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Críticas sobre El retrato de casada (67)
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Ros
 28 March 2023
Maravillosa obra. Cómo me ha gustado. Es increíble como Maggie O' Farrell, nos traslada a una época lejana, con personajes históricos de los que tampoco conocemos mucho y sobre todo, con un personaje principal que, a pesar de saber desde las primeras páginas que es lo que le sucedió, nos atrape de tal modo que solo quieres leer y leer.
Y es que, sencillamente, es Maggie O' Farrell.

En este caso, nos vamos a trasladar a Italia, concretamente a Florencia , estamos en el siglo XVI, el gran período renacentista y vamos a conocer a nuestra protagonista, a Lucrecia, hija de Cosimo I de Medici y de Leonor Álvarez de Toledo, su tercera hija que se casaría con Alfonso II de Este, príncipe de Ferrara, tras la muerte de su hermana María, que era la que estaba destinada a ese matrimonio.

Y así, Lucrecia , con tan solo quince años, se convertirá en la esposa y un poco después en la duquesa consorte de Ferrara, Módena y Reggio, hasta su temprana muerte. Y Hasta aquí la historia, lo real.

Pero lo que consigue Maggie O' Farrell es dar visibilidad a este caso, a una joven protagonista, siempre silenciada y poco conocida, en una excepcional obra que, como ya pasara con Hamnet, su anterior y aplaudida novela, se nos sitúa al lado de Lucrecia de Medici, de la que apenas conocemos nada, para ir rellenando esos huecos que ponen de manifiesto las críticas a los estereotipos de la mujer en tiempos pasados.

Y así consigue cambiar los roles habituales poniéndola a ella, a Lucrecia, en el centro de atención y dejando a Alfonso II como "el marido de".

Genial y absolutamente extraordinaria , una obra donde la introspección psicológica es patente, y la figura de Lucrecia de Medici se nos presenta con grandes inquietudes, entre ellas, la pintura, pero sin olvidarnos de su potencial y gran inteligencia, a pesar de su corta edad.

Sin embargo, nada importa cuando tiene que aceptar al marido que se le impone, así como exhibir un comportamiento de aceptación, silencio y sumisión, hacer todo lo que se le pida, estar prácticamente sola y recluida en su habitación y dispuesta y preparada para cuando el marido desee practicar su rol de cónyuge, con la intención interesada de poder tener descendencia y sucesor.
Y por cierto, nunca lo tuvo, a pesar de sus innumerables matrimonios posteriores.

La verdad es que desde nuestro punto de vista actual, no podemos evitar pensar qué hubiésemos hecho nosotras en esa situación, una muy difícil cuestión pues tal vez, no sé si hubiésemos preferido morir y acabar.

De todas formas, lo que sí sentimos es una sensación de total impotencia e incluso de asfixia, ya que todo, absolutamente todo, le está vedado, es un pájaro en una jaula de la que no podrá salir y que sólo pretende, y pretendemos junto a ella, romper la jaula, alzar el vuelo.

Porque Lucrecia siempre ha querido y ha sido libre, también soñadora, y esto es lo que también nos acompaña en sus momentos más difíciles ya estando casada, un recurso muy utilizado para sobrellevar mejor su prisión y su deber de esposa, pero a la vez, es creativa, y amante del arte, ella pinta, aunque luego lo tape, ya que no quiere que su marido lo sepa, es amante de la vida y de su familia, a la que añora y le escribe cartas.

Y es que es una admirable y apreciada compañera, como me hubiera gustado hablar con ella y atender a sus temores y a sus deseos. Esto lo conseguimos porque realmente nos sentimos acompañándola.

Y es que la autora nos embelesa, invitándonos a descubrir cada detalle describiendo con insistencia lo que de trascendente y esencial ocurrirá no solo en su vida, en la vida cotidiana de Lucrecia, sino también, en la mente de nuestra amada protagonista, porque eso es lo que provoca, la queremos y la seguimos, viviendo a su lado y junto a ella, y a la que querríamos poder hablarle y decirle muchas cosas.

Y no puedo dejar de aplaudir también ese espléndido final de la novela y el gran intimismo que derrocha.

Es una obra impactante, una obra de arte. Y ahora, hay que esperar a su próxima novela. Bravo por Maggie O' Farrell.
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entresomnis
 17 April 2023
No acostumbro a leer novela histórica, pero llega Maggie, ficciona un hecho real y me deja sin palabras. El hallazgo casual de un poema y un retrato le bastaron para traernos la vida de Lucrezia, quinta hija de Cosimo I de' Medici y Leonor Álvarez de Toledo, en pleno esplendor fiorentino del S- XVI, a finales del Renacimiento. Igual que hizo con Hamnet, vuelve a repetir fórmula pero con una novela completamente distinta, que también conquista a los lectores.

La atmósfera conseguida a través de las minuciosas descripciones de los palazzos, la vida y las costumbres de la época consiguen que nos sintamos muy cerca de esos personajes. Pero Maggie hace mucho más que una novela histórica y bien documentada, en ella también encontramos misterio y unos personajes psicológicamente complejos, con gran profundidad de matices y una interesante evolución.

Desde la primera página la propia Lucrezia siente que su esposo la quiere matar, intuye que su destino pende de un hilo. Y según los acontecimientos históricos sabemos que la protagonista murió en extrañas circunstancias a los 16 años. Pero esto no es más que el principal motivo por el que seguir leyendo, para descubrir en qué momento sucedió esto. La intriga está servida.

En capítulos alternos iremos descubriendo el pasado de Lucrezia, mientras en el presente la tensión irá en aumento.
Lucrezia de Médici fue una mujer avanzada a la época. Inteligente, atrevida, curiosa y sensible, con dotes artísticas para el dibujo y la pintura, que pudo formarse académicamente al lado de sus hermanos. Rebelde desde su más tierna infancia, luchó para ser feliz y sentirse querida, pero sufrió la desatención de su familia y la obligaron a casarse a los 15 años con Alfonso II duque de Ferrara, deseoso de tener un heredero. Una mujer con ansias de libertad y un fuerte carácter que, al igual que una de las fieras que tenía su padre en los sótanos, forzaron a ser una esposa sumisa y recluida. al lado de un Alfonso amable y cariñoso a su lado, pero déspota, violento y cruel con la servidumbre. ¿Un hombre con dos caras?

Maggie O'Farrell nos presenta una vez más a una mujer con gran carisma de la que rápidamente nos encariñaremos y acompañaremos en su sufrimiento. Una mujer que descubre la importancia de preservar su interior como el único lugar en el que nadie podrá arrebatarle la libertad.

Una historia llena de simbolismo, que contrasta la dureza de los acontecimientos con una gran belleza y delicadeza en las descripciones. Una novela excelente con la que disfrutar de inicio a fin, porque el final es sorprendente e inesperado. Una preciosidad. Recomendadísima al igual que Hamnet, si todavía no lo habéis leído. Maggie O'Farrell creo que ya es mi autora favorita y ahora solo necesito que escriba pronto otra novela o nos traduzcan algunas obras que aquí todavía no se han publicado.
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Celia_0504
 14 July 2023
Y he aquí el segundo libro que leo de una de las autoras más relevantes del panorama literario actual. Me daba que con Maggie O'Farrell me iba a pasar una cosa, y es que fuera una escritora que estoy condenada a disfrutar en una segunda lectura, las primeras veces pensé que no iba a captar los matices de su pluma y de su forma de narrar. Es lo que me paso en su momento con “Hamnet”, que lo disfrute más en la segunda lectura que hice recientemente. Y durante buena parte de la lectura de “Retrato de Casada” pensé que me ocurriría igual. Pero al final me ha gustado bastante y lo he disfrutado. En la parte final he tenido miedo de que la autora se precipitase en ciertos aspectos, y al final alguna cosilla me ha chirriado un poco (a eso iré más adelante). Pero en general, he cerrado el libro con muy buen sabor de boca. Me ha parecido que todo se ha cerrado de una forma mucho más redonda que en “Hamnet”, siento que la mayoría de las piezas encajan muy bien y me puedo creer casi todo tranquilamente. Me gusta la forma en que esta autora usa la historia para crear libros, consigue crear mundos propios y muy intimistas, de una forma que conecta muy bien con el lector moderno. Ha sido lo contrario que “Hamnet”. Empieza un poco lento y hacia la mitad mejora y se vuelve muy interesante. Tras una primera mitad más plácido, llega un punto en el que empiezan aparecer personajes y a darse situaciones que sirven de revulsivo para la trama, y que hacen que gane más matices y avance de una manera muy interesante.

Pero vamos, que me quito el sombrero ante la pluma de Maggie O'Farrell. No dudo que no va a ser la última vez que lea algo de esta autora, porque me fascina como escribe y eso me ha parecido lo mejor de las dos obras que he leído de ella. Es increíble lo fina y elegantemente que esboza los retratos psicologicos de sus personajes y especialmente de sus protagonistas, la forma certera e intimista que tiene de narrar, como crea atmósferas que atrapan totalmente al lector y le meten en la historia y en todos los recovecos y arabescos de tramas que son tan sencillas y a la vez tan retorcidas. Creo que esto último se ve especialmente bien en este libro que nos ocupa.

¿Quién fue Lucrezia De' Medici? Su nombre es uno de tantos femeninos que han sido silenciados e ignorados a lo largo de la historia, víctimas de la propia vida que llevaron y de la falta de datos históricos, relevantes simplemente por la familia en la que nacieron y en la que vivieron tras casarse. Lucrezia De' Medici fue hija de Cosimo De' Medici y Leonor de Toledo, gobernantes de Florencia, y con quince años se convirtió en la duquesa de Ferrara al casarse con Alfonso d'Este. Y un año más tarde simplemente murió, dejando tras de sí un recuerdo que fue poco a poco desvaneciéndose en las páginas de la historia, y un único retrato desde el que nos devuelve una mirada triste y algo torva.

La causa oficial de su muerte fue la enfermedad. La rumorología de la época que ha llegado hasta nosotros habla de envenenamiento.

De la falta de datos históricos concretos de este personaje; de las leyendas en torno a su muerte; de la existencia de un único retrato suyo respecto a los muchos que hay del resto de sus hermanos y hermanas; de un poema escrito siglos después de que hubiera vivido y fallecido, Maggie O'Farrell recrea una historia intima y poderosa que nos lleva a la Italia renacentista, a una época de esplendor cultural, religiosidad, intrigas políticas y opresión femenina. de la mano de la escritora irlandesa, Lucrezia cobra vida propia, convirtiéndose en una joven curiosa y llena de fuego interior que no encaja dentro de su familia, que se mueve discretamente entre las sombras y recrea en si misma un microcosmos interior lleno de fuerza y expresado en dibujos que se esconden bajo capas de pintura de la misma forma que su autora se mantiene fiel a si misma bajo el silencio y la aparente aceptación de su destino. Lucrezia es una tigresa, una tigresa que se pelea contra la jaula que la aprisiona y se prepara para escapar. al principio esta protagonista fue lo que menos me convenció. Y no porque esté bien dibujada a lo largo del libro, porque O'Farrell se luce con ella y como nos nete en su forma de ver las cosas y actuar, es un personaje que entiendes muy bien como es y el porque. La cuestión era que me recordaba mucho a la Agnes de “Hamnet”, me parecían mujeres perfectamente intercambiables. Cambias a una por la otra de situación familiar y contexto histórico y no notas la diferencia. Pero poco a poco, Lucrezía empieza a ganar entidad como personaje.

Me gusta mucho como Maggie O'Farrell va preparando las cosas poco a poco, como nos va introduciendo en la historia progresivamente y como cuida todos los detalles y las relaciones entre los personajes. Todo se siente muy cercano y real, a veces de una manera muy cruel. Cuando me he querido dar cuenta me he encontrado con Lucrezia casada y camino a Ferrara, dejando su Florencia natal. Y todo se trabaja con mucho mimo, incidiendo en los sentimientos de los personajes. El viaje a Ferrara tuvo algo que me recordo a una novela gótica de las antiguas, con una angustia psicológica que dejaba sin respiración. El falso espejismo, que son las páginas en las que el recién estrenado matrimonio pasa sus primeros días en una idílica villa, solo sirve para incidir en una sensación que me acompañó de principio a fin durante toda la lectura: la forma en que me sentía dentro del cuento de Barbaazul, y desde el minuto cero todo tiene una atmósfera de lo más opresiva que atrapa totalmente mientras lees y que miguita a miguita va in crescendo. Y es que, a lo largo de toda la lectura siempre una sensación como de todo el mundo contra Lucrezia que resulta muy opresiva, y me intereso ver como la autora lo exploraba. Me encanta y fascina como lleva la ambientación Maggie O'Farrell . Sus descripciones me parecen muy conseguidas, ayudan a meterte más en la historia.

Y todo esto nos lleva al motor principal de la historia. Un retrato ya no solo de una casada. También de un oscuro matrimonio. Fascina a la vez que repele como paulatinamente O'Farrell nos va descubriendo la figura de Alfonso, como poco a poco nos presenta sus mil facetas haciendo del personaje algo esquivo y difícil de dilucidar, hasta acabar dibujando un retrato pavoroso. La forma en que trata de dominar psicológicamente a su esposa, como poco a poco intenta anularla es mostrada de una forma lucida y tétrica que da más miedo que cualquier otra cosa que podamos leer en la novela. Resulta escalofriante como nos va demostrando esto y la forma tan vivida en que lo hace. Como usa un hecho tan sencillo como es el de ordenar un retrato de su mujer para mostrar la forma en que trata de rodearla y atraparla, como trata de controlar ya no solo a Lucrezia, también a todo y a todos los que tiene a su alrededor.

Y su vez eso hace resaltar más la fuerza mental de Lucrezia, su independencia emocional y su gran capacidad de supervivencia y adaptación. Es un carácter solitario y forjado a partir de ello de una forma muy sutil, pero que sabe usar las (pocas) cartas de las que dispone con astucia . Es increíble como pese a su desarraigo familiar y matrimonial saca fuerzas de si misma para plantarle cara a todo y entablar un silencioso duelo psicológico con Alfonso. Un duelo que se va formando entre silencios, palabras con doble significado, dudas y miradas, elementos que no se tocan, pero que construyen una relación en la que la tensión se corta con un cuchillo. Que se va cociendo a fuego lento, con un marco de fondo impagable: la corte de Ferrara, elegante y sofisticada, que Alfonso ha creado, pero que esconde muchos secretos y recovecos, pero que está formada por personajes tan oscuros como su líder. En todo hay una sensación peligro que atrapa y aumenta al compas de la tensión que se respira.

Desde luego, esta historia me ha dado de todo mientras la leía. Quizás la he disfrutado más que “Hamnet” por ser más histórica. En este caso, he percibido más la crítica hacia el papel y la situación de la mujer en la Italia renacentista que lo que vi en la anterior obra respecto a la época jacobina en Inglaterra. Pensé que la autora iba a sacar más partido a lo que cuenta al final de la obra sobre la prima y la hermana de Lucrezia, como se supone según la rumorología histórica que fueron también asesinadas por sus respectivos maridos. Me hubiera gustado que esa parte se hubiera integrado de alguna forma dentro de la novela, que no se hubiera quedado en un mero apunte de la autora al final del volumen. O por lo menos eso es lo que esperaba. Y lo que quizás más escamado un poco a nivel argumental es la relación que se establece entre Lucrezia y Jacopo, el aprendiz de pintor. No sé, me ha parecido un pelin precipitada y por tanto muy poco creíble pese a que entiendo el tono de anhelo y de comprensión sin palabras con el que la escritora pretende impregnar esta relación . Quizás si hubieran interactuado más entre ellos y se hubiera desarrollado un poco me hubiera encajado más en todo el contexto. Sin embargo, la impresión que me ha dejado es que ha sido muy providencial y conveniente para cerrar satisfactoriamente la trama.

En definitiva, Maggie O'Farrell crea un libro lleno de recovecos, en el que de lo esperado y lo previsible saca suficientes facetas para crear una historia consistente y darla un giro final que compensa el tiempo dedicado y que atrapa irremediablemente al lector. Escribe con un estilo delicado y a la vez directo, que nace de las costuras de la propia historia y que nos presenta una historia dura y sutil.

Por cierto, he leído este libro como una LC, y creo que ha sido todo un acierto. No solo por lo que he disfrutado intercambiando opiniones e ideas con mi compañera, que siempre es un auténtico placer. También porque creo que por la naturaleza y la prosa que destilan estas páginas, estamos ante una obra que se merece que te tomes tu tiempo para leerla y saborearla, para ver cómo se van cociendo a fuego lento las circunstancias en ella.
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herbookss
 23 March 2023
Si hay algo que sabe hacer bien Maggie O'Farrell es construir y contar historias. En esta ocasión vuelve a partir de un hecho real y, sin apenas información, consigue dar forma a una narración envolvente, precisa y minuciosa, con mil matices y detalles, pero a la vez directa, enfocada, con una voz que roza la perfección. Maggie sabe contar historias, sí, y también crear personajes. de los que sientes muy cerca, como si llegaras a conocerlos. Y esta vez nos regala la historia de Lucrezia.

Lucrezia es solo una niña. Pero ya la han utilizado como a un objeto. La han llevado de un lado a otro, han decidido por ella, la han usado como un mero trámite para alcanzar los objetivos de alguien que nada tiene que ver con ella. Y es que Lucrezia es también la hija del Duque de Florencia. Pertenece a una familia importante y, en el s. XVI, es a eso a lo que están destinadas las mujeres de su posición, para eso las educan, para ser dóciles y obedientes, para cumplir con su deber.
Pero esta niña tiene algo diferente, hay algo en ella que nunca ha encajado del todo, ese algo extraño y raro que los demás nunca han sabido definir. Es inteligente y callada, y tiene un extraordinario talento para la pintura. En un momento dado, Lucrezia tiene el súbito presentimiento de que su marido, al que apenas conoce, está a punto de asesinarla. Asistimos a partir de ahí a un viaje, entre pasado y presente, por toda su vida hasta ese preciso momento que lo cambia todo. Y sí, quizá no le quede más remedio que someterse y doblegarse, pero posee un mundo interior, una parte de ella, a la que nadie va a llegar jamás.

Me ha encantado cómo la autora va desgranando la historia con un control absoluto del tiempo, con delicadeza y precisión, nada está dejado al azar, cada detalle, cada símbolo, está puesto ahí con un motivo y significado. Hay emoción, inquietud, desasosiego, indignación, rabia, impotencia, ternura, esperanza... Te atrapa tanto que no puedes dejar de leer.
También tengo que reconocer que no me ha emocionado tanto como yo pensaba que lo haría una narración como esta, pero lo que es innegable es que esto es un librazo. Ojalá le deis una oportunidad, porque es un gustazo leer a Maggie.
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Aitor_Castrillo
 14 April 2023
Hemos leído El retrato de casada en el Club de lectura de la librería ambulante y sin llegar a los picos de emoción que me transmitió Hamnet 💘, valoro mucho cómo Maggie O'Farrell construye un todo ficcionado alrededor de un hecho histórico. Si la novela fuera una pintura también me habría gustado la capa exterior, el cómo lo cuenta. ¡Qué bien escribe esta autora!

El comienzo coloca el interés de la historia arriba gracias al suspense que generan los capítulos narrados en presente. En la parte central se ponderan los capítulos del "pasado", más lentos y descriptivos, pero un final brillante, que al menos yo no esperaba, viene al rescate para que el retrato de Lucrezia que pinta Maggie O'Farrell haya pasado a mi pinacoteca particular de libros recomendables.
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jjglezl
 30 May 2023
La lectura de “El retrato de casada”,de Maggie O'Farrell, me lleva a la también lectura reciente de “La arquitectriz”, de Melania G. Mazzuco. Las dos son novelas históricas que reivindican la figura de la mujer en el Renacimiento. Y ambas lo hacen sacando del olvido a dos mujeres que estuvieron dispuestas a luchar por su derecho a decidir por si misma en un mundo de hombres, aunque a Lucrezia, la protagonista de “El retrato de casada”, ello le costara su propia vida.

Las dos escritoras, Maggie O'Farrell y Melania G. Mazzuco, escriben desde una visión femenina. O'Farrell imagina más que Mazzuco, que se basa más en la realidad, pero las dos se apoyan en fuentes históricas ciertas, como especifican al final de sus respectivas novelas.

Las dos van a lograr que el lector sienta aprecio por las protagonistas, las admiren y las compadezcan. Las dos novelas son obras que se merecen la máxima atención y, también, la máxima puntuación. Una, la de Maggie O'Farrell, ha irrumpido en el mercado en este 2023 con una fuerza atronadora, la otra, la de Melania G. Mazzuco, lo hizo en 2022 de forma más callada.

Las dos escriben de forma tan extraordinaria, bella, diría yo, que en ningún momento el lector siente deseo de descansar de su lectura. Utilizan un estilo sencillo, claro y sobretodo adictivo.

Maggie O'Farrell va a novelar, imaginando algunas situaciones y ateniéndose a la realidad en otras, la historia verdadera de Lucrezia, de Médici, quinta hija de Cosme I de Médici y Leonor Álvarez de Toledo y Osorio, hija del Virrey de Nápoles. Lucrezia ha pasado casi de puntilla por la historia, pero con quince años fue obligada a casarse con el Príncipe Alfonso II de Este, Duque de Ferrara, doce años mayor que ella. Lucrezia, que deseaba fervientemente abandonar el control materno creyó que con su casamiento podría vivir una vida más independiente, sin embargo, Alfonso la aisló en sus aposentos con la única intención de lograr que ella le diera un heredero. al ver que eso no se producía culpó a la propia Lucrezia y tomó una decisión drástica. Tras la muerte de Lucrezia, el duque se volvió a casar dos veces más en busca del heredero, pero no tuvo hijos con ninguna de sus mujeres. Alfonso II de Este es retratado por la autora como un ser odioso, despreciable y afeminado. Muy cercano al propio personaje histórico.

Desde el inicio de la novela Maggie O'Farrell va a dejar claro qué le va a ocurrir a Lucrezia. Y Lucrezia también es consciente de ello, pero su condición de mujer la obligará a tener que asumir los hechos. le gustaría rebelarse, y lo imagina, pero no puede. Es imposible.

Desde ese principio, la historia va in crescendo. La tensión llega en algunos momentos a angustiar al propio lector, que ve como Lucrezia es considerada la culpable de no cumplir el objetivo de la boda concertada; engendrar descendencia.

El retrato de casada” es el complemento ideal a “La arquitectriz”. Las dos obras nos van a descubrir un punto de vista diferente del tan glorificado Renacimiento. Las dos dejarán huella en el lector. Seguro.
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BelReMo
 08 January 2024
El retrato de casada se desarrolla en el siglo XVI, entre Florencia y Ferrara. El duque Cosimo I de Medici y Leonor Álvarez de Toledo son los padres de Lucrezia de Medici, siguiente prometida de Alfonso II, duque de Ferrara.

Alfonso y Lucrezia son dos personajes reales, recreados en una ficción que la autora ha basado en la historia de la quinta hija del matrimonio florentino.

Prevalece a los diálogos una narración en tercera persona que muestra a Lucrezia tal cual es. Los capítulos se alternan en dos épocas distintas, la vida de casada de Lucrezia y su infancia.

Segundo libro que leo de Maggie O'Farrel que me deja tan gratamente sorprendida como en Hamnet.

Segunda vez que utiliza un personaje femenino como protagonista; no sé si estaréis de acuerdo conmigo en que la protagonista en Hamnet es su madre, Agnes.

Lucrezia es una niña inquieta, rebelde, curiosa e inteligente. No le interesan las mismas cosas que a Isabella y sus hermanos, aprende rápido y las clases le aburren, su mente casi siempre anda distraída.

Aún no había despertado a la adolescencia cuando descubre que sus padres han concertado su matrimonio con Alfonso II de Este, para sustituir a su hermana María que ha muerto de malaria.

Le espera una vida que no desea, un matrimonio que no ha solicitado con un hombre que casi la dobla en edad. Pero no puede negarse, es una decisión, un acuerdo tomado entre sus padres y Alfonso que busca a la desesperada un heredero.

Lucrezia es una más de esas mujeres cuyo papel en su vida fue ser el objeto para conseguir los fines que habían proyectado entre su propia familia y la de su futuro marido.

Mientras estuvo en el seno familiar, siempre tuvo la sensación de que sus padres no le prestaban la misma atención que al resto de sus hermanos, y cuando descubre lo que le espera el mundo se le cae encima.

A pesar de su juventud, su mundo interior es inmenso. Ella obedecerá, seguirá los consejos que recibió, sobre todo de Sofía, antes de partir hacia ese lugar que no quiere conocer, a compartir su vida con alguien que solo vio una vez cuando era el prometido de su hermana, a satisfacer a un hombre que no la ama, que solo tiene dos obsesiones con ella.

Alfonso, en apariencia, es un hombre amable y cariñoso, pero a medida que van sucediendo ciertos comportamientos en él, Lucrezia descubre que nada es lo que había imaginado, que su marido no es quien parecía ser.

Tener un retrato de casada de Lucrezia es la segunda obsesión del duque. Llegarán al palacio el pintor y su aprendiz, los que él considera aptos para reflejar en un cuadro las cualidades deseadas en una duquesa.

De forma accidental se conocen entre ellos, duquesa, pintor y aprendiz. Ella sabrá que son los autores que van a crear su retrato pero no revela su identidad; la toman por una doncella del palacio.

A partir de aquí, y hasta el final, es para mí la mejor parte de la novela.

Jacopo es el aprendiz, todos piensan que es mudo porque cuando habla no lo entienden y dan por supuesta su limitación. En cambio Lucrezia sí lo comprende, Jacopo habla napolitano, un dialecto que aprendió de niña.

Ambos se sorprenden al comprobar que pueden comunicarse y esto creará cierta complicidad entre ellos.
Se creará un vínculo entre Lucreziza y Jacopo que pasará desapercibido a los demás. Será él quien plasme en el retrato justo lo que quiere el duque, quien quedará muy satisfecho con el trabajo.

Ella ve en ese retrato dos Lucrezias. Observará la obra para descubrir que no es ella en realidad. La que está pintada es la esposa que el duque desea y luego está ella, que se siente morir, que Alfonso la está matando porque no concibe heredero; el retrato de casada es el que vale, el que ha de perdurar. Así será.

Al mismo tiempo, durante las sesiones de pose de la duquesa, Jacopo sabe mirar en su interior y percibir lo que de verdad está ocurriendo, del peligro que corre Lucrezia.

El final que la autora da a la novela es un giro tan inesperado que no lo he visto venir; me ha encantado. Ha sido una sorpresa que no esperaba en absoluto.

Toda la novela es una maravilla. La forma tan sencilla de narrar los sentimientos de los personajes, de Lucrezia sobre todo. Nos permite convivir con ellos, tener la misma desolación, incertidumbre, miedos y alegrías pocas. En cambio, la forma tan sutil de escribir que tiene Maggie hace que todos estos sentires se dulcifiquen.
No dejéis de leerla.



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surfeandoentrelibros
 23 December 2023
En “El retrato de casada” nos trasladamos a la Italia renacentista donde tendremos como protagonista a Lucrecia de Medici, hija de Cosimo I de Medici y de Leonor Álvarez de Toledo también conocida como “La Fecundissima”.
Lucrecia es una niña con una gran imaginación y con una personalidad completamente diferente a la de todos sus hermanos. Esto le hará ser dentro de su palacio familiar estar en muchas ocasiones en el segundo plano hasta que la muerte de su hermana María, le harán comprometerse a la edad de 15 con Alfonso, Duque de Ferrara.
Lo que en principio parecía una relación de respeto entre el duque y ella acabará siendo un matrimonio de terror hasta la temprana muerte de Lucrecia.
De una forma absolutamente magistral Maggie O' Farrell nos hará acompañar a esta joven niña soñadora entre los entresijos de un matrimonio donde se le exige por encima de todas las cosas la llegada de un heredero. Donde le intentarán cortar las alas para convertirla en la mujer sumisa y apartada que su marido quiere que sea.
Con una prosa elegante pero sencilla la escritora nos transportará por toda la construcción de este enigmático retrato.
Vamos alternando capítulos entre la Lucrecia más joven y la Lucrecia casada que nos dará la oportunidad de conocerla y saborearla poco a poco.
Aunque la escritora ya te explica en la primera página lo que le ocurrió a la real Lucrecia duquesa de Ferrara, la escritora nos deja dos posibles finales.
Primer libro de Maggie pero no será el último
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EntreLibros
 15 July 2023
“No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente” Virginia Woolf.

Aunque la pretensión de Maggie O"Farrell no es hacer una novela de carácter histórico o político, sino reinventar la vida de Lucrezia de Médicis, a través de las escasas notas biográficas que existen y algunas referencias aisladas en las cartas de su padre, el contexto es vital para comprender a los personajes, sus motivaciones, sus reacciones, sus modelos de pensamiento.

Como en Hamnet, O'Farrell nos lleva al siglo XVI, de 1544, año de la concepción de Lucrecia en el Palazzo florentino de Cosimo de Médicis (casado con la duquesa española Eleanora), hasta 1561 año, al parecer, en el que tiene lugar su muerte.

[Es un periodo convulso, de guerras internas por el poder entre los distintos señoríos y de guerra entre la corona de Francia y Felipe II de España por la preponderancia en la península. Son años, por tanto, de oscuras tramas políticas, de intrigas, de búsqueda de alianzas y traiciones palaciegas. Es también la etapa del Humanismo y el Renacimiento, del gran auge de las artes y la cultura.]

Lucrezia, quinta hija de Cosimo de Médicis, aliado de la corona española, es una niña inteligente, despierta, soñadora, especial, con una gran capacidad de aprendizaje, activa y rebelde, “rara”, según qué miradas, a la que aburren las actividades más propias de la Corte, y que siente una gran inclinación por el arte, la pura observación, el dibujo, la pintura, el dominio del color y la perspectiva, con capacidades muy superiores a las de sus hermanos mayores.

Tras la muerte de su hermana María, prometida de Alfonso D'Este, Duque de Ferrara, aliado de la corona de Francia, Lucrezia será elegida por éste para ser su esposa.Tiene por entonces trece años. Se desposará a los quince, pasando de niña a mujer adulta, en virtud del contrato matrimonial sancionado por su padre, en el que se fijan condiciones, concesiones y una espléndida dote para la boda.

Lucrezia quisiera poder decir que no a ese enlace, pero sabe muy bien, porque ha sido educada para ello, que de nada servirá su negativa y que su destino está ya marcado. le espera el matrimonio con un desconocido, doce años mayor que ella.

Un año después de casada, tras sus estancias en “La Delizia”, una villa de descanso de la familia D'Este y “El Castello”, el palacio de Ferrara, Lucrezia será conducida por su marido a “La Fortezza”, un antiguo pabellón de caza o una fortaleza. Es la primera vez que viajan solos, sin la tradicional escolta y sin las doncellas de la Corte. Lucrezia, ya está convencida de que su marido, Alfonso, acabará con su vida. Así da comienzo la novela.

Durante este año, Lucrezia ha aprendido a sobrevivir a su destino, a escapar de la realidad, a guardar para sí misma un espacio de intimidad que nadie pueda conocer, que nadie pueda vulnerar.

Es admirable como la autora consigue reconstruir de manera coherente la vida y el personaje de Lucrezia, maravillosamente trazado, con sus ilusiones y sus miedos, con una visión casi artística de su entorno, como si pudiera pintar, capa a capa sobre una tabula, el mundo que le rodea y las escenas cotidianas. Y, navegando en la mente de una adolescente, eso es lo que hace la autora, pintar un lienzo de infancia y un retrato de casada, con varias capas superpuestas, con saltos contínuos a diferentes espacios temporales y geográficos. Como lectores tendremos que componer un puzzle hasta llegar a un final sorprendente.

Maggie O'Fatrell lo ficciona de una forma extraordinaria, con una narración cuidada, sutil, elegante, exquisita, llena de lirismo, en la que abundan descripciones bellísimas de gentes, ropajes, villas y palacios, bosques y jardines, animales y pájaros, hasta conseguir trasladarnos a otra vida y a otra historia, a que nos identifiquemos con la niña mujer que fue Lucrezia de Médicis, a que queramos salvarla, a que nuestras emociones basculen, entre sus ensoñaciones, sus sentimientos de libertad y el terror opresivo de su jaula, de la incomprensión a la tristeza, de la indignación a la rabia, a la conmoción con alguna pincelada de esperanza.

Una belleza de narración, una historia fascinante, que días después de su lectura mantiene sensaciones perdurables.

Te esperamos en Entre Libros.
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Tontoelquenolea
 24 April 2023
Llevo una semana vagando por “El retrato de casada”, de Maggie O'Farrell, y no sé si estoy en Ferrara, en La Fortezza o La delizia, pero lo que sí sé es que no seré capaz de dejar de pensar en Lucrezia así como así.

Lo reconozco, era reticente a leer a esta autora, tenía miedo de crearme altas expectativas que después no llegaran a cumplirse, pero una persona que escribe como lo hace Maggie no puede defraudar fácilmente. No solo consiguió sumergirme de lleno en la historia sino que, como digo, una semana después de leerlo aún sigo allí, por la brillantez con la que describe cada ambiente y escenario, por la excelencia con la que dibuja y perfila cada personaje, por la intensidad con la que transmite lo que está sintiendo cada uno, por la facilidad con la que consigue la difícil tarea de hacerte leer entre líneas, de contarte mil cosas en un simple gesto, con una simple idea.

Una historia con una intensidad y una delicadeza increíbles, evocadora, cargada de simbolismo, dura y sutil al mismo tiempo, crítica aunque no lo parezca, angustiosa aunque muy disfrutable. Amas y odias lo que lees, quieres cerrar el libro y huir y a la vez solo deseas estar ahí dentro, con Lucrezia, saber qué ocurrió, qué está pasando, qué va a suceder.

Una novela que se lee con los cinco sentidos, que te atrapa y mimetiza, que deja los sentimientos a flor de piel. Su sensibilidad, su fuerza, su buen gusto, su capacidad para sorprender, para que recuerdes ciertas cosas y olvides otras hasta el momento exacto en que a ella le interese que vuelvan a tu memoria. Cómo juega con el lector y le lleva de un lado a otro, le hace pensar que sabe lo que sucede y a la vez sentir que cualquier cosa es posible.

La reticencia anterior se ha convertido en absoluta admiración; un primer acercamiento perfecto a una autora cuya prosa considero brillante y a una obra que me ha parecido excelente. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto y tan intensamente de una novela histórica escrita en esta época.

¡Qué feliz me hace pensar que tengo todo por leer de esta autora!
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