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Él, un diplomático británico en Rusia, acusado de traición a su país. Ella, una joven aristócrata que al igual que su hermano, ha perdido sus derechos por una mala maniobra ajena. Fuera de estas circunstancias, es una novela de amor muy almibarada, donde todo está definido desde el principio. Los buenos son muy buenos y los malos, muy malos. Ellos ( los buenos) tienen ojos azul medianoche, o verdes como los prados, y en el peor de los casos grises como la plata brillante. Siempre con los matices que les dan sus ropas, las luces y algún detalle exterior. Ellas no destacan por sus ojos, si bien son enormes, de largas pestañas, siempre llenos de lágrimas. Pero en cambio tienen pieles muy blancas, cremosas y cabellos sedosos, que se escapan de sus apretados moños y vestidas de telas de lujo o muy humildes, siempre son divinas. Una novela para adolescentes. |
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