La maestra de las flores

Se me hace difícil expresar con palabras lo que me ha hecho sentir esta historia. Tiene magia, y no solo porque esta está presente en el libro, sino porque la historia transmite y te hace sentir como sienten sus protagonistas.

Todos ellos te llegan al corazón. Abigail, Jason William, Jenny,...y Deanna.
Abigail, Jason y William hacen posible la historia. Los tres son los protagonistas tanto del presente como del pasado. Aunque es en Abigail en quien se centra. Ella es la que hace una promesa, la que decide hacer uso de la magia a pesar de saber que tendrá que pagar un precio.
Ni ella ni ellos son iguales en ambas épocas. Ella por las vivencias, por lo que le ha enseñado el paso el del tiempo. Ellos porque son otros, aunque sean los mismos...
Tal vez no lo entendáis, leedla y lo haréis. Solo os diré que esta historia también va de almas que se reencuentran doscientos años después, que se reconocen aunque no se den cuenta, que están unidas por un amor capaz de atravesar las líneas del tiempo y de la venganza 😉.
Y tendría que hablar de Deanna, la abuela de Abigail. La que le enseñó todo lo que sabe de flores y magia. Una maestra de las flores como su nieta con algún poder oculto que esta desconoce. Y es que, a pesar de no estar como tal en la historia, logra estar presente en todo momento. A través de sus cartas sabemos qué pasó 200 años antes cuando todo empezó, lo que todos sacrificaron para llegar a donde están.

Es una historia llena de sentimientos: odio, amor, venganza, arrepentimiento, deseo, pasión, felicidad, tristeza. Una historia en la que las flores también ejercen su poder.
Una historia llena de magia que te hace sonreír y creer que el amor lo puede todo (y no lo digo solo por el amor romántico 😉)