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Ana Shirley es una pelirroja huérfana de once años que llega al pequeño pueblo de Avonlea para cambiar la vida de todos los que la rodean con su potente imaginación. Ambientada a principios del siglo XX y situada en la isla del Príncipe Eduardo (Canadá) las descripciones de los paisajes no pueden ser más mágicas, aunque la mirada de la protagonista los embellece aún más. A lo largo de la historia conocemos a una serie personajes entrañables con los que Ana compartirá experiencias mientras crece. Conoceremos su gran corazón, su necesidad de tener un hogar y su increíble habilidad para meter la pata. La familia, el amor, la amistad, el esfuerzo, la gratitud, la capacidad imaginativa, nunca dejar de ser uno mismo, entre otros son los temas por los que las distintas aventuras nos van llevando. Me reí a carcajadas, sonreí y en algún momento se me escapó una lágrima, así de intensa es la historia. Había leído esta novela hace unos 30 años y su relectura fue como volver al patio de mi infancia, en el que me escondía a leer para que mi mamá no me llamara a ayudarla en los quehaceres domésticos. El final me dejó con ganas de saber más y con una gran sensación de melancolía. Por suerte, la aventura continúa y en la segunda parte de la saga. Sin dudas, Ana la de Tejas Verdes es un libro para todos, sin importar edad. Lo recomiendo. + Leer más |
Ana de Tejas Verdes es la primera de las nueve novelas en las que Lucy Maud Montgomery narra la vida de Ana Shirley, una niña de once años que deja el orfanato para irse a vivir a Tejas Verdes, la granja de los hermanos Cuthbert. Gracias a su carácter imaginativo, inteligente, alegre, fuerte y luchador, se gana no solo el corazón de su familia adoptiva, Matthew y Marilla, sino también el de todos los habitantes de Avonlea.
Adaptada al cine, a la televisión, al anime e incluso al musical, Ana de Tejas Verdes es un hermoso canto a la importancia de la familia, la amistad y los sueños.