El corazón de una Bridgerton

Pues bueno, ya casi llegamos a la recta final de los hermanos Bridgerton y en este momento nos encontramos en la F.

Así es, hemos llegado a la historia de Francesca Bridgerton, un personaje que no se conoció mucho en la serie de Netflix y que espero que en esta segunda temporada que esta próxima a estrenarse la veamos un poco más (aunque no sea su historia) y es que con todo lo que le conocemos a esta chica gracias al libro :o ¡queremos verla, queremos verla!

Y es que después de la pequeña decepción que me llevé con la historia de Eloise, Francesca vino como redentora, fue el trampolín que necesitaba para que mi corazón volviera a vibrar.

Desde los primeros capítulos nos podremos percatar por dónde nos llevará la autora y no me queda más que decir: ¡Qué atrevida Quinn, qué atrevida! Y es que poner a la chica en medio de unos primos estaba de infarto.

Sinceramente esta historia me gustó mucho, la devoción que se tenían Francesca y John te hacía suspirar, era un amor tan profundo y a la vez tan fresco que no podías evitar esbozar una sonrisa de complicidad pero cuando el momento trágico se presenta, no puedes mantenerte ajeno y sufres junto a la protagonista.

Por otro lado tenemos al pícaro de Michael, con una personalidad tan empecinada y a la vez tan fiel a su primo; me daba tanta ternura como luchaba contra sus emociones con tal de hacer lo que él creía correcto. Inclusive hace que uno como lector llegue a experimentar esa sensación de traición por sentir empatía por él a sabiendas de lo que le pasó al pobre John.

Y después de tanta resistencia llegan los momentos picantes en los que sin lugar a dudas, la autora se tomó más libertades para narrarnos esos encuentros candentes que, a mi parecer, son un poco más explícitos que en los libros anteriores, inclusive el lenguaje se vuelve más atrevido, tanto que me tuve que regresar para ver si en realidad estaba escrita esa palabra :p y no es que me haya asustado o algo por el estilo, pero si me hizo exclamar un ¡Diablos señorita!

Y como ya saben, aquí no hay finales tristes. No es secreto para nadie y ya sabemos en donde va a terminar todo así que te toca a ti, lector, acompañar a estos chicos en su odisea (voluntaria) para llegar al altar.


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Sinceramente, me impresionó el nivel de enamoramiento al que había llegado Michael. Es que seis años es demasiado tiempo, pero dejando eso de lado, me gustaría comentar que el desarrollo en este libro, tanto de historia como de personajes es de mis favoritas de la saga.

Es el sexto libro de la saga y cuenta la historia de Francesca que se queda viuda muy pronto y de Michael que es su amigo y primo de su marido. Esta bien el libro, y es una historia bonita, pero al final se repite demasiado. Creo que se han quedado cosas sin contar, y otras que se ha contado demasiado e igual no tenia tanta trascendencia. Espero que en alguno de los libros posteriores cuente un poco mas la continuidad de esta pareja por que el final se me ha quedado un poco pobre. 3.5/5

Poco esperaba Michael encontrar el amor, tras haber conocido a tantas mujeres. ¿El problema? Que se trata de Francesca Bridgerton, la mujer de su primo John, al que quiere más que a un hermano, por lo que únicamente puede conformarse con convertirse en su mejor amigo, e intentar olvidarla con cualquier otra. Sin embargo, John muere de forma repentina, legándole a Michael su título y su fortuna... aunque lo único que él desearía es a Francesca, lo que nunca podrá tener. Así, huye a la India, esperando olvidarla durante esos años... aunque, al volver, y descubrir que ella se dispone a encontrar un nuevo marido, se da cuenta de que nunca ha abandonado su corazón, y que deberá dar un paso adelante para que ella sepa lo mucho que la quiere.

Es probable, además, que en esta ocasión nos hayamos encontrado con una Bridgerton que no sigue para nada los pasos del resto de sus hermanos: su personalidad es mucho más introvertida, más tranquila, y no da tanto juego... pero para eso ya tenemos a Michael, quien se lleva de calle toda la novela con su carisma, y con su lucha interior, debatiéndose entre su amor por su primo y su amor por Francesca, a quien está convencido de que no debería querer.

Este es otro de los mejores libros de la saga, aquí no vemos bailes, fiestas, diversión, sino a una mujer joven y viuda, que tiene que seguir hacia adelante en su vida, que quiere otra vez entrar "en sociedad" solo por el deseo de ser madre, pero ahí está Michael, siempre intentando ayudar y a la vez no amar a Francesca por lealtad a su difunto primo, pero en la vida hay que tomar decisiones y está claro que no se puede parar un amor así sobre todo si amas a esa persona desde la primera vez que las ves...además me gustó mucho el carácter de los protagonistas, ya no vemos aquí a una mujer mojigata o inexperta, sino a una mujer con un bagaje a sus espaldas, lo que hizo que este libro fuese más real, más auténtico...y Michael, con un carácter y carisma arrollador, imposible no enamorarse de él...juntos desde luego, forman un gran binomio.

¡Al fin llegamos al libro 6 de la colección!

Este es sin duda uno de los que más me ha gustado junto a "El vizconde que me amó" y "Seduciendo a Mr. Bridgerton" y desde luego, el que más rápido he devorado. Me enganché tanto a él que duró entre mis manos apenas día y medio.

Puede que este libro se aleje un poco a los demás en lo que respecta al toque humorístico. Los protagonistas atraviesan circunstancias duras que les hace dudar de cada paso y atormenta cada situación. Una joven viuda que quiere rehacer su vida pese a no haber olvidado a su marido fallecido. El primo de su marido, que se siente terriblemente culpable por estar enamorado de ella. Ufff amé esta premisa.

Pero si algo tengo que destacar de este libro, es su personaje masculino. No desmerezco en nada a Francesca, una de las más desconocidas de los Bridgerton. Pero es que él, simplemente le he adorado. Me parece, hasta ahora, uno de los personajes masculinos mejor construidos de la saga. No le he encontrado ninguna pega pese a la época en la cual transcurren los hechos. Sencillamente me ha encantado.

Una vez más, la autora con su pluma ágil y tranquila nos conduce a través de una historia ambientada en La Regencia Londinense. Siempre digo que enfrentarse a los libros de Julia Quinn significa saber donde se mete una. En el romanticismo clásico, cargado de clichés de esa época y que para mi, son completamente disfrutables.
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Antes que nada, diré que este libro se ha posicionado entre mis favoritos de la saga de los que llevo leídos, estando en el top tres de los mismos. No pensaba que la historia de Francesca fuera a gustarme tanto, pero me equivocaba. Además, probablemente compararlo con el anterior, que me decepcionó un poco, ayudó a que me gustara aún más.
En esta entrega la sexta en edad de los hermanos es la protagonista, Francesca, la cual contrajo matrimonio, pero su marido fallece de manera repentina, dejándola a ella viuda a una edad muy temprana. Con ellos siempre se encontraba Michael, el primo y mejor amigo de su difunto marido, quien llegó a convertirse en el mejor amigo de la propia Francesca también, al que le precede su fama de seductor. Lo que Francesca no sabe es que Michael lleva enamorado de ella desde que la conoció, conteniéndose y respetando el matrimonio de ella con su primo y avivando su reputación de donjuán para que ella no se dé cuenta de lo que siente.
Este libro me ha gustado por varias razones. En primer lugar, me ha encantado que sea él quien se enamora primero, ya que normalmente, Julia Quinn apuesta por mostrarnos que es la mujer la primera que queda encandilada. En este caso, Michael lleva tiempo enamorado de Francesca, desde que la conoce, y la cosa no queda ahí, sino que hace de tripas corazón y se convierte en su mejor amigo, saliendo en numerosas ocasiones con ella y John, su marido, a pesar del dolor que le causa ver las muestras de cariño entre ellos. Me ha parecido que dice mucho de él esa forma de actuar, porque no renuncia a tener en su vida a Francesca, a pesar de que no sea de la manera que le gustaría, y respeta mucho la relación que ella tiene con John. También me gusta que el asuma lo enamorado que está de ella, lo mucho que la quiere y que siempre que ella esté en el mismo lugar, el se percatará de su presencia. Es verdad que Michael a veces peca de chulito y se equivoca, especialmente creo que hace muy mal al marcharse al principio, cuando muere John, dejando a Francesca sola con su dolor y sin apoyarla. Pero, como todos los humanos nos equivocamos, no puedo juzgar todo su ser por esos fallos cometidos. La verdad es que ha sido un muy buen protagonista.
Como protagonista femenina, tenemos a Francesca. He de decir que ella no es mi personaje favorito de la familia Bridgerton, ni de lejos, pero eso no ha impedido que disfrute mucho de su historia. En realidad, es muy fácil empatizar con lo que vive, porque el dolor de perder a un ser querido es grande, especialmente si se trata de tu pareja, con la que tenías unos sueños, planes de futuro e incluso había amor. Además, por lo vivido, diría que es la más madura de su familia. Sin embargo, Francesca hace demasiados comentarios hirientes dirigidos a Michael que no me han gustado. Lo juzga, lanza pullitas y demás por su reputación, y es muy pesada con el tema de que se case. Que ocurra una vez lo entiendo, pero llegó un momento en el que yo me molesté con ella al mismo nivel que Michael, y es que la chica no paraba. No obstante, me gusta que tenga un carácter tan diferente a sus hermanos, más independiente, contenida y responsable.
La historia de amor entre ellos me ha gustado mucho, es un friends to lovers en toda regla, trasladado a una época más antigua. Es muy bonito ver cómo poco a poco van entendiendo sus sentimientos y a sí mismo, y se acomodan a estar pendientes el uno del otro, les sale de manera natural. Si he de quejarme de algo, es de la cantidad de escenas sexuales que hay en este libro, en comparación con los anteriores. Reconozco que se me hicieron un tanto pesadas.
Otra cosa que me ha gustado mucho del libro es que plasma de maravilla todos los sentimientos que atraviesan los protagonistas. En concreto, el duelo está muy bien llevado, esa negación, tristeza profunda, el no saber qué hacer a partir de ese momento, el no ver más allá y sentir que tu vida se acaba, el ni siquiera pensar en conocer a otra persona... También están muy bien plasmados los dilemas internos de los protagonistas, cómo se ponen celosos sin tener derecho a ello, o cuando tienen pensamientos sobre el otro que se salen de los normales de amistad, intentan camuflarlos, o se fustigan mentalmente, culpándose y prohibiéndose a sí mismos fijarse en el otro, por el escándalo que podría suscitar y también porque piensan que es una falta de respeto hacia John. Ese quiero y no puedo, limitado por el amor que han tenido hacia una persona que ya no está con ellos.
No me puedo ir sin hablar de otros Bridgerton, que, como es habitual, protagonizan alguna que otra escena. En este libro, voy a destacar a Colin, porque con sus intervenciones me he reído mucho, tiene un arte para manipular increíble, sus comentarios me han hecho mucha gracia y ha demostrado que, cuando quiere, puede ser muy directo. Sus escenas con Michael son oro, sin duda.
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Francesca ha vivido una gran historia de amor, hasta que esta termina por la súbdita muerte de su marido. Años después buscará volver a casarse para cumplir su deseo de ser madre. Mientras tanto, ayudará a Michael, primo de su difunto esposo, en su vuelta a la sociedad. Lo que ella no sabe es que Michael la ama desde que la conoce.

Dentro de la saga Bridgerton, la historia de Francesca es de las más maduras y complejas de todas. Por un lado, conocemos a una de las Bridgerton más desconocidas, cuyo mundo se destruye de un día para otro. Y por otro, la autora trata temas como el duelo, la culpa ante los deseos de seguir adelante, las expectativas vitales de Francesca y la lealtad de Michael para con su primo. En este caso, la relación se desarrolla poco a poco con unos personajes que ya se conocen y que son adultos, tanto por edad como por experiencias vitales.

Abordar temas como los de esta novela le dan una profundidad diferente a los personajes, junto a una madurez que no existe en otros de sus libros. Las pequeñas pinceladas sobre el resto de la familia nos ayuda a ubicarnos temporalmente en la saga, y a ver cómo Francesca busca mantener su individualidad dentro de ese caos. En conjunto, ha sido una de mis lecturas favoritas de esta saga.

Colibrí.

Algo simultáneo
Francesca tuvo su felices para siempre con John, cuando fue a vivir a Escocia. Sin embargo, esta no es la historia de ella, sino de él, de Michael Sterling, primo de John, aquel que siempre amó a Francesca Bridgerton desde que la conoció. Ahora que John no está parece que todo le corresponde, sus títulos, sus tierras; pero no ella, nunca ella.
Esta premisa nos rompe el corazón desde la primera página en esta novela romántica que, si no llega a ser la mejor de la saga (aún me debato con Anthony) tiene muchas papeletas para serlo. de la historia tendremos dos focos: Francesca y su dolor por la pérdida de su marido, la soledad en la que queda y los sentimientos encontrados de enfrentarse a una nueva vida; y Michael y su remordimiento por creer que le dan algo que no es suyo y, desde luego, saber que lo que realmente desea es imposible.
Sin embargo, la historia no solo es interesante por esta trama de la que hablaré a continuación, sino también por lo que está sucediendo a la vez en el resto de la familia. La historia de Francesca abarca un período extenso, cuatro años desde la muerte de su marido y el año en el que transcurre la obra, por ello coincide, como se nos deja ver en las dos obras anteriores, con las historias de Eloise y Colin (maldito Bridgerton, de verdad, cuando leáis el libro veréis por qué). de esta manera, la obra no solo nos cuenta la historia de la tercera de las hermanas, sino también amplía la visión de las obras anteriores.
Un corazón, ¿o dos?
Pero vayamos al lío. Curiosamente, como digo, es de las historias que más me ha gustado y digo que es curioso porque, aunque el personaje central debería ser ella (es la Bridgerton), bajo mi punto de vista, es el, Michael Sterling el que lleva el peso argumental de la obra. La problemática de la muchacha la entendemos enseguida y se desarrolla sin más accidentes que los que podemos encontrar en todas las obras de la saga (bailes, madres, situaciones comprometidas, etc.). Sin embargo, en el caso de él no solo veremos lo que sucede, sino que tendremos muy presente qué es lo que siente, cuál es su conflicto y, tal y como está contado y al menos en mi caso, le daremos la razón en su parecer.
De nuevo, da rabia que los hombres no Bridgerton tengan cabeza y los hijos de mi querida Violet no; pero de igual modo, da mucho gusto ver a un personaje masculino al que se le pueden sacar pocos peros como prototipo de hombre. Es más, diría yo que Francesca es en este caso la peca de algunos defectos.
En este sentido, y ya para terminar esta parte, sí que me ha dado rabia el título, ya que no es la zozobra de ella la que se nos cuenta, que también, sino la de él, de una manera que llega al lector perfectamente. Y, de hecho, para mí, el que más evoluciona en la obra es él. Ella solo parece que consigue lo que quiere.
Noooo…
Pero sí, siempre tiene que haber un pero en las obras de la saga. En este caso es que, siendo una obra tan emocional, no podemos evitar (quizá aún más en esta entrega) la idea de que el sexo es clave y determinante para iniciar el «enamoramiento». Que sé que hacerlo de otro modo es una romantización idealista, pero quizá es lo que toca y es que en esta, con perdón, parecen conejos.
Sin tapujos
Pero bueno, la obra me ha gustado mucho. Me parece una obra muy sensible que trata de maravilla los sentimientos a los que nos enfrentamos en una pérdida; explica qué es un amigo, qué necesitamos de ellos, cómo seguir adelante y no sentir que no lo merecemos.
Pero es que, además, nos cuenta el enamoramiento sin cuartel de un joven que ante todo respeta, increíblemente. Es verdad que hay juegos de manipulación, pero bajo mi punto de vista, no son tan acusados como en otras entregas y la confianza para establecerlos es mayor.
Creo que sí nos encontramos ante una buena romántica, con sus clichés, pero también con su carácter propio y que en este caso puede llegar mucho mejor al lector. No hay nada superfluo, no hay nada que dé rabia. Espero que os animéis con ella.

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Pues contra todo pronóstico puedo decir que la historia de Francesca y Michael se ha colado en mi top 3 de favoritos de la saga Bridgerton.
Y es que no iba con muchas expectativas al ser Francesca un personaje del que casi no sabíamos nada.
Pero me he encontrado con una historia dulce, tierna y muy bonita. Además, es mucho más profunda y tiene más drama que los anteriores.

Y es que Francesca perdió a su marido, el amor de su vida, cuando sólo llevaban un par de años casados.
Al dolor de esa pérdida, tiene que sumarle el estar lejos de su familia y que el mejor amigo de su marido, Michael, ponga tierra de por medio y desaparezca dejándola sola, en el momento en el que más necesita a alguien para apoyarse y consolarse.
Cuatro años después, Michael vuelve pero sus sentimientos por Francesca no han disminuido nada.
Y aquí es cuando empieza un romance que se va cociendo a fuego lento (al menos por parte de Francesca), un Friends to lovers en toda regla. Y aunque no soy muy fan de ese cliché, lo he disfrutado muchísimo y me ha parecido muy bonito ver cómo su relación iba creciendo conforme pasaban más tiempo pasaban juntos (por no hablar de la tensión sexual que tenían)
El toque de drama lo pondrá Francesca, con sus dudas, sus miedos y sus remordimientos, algo totalmente comprensible por otro lado dadas las circunstancias.

En definitiva, El corazón de una Bridgerton ha sido toda una sorpresa y la más desconocida de las hermanas ha resultado ser toda una revelación.

Puede que ahora esta sea mi novela preferida de los Bridgerton. La historia de Francesca y Michael me ha sorprendido y gustado a partes iguales. Los protagonistas, las situaciones y su relación son muy distintos a lo que la autora nos había acostumbrado en el resto de la serie.

Lo único que sabíamos de ella era que se había quedado viuda de un conde escocés. Ahora, por fin, ahondamos más en su vida. Su personalidad no comparte tantas similitudes con el resto de hermanos pero no por ello es menos genial. Es más sensata y callada, muy sarcástica y tiene una fortaleza increíble; a mí me ha encantado. Él es el mejor amigo y primo del conde y un pícaro de cuidado. al principio no me acababa de convencer su intenso amor por ella, pero luego esos sentimientos hacen mucho por el encanto de la relación. La dinámica entre ellos es increíble y me parece que está muy bien tratado el respeto por John (de otra manera hubiese sido espantoso). al club de buenos secundarios esta vez se unen Helen y Janet, dos madres muy entrañables.

A diferencia de los anteriores, una historia más emotiva y pasional y menos familiar que he disfrutado muchísimo. A ver ahora qué me depara con la pequeña Hyacinth.