El juego del alma

Esta es la quinta novela del escritor y nos volvemos a encontrar con Miren, periodista de investigación del periódico Manhattan Press que se verá envuelta en una investigación bastante peligrosa. En este libro se nota su evolución y madurez frente al anterior.

Es uno de los mejores libros de Javier castillo junto con el primero que publicó “ El día que se perdió la cordura”. El escritor sigue siendo muy fiel a su estilo y ha elegido una trama muy adictiva e interesante. Narración a varias voces, saltos temporales, giros, capítulos ágiles hacen que el interés no decaiga en ningún momento.

Un último thriller muy potente con un trasfondo religioso , rituales e investigación policial y periodística a partes iguales.

Voy a empezar diciendo diciendo que ole, ole Javier por esta maravilla. Es increíble como un libro te puede llenar tanto y como te hace abandonar lo que te rodea y hace que te centres en un objetivo.

No quiero hacer spoilers, no quiero joderos esta historia, pero necesito que sepáis que Miren Triggs se ha convertido en una de mis heroínas favoritas, por su lucha constante, por sufrir tanto y no dejar nunca que ese dolor afecte a su cometido. Gracias Miren, mujeres como tú que quieren sacar a la luz lo más miserablemente la humanidad.
Miren, tiene un nuevo crimen que descubrir, ella, que sin ser policía resolvió el caso Kiera, ella que aún siendo una simple periodista consigue que la verdad salga a la luz.

El libro trata temas dolorosos, pero que son muy necesarios tenerlos presentes y que te hacen replantearte una vez más la vida. La temática religiosa es algo en lo que yo estoy a favor, pero a favor de que se vaya en contra y este libro me ha dado un plus para gustarme aún más de lo que ya lo hacía.
Os dejo con la frase del principio, que ya con solo leerla, mi cuerpo se erizo, y eso que aún no había empezado a leer la historia.

“𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑛𝑜𝑣𝑒𝑙𝑎 𝑣𝑎 𝑑𝑒𝑑𝑖𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑎𝑏𝑟𝑎𝑧𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑚𝑖𝑛𝑜. 𝐴 𝑙𝑜𝑠 𝑏𝑒𝑠𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛. 𝐴 𝑙𝑎𝑠 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑚𝑜𝑠. 𝐸𝑠𝑡𝑒 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑖𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑎𝑟𝑒𝑛𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑢𝑐ℎ𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑜 𝑒𝑙 𝑎𝑛̃𝑜 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑛̃𝑜𝑟𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑙𝑎 𝑙𝑖𝑏𝑒𝑟𝑡𝑎𝑑.“

¿Y tú? ¿Juegas?
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"El juego del alma" me ha hecho volver a hacer las paces con Javier Castillo tras el fiasco que supuso para mí "La chica de nieve" (leer la reseña AQUÍ) aunque falta mucho para considerarlo uno de mis autores preferidos de policíaca.

Como ya os conté en la reseña de éste último libro, para mí "la chica de nieve" tenía dos grandes errores: una línea temporal que pegaba saltos sin ton ni son y que tampoco aportaba gran cosa y un misterio solventado desde el principio. En este sentido, me ha gustado ver cómo en "El juego del alma" el autor parece haber solucionado esos problemas, contando con una línea temporal con 3 puntos de vista pero que se sitúa en el mismo periodo de tiempo y con un misterio que poco a poco iremos descubriendo. de esa manera, "El juego del alma" se lee prácticamente de una sentada y nos mantiene en vilo hasta el final de sus páginas.

Volvemos a encontrarnos con los personajes de "La chica de nieve", especialmente tienen un peso muy importante tanto Miren como Jim y en ese sentido me ha gustado volver a encontrarme con ellos, aunque quizá me gustaban más en el primer libro cuando le daban una perspectiva muy interesante al periodismo. Además, tiene toda la pinta de que la siguiente novela del autor volverá a centrarse también en estos personajes.

El principal pero que le pongo a la novela es la ambientación, que siempre me ha parecido que el autor falla un poco en ella. Siempre sitúa sus novelas en EEUU y, para mi gusto, las descripciones y los paisajes dan la sensación de demasiado genéricos, que prácticamente podrían estar situados en cualquier otro punto del globo terráqueo. Además, si bien todo el transcurso de la novela me ha gustado bastante, el final me ha parecido un poco "precipitado", quedando elementos que parecía que iban a tener una especial importancia (si leéis el libro entenderéis a lo que me refiero) con muy poco peso al final y con una presencia casi anecdótica.

En definitiva, "El juego del alma" es una novela políciaca con muy buen ritmo, que engancha y en la que volvemos a encontrarnos con los personajes de "la chica de nieve" pero solventando esta vez muchos de los principales problemas que le encontré a este libro. Si queréis leer algo que os enganche y que os sumerja entre sus páginas está más que recomendado.
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Me he leído casi todos los libros de este autor. Todos dem mismo estilo, desaparición de una persona y relata el proceso para encontrarla. Hay referencias en este libro sobre LA CHICA DE NIVE, yo en ese momento no me lo habia leído y lo entendí perfectamente pero al leerme LA CHICA DE NIEVE más tarde, entendí la referencia.
Recomendado, no esperas el final.

“Al dolor no le importa si lo esperas o no, si lo viste hace poco o hace años que no sabes de él. Se presenta en tu puerta aunque no quieras visitas.”

Hoy os voy a hablar sobre la última novela de Javier Castillo, uno de esos autores a los que sigo desde el inicio de su carrera. Bueno, desde el principio, principio no, pues precisamente su primera novela, la que le dio a conocer, es la única de sus historias que no he leído. Comencé con El día que se perdió el amor después de conocerle en un encuentro literario en el 2015 y desde entonces he leído todo lo que ha salido de sus manos.
Sus historias me resultan siempre entretenidas y en general me sorprenden en sus finales, pero esta vez, he descubierto a uno de los malos bastante antes de llegar a la última página. Y digo a uno de los malos porque en esta historia hay varios malos, tantos como subtramas aparecen en la novela, porque si algo tienen las novelas de Javier es que no se mueve solo en una trama sino que las varias entre las que navega se entrelazan de forma más que coherente tratando más de un “pecado”.
En esta novela nos reencontramos con varios de los protagonistas de su anterior novela, “La chica de nieve”.
- Miren Triggs, aquella periodista atormentada y obsesionada, que en este caso vuelve a obsesionarse en otra búsqueda. Que sigue atormentada por aquel hecho ocurrido en el pasado y que sigue rechazando el acercamiento de cualquier extraño, lo que provoca que se meta en berenjenales de los que no le resultara fácil salir. En los capítulos que vienen encabezados con su nombre es ella misma la que nos narra, en primera persona, su parte en esta historia.

“No necesito a nadie. ¿Está claro? Mi vida está bien así. Sin gente que se preocupe por mí porque estoy sola. ¿Me preguntaste cómo quería estar? Hay gente que disfruta de la soledad. No todo el mundo tiene por qué estar todo el tiempo con alguien metiéndose en sus cosas. Yo no soy así. Me gusta leer. Disfruto del silencio. No quiero a nadie cerca que…”

- Jim Schmoer aquel profesor que inoculó en Miren o al menos impulsó ese afán de investigación, de llegar hasta el final. Ese periodista denigrado que no puede, sin embargo, renunciar a sus instintos, aun a riesgo de perder ese puesto que le da de comer. Ese hombre que se ve, de nuevo inmerso en una investigación que no busca, junto a una mujer que se acerca y se aleja de él a su antojo y que no hace más que despistarle.

“ —Bien. Y ahora que tengo su atención. Déjenme preguntarles: ¿quién ha leído los principales periódicos de hoy? Solo cuatro jóvenes levantaron la mano. Estaba acostumbrado a aquella respuesta en esa jornada de puertas abiertas, en la que demostraba cómo era un día típico en «Introducción a periodismo de investigación». Con los alumnos ya matriculados, la situación cambiaba curso a curso, hasta cuarto, cuando prácticamente encontraba en clase a alumnos críticos, periodistas incipientes y hambrientos de verdad. Su labor ese día más que enseñarlos era motivarlos a amar la pasión, a vomitar sobre las mentiras, a clavarles la espina de que la verdad y los datos eran las armas contra los tiranos. Convertirlos en pequeños perros de presa de la información. En hacer que les indignase que ciertas historias, si no se contaban, no saliesen a la luz. Con los de segundo, donde impartía «Periodismo político», su objetivo personal era aleccionarlos a cuestionar cada afirmación que salía de los gabinetes de prensa de los partidos, convirtiendo a cada alumno en una bomba capaz de derrumbar cualquier discurso asentado sobre los pilares de la mentira. Pero su grupo favorito se encontraba en cuarto, a los que mostraba las entrañas y pormenores del periodismo de investigación. A elegir un tema y sacarle las tripas. A encontrar las sombras en la luz resplandeciente que pretendían simular corporaciones, empresarios y políticos.”


- Ben Miller, ese inspector de personas desparecidas que llegó allí por motivos personales que ha llegado a delegar a un rincón oscuro de su presente. Un inspector que se ve de nuevo unido a Miren y a Jim.

“—Se te ha olvidado ser marido. Está muy bien que intentes… salvar el mundo. Pero ¿qué hay de tu mujer? Tú…, bueno, al menos sientes que estás siendo útil. Pero ella…, a ella la has dejado de lado, Ben. Parece que no forma parte de tu vida. Y… mucho menos Daniel.”

La visión de estos dos personajes las conoceremos a través de un narrador omnisciente que transmite la historia desde fuera, que conoce todo sobre estos personajes.
Junto a estos tres protagonistas fundamentales aparecen las propias desaparecidas, sus familias, los amigos, los compañeros de ese instituto religioso en el que no todo es religioso como nos quieren hacer creer…

“Miren se dio cuenta de que la mente de Ethan siempre viajaba a los pecados, a la religión, al temor a errar. Se notaba por sus palabras que una parte de él quería escapar de allí, romper con todo, y quizá de ahí nacían sus inseguridades. Hablaba con confianza sobre las reglas que algunos incumplían en el instituto, pero él parecía no sentirse muy tranquilo con aquellos que lo hacían. Daba la impresión de que los comprendía en tanto que él también quería escapar de las manos de aquellos métodos enfermizos, pero parecía invadido por el miedo para dar el paso.”

Todos y cada uno de estos personajes parecen en algún punto de la narración sospechosos de los crímenes que investigan nuestros protagonistas, crímenes que van desde la propia desaparición, a los abusos físicos y sexuales, al fanatismo religioso llevado a las últimas consecuencias, al asesinato… porque de lo que desde luego no se puede acusar al autor es de ceñirse a una única maldad ni a una única línea de acción.

“Cuando uno desciende el primer peldaño hacia la oscuridad, es cuestión de tiempo que siga bajando poco a poco, día a día, hasta que mira arriba y descubre lo lejos que queda la claridad.”

Estamos ante una novela que te atrapa desde la primera pagina, en la que tu afán es dar respuesta a las múltiples interrogantes que el autor va sembrando a lo largo de toda la trama, descubrir a los malos y sobre todo descubrir las circunstancias que les llevaron a cometer las atrocidades que encontramos en la novela.

“Es triste, cuanto menos, pensar que la vida sigue, que todos continuamos con nuestras cosas, a pesar de que una tragedia te llegue tan de golpe.”

Una novela que no durará mucho entre tus manos, con capítulos cortos, con una acción que no decae en ningún momento y con unas sentencias que presentan cada uno de los capítulos y que personalmente me han encantado.

“Muchas veces el silencio suena más alto que la respuesta más sincera.”

Una novela que como todas las que he leído de Javier me ha resultado atractiva, adictiva y con una trama original y compleja, una historia que el autor vuelve a situar al otro lado del mar, en una sociedad que yo no consigo llegar a comprender, lo que consigue, que yo al menos la viva de una forma mucho más alejada que aquellas que se ambientan en lugares y sociedades que me son más fáciles de identificar.
En resumen una novela que os aconsejo, como lo hago con todas las novelas de este autor del que estoy deseando otra nueva historia.

“El problema de buscar la verdad siempre es la dificultad para ser capaz de admitirla.”

Estoy últimamente un poco reacio a leer Bestsellers, pero llegó este libro a mis manos y tras leer unas pocas páginas he de admitir que me enganchó. Ha sido uno de esos libros que tras leer un capítulo, te genera intriga y necesidad por leer el siguiente, a través de una lectura bastante ágil y con la que me ha mantenido muy entretenido. Solamente he de decir que me leí este título en tan sólo tres días.

Similar a sus anteriores libros, se trata de una trama con suspense, en la que Miren Triggs, una periodista y autora de un libro, mientras realiza una presentación y firma de ejemplares, recibe inesperadamente un sobre con una polaroid, el la que aparece Gina, una menor que desapareció en 2002. Años atrás y trabajando como periodista, intentó poner todo de su parte para ayudar a encontrarla.

De manera simultánea, el cuerpo de una joven de 15 años es encontrado crucificado en New York. A raíz de este punto, comienza una trepidante investigación por resolver quién está detrás de este crimen, ya que tiene un nexo en común al personaje femenino desparecido años atrás, ambas jóvenes estudiaron en el Instituto Mallow. Miren Triggs piensa que ambos casos tienen relación y decide retomar la investigación por su cuenta para esclarecer los hechos, llegando a obsesionarse con el caso.

No quiero desvelar demasiado la trama para no hacer spoliers, pero estamos ante un thriller donde se mezclan sectas, referencias religiosas, muertes, abusos, secuestros, desapariciones… En resumidas cuentas, mucha acción, en la que Javier Castillo nos hace partícipes de la investigación, ya que consigue meterte de lleno en el texto y mantenerte todo el rato intensión debido a las acciones que ocurren.

Ha sido una una lectura muy amena y muy recomendable para los amantes del suspense, donde llegas a sospechar de todos los personajes. Tipico trhiller donde hay multitud de giros inesperados en la trama y que logra que no te despegues de él tras adentrarte en la investigación.
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El pasado de nuestras decisiones
Miren Triggs está cansada de la promoción de su libro, lo que realmente quiere es volver a la redacción y seguir con su periodismo de investigación. Una polaroid sobre un antiguo caso policial le dará la excusa perfecta para dejar todo de lado y volver a perseguir la noticia, sin embargo, no estará sola su antiguo profesor, Jim Schmoer, también recibe información sobre el caso. Ambos se lanzarán tras estas pistas que les darán también un motivo para seguir adelante.
De este modo comienza nuestra novela de investigación que nos adentra en la resolución de la muerte de una chica que ha aparecido crucificada y que puede tener relación con el antiguo caso de Gina Pebbles. La historia, por tanto, no se centrará (o no solo) en la búsqueda del asesino de este crimen, sino en encontrar la relación entre los dos sucesos. Así se urde y entretejen ambos sucesos y se nos ofrecen varias investigaciones simultáneas.
Para ello, la obra plantea dos perspectivas de investigación, el periodismo y la policía, con tres voces narradoras. Miren Triggs es una periodista en activo, conocida por su implicación en un caso de una muchacha desaparecida; Jim Schmoer, profesor de periodismo y antiguo periodista de investigación; y Ben Miller, investigador de la unidad de desaparecidos. Todos ellos relacionados entre sí de una u otra manera y cada uno con su problema particular. Qué paso y qué ha pasado serán las claves al unirlo todo con el qué está pasando en el instituto religioso de la zona.
Temática respetuosa
En este sentido, el componente religioso es alto, aunque no es algo sobre lo que tengamos que saber para poder comprender la obra. Las citas a la Biblia y el atrezzo del culto son los elementos que decoran y dan un carácter particular al crimen que se va a investigar. Esto me ha gustado, ya que normalmente, cuando en una novela aparece el tema religioso o de culto, siempre se criminaliza la doctrina y, sin embargo, en este caso lo que se critica es a las personas que emplean esta religiosidad para manipular y el fervor desmedido.
Esto no implica que no tengamos temas delicados como es la cuestión del pecado, la penitencia y el perdón. Estos temas serán los que impulsen a la mayoría de personajes de la trama y los que nos expliquen las acciones de los mismos. Sin embargo, volvemos a lo que decíamos, no hay sesgo, cada uno, lector y personajes podrán entenderlos a su modo.
Rapidez y eficacia
Y, a este respeto por el lector, tenemos que añadir que es una obra que se lee bastante rápido. Su extensión no es corta, pero tampoco extensa, la trama es muy ágil porque nos encontramos ante capítulos cortos que no se demoran en descripciones excesivas. En ellos veremos más cómo el narrador cuenta lo que siente en cada momento y esto, bajo mi punto de vista, ayuda a conformar una atmósfera de misterio y soledad, que al final es el punto fuerte de las investigaciones.
Los personajes, por su parte, son muy interesantes, ya que tienen profundidad psicológica y trasfondo vital. Estos van desde el típico hombre venido a menos después de una separación y una pérdida de trabajo, hasta una mujer que arrastra traumas de su infancia. Sin embargo, el autor los hace muy cercanos y eso ayuda a que el lector pueda empatizar con ellos. Por su parte, los secundarios también serán bastante interesantes, ya que serán esa nota de color en el gris que nos muestran los protagonistas.
Desarrollo y fin
Lo cierto es que siempre que me pongo con una obra del género me debato entre querer desentrañar el misterio, pero que esto no se haga demasiado rápido. En este caso me ha gustado cómo el autor desarrollando varias líneas de investigación me ha despistado. Es cierto que en determinado punto podemos intuir quién puede estar detrás del asunto, pero en mi caso no ha sido hasta que comienza a desentrañarse todo cuando he estado segura.
En este sentido, me ha convencido mucho tanto la investigación como la resolución, aunque reconozco que en un momento determinado me he asustado pensando que el autor no iba a hilar.
De todos modos, para ser el primer libro que leo del autor me ha gustado mucho su estilo y repetiré con él sin duda. Por ello, os recomiendo que os lancéis a Javier Castillo y a su Juego del alma, ya que creo que es un autor que puede estar dando un toque diferente a la policíaca. Espero que os guste.


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Miren Triggs se halla inmersa en una vorágine de emociones y eventos derivados de la chica de nieve cuando se encuentra con que alguien le ha hecho llegar un sobre que guarda en su interior una polaroid; esta fotografía muestra a una adolescente secuestrada atada de manos y amordazada, y con una inscripción debajo: «GINA PEBBLES, 2002». Estamos en 2011, por lo que esta chica lleva nueve años ¿desaparecida?, ¿muerta? ¿Por qué recibe Miren justo ahora esta fotografía?

Por otro lado, a la vez que intentan averiguar algo sobre Gina, un suceso reciente hace que Miren y Jim, su antiguo profesor, tengan que unir fuerzas para llegar al fondo del asunto: una chica ha aparecido crucificada a las afueras de Nueva York. Esta atrocidad los lleva a acercarse al entorno de la chica y a descubrir una red de secretos relacionados con una comunidad religiosa que les resulta muy turbia, como poco. Por supuesto, todo esto sin dejar de lado el asunto de la fotografía de Gina Pebbles...

¿Qué decir de este libro? Pues realmente no puedo decir mucho más, pues respeto la promesa que tenemos entre autor y lectores de recomendar el libro sin contar mucho más allá de la sinopsis.

En El juego del alma volvemos a tener a los protagonistas de la chica de nieve y, aunque son historias independientes, yo personalmente recomiendo leer en primer lugar La chica de nieve. El porqué es básicamente para entender mejor tanto a Miren como a Jim, ya que en esta nueva novela se ahonda más en lo que el autor nos cuenta de estos dos personajes en la anterior y, además, hay referencias al caso de Kiera Templeton. Para mí ha sido imprescindible leerlos así. En La chica de nieve no terminé de conectar con Miren, a pesar de que la historia me encantó, pero ha sido leyendo El juego del alma, en un momento concreto en el que hace una llamada, cuando la pieza que me faltaba apareció; a partir de ahí puedo decir que conecté con la periodista y la adoré.

La trama me ha resultado bastante sencilla de seguir. He tenido la sensación de ir colocando piezas de un puzle de forma ordenada, poco a poco, hasta llegar a ciertos giros inesperados por completo en los que me daba cuenta de que había puesto la pieza equivocada. Me ha encantado todo el desarrollo de la historia y el final me ha parecido el mejor posible.
En definitiva, es una historia buenísima, bien construida, que entretiene, que engancha y que deja muy buen sabor de boca. ¿Qué más se puede pedir? Ahora solo queda esperar a marzo. ღ

«Cuando apuestas tu alma, ganes o pierdas, nunca vuelves a ser el mismo».

Hoy os traigo la reseña del juego del alma by Javier Castillo.

En esta historia del mismo modo que en la chica de nieve nos encontraremos a Miren, periodista del Manhattan Press, cuyo libro, la chica de nieve se vuelve uno de los más vendidos hasta el momento, pero durante una firma editorial, recibe un sobre con una Polaroid de Gina Pebbles amordazada, una chica que desapareció hace 9 años, a la cual Miren estuvo buscando sin resultado alguno, pero además escrito en la Polaroid aparece lo siguiente: ¿Quieres jugar?, lo que hará que miren se someta a una investigación a contrarreloj con el fin de descubrir donde se encuentra Gina, retomando por tanto el caso que tanto le había costado y sin obtener resultado alguno, pero a ello se sumará la aparición de una chica asesinada en circunstancias extrañas ya que aparecerá crucificada en una cruz, lo que hará que se vuelvan a encontrar tres personajes, Miren, Jim, profesor de la universidad de periodismo y Ben Miller, inspector de la sección de desaparecidos.

Durante esta investigación Miren y Jim volverán a trabajar juntos, se enfrentarán a una situación en la que deberán de ir a contrarreloj y que parece no ir a ningún lado. Por otra parte se removerán sentimientos del pasado lo que hará que se produzca cierta tensión entre Miren y Jim, así como ciertas discusiones entre ellos, ya que parecen no entenderse del todo. Sin duda me ha encantado la relación que se ha ido forjando entre ellos, ya que ambos son personajes con claros-oscuros principalmente Miren, por lo que ella deberá de abrir su coraza para que Jim pueda comprenderla, venciendo así sus miedo para avanzar.

Al principio en el caso de Miren, en cuanto a su personaje me chirriaba, que se sumergía en los mismo una y otra vez, actuando un poco egoísta sin pensar en las consecuencias de sus palabras, lo que me molestaba un poco, pero a medida que avanzaba la historia comencé a ver de nuevo a esa Miren que me enamoró en la chica de nieve, ya que a es una chica fuerte y decidida, directa y llena de convicción, aunque luego pueda cometer errores, pero dudará en luchar por aquello que cree justo. Pero sin duda, si debo destacar a un personaje favorito, en este caso se trata de Jim, ya era una persona caracterizada por la paciencia y la templanza, actuando haciendo uso de la razón, para luego poder actuar, y eso me ha enamorado ya que ha constituido un pilar fundamental para Miren. Por otro lado encontraremos a Ben Miller, que sin duda me ha parecido un personaje amigable, aunque es cierto que no se da a conocer mucho en la historia, algo que me hubiese gustado más y sobre todo aquello que lo atormenta, que prefiero no desvelar, pero considero que ese asunto se ha quedado abierto y me hubiese gustado que se resolviese, y que no se hubiese dejado como un tema para únicamente darle ese toque gris a la historia del inspector.

En cuanto a la trama es una historia que he disfrutado, se trata de una historial ágil, con capítulos cortos, y que en la mayoría de ellos al final, ocurren ciertos aspectos que hacen que quieras leer más y más. Es cierto que al principio aunque se leyese rápido notaba colmo que no acababan de ocurrir novedades por lo que acababa siendo un poco monótono, pero luego a medida que avanzaba la historia esta adquiría un ritmo frenético, ocurriendo acontecimientos uno detrás de otro, por decir de las últimas 200 págs donde el autor me ha tenido en una tensión continúa. Por otra parte me ha encantado que hubiese como dos investigaciones paralelas, pero a la vez posiblemente relacionadas, Miren y Jim, en el caso de Gina y Ben Miller trabajando con el caso de Allison Hernández.

Ha sido una historia que he disfrutado, llena de investigación, entrevistas, preguntas, por lo que tú mismo ibas investigando junto a los protagonistas por lo que te hacía sumergirte completamente en la historia, por no decir de ciertos hechos que para nada me esperaba y que sin duda me han sorprendido. Por ello mi valoración es un 4.5/5 &#xNaN;.

Miren Triggs se encuentra firmando ejemplares sobre el caso Kiera Templeton cuando alguien deja un sobre anónimo para ella junto al resto de regalos que los lectores llevan para ella. Dentro de ese sobre hay una fotografía de una joven amordazada y maniatada y la única información que aporta es un nombre y una fecha, además de una inquietante pregunta: ¿Quieres jugar?

"Pero una sensación extraña sobrevolaba aquel sobre, como si fuese acompañado de la melodía de un final trágico."
Javier Castillo, El juego del Alma

Miren no había planeado escribir la historia de Kiera, pero la editorial le hace una propuesta muy difícil de rechazar y La chica de nieve se convierte en un éxito que la sobrepasa en algunos momentos. Las firmas, los actos con la prensa y las presentaciones con los lectores son compromisos laborales a los que no puede decir que no. ¿O sí? La fotografía en el sobre remueve algo en el interior de la periodista y siente la irremediable necesidad de resolver el enigma que la rodea. ¿Quién es Gina Pebbles y por qué Miren ya sabía de ella antes de recibir la foto?

A la vez que tiene lugar el acontecimiento de la foto en la firma de libros de Miren, es encontrado el cuerpo de una adolescente. Ha sido crucificada y su cadáver aparece a las afueras de Nueva York. El inspector Ben Miller, de la Unidad de Desaparecidos, estaba al frente de la búsqueda de una joven que coincide con la descripción. Este crimen, los detalles que lo rodean y descubrir quién ha podido ser capaz de semejante atrocidad, obsesionan al inspector, cuyas pesquisas le llevarán a conocer a los miembros de la comunidad a la que pertenecía la chica... y a su instituto, escenario de una sonada desaparición aún sin resolver que tuvo lugar años atrás.

"Es ese tipo de piezas del puzle lo que da sentido al dibujo. En un principio vas encajando sin comprender qué construyes hasta que de repente colocas una y todo se ve claro."
Javier Castillo, El juego del alma

La maraña de misterios se complica cuando Kim Schmoer, antiguo profesor de Miren, recibe otra fotografía. Parece que el reciente asesinato de la adolescente crucificada conecta de alguna forma con el mensaje anónimo que recibió Miren. Ambos se adentran peligrosamente en una institución religiosa que esconde más de un secreto y que lleva a cabo rituales de iniciación que pueden contener las respuestas a todas las preguntas.

El juego del alma es la historia de un crimen, una desaparición y todo un tapiz de intrigas protagonizadas por los habitantes de las afueras de Nueva York. Rockaway se convierte en un personaje más, teniendo gran parte de la acción lugar en este emplazamiento y, junto con Queens, el Bajo Manhattan y el resto de lo localizaciones, ha sido tratado con mucho esmero por parte del autor.

"Es difícil sentirte acompañado cuando el mundo entero camina con la cabeza alta, incapaz de bajar la vista hacia los que nos arrastramos en nuestras pesadillas."
Javier Castillo, El juego del alma

En El juego del alma, Javier Castillo rescata a Miren Triggs, protagonista de su anterior novela, La chica de nieve. La periodista arrastra un dolor del pasado del que le cuesta desprenderse y en esta ocasión el autor ha ahondado en el personaje para que la conozcamos tal y como él la ve. Uno de los aspectos que más destacan en la última novela de Javier Castillo es el trabajo que se percibe que ha realizado con los personajes. Mucho más profundos y cargados de significado, son capaces de atrapar al lector desde el inicio de unos capítulos que, alternando las voces de los protagonistas, nos llevan atrás en el tiempo para descubrir qué les llevó a todos a vivir los hechos que se narran en el presente.

Recomendado para los que disfrutan de un buen thriller, aquellos a quienes les gusta acompañar a los investigadores y se retan a descubrir a los culpables antes que ellos. Imprescindible para quienes hayan leído ya al autor y, por supuesto, para quienes leyeron La chica de nieve.

Javier Castillo es de Málaga y estudió empresariales. Su primera novela; El día que se perdió la cordura se convirtió en un fenómeno de ventas y, traducida a diez idiomas, se vendió en sesenta y tres países. Se trabaja actualmente en la adaptación a televisión de esta historia cuya segunda parte, El día que se perdió el amor, consolidó al autor en el panorama literario. Todo lo que sucedió con Miranda Huff y La chica de nieve lograron superar el millón de ejemplares vendidos. El juego del alma es su quinta novela.
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