Esta historia amorosa de Emilia Pardo Bazán es mucho más que un romance entre lo mejor de la sociedad española. En esta ocasión deja a un lado su característico naturalismo para dar de lleno con un realismo impactante. La crítica más feroz que he visto en esta novela ha sido a los grises convencionalismos sociales y protocolos inservibles en una sociedad española hipócrita y vigilante. En un mundo en el que una simple mirada puede llevar al extremo de repudiar a una persona, cualquier desliz de similar índole no puede pasar desapercibido por los componentes más selectos de la aristocracia. Un error y adiós. Pero, Emilia Pardo Bazán no se queda ahí, y señala que si este desliz es cometido por un hombre, se habla de él y se critica pero se le sigue admitiendo en el riguroso círculo de amistades. Por el contrario, si es una mujer la que comete un fallo, no solo se la juzga sino que además pierde todos los privilegios de los que hasta entonces disponía. A no ser que ese desliz termine, lo más rápido posible, en boda. En definitiva, una mujer no puede conocer a hombres y equivocarse: tiene que acertar a la primera, sino se convierte en desliz y fallo grave. Por el contrario, el varón puede catar lo que quiera que no corre peligro alguno su honor. Bonita sociedad que pintaba Pardo Bazán y que todavía da sus coletazos en pleno siglo XXI. Por supuesto, la escritora tiene más críticas en la manga, y otra de ellas que resulta destacable es la desigualdad de estratos sociales que había en su época. Algo ha cambiado el asunto en España, pero me ha gustado mucho el retrato real de Madrid que hace la autora. Si en otros de sus libros me llamaba la atención las descripciones de paisajes y habitaciones, en este me ha encantado las que hace de comidas y bebidas. Me sigue fascinando el legado cultural tan grande que nos dejó esta mujer. También destaca una narración diferente, cambiante, de tercera a primera persona. Un libro recomendable, en el que no te puedes quedar solo en la historia romántica que nos cuenta, sino en ese contexto social tan rico en detalles que te da buena idea de cómo era entonces. + Leer más |
Presentación del libro Lo que quede (Continta MeTienes, 2024). Con Irantzu Varela, autora, e Irene Montero
Queda lo escrito, todo lo demás no queda, escribió Emilia Pardo Bazán, e Irantzu Varela, comunicadora vasca, feminista, bollera y activista gorda, retoma estas palabras y las trasforma en una invitación a adentrarnos en estas memorias autopornográficas en las que nos cuenta cómo ha llegado a ser quien es hoy.
La escritora y monologuista compone esta biografía a través de relatos cerrados que, potentes como disparos, en ocasiones nos queman la piel, nos llenan de rabia y nos dan ganas de quemar cosas. Sin embargo, en sus palabras siempre hay una puerta abierta, el apoyo de las suyas, la ternura con la que habla de sus raíces y por supuesto la intención deliberada de convertir los dolores y violencias propias en movimientos y acciones colectivas.
Varela no se presenta sola, sino que a lo largo del libro convoca un akelarre de mujeres artistas, a través de cuyas citas y referencias podemos aproximarnos al universo más personal y político de la autora. A falta de reparación, o a la espera de ella, ojalá Lo que quede sirva como alivio de lo vivido.