La isla de las últimas voces

Una isla perdida en el mar de Norte a donde llega una extraña caja que no se puede abrir; extraños sucesos que comienzan a desarrollarse y un puñado muy pequeño de personas que tienen distintos intereses por esta caja... Estos son los ingredientes principales con los que Mikel Santiago teje esta historia llena de misterio y suspense.

Si bien la ambientación hostil pone al lector en situación desde la primera página, mi primer acercamiento a este afamado autor ha sido un "SÍ" pero "NO". Alabo la destreza de Mikel de tener enganchado al lector, de crear un halo de misterio donde quieres saber más; pero a medida que pasaban las páginas, en mi opinión, la historia pierde fuelle y el final tampoco me ha convencido.

No obstante, daré otra oportunidad al escritor con su trilogía más famosa ("El mentiroso") porque muchas personas en las que confío me la han recomendado.

La isla de las últimas voces ha sido una decepción para mí. Tenía muchas ganas de leer a Mikel Santiago, y esperaba un thriller en toda regla y este libro no lo es.
Al principio parece que va a enganchar, pero cuando llegamos a mitad del libro comienza a hacerse tedioso.
Aunque las dos estrellas no son por mi decepción, que al fin y al cabo es por esperar más, si no porque la historia me parece un refrito. Un refrito de historias previas que ya he leído y visto en pelis, series e incluso libros. Y el McGuffin de la caja tampoco me ha hecho mucha gracia.
No obstante habrá que darle una segunda oportunidad a este escritor.

Hola, hoy es traigo la reseña de este libro que tenía pendiente des de diciembre. Es un libro que me daba mucha pereza leer debido a su peso.

Es un libro que para mi es una montaña rusa, empieza fuerte avanza más lento y termina muy rápido. No sé si es a mi parecer o es que así ha sido mi ritmo de lectura con este libro.

La historia está bien y entretenida, pero para mí falta que se resuelva el gran misterio, ya que este no se resuelve (no diré más por posibles spoilers).

Los personajes están bien, pero para mi gusto son muchos y me costó saber quien era quien hasta bien avanzada la historia (repito que puede ser por mi ritmo de lectura)

En grandes conclusiones creo que es un libro con una historia y una idea buena, pero que debería de estar más desarrollada.
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Desde que leí El mentiroso me considero fan incondicional de Mikel Santiago. Ya me he leído En plena noche, y ahora he empezado con los libros anteriores del autor.

No hay ninguno que supere al mentiroso, pero El mentiroso es mucho mentiroso, pero es una novela de la que nuevamente he quedado encantada con ella.

La trama nos lleva hasta una pequeña isla del Norte de Inglaterra ¿empieza por ahí? A ver no, empecemos.

Estamos ante dos historias que se unen en una sola a medida que vamos avanzando en la trama.

La novela empieza con un transporte de algo que va en una caja de la que lo único que sabemos es que en caso de caer en el lugar erróneo hay que proceder a su desintegración. de eso está encargado Dave un militar que viaja junto a otros nueve pasajeros entre civiles y militares.

Algo irá mal y Dave y la caja acabarán en una remota isla del norte, Kilda.

Por un lado, tendremos la narración de Dave, siempre en primera persona, y por otro lado la narración de un narrador omnisciente que nos irá narrando la historia, pero siempre cogiendo a un personaje de la novela, es decir, intercalará personajes durante la novela y así la hará mucho más amena.

Ha debido de ser un currazo para el autor y estamos hablando de una novela que ya tiene sus años, que es anterior a las que os he comentado. Vamos que el autor o bien yo no lo conocía y eso que suelo leer bastante autor español, o se ha dado a conocer con sus últimas novelas, pero el arte este autor ya lo traía de casa.

Ha sido una novela fascinante, ir conociendo a los poquitos habitantes de la pequeña Isla. En algunos el autor entrará en mayor profundidad como es el caso de Carmen, una española que trabaja en un pequeño hostal.

Entre Dave y Carmen casi nos contará el autor toda la historia, usará de vez en cuando a otro habitante del pueblo, pero en menos ocasiones y con menos relevancia.

El autor ha hecho una estructura extraordinaria con los capítulos dividiéndolos sino me equivoco en nueve partes, y a su vez esas partes en capítulos.

No sé si era necesario porque realmente la historia es continúa y no hay nada que cambie de una parte a otra salvo el avance la trama.

Las descripciones han sido estupendas nos hacen una idea de donde nos encontramos, buena ambientación, y nos hace conocer mejor a los personajes. Que creo que aquí Dave y Carmen hacen un gran trabajo, son personajes redondos, pulidos y muy bien trabajados.

¿Os recomendaría la novela?

Rotundamente sí, porque es buena, porque tiene una buena trama, porque queremos saber que hay en la caja negra, porque queremos saber que pasa en esa pequeña Isla, porque por cada capítulo queremos leer dos más.

Así que si, si os gusta el tipo de thriller que os suelo traer disfrutaréis mucho con esta novela.
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Últimamente he visto muchas buenas críticas de este autor por las rrss por lo que tenía bastantes ganas de sumergirme en su escritura. El autor da voz a diversos protagonistas que nos irán sumergiendo en sus deseos, secretos, temores...Un accidente aéreo que trastoca la vida de los habitantes de una pequeña isla. Todos tenemos secretos, pero ¿cuántos de ellos superan la legalidad? A veces los sueños son mejores que la realidad, pero no olvidemos que la realidad nos pone los pies en el suelo y los sueños navegan entre nubes. Una novela negra entretenida para pasar las tardes de los últimos días de verano.

Hoy os traigo mis impresiones sobre "La isla de las mil voces", una novela en la que se mezclan el misterio y la acción con leves toque sobrenaturales, que me ha gustado pero no ha resultado ser lo que esperaba.



Navidad de 2016. Un impetuoso temporal se acerca a la isla escocesa de St. Kilda, un lugar de poco más de cien habitantes perdido en el mar del Norte. Con el servicio eléctrico generado por gasolina y un único ferry que la comunica con el resto del mundo, aunque haya ocasiones en que le resulte imposible llegar hasta allí, su población subsiste en una precaria economía basada en la pesca. Estar allí es como viajar veinte años atrás en el tiempo.


Un avión militar con diez personas a bordo, entre militares y civiles, sobrevuela el espacio aéreo de la zona en misión secreta, por lo que el vuelo no aparecerá registrado en ninguna torre de control. Algo más viaja con ellos: La Caja. Cargada unas horas antes en una isla perdida entre Noruega y Groenlandia y con un destino incierto, La Caja no es un contenedor al uso. Es de acero blindado y mide doce metros de largo. Su contenido está refrigerado y podría tratarse de algo potencialmente peligroso dados los medios con los que va protegida. No obstante van a surgir complicaciones técnicas y el avión acaba perdiendo altura y estrellándose en las heladas aguas del mar. al accidente sobreviven el misterioso contenedor que, gracias a los pescadores de la zona, acaba desembarcando en las costas de St. Kilda y el sargento Dave Dupree, que iba escoltando el misterioso objeto en el mismo vuelo. A partir de este momento mucha gente se va a empeñar en abrir La Caja y esto podría ser un terrible error…



En esta misma isla se encuentra Carmen, una española sumida en el duelo por una horrible tragedia familiar. Un dolor que aún lleva a cuestas y que la forzó a dejar su trabajo y alejarse de su tierra y de la familia, buscando refugio en el lugar más apartado que encontró. Carmen trabaja en el único hotel de la zona, ayudando a la dueña que no está muy bien de salud y compartirá protagonismo con Dave.



La nueva publicación de Mikel Santiago cuenta con un inicio prometedor ante el que resulta complicado contenerse, porque desde el mismo momento en que se nos plantea la existencia de la Caja, se genera en el lector tal estado de tensión e incertidumbre que necesita, a cualquier precio, saber cuál es su contenido y por qué reviste tanto peligro su posible apertura. Con una prosa exenta de artificio, unos diálogos chispeantes gracias a ciertas pinceladas de un humor socarrón que le restan dramatismo a la novela, y una narrativa muy visual que te hace sentir como si estuvieras contemplando una película hollywoodiense de acción sobre catástrofes y militares de élite que tratan de evitarla, el autor ha creado una historia en la que la supervivencia es el tema principal sobre el que pivota todo el argumento.



En esta ocasión, el punto fuerte de la novela no recae en sus personajes, sino en la ambientación. El autor deja a un lado las excesivas descripciones y, con las pinceladas justas, logra trasladarnos hasta un lugar aislado geográficamente y por una meteorología adversa. Esta incomunicación estará causada por las inclemencias del tiempo (la ventisca, el frío y el azote de la lluvia) que cobran protagonismo a medida que avanzamos en la lectura, generando esa atmósfera opresiva e inquietante de tensión y misterio que la trama necesita para que el lector se mimetice con los habitantes de una pequeña localidad que es víctima de la grave crisis económica y que luchará, a cualquier precio, por su supervivencia.



"La isla de las últimas voces" se encuentra estructurada en siete grandes bloques y a lo largo de toda la trama se irán alternando dos voces narrativas. Ciertos capítulos están contados a través de un narrador omnisciente, que irá cambiando entre los distintos escenarios y personajes, y otros están narrados en primera persona por Dave Dupree, todo un acierto por parte del autor porque ha llevado a cabo un extraordinario análisis psicológico de él, permitiéndonos a través de un monólogo interior intimista profundizar en su personalidad y acceder a sus pensamientos para tratar de entender su comportamiento o incluso llegar a empatizar con él. Este constante cambio de perspectiva entre los dos narradores ayuda a mantener la tensión, pero le va a restar fluidez a la trama.



En cuanto a los personajes, tenemos tanto héroes como villanos. Su protagonista principal me ha recordado mucho a esos personajes de películas de acción que, mientras simula dormitar, está planeando cuál es la mejor manera de acabar con tu vida, y algunos de sus logros y ciertas situaciones en las que se ve implicado me han parecido rocambolescos y rebuscados. El resto de personajes secundarios, que serán más o menos relevantes, presentan desdibujadas las líneas que los contornan y apenas se profundiza en ellos, lo suficiente para que sepamos quiénes son. Incluso hay alguno que podía ser obviado sin temor a que su ausencia afectase a la totalidad del argumento. También me han sobrado algunas situaciones donde lo sobrenatural está demasiado presente y peca en ciertos pasajes de fantasioso.


Sintetizando: "La isla de las últimas voces" es un thriller de fácil lectura que contiene una correcta dosificación de la intriga, ciertos toques sobrenaturales y una tensión que irá in crescendo para tratar de provocar ansiedad en el lector. Un relato con una ambientación claustrofóbica que nos traslada hasta una isla escocesa que queda incomunicada por las adversidades climatológicas y hasta la que llega una caja que constituye un serio peligro para todo el que esté cerca de ella. Una novela que gustará a los lectores de Stephen King por compartir situaciones y elementos temáticos.
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Un terrible temporal acecha la isla de St. Kilda, en el mar del norte, casi todos los habitantes han huído y solo quedan en ella unas 50 personas, entre las que se encuentran Carmen (una trabajadora del hotel local) y un puñado de pescadores. Un día encuentran un contenedor metálico junto a los acantilados, una caja venida del mar llena de misterio.

Mikel Santiago se ha convertido en uno de mis escritores favoritos. Crea unas atmósferas y unos escenarios que hacen que entres en la trama de manera inmediata y los personajes son todos maravillosos. En este libro en concreto casi se palpa el agobio que sienten los personajes, la sensación de peligro...

Cada capítulo está contado por un personaje lo que hace que se tenga una visión completa de la historia. ¡¡Muy recomendable!!

Una historia que te intriga desde el principio, empezamos conociendo a Dave un soldado que va en un avión custodiando una caja, que es muy rara, va junto con otros soldados y dos civiles científicos, el avión se estrella y sobreviven la caja y Dave. Llegan a la isla St. Kilda, primero la caja y luego encuentran a Dave. En la isla casi no quedan vecinos porque es época de navidad y hay un gran temporal y tras marchar el último ferry solo quedan unos pocos habitantes, como unas cincuenta persona,s entres ellas están parte de nuestros protagonistas en el hotel se encuentran Amalia una señora mayor que lo regenta desde hace mucho años, en un principio con su marido y tras fallecer se encargó ella sola de todo, luego está Carmen una mujer española que en cierto modo huye de pasar las navidades con su familia así que fue la única que se presentó al anuncio para ayudarla en el hotel. y casi todos han huido en el último ferry. La cosa empeora cuando llega un gran temporal a la isla lo que hace imposible comunicarse con el exterior. Esto hace que la gente recuerde los que pasó en el verano del 2015 el pueblo sufrió inundaciones, huracanes, incendio. En el hotel está registrado Charlie Lomax quien por desgracia no trae buenas noticias para los ciudadanos del pueblo. Cuando Carmen llegó del pueblo con la compra se entera que está Charlie Lomax, entre ellos hay cierta atracción sexual entre Carmen y Charlie. Pero no les dan mucha tregua, porque dos familias de pescadores ha encontrado en aguas internacionales una caja, esta caja despierta el interés de los vecinos, los cuales quieren bajo cualquier concepto abrirla. Tanto Charlie como Carmen sugieren que no o hagan que por los indicios de ese objeto abrirlo puede ser lo peor. Como es normal en los pueblos la gente es muy egoísta, casi todos son pescadores y solo piensas que dentro hay cosas valiosas e importantes. A partir de aquí viviremos una historia alocada y aunque parezca surrealista Mikel Santiago consigue atar todos los cabos y terminar la historia de forma sorprendente. Aunque si os soy sincera me gustaría una segunda parte.La historia esta bien narrada, la descripción tanto de los lugares como de los personajes no resulta ni pesada ni monótona lo cual es algo que sabéis que agradezco. Sería un libro que recomendaría.

Desde que me topé allá por el año 2014 con la primera novela escrita por Mikel Santiago La última noche en Tremore Beach supe desde el momento en el que la leí que estaba frente a un escritor al que le seguiría la pista. Sus novelas son altamente adictivas, bien escritas y con temáticas bastante variadas, con el eje común del suspense que está presente en todas y cada una de ellas.


La novela comienza dándonos el punto de vista de Dave, un soldado al frente de un equipo encargado de transportar una enigmática caja de acero negro. No sabe qué contiene, pero su misión es hacerla llegar a su destino intacta o destruirla si algo se tuerce en el camino.

Después conocemos a Carmen, una española, que huyendo de un pasado marcado por una fatídica tragedia, trabaja en un hotel en la isla St. Kilda situada en el mar del Norte. Allí intenta escapar de su triste historia y empezar una nueva vida.


Los puntos de vista de ambos protagonistas se irán intercalando en los distintos capítulos que conforman la novela, que siendo de corta extensión ayudan a dar gran agilidad a la narración y permiten al lector darse el capricho de leer un capítulo más sin tener que emplear demasiado tiempo, pero con el peligro de irse a dormir a las tantas 😆.


St. Kilda, una pequeña isla con unos cien habitantes de población en temporada baja, se encuentra casi deshabitada debido a que parte de sus habitantes habituales se han ido para pasar las Navidades fuera y también para intentar esquivar el temporal que se avecina. Sólo unos pocos se quedan para pasar las fiestas, pero la aparición de un extraño objeto que los pescadores arrastran hasta tierra desencadenará una oleada de psicósis y violencia tal que convertirá a la isla en una trampa mortal.

El punto fuerte de esta novela es su ambientación. El autor consigue que te sientas atrapado, acorralado, sin salida, tal como los personajes van sintiéndose a lo largo de la historia. El hecho de que la acción transcurra en el ambiente inhóspito de una pequeña isla aislada en el mar, con el frío, la niebla y la lluvia constantes, contribuyen a aumentar esas sensaciones.


A mí me recordó al Stephen King de los buenos tiempos (It, Desesperación, El resplandor...). Ese que consigue atraparte con una historia en la que algo desconocido, muchas veces indeterminado pero siempre maligno, llega a una población apartada y desata la locura colectiva.


Esta novela me ha hecho recordar por qué en la adolescencia caí rendida a los pies del maestro King, al que hace mucho que no leo, por eso creo que dentro de poco leeré algún libro suyo de los que tengo pendientes en mi estantería.


Para los amantes de la literatura de terror y del suspense, este autor siempre es un seguro, y esta novela en concreto una gran lectura que os hará disfrutar de una trepidante historia.
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Mikel Santiago lo ha vuelto a hacer, me ha tenido dando vueltas a una obsesión, porque al final he empatizado tanto con los habitantes de Santa Kilda que tenía los mismos temores que ellos y las mismas ganas de saber que escondía la caja encontrada en alta mar.

La ambientación de Mikel crea un espacio completamente opresivo, una isla pequeña, con la mitad de sus habitantes porque los otros se han marchado para celebrar la Navidad, y cercados por una tormenta que la hace más inhóspita todavía. Con los pocos habitantes que quedan enfrentados entre sí, unos porque quieren abrir la caja, ya que según las leyes del mar es suya, y otros que abogan por no hacerlo porque tiene un dueño y se pueden meter en problemas, sobrevivir se hace indispensable.

Pero no es solo esa atmósfera desapacible que tan bien describe la que crea tensión, también lo consigue a través de sus personajes, de todo pelaje y condición, todos con más sombras que luces, con secretos y miedos tan arraigados en su interior que llevados al límite se convierten en una bomba de relojería. Personajes complejos con infinidad de matices, ninguno es bueno ni malo per se y eso iremos descubriéndolo poco a poco, conforme vaya avanzando la trama, conforme la climatología en la isla vaya empeorando, conforme los habitantes se vayan volviendo más hoscos y conforme vayan fallando cosas tan importantes como la electricidad y las comunicaciones.

Y es que Mikel que nos tiene acostumbrados a narraciones en primera persona introduce una novedad en esta novela, narrada a dos voces una lo hará con su propia voz y la otra en tercera persona, con un narrador omnisciente que nos dará una visión más amplia de la trama.

Dave un soldado curtido en mil batallas, será quién nos cuente en primera persona porque se encuentra en la isla luchando por sobrevivir, será quién tenga también esa vena políticamente incorrecta, el que nos dará destellos de humor que destensaran la opresión en la que nos envuelve Mikel Santiago, pequeños balones de oxigeno que nos harán sonreír, cuanto no reír abiertamente a pesar de las situaciones que narra. Y es que la mente gamberra de Dave y la forma de hablar me recuerda un montón al autor que pude escuchar en la presentación de la Fnac.

Carmen una española que lleva unos meses en la isla ha decidido quedarse porque no le apetece volver a Madrid a enfrentarse a sus recuerdos, a través de ella y en tercera persona viviremos los acontecimientos desde otro angulo distinto, con ella nos moriremos de miedo, resurgiremos de nuestras cenizas, sacaremos fuerzas de flaqueza y nos envalentonaremos. Será por momentos nuestra heroína, nuestro faro, pero también la veremos flaquear.

Junto a estos personajes principales tenemos otros secundarios de lujo, completamente necesarios para que la historia sea redonda y por ello los rudos pescadores encabezados por McGrady, Ngar y Zack Lusk, que repelen cada vez que salen a escena, es complicadísimo empatizar con ellos. O los agoreros litúrgicos encabezados por Theresa a la que se le ha ido la cabeza y nos da ese punto de locura religioso y apocalíptico. O los aliados de Carmen, Didi, Amelia, Bram y Charlie, a los que iremos descubriendo poco a poco.

Y junto a estos personajes dos más la isla de Santa Kilda que con su orografía y el temporal que la azota se convertirá en una cárcel para los habitantes que se han quedado a pesar de todo y la caja, ese objeto de discordia que parece afectar de una forma distinta a cada habitante de la isla y ninguno parece poder sustraerse a su poder.

Mikel Santiago nos somete a un ritmo endiablado, con una acción frenética, en todo momento están sucediendo cosas en una isla tan pequeña, a ello contribuyen los capítulos cortos, unos más que otros, al principio se alternan los narrados en primera persona y los narrados en tercera, conforme avanza la historia dividida a su vez en partes, esa alternancia ya no es tan perfecta, y tampoco son ellos los protagonistas absolutos, otros habitantes de la isla les toman el relevo. Desde el principio hasta el final consigue pegarnos el libro a las manos, que no lo podamos soltar en ningún momento, que todo quede atado y bien atado a pesar que en algún momento temes que se saque un as de la manga y te la juegue con un falso final.

Y ahora vamos a ese elemento al que yo le temo tanto y que Mikel integra a la perfección en la narración para que seduzca a los apasionados del género y no moleste a los que abominan de él, los fenómenos paranormales, presentes en todo momento de la novela, introducidos con tal naturalidad que pasan incluso desapercibidos, al menos a mi que no gusto de ellos no me han molestado en absoluto, incluso puedo decir que los he disfrutado, y cuando lo leas entenderás porque, ya que son una parte fundamental para entender porque actúan los personajes de la forma que lo hacen.

Con esta novela queda patente que Mikel Santiago se ha hecho un sitio entre los autores de Thriller que no tiene nada que envidiarle a ningún autor laureado, que novela a novela se afianza como un autor a tener en cuenta, y después de casi haber devorado su novela, porque para el poco tiempo del que dispongo me ha durado un suspiro, queda una larga espera, al menos de un año antes de poder disfrutar de nuevo de su narrativa, y quizás este sea el único pero que le pueda poner a una novela, que si bien no es redonda del todo, poco le falta.

Conclusión:

Si te apasionan los Trillers con este vas a disfrutar como un enano, ágil, incluso frenético en ocasiones, la isla de Santa Kilda se convertirá en tu prisión, te envolverá en su ambiente opresivo, te quitará el aliento y querrás seguir un capitulo más, y a la que te habrás dado cuenta te habrá robado la noche, eso si eres capaz de leerlo a esas horas sin que las pesadillas pueblen tu descanso.

Mikel Santiago ha creado una trama absorbente que se pega a las manos del lector y al mismo tiempo vuela y que seguro disfrutarás de sus personajes y de la historia que cuentan.

Y hasta ahí te puedo contar, porque considero que a las novelas de este autor hay que acercarse habiendo leído lo mínimo para que disfrutar descubriendo a la par que los personajes que está sucediendo en sus vidas y descubrir que cualquier persona sometida a presión y temiendo por su vida es capaz de transformarse y luchar.


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