13

La verdad que me ha parecido una novela muy intrigante, el escritor ha sabido en todo momento crear incertidumbre y así conseguir querer saber más y más.
Adictiva, inquietante y von una trama bién desarrollada, con unas explicaciones muy bién detalladas, sin duda me ha gustado mucho y seguiré a este escritor de cerca.

13, en rojo sangre, "muerte". El asesino no está en el banquillo de los acusados. Está entre el jurado.


Al libro ya no lo hace falta ni sinopsis ni presentación, ya sabemos de entrada que tipo de thriller nos vamos a encontrar.

El asesino es un miembro del jurado.



Este libro no es el primero del abogado defensor Eddie Flynn, hay libros y casos anteriores, pero no lo he notado y si no hubiera sido porque alguien me lo dijo, ni lo hubiera sabido. Así que, se puede leer de forma completamente autoconclusiva.


Flynn es un abogado del montón, al que su trabajo le ha costado hasta su propia vida familiar. Hasta que un día es contratado por un importante bufete para un caso muy mediático de asesinato con jurado popular.

Pronto Flynn se verá sólo defendiendo a un acusado que no quiere desvelar su coartada.


Hay una acusación con pruebas más que suficientes como para encerrarlo de por vida.


Todo estaría perdido sino fuera porque Flynn cree que el acusado es inocente.


En el libro es como si hubiera dos partes. Hay capítulos narrados en primera persona por Flynn y otros narrados por un narrador omnisciente que nos cuenta la parte del caso y sobre todo la historia del malo, malísimo y los motivos para llegar a donde ha llegado.


Un asesino en serie que tiene el don de hacer que condenen a otros por sus delitos. ¡Que empiece el juego!


Por supuesto el juego es espectacular. El autor nos va a dar pocos respiros. Nos va a atrapar desde la primera página y si tengo que decir algo malo del libro, es que se me ha hecho corto de lo que me ha gustado.


He empatizado muchísimo con Flynn. Me ha encantado ese personaje y he odiado al malo, malísimo, por eso mismo, por ser tan malo.


¿Llegará Flynn a desenmascarlo? ¿Será su defendido condenado? Lo que si os puedo asegurar es que nada es lo que parece y el autor nos mantendrá en vilo hasta que lleguen los agradecimientos, si, si, hasta el final :)


Estructurado en un prólogo, el juicio se llevará a cabo a lo largo de una semana, pero el narrador omnisciente si nos contará toda la historia de Joshua dando saltos en el tiempo.


Es un libro que no os gustará, os encantará.
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Como buena amante de los thrillers, y en cuestión, de todos lo que saca la editorial Roca, cuando tuve información sobre esta novela quise hacerme con ella. Y es que hacía tiempo que no leía una novela ambientada en un juicio y, sobre todo, en la que conociésemos al asesino desde el primer capítulo. Y si os pensáis que esto le quita intriga al libro os equivocáis, ya que el factor sorpresa siempre está presente.

Pues bien, la novela parte con nuestro protagonista, Joshua Kane, que se encuentra meditando cómo matar a un hombre, así que, como veis, empieza fuerte. Y no es el único crimen que realizará. Otro protagonista de nuestra historia es Eddie Flynn, un abogado que defenderá a Robert Solomon, un famoso actor de Hollywood acusado del asesinato de su mujer. Uno de los objetivos de Kane es estar presente en la sala durante dicho juicio.

Aunque suene algo fuerte, mi personaje favorito de la novela ha sido Kane, y es que el autor lo ha sabido perfilar a la perfección, regalándonos un asesino inteligente, despiadado, frío y con una mente de lo más maquiavélica, aunque, a veces, sea de lo más encantador, vamos, que es un psicópata en toda regla.

En cuanto a Eddie, es un personaje de lo más noble, es muy bueno en su trabajo y ha cosechado muchos éxitos, pero eso le ha costado la relación con su mujer, por lo que se encuentra en pleno de proceso de asentar su trabajo para poder volver con ella. En su defensa de Robert se encontrará, con que, en ocasiones, sospechará de si está realmente diciendo la verdad o no, ya que esconde muchos secretos, y esto le recordará otros casos que ha defendido y en el que él mismo se equivocó.

En cuanto a las descripciones que realiza el autor a lo largo de la novela, son muy detalladas, y si nos centramos en los crímenes, en más de algún momento me han dado escalofríos. Sin duda alguna, detrás de esta novela hay un gran trabajo de documentación.

A lo largo que avanzan las páginas el caso se va complicando y llegados al final, no os podéis hacer una idea de la vuelta que da la historia. Pero no os cuento nada más detallado de la trama, porque lo tendréis que ir descubriendo vosotros mismos. En fin, me ha parecido fantástica. Ahora paso a detallaros otros puntos de la novela.

Consta de 383 páginas divididas en un prólogo y 73 capítulos que se engloban dentro de cinco días, que es el tiempo en el que sucede toda la trama de la novela. En cuanto a la narración, veremos capítulos centrados en Kane que están narrados por un narrador omnisciente, y otros por Eddie, que están narrados por él, en primera persona. El autor lo hace genial, ya que de ambas formas obtendremos una visión completa de ambos personajes, incluyendo sus comportamientos, sentimientos y pensamientos.

En cuanto a la pluma del autor, es muy sencilla, ágil y fácil de seguir por lo que quedas sumergido de lleno en la historia, al momento. Y si a esto le sumamos sus magníficas descripciones y los giros impresionantes, nos encontramos ante una novela de esas que no sueltas hasta que llegas al final.

La verdad es que me ha parecido un libro de lo más original, por toda esa trama y suspense que va en aumento y te atrapa. Así que, sin duda alguna, os la recomiendo a todos lo que gusten los thrillers, ya que me ha parecido una lectura genial.
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Un thriller legal que sorprende por sus giros y atrapa con una prosa adictiva y fluida.

La novela tiene una estructura muy especial que hará que vayamos conociendo la historia desde los dos bandos: el abogado defensor y el asesino. Y es que en 13 sabemos quien es el asesino desde el principio. Narrado a dos voces nos encontramos con Kane, nuestro villano, y con Eddie, el abogado defensor.


La parte de Kane está narrada en tercera persona. Descubrimos un psicópata frío y calcular, una persona realmente inteligente que está dispuesto a todo, literalmente, para lograr su objetivo, que tal y como reza la portada es estar en el jurado del crimen que el mismo ha cometido. También conoceremos su pasado y de algún modo nos introduciremos en su mente. Sin duda es la parte que más he disfrutado de la novela, me encanta que el autor juegue con mi mente a través de un buen thriller psicológico.

Por otro lado tenemos a Eddie, el abogado defensor, un personaje que me ha sorprendido para bien porque también tiene una inteligencia a destacar. Normalmente en las novelas de suspense en las que hay un personaje muy inteligente sus opuestos suelen pecar de pocas luces, no es el caso de este thriller en el que la balanza está muy equilibrada y ambos son dignos rivales. Además, es un plus a tener en cuenta que sea un personaje que también tiene sus sombras, tanto del pasado como del presente.

En el libro encontramos varias partes de lo que sería este proceso judicial. Si que es cierto que la primera parte desde el lado de Eddie donde vemos la preparación al juicio se me hizo un poco pesada, pero estuvo totalmente compensada por el dinamismo en la parte del asesino.


Antes de llegar a la mitad de la novela, la acción se vuelve más rápida, lo que hace que nuestra cabeza estalle en mil posibles teorías y soluciones para este juicio. Y es que el autor consigue que empaticemos muchísimo con el acusado sin llegar a ahondar realmente en su persona. Todos estos sentimientos los vivimos gracias a la figura de Eddie, y es que este abogado defensor esta muy bien desarrollado en esta novela.

El autor nos va dejando miguitas para que vayamos armando nuestras propias hipótesis mientras disfrutamos de la lectura.

En definitiva, 13 de Steve Cavanagh es un thriller legal narrado a dos voces con dos personajes principales a la altura y más sorpresas de las que esperamos.
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"13" es un thriller jurídico, diferente a todos los libros que he leído hasta ahora. Empiezas sabiendo quien es el asesino, y ademas este se va encontrar entre el jurado en el juicio...

Lo que busca este asesino es recrearse, viendo como acusan a una persona, sabiendo que el es el propio asesino. En este caso, el acusado es un famoso actor de Hollywood que se le acusa de haber matado a su mujer y a su guardaespaldas.

Un libro que se lee super rapido, los capítulos son super cortos y ademas están narrados de forma alterna desde dos puntos de vista diferentes, unos en primera persona y otros en tercera. Parece complicado pero es una manera de leer el libro muy rapido y de querer saber cada vez mas.

Hasta la ultima pagina, aun sabiendo quien es el asesino, te mantiene super intrigado, si te gusta el thriller este es uno diferente y super recomendado.

Nuestro protagonista, Eddie Flynn, es contratado en uno de los casos más mediáticos de los últimos tiempos: Bobby Solomon es una estrella del cine a la que parece que de golpe y porrazo se le ha terminado la buena estrella. Un día, al llegar a su casa, se encontró a su esposa Ariella y su jefe de seguridad Carl Tozer muertos en su cama. O al menos eso es lo que él afirma, pues todo el mundo cree que el los mató al descubrir que Ariella le estaba siendo infiel.

Lo que Eddie Flynn y Rudy Carp, el abogado principal del caso, no saben es que el verdadero asesino se ha infiltrado entre el jurado para asegurarse de que Bobby es condenado, por lo que asistimos a una carrera contrarreloj. ¿Quién conseguirá salirse con la suya?

El libro combina capítulos narrados en tercera persona que pertenecen a Kane, con capítulos narrados en primera persona desde el punto de vista de Eddie y, aunque en otro libro esto me habría encantado pues podemos ir viendo los avances de ambos y tener el cuadro completo, lo cierto es que en Trece se me ha hecho bola. Para poneros en situación debéis saber que este es el cuarto libro de una serie y, aunque todo el mundo coincidía en que no era necesario haber leído los anteriores para seguir el hilo, yo no estoy del todo de acuerdo. Sí es cierto que el caso que nos ocupa empieza y termina en este libro, por lo que no es obligatorio saber los antecedentes, pero en lo que al protagonista se refiere... Tenemos a Eddie Flynn, el abogado protagonista, que esconde un pasado turbulento y a Joshua Kane, el asesino, con un pasado aún más turbulento si cabe, por lo que las primeras 100 páginas se me hicieron muy cuesta arriba porque me veía obligada a releer algunos capítulos al hacerme un lío entre ellos dos, en más de una ocasión me encontraba preguntándome a quién estaba leyendo en ese momento. Esto es algo totalmente personal, probablemente sea que yo estoy más dispersa de lo habitual.

En cuanto al caso, me gusta como está planteado y en cuanto se hace una revelación en concreto ya no pude dejar de leer y sí, le reconozco al autor que todo está bien hilado, no queda ninguna duda ni cabo suelto al terminar de leer, ahora bien... tal y como está planteado 13 podría pasar por un capítulo de Mentes criminales y es algo que me ha fastidiado porque sí, eso lo convierte en un thriller perfecto para el verano, pero personalmente no me habría importado que estuviera mucho más elaborado, que los personajes tardaran un poquito más en descubrir las cosas en lugar de ser todo tan rápido.

No me malinterpretéis por favor, el libro me ha gustado pero, quizás porque justo acabo de leer a Joël Dicker, me ha escamado que el equipo de la defensa no falle ni una, que siempre hablen con la persona correcta, que siempre hagan las deducciones correctas, etc. Imagino justo esta era la intención del autor, sobre todo tratándose de una serie de libros, plantear casos que se solucionan rápidamente, gracias a la astucia de Eddie Flynn.

Tampoco soy experta en thrillers legales, en realidad solo he leído dos libros de John Grisham, pero no estoy segura de si catalogaría a este libro como tal. Poniéndome tiquis miquis no es que ahonde mucho en los entresijos legales, pero lo dicho, está planteado como un libro rápido de leer y eso es lo que es exactamente.

Hablando de Eddie... no es mi personaje favorito. Me gusta su perspicacia y sus juegos sucios en el estrado, pero su versión fatalista y atormentada me resultaba muy pesada. Por contra, Joshua Kane me ha parecido mucho más interesante, dejando de lado su particularidad, esa paciencia para estudiar a sus víctimas, para hacerse pasar por otras y su autocontrol... me ha encantado, pues me he pasado casi todo el libro convencida de que estaba suplantando a x jurado para terminar dándome de bruces con la realidad.
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Una historia que atrapa desde el principio y más aún si te gustan los thrillers de juicios y todo el tema de los abogados, que por cierto a mi me encantan. En esta ocasión tenemos un caso muy bueno, de esos bien difíciles de resolver pero su narración a dos voces y los capítulos cortos y concretos nos van haciendo bien ágil la lectura. La historia realmente me gusta pero hay algo que no termina de encajarme al cien por ciento y es la credibilidad. Para que una historia me encante tiene que ser creíble, aunque sea de ficción, de dragones o de hadas, me lo tengo que creer y en este caso no me creí muchas cosas. Hay muchas situaciones que me parecieron muy poco creíbles (qué no voy a detallar para no hacer spoilers) y eso en realidad me frenó mucho en la lectura. del resto es adictivo y con ritmo. Ah por cierto después de que lo termine me entere que es cuarto de una serie pero la verdad es que se puede leer independiente total.

Estamos ante dos antagonistas que tarde o temprano se van a encontrar. Flynn, un abogado con un pasado como delincuente y, por ese motivo, tan hábil en su oficio; y Kane, un asesino manipulador, frío e inteligente. Su cometido es infiltrarse en el jurado para lograr que se declare culpable al acusado, al que curiosamente apuntan todas las pruebas. Debo de decir que he echado de menos conocer un poco el background de Flynn, porque aunque no cuesta nada adentrarse en el momento de su vida que se encuentra, habría sido interesante saber cómo ha llegado hasta ahí. Supongo que es debido a que existen libros anteriores protagonizados por él y será donde conocemos algo.

El autor mantiene la tensión en todo momento, porque juega con la información que nos da y con la que los personajes saben. Esto aumenta la intriga. Desconocemos los motivos y elementos clave, así que al estar tan bien dosificada la tensión no desciende. Por otro lado, está tan bien ambientado y explicado que nos integramos en el proceso judicial automáticamente, entendiéndolo todo y siguiendo el hilo. Tampoco faltan giros en la trama que ponen patas arriba lo antes asumido. Además, el desenlace queda cerrado y sorprende.

13 es una novela que transcurre en los cinco días que dura un juicio por asesinato. Sin embargo, no tiene nada que ver con las novelas típicas de carácter legal. Estamos ante el juicio del año mientras se cometen varios asesinatos: Se juzga a un famoso actor, Bobby Solomon, por el asesinato de su esposa, la famosa actriz Ariella Bloom, y su guardaespaldas. Eddie Flyn, abogado, es incorporado al juicio como apoyo de la defensa. El único problema es que el asesino se ha introducido entre los miembros del Jurado.

Desde el primer momento se revela como una novela que sigue los cánones clásicos de la novela negra:
En primer lugar, el personaje principal, Eddie Flynn, es un abogado triunfador en su trabajo pero fracasado en su vida personal. Vive en su despacho, fue bebedor y mantiene un código ético muy alto y hace el papel de justiciero.
En la típica contraposición Bien/Mal está el malo de la película, Joshua Kane. Con claras muestras de desequilibrio mental, alta inteligencia, metódico, preparado, reflexivo. Kane me hace recordar a tantos locos de Estados Unidos que aparecen en los telediarios de la noche. Mata porque cree que tiene una misión.

“Durante mucho tiempo había fantaseado con mostrarse al mundo. Su verdadero yo. Sabía que nunca había habido nadie como él. Había estudiado psicología, psiquiatría y disfunciones neurológicas. No encajaba en ninguna casilla precisa de diagnósticos. No oía voces. Tampoco tenía visiones. No padecía esquizofrenia ni paranoia. Ni tampoco había sufrido abusos de niño”.

Con respecto a la narración, el relato es lineal. Nos vamos enterando de los sucesos a la vez que el protagonista, que es quien narra la historia alternándose con un narrador omnisciente que nos cuenta la historia desde el punto de vista de Kane. Como en las novelas clásicas, la acción está encaminada a la resolución del problema: ¿Mato Bobby a Ari y a su guardaespaldas o dice la verdad y solo encontró los cadáveres?

Como en los clásicos, a veces el lenguaje es sumamente poético: “Angulosas e imponentes sombras inundaban la calle a medida que el día se disolvía con el crepúsculo”.

La acción es urbana, situada en Nueva York con vistas a Manhatan. El ambiente es de violencia, con algunos golpes de vez en cuando (Casi siempre los golpes los recibe el bueno).

Y por último, hay una clara crítica a la corrupción policial que amaña a menudo los arrestos. En este caso se enfrentan a Flynn porque quieren que Bobby sea culpable. Por el contrario, esta novela ejemplifica los beneficios de la colaboración entre distintos cuerpos de policía, en este caso, el FBI es imprescindible para resolver el asesinato. También se critica los grandes Despachos de Abogados que todo lo mueven con dinero y medios pero que no tienen el menor interés por su cliente ni por la ética profesional.

En resumen, es la novela perfecta para leer estos días de verano: Un thriller interesante, bien construido, con personajes complejos con personalidad propia, giros en la trama y final impredecible.

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La publicidad es una cosa buena cuando nos ayuda a descubrir productos que desconocíamos, y que son de buena calidad. En la industria editorial también es así: descubrimos un libro, un autor, una colección o una editorial que desconocíamos, y que nos encanta. Gastamos nuestro dinero en esos libros, se lo recomendamos a la gente, queremos que todo el mundo los lea y disfrute tanto como nosotros. Queremos que los demás sean felices, como nosotros fuimos.


Pero a veces, la publicidad nos engaña. Nos inventa libros de calidad donde no hay, y eleva mediocridades a "el nuevo rey del suspenso" o alguna otra barbaridad. En "13. El asesino no está en el banquillo de los acusados. Está entre el jurado" lo primero que choca es el horror de título: demasiado largo, e innecesariamente sensacionalista: si querías dar un impacto al lector se podía buscar un título menos feo. Además, ¿qué pinta ahí el 13?.


Pero luego la cosa no mejora demasiado. La novela es la historia de Eddie Flynn, un abogado que, tras un pasado como estafador, estudia Derecho y se dedica a defender personas. El ser abogado defensor lo hace poner en riesgo a su familia, y actualmente está separado: por otra parte, tuvo problemas con la bebida y ahora consigue controlarlo. En esta novela (que es la cuarta de una serie con Eddie como protagonista), Eddie actúa como un clásico detective privado de los más cliché: rudo, bebedor, con una historia personal triste y solitaria, justo y amigo de la verdad. Un tipo que arriesga el pellejo por una causa perdida. Aunque es abogado, actúa como un detective que supiera litigar.


Y esta vez se enfrenta a una de las mayores mentes criminales que la literatura haya conocido: Josuha Kane, quien ha cometido asesinatos por más de diez estados de USA, y siempre ha conseguido que otros sean condenados: a él ni siquiera lo buscan. ¿Cuál es su secreto? Simple: elige a un jurado, lo asesina y desaparece, y luego lo suplanta. Para ello cuenta con una amplia gama de dones: psicopatía, sangre fría, una destacada inteligencia, capacidad de imitar personas y escrituras, analgesia... en fin, una especie de Mozart del crimen. Kane busca coronar su serie de asesinatos y condenas castigando a un actor de Hollywood, a quien incrimina en el asesinato de su esposa y su jefe de seguridad. Y es Eddie quien deberá hacerse cargo del caso, luego de que el abogado titular renuncie.


Eddie, ya lo sabemos, es un romántico a su manera, y no puede dejar que la injusticia triunfe. de modo que asume la defensa, enfrentándose a pruebas casi irrefutables y a un abogado estrella como fiscal. Sin embargo, con la ayuda de una detective amiga suya conseguirá desenmascarar la trama criminal del hombre que ha cometido los asesinatos, inculpado al joven actor y suplantado a uno de los jurados.


Los personajes tienden a ser obvios y predecibles. Si Eddie es el viejo detective de toda la vida (de hecho, la verdadera detective es moderna y funcional, utiliza la tecnología y los recursos modernos. Eddie, en cambio, va a terreno a investigar, y se mete en peleas cuerpo a cuerpo, como en los viejos tiempos), Kane es un malvado tipo: sin emociones, con una motivación loca y una misión demente que lo impulsa a matar, pero comete asesinatos por gusto (además de su "misión") y no queda claro que sea un psicópata con una obsesión específica, sino que parece quedarse a medio camino entre el asesino en serie que sigue un patrón y el crápula que mata por matar. al fin, una especie de monstruo incomprensible, pero casi invulnerable: un personaje en el que no podemos creer.


Eddie tiene problemas con su esposa, quien ya no vive con él, y con su hija. Por otra parte, se esboza una historia romántica con la detective, pero se queda en el esbozo. Y la trama tiene muchos recursos baratos, como cuando termina un capítulo pareciendo que va a pasar algo tremendo (por ejemplo, Kane va a sacar una pistola de su bolsillo y abatir a Eddie), pero dos capítulos después... nos enteramos de que Kane saca un celular. O Kane parece que va a matar a un policía adentro del Tribunal... y dos capítulos después se lo piensa mejor.


La adjetivación del autor es deficitaria, y sus momentos "elevados" son tan feos como esto: "Angulosas e imponentes sombras inundaban la calle a medida que el día se disolvía con el crepúsculo" ¿De verdad, "angulosas e imponentes sombras"? Esos adjetivos no aportan nada excepto pomposidad. Y luego, "el día se disolvía con el crepúsculo"... poesía de principiantes.


O diálogos tan feos como éste:


"—¿Adónde vamos? —pregunté, deslizando las manos lentamente hacia laparte inferior de mi chaqueta y moviendo los brazos hacia el mango de lapuerta a mi derecha, por encima de la chaqueta.

—Cállate —dijo Granger.

—Que te den —le respondí.

—Haz lo que te dice, cierra la puta boca —dijo Anderson. No lo hice.

—Si vamos a Rhode Island, ¿por qué no cogemos la FDR? —pregunté."


Cualquiera que se interese por el arte de escribir sabe que es innecesario y molesto añadir los "dijo", "contesté", "gruñó", "grazné" o "barrité" al final de cada diálogo... el lector no es idiota y se supone que entiende lo que lee.


En fin. Una historia bastante cliché, con personajes más bien aburridos y una prosa sin chispa y que cuenta con fragmentos realmente mal escritos. Todo esto podría no ser tan grave, en realidad: novelas mediocres hay en todos lados, y además ésta no es la peor de todas: a su favor tiene un ritmo intenso, y que la tensión inherente a un juicio es bastante real.


Pero me molesta que un producto que es apenas mediocre me lo vendan como si fuese oro. Y a los aprovechados que están mintiéndonos, creo que hay que ponerlos en su sitio de vez en vez.