Año 1545 , Florencia, llega al mundo Lucrezia de Médici, 5ª hija de Cosimo I de Médici y Eleonora (la fecundísima). Siempre fue distinta a sus hermanos, y sobre todo a sus hermanas, una niña con gustos peculiares, con una personalidad propia y diferente a lo que se espera de ella. A pesar de ello su futuro está escrito, su función en esta vida es casarse con un noble, para afianzar alianzas o acrecentar el poder de su padre y de los Médici. La noticia de su próximo matrimonio la recibe con 13 años cuando escucha tras una puerta. Se deberá casar con el Duque Alfonso II de Ferrara, 12 años mayor que ella. Con la ayuda de su “nana” ocultará su desarrollo reproductivo durante 2 años, posponiendo así la boda durante ese tiempo. Lucrezia no solo se sentirá atrapada, encarcelada, o usada, además tendrá que sumar las violaciones diarias de su nuevo marido y la presión de todos sobre ella para que se quede embarazada cuanto antes. No es una novela en la que se idealicen las vidas de palacio, la autora no juzga, expone, pero expone pederastia, violencia sexual y reproductiva, maltrato físico y psicológico, además de que las mujeres no son el segundo sexo, son una vasija, un jarrón, un vestido, un retrato. No os hago spoiler al contaros que Lucrezia murió un año después de los esponsales, y aún no se sabe a ciencia cierta la causa de su muerte. Inevitablemente me sumo al team O'Farrellista, este ha sido el primer libro que leo de ella y ahora mismo lo que me pide el cuerpo es no parar. + Leer más |