Ana de las tejas verdes. La llegada de Lucy Maud Montgomery
Si yo realmente quisiera rezar, voy a decirle lo que haría. Iría a un campo grande solitario o me internaría en lo profundo del bosque, miraría al cielo arriba, arriba, a ese maravilloso cielo azul que no parece tener fin. Y entonces realmente sentiría una plegaria
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