estructural, Drácula es una novela fantásticamente montada. Hay que pensar que Drácula apenas hace acto de presencia en la narración, pero pese a todo siempre se le intuye de tal modo que todo el tiempo sentimos su aliento en el cogote mientras dura la lectura.
Puede costar un poco acostumbrarse a la forma de escritura ya que es una obra epistolar contada por sus protagonistas a través de sus diarios, cartas, recortes de periódicos, etc. pero vale la pena el esfuerzo. El estilo, su trama y sus personajes te llevan en volandas para disfrutar de una grata lectura. Se la puede dividir en tres partes, la visita al castillo, el viaje y la cacería. Creo que la primera parte es realmente brillante, logra crear una atmósfera que no he sentido en ningún libro antes. Si puedo hacer alguna crítica solo decir que el final me pareció un poco precipitado, pero no le resta calidad al libro. Una obra maestra sin duda alguna.

Lo que comenzó como un simple negocio inmobiliario por parte de un abogado inglés y un noble extranjero, se convierte en una pesadilla chupadora de sangre.
El conmocionado Jonathan es encarcelado por el espeluznante Conde, una "persona" que no querrías ver en un callejón oscuro en una caminata de medianoche sin luna. Tres mujeres extrañas, extrañas, pero muy hermosas, novias de Drácula, las hermanas raras, están en su habitación sin parecer del todo reales. Cuando Drácula llega también, se desvanecen ... en la nada. al día siguiente, el inglés no puede decidir si lo que vio anoche fue un sueño o un hecho ...


La historia fue magníficamente elaborada con imágenes coloridas y descriptivas. Bram Stoker hizo un gran trabajo al pintar una imagen mental de misterio y misterio gótico.

Si lo lees con la única intención de que sea aterrador u horripilante, probablemente te decepcionarás. Dicho esto, es uno de los libros más atmosféricos jamás escritos en mi opinión. La mirada muy analítica a la sociedad victoriana, el cuestionamiento de las tradiciones obsoletas y los estándares culturales asfixiantes, la exploración de la identidad y expresión sexual, el aumento constante de la ciencia frente a la religión, el temor espeluznante que impregna cada página con rumores de monstruos, diablos, brujas, espíritus malignos y todo tipo de cosas malvadas, la sombría arquitectura gótica y más.

En conclusión, poco puedo decir de una obra reproducida en mil y una ocasión y que prácticamente todo el mundo ha escuchado hablar de ella. Una lectura que he vuelto a disfrutar como el primer día y sobretodo en esta preciosa edición que ha sacado Penguin de bolsillo.