Y se quedaron ciegos. de un momento a otro sin ninguna causa, sin ninguna explicación. del paciente cero a toda la humanidad, a excepción de una mujer.
El sistema colapsa, en especial por el miedo. Se decreta cuarentena como en toda pandemia, pero esta ceguera brillante no entiende de fronteras, ni de barreras, ni de leyes, ni de decretos, ella se extiende e invade a todos los seres humanos y solo a ellos, a los animales no los toca y hay un perro en la historia que da testimonio de ello.
Saramago, como siempre, violenta la lengua, escribe como quiere, no respeta leyes gramaticales, las mayúsculas aparecen después de comas, los diálogos son intromisiones, casi que parece una forma de caos, pero un caos muy ordenado, de esos que se convierten en vida.
El texto de saramago es un organismo vivo y como toda vida, evoluciona, se transforma y hace lo que sea para sobrevivir, es un texto inacabado, donde nosotros los lectores somos quienes debemos hacer la tarea y es aquí donde puede resultar incómodo, pero sí logras mezclarte y navegar en el oleaje tempestuoso que te lanza, sales bien librado y contaminado y hasta encantado. Saramago te hechiza, no intentes racionalizarlo.
Saramago también es político y una obra que tiene matices de distopía y que se mueve en lo fantástico es el escenario perfecto para hacer un poquito de revolución, y si corre con suerte, un poquito de rebelión. Hay una crítica manifiesta a como funciona el mundo en momentos de crisis, de cómo los sistemas no están preparados para ello siempre se recurre a la improvisación y ya que venimos de una pandemia sabemos que todo esto es posible.
Nadie me dijo que ver este libro es como ver un capítulo de muertos vivientes o de zombies, todos están andrajosos, despeinados, sucios, descalzos en su mayoría, llenos de mocos, sangre, orina y sobre todo de mierda. El universo entero se llena de mierda, una mierda visible, olorosa. La mierda es un personaje más en esta historia, pero casi nadie la nombra, nadie la menciona, seguimos con el pudor victoriano, pero si vemos bien, no hay nada más numeroso en la tierra que la mierda, pero de eso hablaré en otra publicación.
+ Leer más