Ana de las tejas verdes. La llegada

Pues supongo que igual soy aún lo suficientemente niña para poder disfrutar de estos libros pensados para otras edades, lo he disfrutado como pocas veces disfruto de un libro. Me he enamorado de la frescura de Ana, de sus interminables monólogos, me he reído con ella, y me he llevado las manos a la cabeza con sus meteduras de pata y con sus ocurrencias.... y he llorado con ella. Aunque quizás he llorado más con Marilla y también me he identificado mucho más con ella. He terminado el libro con esa sensación de pensar que a veces la vida simplemente está escrita, y esas decisiones que parece que están en nuestras mano no lo están tanto.

Ana es positiva y encara la vida desde la alegría, desde la belleza de su imaginación, se refugia en su fantasía para poder soportar la vida que le ha tocado vivir. Ana habla muchísimo, es visceral, es positiva en extremo para acto seguido caer en la más tremenda desgracia y sentir que su vida se ha acabado, convirtiendo su vida en una tragicomedia, que no te deja impasible mientras lees el libro. Entiendo que sus monólogos puedan resultar interminables pero si prestas atención en ellos te sacan una sonrisa aun en sus trágicos momentos.
Marilla es esa mujer ruda que no entiende de emociones y cuya niña que nunca quiso adoptar cambiará su destino para siempre. Mathew, es un personaje entrañable, su silencio dice mucho más que cualquier monólogo interminable de Ana, es el personaje que más me ha gustado de todo el libro.
La relación de Ana y Diana, esa amistad es casi irreal, esa necesidad de que su amiga siempre esté bien se convierte en una rareza en estos momentos en los que creo la palabra amistad ha degenerado mucho.
Gilbert Blythe se convierte a lo largo del libro en ese eje sobre el que la vida de Ana discurre, ese reto a superar ese enemigo del que no se puede decir mucho para no hacer aquí un spoiler.
Y como no, Pye, quien no tiene una pye en su vida, una amiga que te toca las narices, que es una mete lios, y que está metida en todos los ajos y que cuando lo piensas no sabes si el mundo podría dejar de girar si dejasen de existir las pye del mundo.

Creo que me puedo pasar largo rato hablando de este libro. He pensado varias veces cuanto me cuesta ponerle 5 estrellas a un libro así que durante la lectura del mismo he intentado sacarle defectos para bajarle una estrella. Pero no he podido. La prosa está cuidadosamente bien escrita a parte de que tiene una belleza y una capacidad de transmitir que muy pocos libros consiguen. Los monólogos interminables de Ana... pero es que la belleza de este libro está en ellos. Ana es la palabrería que suelta en todo momento. Nada... no hay nada que pueda poner en negativo en esta lectura.