1984

1984 era un clásico que no había leído y que me prestó y recomendó una amiga.
Se trata de una novela distópica que en ciertos puntos, no parece tan lejana.
Increíble la capacidad del autor, George Orwell, de transmitir ideas y de crear un mundo tan atemporal.
Ciertas partes del libro se me hicieron un poco pesadas de leer, como las partes del libro de Emmanuel Goldstein, aunque entiendo que son partes importantes y que nos adentran en el mundo orwelliano. Un libro que hace reflexionar y que como buen clásico, hay que leer.

Un clásico que tenia ganas de leer hace tiempo, de esos que está en tu lista interminable de libros pendientes, esta vez hasta mi marido y mi hija lo han leído antes que yo así que ya tocaba. Desde el principio he quedado sorprendida y enganchada, una distopía que, en algunos puntos, se parece a lo que vivimos ahora, aunque no tan radical ni tan extremista. La imaginación de Wells en esa época y como se adelantó al futuro es sorprendente. El protagonista se hace mil preguntas y quiere salir del rebaño del que no es fácil escaparse. Poco a poco se va descubriendo, capa a capa, todo lo que hay debajo de ese idolatrado Hermano Mayor, una dictadura en toda regla aunque el dictador no tenga un solo rostro. Un libro magnífico.

Al igual que con los demás clásicos que he conseguido leer, esta historia empezó lenta; sin embargo, poco a poco fui siendo atrapada por las ideas políticas, económicas y culturales que se reflejan durante la lectura, y que te hacen sentir que no es una historia tan alejada de la realidad actual. de hecho, me ha gustado mucho que el autor es tan crudo al expresarse en referencia a las ideologías que se sobre-entienden, consiguiendo con ello una restrospección de lo que es ahora la sociedad en la que vivimos.

Debo admitir que llegué a sentirme algo decepcionada debido a la parte en el que se da el desenfreno de Winston y Julia, haciéndome sentir que en realidad era una historia más de romance que una distopía, y que por momentos llegaba a hacer la historia un tanto repetitiva con el hecho de -*inserte voz ñoña*- «estamos haciendo algo que al Partido no le gusta y me vale. Pero tengo miedo de que nos descubran, pero me sigue valiendo porque podemos llegar a ser más inteligentes y así nadie nos descubrirá. Pero sigo teniendo miedo de que nos descubran aun cuando sé que lo harán». O sea, está bien la adrenalinda de un amor, ¡pero ya! ¿Harán realmente algo para frenar esta locura de sociedad que el Partido la hace ver con «cordura»? No obstante, cuando Winston decide que es hora de rebelarse y comenzar a hacer algo, confiando en este otro personaje llamado O'Brien, todo cambió. Regresé a amar la historia.

Aunque a muchos lectores les pueda parecer que más de una vez se repiten ciertos temas relacionados a la explicación del contexto de lo que hace o no el Partido, es esa historia de fondo en la que parece más una crítica a lo que suelen hacer los gobiernos y sus adversarios, lo que más me ha gustado; convirtiéndose en una fuente inagotable de debates. Es mi primer contacto con Orwell, y no creo que sea el último.

Y ni hablar del maravilloso epílogo escrito por Thomas, en la edición que me he leído. de verdad he quedado impactada.

Definitivamente es un libro para recomendar, pues ciertamente se encuentra una obra de calidad de la que si lo lees, nunca te arrepentirás. Además de que siempre dejará esa pequeña duda de para qué generación fue escrita; si alguna que ya pasó, para la generación presente, o para aquella que está por venir.
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Son muchos los análisis que se han realizado alrededor de esta obra desde su construcción literaria, sus razonamientos políticos, sus componentes antropológicos, su carácter psicológico que resulta casi imposible decir algo novedoso sobre ella desde cualquier ámbito de la academia, resultando en algunos casos más satisfactorio hablar desde la pasión propia de cada lector al encontrarse frente a un texto de carácter distópico, que de manera premonitoria pudo plantear tantas situaciones futuras, que hoy vivimos y a pesar de la advertencia no logramos transformar o huir de ellas.
Es 1984 uno de mis libros favoritos, al cual regreso con pasión y entusiasmo para entender un poco más de los acontecimientos que nos entrega el autor mezclando su experiencia, sus aficiones y pasiones para crear este nuevo régimen totalitarista en el que el domino del hombre como especie está sujeto a una larga cadena de mentiras por quienes ostentan el poder, sumiendo al pueblo en la ignorancia al modificar los estamentos educativos, el manejo del lenguaje, la libertad a la intimidad y la posibilidad de soñar.
Desde el inicio del relato la historia no va bien para sus protagonistas y su final es consecuente con el temerario reto que representa soñar en una sociedad en la que los ojos y oídos de una figura omnipotente y omnipresente creada por el mismo hombre, nombrada como El Gran Hermano, es amo, señor y dueño de los destinos aunque su historia sea cambiante, nadie lo reconozca y nunca nadie haya visto a su enemigo, figura receptora del odio que se incuba en la población por las limitantes de sus vidas y que necesita escapar de alguna forma.
En esta historia el amor solo es un placebo para el dolor, el lenguaje una deformación de la conciencia, la historia un elemento maleable que puede ser transformada a voluntad y la capacidad de soportar el dolor solo un camino de tránsito para ser quebrado cuantas veces sea necesario.

Hay algo aterrador en las distopías. Hasta ahora no he leído ninguna sin pensar que hemos llegado a convertirnos en esa sociedad que se está construyendo en el libro, por lo menos en algunos aspectos. Y “1984” (1949), del británico George Orwell, me dejó intranquila. Sigan leyendo para averiguar por qué.

Winston Smith es un hombre que vive bajo el régimen del Ingsoc, el Partido cuyo referente es Gran Hermano. Smith trabaja en el Ministerio de la Verdad, que se encarga de alterar la Historia para contarla como el gobierno quiere, y empieza a interesarse por Julia, del Ministerio del Amor, el cual controla que las personas sean fieles al Partido. El problema está en que ninguno de los dos lo es.

En esta novela Reino Unido pertenece a una región llamada Oceanía, conformada por otros países y continentes. Como es de esperar, viven en guerra con otras dos regiones que tienen características particulares. Nada de esto suena ajeno o fantasioso: basta con conocer un poco de la política de la época pasada –y actual–. Ahora bien, la sociedad permanece vigilada en todos lados y a todas horas porque el Partido necesita que las personas piensen de la misma forma y odien a Goldstein, némesis de GH. Para esto usa los ministerios. Es decir, funcionan para el Partido, no para mejorar la vida de nadie.

Smith es un personaje atribulado. Es la oveja descarriada y la conspiración contra el Partido lo tienta demasiado, mucho más que Julia, la mujer que lo atrae –Smith es misógino, vale aclarar–. al igual que los personajes principales de “Nosotros” (1924), de Evgueni Zamiatin, lo que hay entre ellos no es amor. Los une el espanto porque hasta los niños denuncian a los traidores. Hay un ascenso y descenso de Smith, ya que su intento de romper cadenas se da de forma paulatina y eso genera tensión, pero luego debe pagar las consecuencias. La tortura física y psicológica está a la orden del día.

Debo mencionar cómo el lenguaje se convierte en un recurso de control. Es una genialidad horrenda. En Ingsoc proponen la neolengua que pretende suprimir palabras del vocabulario para que respondan mejor a “las necesidades ideológicas”. El apéndice de la novela es imperdible porque explica con profundidad los objetivos y la formación de palabras. Por eso creo que Orwell escribió un libro que parece estar diseñado milimétricamente.

"1984" no deja de ser una novela de ideas, por más que la clasificación como ciencia ficción sea indiscutible. Invito a que lean las razones por las cuales el autor la escribió porque no tiene desperdicio. Y repito: la resonancia en la actualidad asusta mucho. Desde 1950 hasta acá seguimos girando alrededor de lo mismo y volviéndonos "un poco más Oceanía" cada día.



Muchas gracias a la editorial por el ejemplar.

Un futuro que para nosotros es pasado, pero que está presente te en nuestra cotidianidad.
Opresivo al punto de asfixiar, Orwell narra como El Partido busca corregir a Winston Smith de su pensamiento disidente. Entremedio, una historia de amor que nunca sabremos si fue amor o método correctivo.
Insisto, siento que todo lo que ocurre en esta destopía nos está pasando en este preciso instante.

En el año 1984, como resultado de un sinfín de guerras y conflictos bélicos el mundo quedó dividido en tres súper Estados: Oceanía, Eurasia y Asia Oriental, cada uno con un gobierno totalitario diferente que permanece en una guerra constante con los otros dos para poder dominar sus respectivos territorios. La historia se desarrolla en Oceanía, donde el modelo de gobierno es el socialismo en su más pura expresión y la principal figura de autoridad es el Gran Hermano. Oceanía es el país que cuando está en guerra con Eurasia y es aliado de Asia Oriental toda la vida ha estado en guerra con Eurasia y ha sido aliado de Asia Oriental porque la historia lo prueba y la población lo cree. Oceanía también es el país que cuando está en guerra con Asia Oriental y es aliado de Eurasia toda la vida ha estado en guerra con Asia Oriental y ha sido aliado de Eurasia porque la historia lo prueba y la población lo cree.

La sociedad de Oceanía se divide en tres partes: el partido interior, los más cercanos al Gran Hermano y encargados de liderar los ministerios que rigen el estado, gracias a esto tienen muchos más beneficios que el resto, en la pirámide jerárquica de la nación son los altos, los poderosos; Luego esta el partido exterior, los empleados públicos que en su mayoría trabaja para cada uno de los ministerios, tienen una calidad de vida muy inferior en comparación con el partido interior pero gracias a ellos el estado se mantiene en pie, se encuentran en el lugar de los que tienen algo de importancia, pero muy poca, en la pirámide jerárquica de la nación son los medios; Por último tenemos a los proles, la parte más baja de la sociedad y la mayoría, viven al margen de las leyes del partido por lo que podría decirse que son los que conservan todo el sentido común que el partido desecha a diario, los altos y medios los consideran retardados, en la pirámide jerárquica de la nación se encuentran en el último puesto, los que no tienen el derecho a la opinión ni el interés necesario para darse a respetar, los bajos.

Oceanía, el país donde el pasado es lo que el partido decide, el presente lo que el partido representa y el futuro sólo significa su propia eternidad. El país donde el concepto del “individuo” se ve remplazado por “el partido”, donde todo sentimiento de amor, fraternidad, respeto, lástima, dolor y amistad fue arrancado de raíz para que la admiración por el Gran Hermano, el odio animal hacia el enemigo y las ansias exageradas de poder tomen su lugar. Donde los hijos entregan a sus padres, los padres temen a sus hijos. Donde se borra de la existencia a esas personas que comienzan a tener dudas y a las demasiado inteligentes para ser manipuladas. Donde la libertad de pensamiento es el peor crimen y la libertad de acción una sentencia de muerte.

Winston Smith, nuestro protagonista, es un empleado del Ministerio de la verdad perteneciente al partido exterior, su principal trabajo consiste en cambiar archivos y editar cualquier tipo documentos que comprometa la integridad o la veracidad del partido, tiene una vida es relativamente buena pero desde hacía ya un tiempo comienza a tener dudas, ¿ La vida siempre fue así o antes era mejor?, ¿El partido en realidad busca el bien de Oceanía?, ¿Existe de verdad una rebelión en las sombras?, Y si esto es cierto ¿ Tendrán una oportunidad para derrocar al Gran Hermano?.

Conozco muy poco sobre política, pero algo que tengo muy seguro es que se trata de algo asqueroso. Más que la gravedad, el poder es lo que mantiene al mundo en movimiento: lo entiendo de esta manera, las personas que ya lo tienen desean más y los que no lo tienen intentan arrebatárselo a los primeros para luego desear más. Aunque se trate de una obra de ficción, toca temas muy delicados como el manejo de los gobiernos de personas ansiosas de poder y que son capaces de hacer para conservarlo, además de referirse a la represión como nunca antes se había visto. El estilo narrativo es muy bueno y no se trata de una lectura pesada ni difícil de entender, el argumento de la obra resulta interesante. Lo tenia en mi biblioteca digital desde hace bastante pero no lo había comenzado sino hasta que me lo prestaron en físico, es el primero que leo de este autor y pienso continuar con el. Para todos aquellos que quieran algo impactante y tengan tiempo para reflexionar después, 100% recomendado.

Hoy os traigo una nueva edición de una de mis distopías favoritas.

En esta historia nos encontramos con una sociedad dirigida por un gobierno totalitario, que vigila constantemente a sus ciudadanos con pantallas en cada domicilio, donde no se permite pensar ni actuar más allá de lo que te dictan, , donde se manipula y se reescribe la historia cada día para que siempre esté a favor y de la razón al gobierno y la verdadera historia se vaya perdiendo, y uno de los encargados de este trabajo, es Winston Smith, nuestro protagonista, quien, poco a poco, irá replanteandose su vida y sus actos y empezará a dudar de todo y a rebelarse contra el sistema.

Como dije anteriormente, es una de mis distopías favoritas, lo he leído un par de veces y en cada lectura me ha atrapado y fascinado. Una de las cosas que más me gustan es como el autor describe y explica perfectamente la sociedad en la que nos adentra. Si bien, en algunas partes puede ser más lento y denso, para mi no le resta interés y me parece una historia maravillosa y aterradora a la vez por las similitudes que encontramos con el pasado y el presente al que nos dirigimos 🙈.

Para mí es un libro de 10 y si aún no lo habéis leído y os llama la atención, os animo a que le deis una oportunidad.

En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso y su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos. Hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.

Comentar algo de esta novela me parece casi repetitivo, así que no me extenderé. Es una novela que considero de lectura obligatoria para cualquier lector. Buena literatura, buena narrativa y crítica arrolladora.

Como ya sabéis, no pude acabar este libro, así que la reseña será algo más corta que las demás. Creo que este es el mayor desastre literario de mi vida.
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1️⃣9️⃣8️⃣4️⃣ Todos habéis visto por mis stories que el libro no me estaba gustando nada y que se me estaba atravesando...y lo cierto es que tuve que abandonarlo por mi propia salud mental. No se deben leer libros por obligación, ni por insistencia de los demás lectores. Sé que para muchos de vosotros es un gran libro, incluso conozco gente que me ha dicho que es de sus favoritos. Pero también pido comprensión, porque gustos y opiniones tenemos todos. Y yo, ya sabéis que la sinceridad siempre por delante.
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1️⃣9️⃣8️⃣4️⃣ Una cosa que tengo clara, es que voy a dejar los clásicos apartados de momento. Es más que evidente que no están hechos para mí. Los he intentado leer por recomendaciones y por conocer esos libros de los que habla todo el mundo, pero...no puedo. Soy un impopular opinion con piernas, llamadme como queráis. Pero no me gustan.
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1️⃣9️⃣8️⃣4️⃣ Se me estaba haciendo muy pesado, no me gustaba el protagonista, no entendía bien algunas cosas...¿para qué seguir y crearme trabas innecesarias o buscarme un bloqueo lector? Preferí que no. Dejarlo a tiempo y continuar con otra de mis lecturas. ¡Como si no hubiese más libros!
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1️⃣9️⃣8️⃣4️⃣ Cuando estaba escribiendo esta reseña, sentía la necesidad de pedir perdón. ¿Pero...por qué? ¿Pedirle perdón a quien, exactamente? No he ofendido a nadie, no he herido a nadie. No he faltado el respeto a nadie. Así que lo siento, pero cero disculpas. No me ha gustado, y lo digo con todas sus letras. Así que espero que me entendáis. Gracias 😊😊. Esta vez no lo voy a puntuar, porque ha sido abandonado y no sería objetivo.
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