En esta novela, perteneciente a la serie sobre la familia Marston, Christine Cross crea un escenario en el que acompañamos a sus protagonistas en una aventura constante para averiguar el paradero del mejor amigo de Robert, el menor y más enigmático de los trillizos. Robert Marston ha sido una figura fundamental para ayudar a sus hermanos en los dos libros anteriores. Sin embargo, tras un suceso acontecido al final de Un lord irresponsable, ya no ha vuelto a ser el mismo. Por eso, cuando la intrépida Judith le informa de la desaparición de David se da de bruces con la realidad y comprende lo aislado que se ha mantenido para ni siquiera haber reparado en ello. No os dejéis engañar por el título de la novela porque os aseguro que Robert es de todo menos un lord aburrido ya que no para ni un segundo; en gran medida porque Judith es un auténtico torbellino, je, je. Me ha encantado la pareja tan alucinante que forman. Judith es pura energía, vitalidad y no le tiembla el pulso para entrar en acción e investigar junto a él, quiera Robert o no, ja, ja. Un lord aburrido está llena de intriga, aventuras, humor y romance. La narración de Christine Cross es tan fluida y amena que, al leer la novela, te metes de lleno en la historia y te imaginas, perfectamente, a Judith y Robert recorriendo las calles más peligrosas del Londres de la época. Eddie y Rhys son la guinda del pastel y el complemento ideal que este par de investigadores necesitaba. Entre todos, forman un tándem que merecería ser llevado a la pantalla porque son alucinantes. Desde luego, yo me quito el sombrero con Christine Cross porque es una escritora con un talentazo descomunal. ¡Enhorabuena! + Leer más |
Lady Arabella Marston se encuentra ya en su tercera temporada y sigue soltera y sin compromiso, aunque no le importa demasiado. Su verdadera pasión es la pintura.
Dispuesta a demostrar que puede ser algo más que una dama, decide presentar su obra, La ninfa del agua, a la primera exposición de verano que tendrá lugar en la Real Academia de Artes de Londres.
Cuando Arabella descubra que le han robado el cuadro, no tendrá más remedio que pedir su ayuda al conde Alexander Harvey, Lord Thornway; un hombre apuesto y recién llegado de Europa, al que no dudará en catalogar como libertino. Sin embargo, pronto descubrirá que su superficialidad esconde un corazón atormentado por el pasado.
La atracción que siente por él, hará que surjan en Arabella muchas dudas. ¿Deberá renunciar a sus sueños y a su pasión por la pintura para escoger el amor?
Solo cuando alguien intente acabar con su vida, comprenderá qué es lo esencial para su corazón.