Ralph es un hombre joven pero lleva la ranciedad por bandera: sobre sus hombros pesa la responsabilidad de un título nobiliario, unos negocios que mantener con éxito y un hermano díscolo y egoista que solo sabe malgastar dinero. Además, tiene que soportar que haya gente que le organice la vida y, de manera más o menos sutil, le haga algún tipo de chantaje debido a la posición que ocupa. Malena es una mujer joven que ha llegado a la vida de Ralph por casualidad. Ella iba a Cornualles a aprender el idioma y a hacer de niñera pero, por el camino, se cruzan Ralph y su idea de que sea ella la profesora de castellano de su hermano. A partir de aquí, los mundos de los dos se enredan y chocan porque no pueden ser más diferentes. Este es un libro que se lee en un par de ratos porque es bastante ágil, tiene una redacción amena y una ambientación ligera que se entretiene lo justo para describir donde están los protagonistas, diferenciando los lugares pero sin ser recargada. El peso recae en los sentimientos de los protagonistas, que nos van contando los capítulos de forma alterna, mostrándonos como su mundo va cambiando cuando hace su aparición la otra persona, sobre todo el de Ralph, que tiene que sacudirse el polvo de su título y darse una oportunidad para vivir aunque se opongan todos a su alrededor. Tiene unos diálogos amenos y momentos tanto divertidos como otros que te producirán indignación, sin dejar de lado ni el romance que va surgiendo ni a Jane Austen, protagonista inesperada del libro que va acompañando a Malena durante sus aventuras y va viendo elementos de sus libros en cada cosa o persona que la rodea. Una historia para disfrutar del romanticismo que deja buen sabor de boca. No te la pierdas. + Leer más |