Ana de las tejas verdes. La llegada

Ana de las tejas verdes tiene tantas versiones como emociones, sentimientos y sensaciones existen en su noble corazón de niña , como Fantasías rondan su mente , o como pecas abundan en su rostro de pelirroja.
Un inconveniente para concretar su lectura con tanto “ bombardeo visual “ en torno a esta novela pletórica, de fantasía, inocencia, romanticismo que abarca desde la inclinación de los sentimientos hasta lo melodramático de la interpretación de los mismos por la larguirucha y delgada protagonista,
La más reciente versión ( Anne with E ) que me llevo a retomar y culminar su lectura, ahonda en temas actuales, como acoso infantil, segregación, discriminación, inclusión. Sin perder la esencia de la historia original.
Pero le resta toda la candidez, la fantasía, la inocencia, el naturalismo incluso, que hacen de esta novela un clásico rebosante de lectura por el placer de leer, por el simple hecho de permanecer enamorado de la literatura.
Novela que da inicio a una saga en la que acompañamos a la heroína a través de su vida, su imaginación y su tendencia al romanticismo, ( cualquier semejanza con la asombrosa Amy, mencionada en el libro “ Perdida “ de Gillian Flynn, es mera coincidencia ) . Huérfana adoptada por error, que conquista, con su desgarbada silueta y su explosiva imaginación, manifiesta por su tendencia a la verborrea, a toda su comunidad, en general y a los hermanos Cuthbert, Marilla y Mathew quienes la adoptan y se adaptan a ella. Establece una amistad “ eterna “ con Diana y una rivalidad similar con Gilberth, .
La temática no sorprende, o es por muchos conocida. Pero el estilo de Lucy Maud Montgomery, resulta cautivador, y lo convierte en, si, lo reitero, entrañable literatura para leer por el simple placer de disfrutar .