El baile

Descubro con esta breve novela a la autora, de quién me ha impactado y conmovido su trágica vida. Hija de una familia judía, escapó de la Revolución bolchevique y se instaló en Francia. Obtuvo gran éxito en el mundo literario, pero tristemente terminó siendo arrestada y llevada a Auschwitz, donde murió de tifus. 

En esta novela ambientada en el París de principios del siglo XX, conoceremos a los Kampf, un matrimonio de nuevos ricos con deseos de darse a conocer e impresionar a la alta sociedad parisina. Para ello, la señora Kampf decide organizar un gran baile, con más de doscientos invitados, para el que no debe faltar nada. 

Su hija de catorce años, Antoinette, sintiéndose ya en parte adulta, suplica a su madre poder asistir, pero ante la rotunda negativa, decide que ha llegado el momento de vengarse de su progenitora. 

Un libro más de esta colección que, pese a su brevedad, nos ofrece y transmite muchísimo. La visión de los nuevos ricos y su afán por impresionar, las envidias, el miedo a envejecer y especialmente la fría y carente de amor relación madre e hija que, por lo que he leído, tiene cierto toque autobiográfico. 

Una excelente historia para conocer a la autora, con un final de esos que no te dejan indiferente.

Nacida en Ucrania, Irène Némirovsky, creció en Francia, en el seno de una familia adinerada, sintiéndose a menudo ignorada y menospreciada por su madre.
Leyendo su biografía y después, El Baile, la historia que cuenta suena ciertamente autobiográfica.
Se lee en un ratín de siesta y resulta curioso, divertido e interesante, sobre todo la cocción a fuego lento de la venganza.

Llevo con Suite francesa, de Irene Nemirovsky, un buen tiempo ya, pero siempre me frena su extensión. Cuando vi en la biblioteca El baile, tan cortito y sabiendo que es una de sus obras más reconocidas, no me pude resistir a probar.

Más que una novela podríamos decir tranquilamente que se trata de un relato largo, ya que consta de menos de cien páginas, con letra y márgenes generosos. En ella se centra en lo que nos dice el título, un baile, organizado por una adinerada familia que todavía no tiene el reconocimiento de la alta sociedad francesa y que trata de ganárselo en este evento.

Poco más que contar de la trama, ya que sería entrar en spoilers con lo breve que es (aprovecho para recomendar no leer la sinopsis que trae el libro).

Aunque es una trama muy sencilla, a mí me ha convencido. Cierto es que ni desarrolla demasiado los personajes ni la historia tiene mucha chicha pero, como digo, si lo tratamos como un relato, es muy bueno. Me ha convencido el planteamiento, el desarrollo y ese final con mensaje.

Poco que añadir, notable libro que me deja con ganas de ponerme pronto con Suite francesa.

Curiosidad: mientras leía este libro, estaba también con Si esto es un hombre, de Primo Levi, que no tendrían nada que ver si no fuera porque Irene perdió la vida en Auschwitz, y Primo Levi cuenta sus días de sufrimiento en dicho campo de concentración.

El baile me ha sorprendido por la capacidad de la autora de crear una historia que te engancha, incomoda, inquieta y te pone en la piel de unos personajes perfectamente dibujados, haciéndote sentir con ellos hasta sentimientos contradictorios en apenas 80 páginas. Ni le sobra ni le falta nada. En serio, para hacer algo así tienes que ser muy buena.

Cuando la familia Kampf, en un golpe de suerte, se convierten en 'nuevos ricos' se obsesionan con su nuevo estado social y se empeñan en aparentar y hacer todo lo posible para integrarse entre el círculo de la burguesía. Es por eso que organizan un baile en casa invitando a las personas más importantes e influyentes. Su hija adolescente Antoinette, sueña ilusionada con el gran evento hasta que su madre le prohíbe asistir y es entonces cuando, casi sin querer, aprovecha una oportunidad inesperada para vengarse. Y qué venganza Una crítica a la sociedad de las apariencias que perfectamente serviría para nuestros tiempos de postureo. Simplemente genial.

Ya iba predispuesta a que me gustara Némirovsky y no me ha defraudado.

En este relato sencillo en el que una madre no deja ir a su hija de 14 años a un baile que organizan en su casa para darse la bienvenida a ella misma a la clase alta de París, la autora no sólo transmite perfectamente la frustración de los 14 años, cuando ya no eres una niña, pero tampoco puedes ser considerada una adulta... Define también las diferencias de clase y los amiguismos, y sobre todo, una relación entre madre e hija muy compleja.

A raíz de la prohibición, el enfrentamiento entre madre e hija es inevitable. A Antoinette se le ocurren muchas maneras de hacer daño a su madre y nos tiene sufriendo gran parte del relato. Por su parte, Rosine no piensa ni por un momento que haya podido hacer algo mal... le parece lo más lógico del mundo que si ella misma no ha tenido la oportunidad de vivir la vida que se imaginaba para ella, todavía no le ha llegado el turno a su hija... Es realmente chocante el momento en el que nos metemos en la mente de la madre.

A ratos me ha recordado a 'La hijastra' de Caroline Blackwood, otras veces parecía que estaba recordando mis propias rabietas de adolescente, cuando todo es tan intenso... He podido comprender en parte a esa madre egoísta, y también me ha puesto en el lugar de ese padre despreciado que después de haberlo dado todo, parece que sigue debiendo más...

Tengo muchas ganas de seguir descubriendo el mundo y los personajes de esta autora nacida en Kiev que tuvo que exiliarse por ser judía en varias ocasiones hasta que se asentó en Francia y que murió a los 39 años en Auschwitz.

Es la primera obra que leo de la autora y aunque es breve me ha parecido muy entretenida. Obviamente al ser tan cortita es muy predecible y te esperas lo que va a ocurrir, pero la forma de escribir de la autora es brillante y los golpes de humor que tiene hace que te lo leas del tirón.

Una familia más preocupada por ser reconocida por la sociedad que por el bienestar de su propia hija.
Una familia más preocupada por enviar a su hija a clases de música que por darle cariño.
Una hija adolescente que piensa que todos están en su contra y es una incomprendida.
Una novela escrita en 1930 (hace más de 90 años) pero que perfectamente podría ser actual. En aquel entonces eran los bailes de sociedad y hoy son las redes sociales y el que dirán.
Irène Némirovsky en pocas páginas nos muestra una familia llena de egoísmo, celos, afán de protagonismo…

Para mí este libro es una pequeña joya. Es muy cortito, pero es una delicia leerlo. de lectura rápida, te deja un buen sabor de boca. Está muy bien escrito y la historia que relata es interesante. Para disfrutar de un buen rato de lectura. Lo recomiendo.

Irène Némirovsky murió con treinta y nueve años en el campo de concentración de Auschwitz. Antes, sin embargo, dejó escritas obras como esta que recordarían a una escritora que, pese a su juventud, dio a luz novelas sólidas y de calidad.
"El baile" es una novela brevísima de menos de cien páginas. En ella nos encontramos a una familia que desde hace poco tiempo posee un gran capital. La familia está formada por el matrimonio y una hija adolescente que no cesa de recibir malos tratos por parte de su madre.
Narrada en tercera persona, la historia nos muestra a una madre de familia que está ansiosa por demostrar el alto estatus social que poseen. Pese a tener mucho dinero, la familia no forma parte de la burguesía local, así que se decide a hacer una fiesta a la que asistirán condes, duques, aristócratas y las mujeres de todos ellos, para granjearse la amistad de la aristocracia y entrar en la alta sociedad. La hija muestra su voluntad de querer asistir a la fiesta, pero la madre se lo impide y genera un conflicto entre madre e hija que será el epicentro de la historia y el desencadenante de lo que ocurra finalmente.
Némirovsky nos define la figura de la madre como una persona autoritaria que humilla, golpea e insulta a hija a partir de su carácter prepotente que el lector puede observar por sí mismo. Pisotea la moral y la autoestima de su hija en numerosas ocasiones y no muestra ni rastro de compasión o, siquiera, de bonhomía. La madre de esta historia es, quizás, el personaje ficticio que más he odiado. Genera una animadversión sublime en el lector.
La hija está en edad de empezar a asistir a fiestas y celebraciones familiares para presentarse en sociedad, pero la madre se lo niega. Y el padre, que es una figura más bien fantasmal y títere de la madre, actúa de un modo pasivo-agresivo tras el cual la niña se ve indefensa e incomprendida.
De hecho, la madre llega a desear la muerte de su hija. Y la hija llega, por desgracia, a querer morirse para poder ser libre y alejarse de aquella madre enferma de ira, en lo que sería una metáfora de la libertad con la que soñaría la autora años después de la publicación de esta novela. A la hija le roban la infancia, su felicidad, su posibilidad de abrirse al mundo, pero la madre se lo niega todo, le regaña en exceso por cada paso que da.
La familia es defensora de la doctrina cristiana, y por ello la religión aparece en esta historia, aunque no demasiado explícita. Esta doctrina se refleja, por ejemplo, en la defensa que hace la madre de poner la otra mejilla ante el golpe ajeno.
La teoría del "quiero y no puedo" en esta novela cambia de rumbo, puesto que la familia ahora sí puede económicamente, pero aspiran a más. No es esta una novela recatada, lo que podría pensarse por la época en la que se publicó, ni mucho menos.
El final de la novela es un vuelco propio de la justicia social. En un momento a solas, el narrador nos desnuda a la madre mientras se hace una explícita crítica a la vida, a los sueños, a las aspiraciones incumplidas. La vida es otra cosa. Y la madre se entristece porque no consigue lo que se ha propuesto. Sin embargo, esto no justifica su manera de comportarse con su hija.
Némirovsky es quizás más conocida por otras obras suyas como "La suite francesa". El baile tiene el mismo halo de novela social y aristocrática que "Miedo", de Stefan Zweig, y que tantas otras obras contemporáneas de esta. Como aspectos negativos de la novela, solo dos minucias: la traducción comete laísmo. Y, por otra parte, las frases de la criada casi siempre se dicen en inglés, sin traducción, para darle énfasis a la nacionalidad de la criada. Son frases sencillas, cortas y fáciles de entender, pero quizá haya personas que tengan que buscar la traducción de estas para no omitir los diálogos de la criada.
Una novela durísima, no tanto por la historia, que también, sino por el personaje dañado moralmente de la hija, que lleva sobre sí misma el peso de muchos años de maltrato físico y psicológico por parte de una madre déspota que recibe de su propia medicina al final.

Solo he leído dos libros de esta autora y en ambos casos me ha sucedido el mismo fenómeno, y es que odio intensamente a las protagonistas pero la historia es tan buena y está tan bien narrada que no puedo dejar de leerla. Me gusta mucho como describe esos sentimientos tan profundos de egoísmo, de relaciones banales y a la vez intensas, me gusta mucho esa capacidad de transmitir todo eso, e inclusive llegar a comprenderlos aunque me parezcan exagerados, pero puedo decir que he conocido historias de la vida misma muy similares o bastante parecidas. En el caso de esta novela no hasta ese extremo pero si el poder identificar esa ira, esa envidia y esos celos de madre a hija viceversa. También me gusta como crítica a esas familias que hacen todo por encajar en un ambiente élite, aunque este lleno de hipocresía y falsedades, pero eso importa mucho más que la familia y las relaciones reales. En definitiva me gusta mucho esta mujer y seguiré leyendo sus obras. Esta es una novela corta pero intensa que no le falta ni le sobra absolutamente nada. Es de lectura fácil y se puede disfrutar en un par de horas.