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La niebla. ¿Qué contar de las obras de Stephen King sin son todas buenas? Además si a eso le añadimos que hay muchísimas adaptadas al cine, como en el caso de esta, quise descubrir las diferencias con respecto a la novela, que claro está, hay ciertas cosas que son diferentes. Si el lector pensaba que después de la tormenta venía la calma, ERROR. Es curioso como no te has repuesto de una "catástrofe" cuando te viene una peor, nunca mejor dicho... porque la niebla se acerca, sí, poco a poco como si quisiera ocultarse a la vista de los mortales pero no, es visible y cada vez es más densa, se acerca más y más... Así que en un intento de reparar lo dañado, los estragos que dejó la tormenta, los protagonistas se van al supermercado a por previsiones sin pensar que iban a estar "más seguros" que en su casa, porque sí, hogar, dulce hogar... La novela tiene todos los ingredientes para que te guste: un padre con su niño pequeño que quiere ir con su mamá, un vecino con el que has tenido un pleito en el pasado pero ahora se aúnan fuerzas contra lo que se avecina, los típicos vecinos y parroquianos que conoces desde pequeño, incluso una maestra y una cuidadora de tu niño, la mujer rubia y guapa que te entran ganas de tirarte porque el estrés de la situación lo requiere, y luego la instigadora paranoica que con sus alusiones a la religión y al fin del mundo hacen que los que estaban cuerdos pasen a ser unos chiflados.... En esta obra no sabes quienes son los monstruos, si los de fuera, que al final son algo que dan terror y son desconocidos y la niebla los oculta, o los de dentro que al final son todos humanos pero que son peores que los de fuera... porque realmente queda patente que es más complicado lidiar con algunas personas que con los bichos, sean de dos, cuatro, seis patas, tengan alas, ventosas, etc.. Es un libro corto, muy bien narrado que huye de tramas rebuscadas y liosas para presentar una sencilla y directa. El libro cuenta con once capítulos en los que la tensión es constante. Es capaz de transformar una situación aparentemente normal, una simple niebla, que le podría pasar a cualquiera, en una situación extraordinaria que lleva al límite a los personajes, a los que apenas da un minuto de respiro. El fácil empatizar con David, al narrador de la historia, solo hay que pensar lo que haría uno en esa situación, la voz de la razón, y su sufrimiento se transmite a través de las páginas. Pero sobre todo el miedo, es algo tan real a pesar de que esa niebla es claramente sobrenatural, que es fácil sentirlo mientras pasas las páginas. Está ahí junto al lector, un acompañante más durante la lectura. Por cierto, el final del libro es diferente al de la película, algo que ya ha pasado en otras adaptaciones de las obras de King, solo por eso merece la pena leerlo, si la niebla no te acompaña.... + Leer más |
Richard Bachman hace años que no está entre nosotros pero dejó su obra marcada a fuego en quienes leemos a Stephen King. Junto al escritor Luciano Lamberti, ganador del premio Clarín novela por Para hechizar a un cazador, Ariel repasa la obra de Bachman y deja que se cuele una novela que ambos defienden con uñas y dientes: Los Tommyknockers.
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