: -El cuerpo de las mujeres es un instrumento delicado –responde el médico- y se precisa tiempo y cuidados para producir la música deseada…
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: -El cuerpo de las mujeres es un instrumento delicado –responde el médico- y se precisa tiempo y cuidados para producir la música deseada…
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No tiene miedo, no. Dentro de ella habita una fiera musculosa y valiente. Se lo dice a sí misma para tapar los latidos desbocados del corazón. Que los demonios que acechan en los rincones de la habitación vean a quién se enfrentan: es la quinta hija del gobernador de la Toscana; ha tocado el pelaje de una tigresa; ha escalado una cadena de montañas para llegar aquí. Búscate a otra, oscuridad.
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Le pasa una mano por el cuello, se agacha y presiona los labios contra los de ella : una presión breve y enfática. A ella le recuerda a su padre cuando sella un documento, cuando le pone su marca de propietario.
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La tristeza siempre intenta atarle pesos en las muñecas y en los tobillos, por eso tiene que moverse, tiene que andar más deprisa que ella.
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Pero el tacto de sus dedos —ha visto que hoy los tiene manchados de verde, manchas irregulares de forma y tamaño, como si la mano fuera un océano tachonado de islas ignotas— le produce en la piel una sensación que nunca había tenido. Es lo opuesto a la convulsión que tuvo anoche: es leve, palpitante, y emite círculos concéntricos de calor que se expanden por el brazo y el cuello. Es suavidad, es atención. No se parece en nada a lo que sintió en la cama de la delizia, ni en el castello, ni aquí, en la fortezza.
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La duquesa está presente... en el retrato. Ahí está. Lucrezia es innecesaria; puede irse. Su lugar está ocupado; el retrato desempeñará su función en la vida.
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Lo que de verdad quiere hacer es mirarlo a los ojos y decirle: sé lo que te propones.
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Lucrezia creía que los esponsales podían significar amor y afecto, un vínculo inquebrantable, una igualdad, un compañerismo; esperaba que le proporcionara alegría y respeto. Pero de repente, ante la furia y el desdén con que la agarraba del brazo, teme que su matrimonio vaya a resultar otra cosa muy distinta.
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Búscate a otra, oscuridad.
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Que sea dulce y bueno contigo, porque es lo menos que mereces. No lo olvides nunca.
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Gregorio Samsa es un ...