Los cuatro vientos

He tenido la oportunidad de leer Los cuatro vientos de Kristin Hannah gracias a Babelio y Masas Crítica. No había leído nada de la autora y tenía muchas ganas por las excelentes críticas que tienen todas sus novelas y seguramente no va a ser la única que lea.

Es una lectura que te llega al alma, que no te deja indiferente, y que a la vez hace que pases por todo tipo de emociones: dolor, pena, rabia, agobio, impotencia...

Es una novela dura, algunas veces muy dura que nos llevará a la Norteamérica de entre guerras, contándonos la vida de Elsa desde el año 1921 hasta el 1936. La de Elsa (de soltera Wolcott y después de casada Martinelli) es una vida muy dura desde que nació en una familia acomodada, que no la han querido nunca, ni la han valorado y que siempre la han despreciado.

El personaje de Elsa es de los que dejan huella. Parece que se trata una chica frágil, apocada, triste y gris, pero a medida que avanza la novela, va creciendo, madurando y demuestra tener una gran fuerza que hace que nos llegue al corazón y que sea imposible no empatizar con ella. Faltándole el amor y la comprensión de su familia cree enamorarse del primer chico que se acerca a ella, Rafe Martinelli. Y al quedarse embarazada su familia la repudia, su padre la deja en la granja de la familia Martinelli como si fuera un paquete. Allí vive Rafe con quien se casará, y sus padres, Tony y Rose, que con el tiempo pasarán a ser su auténtica familia.
Tendrá una hija, Loreda, y más tarde un hijo, Anthony. Viven en la granja familiar en Texas, trabajando mucho para salir adelante cuando llegan los años de la Gran depresión y una enorme sequía que va a durar varios años. A eso hay que sumar las impresionantes tormentas de arena que son una auténtica tortura. Parece que sea imposible de soportar, es realmente agobiante, sientes la arena meterse en todos los rincones y en todas partes.

Rafe, su marido, es un soñador que siempre ha querido marcharse lejos, pero el amor de sus padres a la tierra y a la granja hace que no se decida a proponérselo. Por eso un buen día decide marcharse solo, probablemente a California en busca de una nueva vida. La relación de Loreda y Elsa en los últimos años se había vuelto complicada, según va creciendo se va pareciendo más a su padre. Esa influencia hace que se convierta en una adolescente conflictiva y en constante oposición a Elsa. Quiere cambiar el mundo.
Después de muchos sufrimientos, hambre y miseria deciden marcharse, como muchos de sus vecinos totalmente arruinados, en busca de trabajo y una vida mejor en California, quedándose en la granja el matrimonio ya mayor para emprender la aventura. Ya por el camino se encuentran con una cantidad de gente que como ellos no tienen nada más que lo que han podido meter en una camioneta, y apenas tienen dinero para la gasolina. Son las consecuencias de la Gran depresión que ha arruinado a muchos, con unas cifras de paro altísimas que hace que desde distintos estados la gente vaya en busca de trabajo, algunos incluso andando a California donde suponen que hay trabajo. Una vez allí conocerán a un matrimonio, Jeb y Jean Dewey, y a sus cuatro hijos. Veremos lo que es la verdadera amistad. Allí comparten lo poco que tienen en el campamento en el que viven, como tantos otros que habrá en los alrededores, llenos de pobres en busca de trabajo que serán tratados como emigrantes en su propio país. Se cuestiona el sueño americano. Los llamarán Okies, con desprecio, los marginarán y sufrirán todo tipo de abusos por parte de las gentes de allí. Se agranda cada vez más la diferencia de clases, los que tienen un poco de dinero y poder pisotean los derechos de sus propios compatriotas llegando a un comportamiento de abuso muy similar a la esclavitud.

La autora nos presenta muy bien y con mucha claridad una realidad histórica. Es estupenda la ambientación, refleja a la perfección lo ocurrido con esos años de sequía, la Gran depresión, el paro y los problemas de los okies, toda una lección sobre la historia de Estados Unidos del siglo pasado.

Con Elsa conoceremos la tragedia de tantas y tantas personas que trataron de salir adelante durante la Gran Depresión en América, viéndose obligadas a emigrar, a dejar sus tierras en busca de trabajo. Es una historia de lucha contra la naturaleza, contra la insolidaridad y las injusticias. Por supuesto también encontraremos mucho amor, de una madre a sus hijos, a la tierra, a su hogar y a su forma de vida, a la vez que unos lazos de amistad muy fuertes con Jean, personaje secundario, pero muy importante y necesaria en toda la trama de California. Es una novela en el que las mujeres serán las grandes protagonistas. Elsa, un personaje que te gana desde el primer momento. Loreda con su fuerza, ganas de luchar contra las injusticias y cambiar el mundo también termina ganándote. Pero también es importante al principio Rose, la suegra de Elsa, otro personaje secundario de lujo. Y entre los masculinos sin duda Jack Valen es el que más me ha gustado, es una pena no saber más de él y su vida.

Los cuatro vientos es una excelente, dura y emotiva novela histórica con una gran protagonista que te atrapará y te llegará al corazón.




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Tan pronto como supe que la autora de El Ruiseñor había publicado otro libro estaba deseando leerlo, aunque me temía que iba a lamentar tanta expectativa. Pero una vez más la autora no me ha defraudado.

Como en todos sus libros, la protagonista de la historia es una mujer. Y es que Kristin Hannah nos muestra a través de su narrativa la fuerza de la mujer, su entereza, su valentía.

En esta ocasión, la ambientación histórica de la trama son los años 30 durante la Gran Depresión, pero no en la parte que conocemos, la del paro y la crisis en zonas industriales o ciudades, sino la otra crisis que coincidió con esta; un gran desastre climático que yo al menos no conocía. Y es que durante esos años de crisis económica las Grandes Llanuras de Estados Unidos sufrieron la mayor sequía que se pueda uno imaginar, donde las tormentas no eran de lluvia sino de polvo, y que ocasionó un gran éxodo de refugiados hacia California. Y todos sabemos como son recibidos los refugiados. Este desastre medioambiental, el mayor sufrido en EEUU en el siglo XX, es conocido como Dust Bowl.

En este contexto nos encontramos a Elsa, una joven madre, que se ve obligada a enfrentarse a esta horrible situación junto con su hija adolescente y su hijo pequeño. A través de sus ojos, con su historia, conocemos cómo se sintieron esos granjeros, acostumbrados a la satisfacción de conseguir con su esfuerzo alimentar y educar a su familia, cuando de repente se ven obligados a abandonar sus casas, sus tierras, y emigrar a otro Estado, en un futuro incierto y en condiciones de vida extremas.

Un libro maravilloso, una lectura emotiva, que va de menos a más, en una lectura pausada pero sin perder el ritmo, que te atrapa desde la primera página y que te deja con el buen sabor de boca que solo las buenas historias pueden crear.

Kristin Hannah es una de mis autoras favoritas, por lo que mucho tenía que torcerse la cosa para que esta historia no llegara a convencerme.
Si huyes del drama, este libro no es para ti. Pero si estás dispuesto/a a dejarte conmover, no puedes perderte esta novela o, mejor dicho, a esta autora.

Los cuatro vientos es una historia de resiliencia y supervivencia que nos muestra cuan expuestos estamos a variables totalmente incontrolables y a otras que dependen del grado de humanidad de nuestra especie que, demasiadas veces, es bien poca. Pero, sobre todo, es una historia de amor en el significado más amplio de esta palabra, ese que nos habla de la fuerza inquebrantable del vínculo entre madres e hijos, de la necesidad de creer en nuestras propias capacidades y de amarnos, del valor de la amistad, la importancia de la solidaridad y del esfuerzo común... Los cuatro vientos es una historia de esperanza, ese punto de luz sin el que es imposible seguir viviendo cuando estás rodeado/a de oscuridad.

Ambientada en un período histórico sumamente interesante y del que había leído muy poco. Kristin Hannah nos lleva a las Grandes Llanuras (Nuevo Mexico, Texas, Oklahoma...) en la época de la Gran Depresión. Una terrible crisis económica que asola el país desde el Crack del 29, unida a un horrible período de sequía y tormentas de arena, obliga a los habitantes de los estados afectados (granjeros en su mayor parte) a emigrar a California en busca de una vida mejor. Pero la vida puede ser muy perra, y esta novela nos recuerda el terrible drama de la inmigración, tan desoladoramente actual, y de la explotación.

Siguiendo la tónica de sus novelas precedentes, Kristin Hannah dibuja un elenco de mujeres fuertes, luchadoras y valientes. En este caso, Elsa, protagonista de esta historia, revela cuánto puede evolucionar un personaje, cuánto puede ofrecer a lo largo de una novela y, sin lugar a dudas, encarna el coraje de una madre. Pero no será la única, Loreda, Rose, Jean... muchas otras refutarán que en ningún caso son el sexo débil.

En una época en la que una pandemia ha dejado al mundo en jaque. Los cuatro vientos deja un bonito mensaje que habla de remar juntos, de que el río es largo y los pequeños avances cuentan tanto como la meta, de que no será fácil y muchos quedarán en el camino dejándonos un legado: la fe.

En definitiva, no me cansaré nunca de recomendar a esta autora, con aviso a navegantes de que estamos ante la reina del drama y de que todas sus novelas me estrujan el corazón.

La narrativa de la autora ya la tenía largamente conocida, es de esas narrativas que llenan el alma, porque consigue desde muy pocas páginas hacer que los personajes te roben el corazón y sientas todo muy real, muy cercano y parte de todo ello. La trama fluye algo lenta al principio, todo para presentarnos a Elsa, la gran protagonista de esta triste historia. Si bien ya conocéis a la autora como que no, os comento, y es que las historias que escribe Kristin son historias de drama, de tristeza, de superación, lo que hace pese a que nos sintamos prepararos y sepamos qué se nos presenta, ver que no, para nada, porque yo lloré a lagrima vida. Y si, estamos ante un libro que engancha ya una vez pasada la presentación de la triste vida de Elsa y el menosprecio de sus padres, cayendo en la más absoluta desesperación por salir un día en contra de sus padres, para conocer a un hombre, las consecuencias de esa noche le cambiarán la vida para siempre.

Al ver que la autora había publicado nuevo libro sabía que tarde o temprano lo leería, igual que tengo en la estantería el de El ruiseñor y sé que tengo que leerlo como sea. Yo la verdad es que rara vez me leo una sinopsis, me suelo llevar más por las opiniones de las blogger que sigo, de las novedades y confieso que por las portadas. Pero al ver que se me ofrecía la oportunidad de leerlo antes de aceptar me leí la sinopsis, por si acaso por nunca se sabe si en ese momento me apetece o no. Y creedme que estaba algo reticente porque, nadie sabe el motivo, pero la historia de los EEUU no me llama especialmente, pero dije que si por ser la autora y saber que todas las historias que he leído de ella me han gustado. Nos encontramos en los años 20 pero no llevéis vuestra cabeza a Gastby, nos encontramos en Texas, y es un territorio en el que nunca, que yo recuerde, había leído un libro que no estuviera ambientado en la época actual. Y me ha sorprendido muy gratamente porque la autora nos cuenta hechos reales, la historia es ficticia, pero todo lo que pasa de las sequías, las tormentas de arena y demás, todo es real. Incluso viviremos con Elsa las consecuencias de todo esto, todo el sufrimiento que conlleva para miles de familias.

El libro es una maravilla, es especial y bonito en algunas partes, es crudo en otras, y desgarra el alma en las mayoría de sus páginas, pero lo he disfrutado de principio a fin, incluso me dio mucha pena que terminara, me gustaría una continuación. Sabía que la autora me iba a gustar con su nueva novela, pero creo que no me esperaba que llegara a tal punto de encantarme, y sin duda la historia se quedará en mi recuerdo. Con deciros que mientras leía el libro me veía documentales de esta época de Texas tan cruda, de esa tormenta de arena que llegó hasta Nueva York y dejó la estatua de la libertad completamente tapada, no se veía nada de rascacielos, y Texas tuvo un gran éxodo a otras regiones del país. Me ha tocado mucho el corazón que la autora nos narre con todo detalle la crueldad humana, el afán por recaudar cada vez más dinero, incluso a costa de vidas humanas, de niños y adultos por igual. He sentido en mi corazón cómo se sienten las personas que huyen a otros sitios, y los rechazan, los tienen peor que a las cucarachas. Hablamos siempre de racismo, y los Texanos y toda esa región lo sufrieron hasta de sus propios compatriotas, así que este libro toca el alma de una manera increíble, tenéis que leerlo si queréis sentir amor, ternura, impotencia, y llorar a lagrima viva.
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No había leído nada de Kristin Hannah hasta ahora, (tengo pendiente hace mil años en mi estantería Volverás a Alaska, pero nunca saco tiempo para él) y me ha enamorado por completo. Su narrativa es exquisita, la forma en que consigue que veas, que sufras, que rías y que sientas a través de sus personajes es como magia. Ahora entiendo el porqué de tantos elogios siempre a la autora. Merecidísimos todos y cada uno de ellos.


La historia que nos encontramos entre las páginas de esta joya es dura, pero a la vez necesaria y, además, tiene espacio para la luz, para la esperanza y para el optimismo y al final he acabado con una sonrisa, el corazón hecho pedazos, pero sonriendo entre lágrimas. Pocas autoras consiguen sacarme tantos sentimientos.


En este libro nos encontramos con mujeres fuertes, de gran personalidad, luchadoras y que nos regalan lecciones de vida página tras página. Personajes con coraje, llenos de luz y amor en un entorno algo oscuro y que consiguen no perder nunca la esperanza, pese a todo.


No quiero desvelaros nada de la trama, pero si aconsejaros que si decidís adentraros en este libro os preparéis para la aventura. Una vez que empecéis no podréis dejarlo y, aunque desgarrador y cruel en ocasiones, os enganchará de una manera brutal.


Son de esas historias que se te clavan en el alma para siempre y que nunca olvidas. Me hacía tanta falta un libro así, una lectura que me atrapara de esta manera que, ya os digo, aún con el corazón hecho pedazos estoy encantada de haberme metido en este viaje.


Dura, pero maravillosamente bien narrada. Una historia con innumerables lecciones entre sus páginas que me llevo conmigo, para siempre. Leedla, no os arrepentiréis.

La novela comienza en Texas en el año 1921. Elsa es una joven poco agraciada o, al menos, eso le han hecho creer siempre. Un problema de salud que tuvo en la infancia hace que en su casa la traten casi como a una inválida y que piensen que no sirve para nada y que nadie querrá casarse con ella. Elsa misma lo piensa: si toda la vida te han dicho que eres fea, ¿qué vas a pensar? Pero un día conoce a Rafe Martinelli, un chico unos años más joven que él con el que tiene lo que ahora se diría un rollo. Pero una chica de familia bien no hace esas cosas y la reputación de Elsa cae por los suelos, cambiando su vida para siempre.

La novela está diferenciada en dos grandes partes, la primera un poco más breve que la segunda. La primera transcurre en Texas y la segunda en California.

La primera parte es interesantísima. Obviamente, sí conocía la situación de crisis que se dio en Estados Unidos tras el crack del 29. Lo que no conocía es la sequía que tuvo lugar en los años 30 en la zona conocida como las Grandes Llanuras en la que está Texas. Y menos aún el Dust Bowl. He leído toda esa parte con los ojos abiertos como platos. En esta primera parte conoceremos a una Elsa joven, de poco más de veinte años. Asistiremos asombrados a cómo le trata su familia, cómo su falta de belleza lleva implícita una falta absoluta de cariño. ¿Cómo va a alguien a desarrollarse como persona en unas circunstancias así? Pero Elsa es mucha Elsa y las circunstancias le harán crecer como persona. Asistiremos a ello: de joven apocada e insegura, se convertirá en una mujer que luchará como una leona por su familia, enfrentándose a lo que la vida le ponga por delante. En un alarde de coherencia, ella siempre será insegura en el fondo, le parece mentira que alguien pueda quererla, pero se sobrepone a todas sus inseguridades y acaba convirtiéndose en todo un personaje. Y es que “Los cuatro vientos” es Elsa, un personaje fortísimo que me ha enamorado como enamora a todo el que la conoce de verdad.

No sólo conoceremos la situación de las Grandes Llanuras en esos años de gran sequía. También sabremos de la emigración que se produjo hacia el Oeste, hacia California. La publicidad del gobierno hizo ver a muchos americanos del Medio Oeste que habiéndose dedicado durante generaciones al cultivo de sus tierras se quedan absolutamente arruinados que en California podrían labrarse fortuna. Y van allí, tantos que no hay trabajo para todos ellos. Aprovecha la autora esta situación para hacer crítica social y hablar de la emigración. Las condiciones absolutamente penosas en las que viven los refugiados en condiciones insalubres, el desprecio de la gente que vive en los lugares que los “acogen”, el hecho de que los ricos se aprovechen de ellos en su propio beneficio… La autora muestra lo peor del ser humano en la conducta de esos californianos que desprecian a los emigrantes –compatriotas, por cierto- y los hacinan en guetos…. Esta parte me ha resultado muy dura, me ha dolido ver el comportamiento de esa gente y, sin duda, trasladarlo a situaciones que también se están viviendo en la actualidad y que seguro que no se diferencian demasiado de lo que vivieron Elsa y sus hijos.

La ambientación es fantástica. Tanto la vida en la hacienda de Texas, el trabajo duro para cultivar las tierras, los días de labores sin fin, la sequía, la pérdida de todo, el polvo, las tormentas, el ambiente insalubre… como la posterior vida en un campamento y en una hacienda californiana. Muchas veces se me han puesto los pelos de punta al imaginarme a Elsa y a sus hijos allí. Y qué duda cabe que es muy fácil imaginárselo porque Kristin Hannah describe muy bien escenas y escenarios hasta el punto de hacerte sentir que lo estás viendo.

Pero si la ambientación es fantástica, los personajes lo son más aún. Sobre todo Elsa pues “Los cuatro vientos” es Elsa Martinelli. Un personaje al que vemos crecer y que me ha encantado: con sus debilidades y su fortaleza, su forma de sobreponerse a sus inseguridades y miedos, su fuerza y arrojo. Creo que me va a costar olvidarme de ella. Los demás personajes son buenísimos también aunque Elsa les quita algo de luz pues a su lado todo el mundo queda en penumbras.

Me encanta cómo escribe esta autora. Me gustan muchísimo sus historias y sus personajes con los que empatizo totalmente. Me gusta lo entretenidas y fáciles de leer que son sus novelas y lo que me implico en su lectura. En este caso, para no variar, Hannah me ha hecho llorar a lágrima viva. Y novela con la que lloro, novela que no olvido.

Conclusión final

Me ha encantado “Los cuatro vientos”. Una historia preciosa narrada con mucho mimo y con una protagonista inolvidable. No dudo que estará entre mis mejores lecturas del año.
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No sé cómo lo hace esta mujer, pero acabar de leer una de sus novelas es como haber finalizado un viaje emocionante. Significa dejarte con la sensación de ser testigo en primera persona de la historia y haberte hecho partícipe de ella con una crudeza y un realismo asombrosos.
Esta autora es experta en removerte sentimientos y dar donde más duele. Leer a Kristin no es tarea fácil. Sabe qué tecla tocar para alcanzar mi parte más sensible y empática.

Esta novela no puede catalogarse como romántica, aunque haya amor, mucho y de todo tipo. Es la protagonista y su lucha por la supervivencia la que lleva todo el peso principal del libro.

La novela está dividida en tres partes bien diferenciadas. La primera comienza un par de años después del final de la Primera Guerra Mundial. La segunda parte abarca casi toda la década de los años 30, incluida la crisis financiera del 29 que se agravó aún más debido al fenómeno que se conoce como Dust Bowl, un desastre ecológico que se caracterizó sobre todo por una brutal sequía que duró años y que acarreó consecuencias gravísimas para las poblaciones que habitaban las Grandes Llanuras. Y la tercera parte se desarrolla principalmente en California, "la tierra de los sueños", lugar al que emigraron muchísimas personas buscando un futuro mejor o simplemente un trabajo con el que poder cubrir las necesidades básicas de sus familias. Sin embargo, la mayoría allí solo encontró racismo, xenofobia, aporofobia y desprecios entre otras cosas. Además, estas personas en un estado de absoluta vulnerabilidad fueron sometidas a abusos laborales muy tremendos porque se aprovechaban de sus precarias situaciones.

Me ha gustado mucho cómo la autora ha construido los lazos familiares.
Es una historia tristemente bonita. Y digo triste porque se sufre muchísimo con todo lo que vamos viendo y las situaciones tan penosas por las que pasan Elsa y sus hijos.

No estamos ante una lectura sencilla para nada. El libro no te da respiro, literal. Es de esos que hay que buscar el momento adecuado para ponerse con él.

Aunque la novela es densa en cuanto a extensión, la forma de narrar de la autora agiliza mucho la lectura (me la leí en un par de días). Kristin Hannah es muy pulcra en su modo de escribir y aporta abundantes detalles e información, pero de tal manera que no te sobra ni una coma, porque se centra en lo fundamental y no se anda por las ramas.
También tengo que destacar su habilidad para perfilar los rasgos psicológicos de los personajes. Es tal su destreza en ello, que sentí a Elsa muy real en mi mente.

Este libro me ha tocado mucho la fibra. El corazón me ha dolido frente a las horribles vivencias y las situaciones crueles que sufren la protagonista y su familia.
He sentido el dolor y la angustia de esta madre en cada una de sus quinientas y pico páginas. Es imposible no empatizar con el personaje de Elsa. No tengo palabras para describir los sacrificios que realiza. Su nivel de bondad, de valentía y resistencia, y el modo de enfrentar las adversidades para sacar adelante a sus hijos es realmente sobrecogedor.

Los cuatro vientos es una historia muy dura, desgarradora, tremenda, con una protagonista femenina que da una gran lección de heroísmo y coraje.

“Los cuatro vientos” ha sido un libro que me ha calado muy hondo y os aseguro que no sé ni cómo empezar la reseña de un libro que me ha hecho sentir tanto. En este caso, considero que voy a seguir otra mecánica y os voy a contar lo que me ha hecho sentir su protagonista: Elsa.

La historia se narra en América en torno a los años 20-30. Elsa es una joven de 24 años, considerada enfermiza y no muy agraciada por su familia, quienes la infravaloran y la hunden la poca autoestima que tiene. Esto, junto a su edad, hacen que Elsa haya perdido la esperanza de poder casarse y poder vivir una vida feliz. Sin embargo, un buen día todo cambia radicalmente cuando conoce a Rafe.

Posteriormente, la vida de Elsa se ve sacudida por la Gran Depresión y todo su mundo se va desmoronando poco a poco, hasta llegar a plantearse la idea de mudarse a California en busca de una vida mejor para ella y sus hijos, dejando todo lo que ha amado atrás.

El personaje de Elsa me ha encantado, es una mujer valiente, luchadora y muy trabajadora; una mujer que luchó con uñas y dientes para que sus hijos saliesen adelante.

Esta mujer es todo en ejemplo, ella refleja en su propia persona el amor puro y desinteresado, el vínculo que existe entre una madre y sus hijos. Sobre todo, en este libro vemos lo que es capaz de hacer una madre por el bien de su propia familia, dejándose de lado hasta a ella misma.

Sin duda, la historia me ha encantado, ha sido un libro que me ha calado muy hondo y que aún estoy procesando, pero, si tengo que destacar algo, lo que más me ha gustado ha sido el gran desarrollo personal del personaje de Elsa, un ejemplo de valentía.

En definitiva, es un libro que me ha encantado y que os recomiendo muchísimo. Ojalá os animéis a conocer a Elsa y contarme si la queréis tanto como yo.

He de decir que la autora me encanta y que leí este libro siguiendo la recomendación de una amiga y nuevamente ha conseguido romperme y reconstruirme a lo largo de trama de la novela.
Ambientada en Texas, en los años 20, tras la Gran Guerra. La novela nos presenta a Elsa, nuestra maravillosa protagonista que desde el minuto uno gana tu corazón, menospreciada por su familia, invisible ante el mundo, que quiere romper con los estándares establecidos, como que la mujer a cierta edad deba casarse y formar una familia, ella quiere estudiar, escribir,... pero lo único a lo que parece que puede aspirar es a mantenerse en un segundo plano pasando completamente inadvertida, y sin estorbar demasiado. Todo esto cambia cuando conoce a Rafe Martinelli, un joven menor que ella, con el que su reputación se ve dañada debiendo contraer matrimonio con alguien a quien a penas conoce. A partir de este momento, su familia una vez más reniega de ella, pero con este giro inesperado en su vida conoce ese sentimiento familiar a través de la familia Martinelli, a la cual se va ganando con su tesón, esfuerzo y valentía.
Los años 30 traen consigo escasez laboral y mucha sequía, la cual afecta en mayor medida a los agricultores entre los cuales se encuentra la familia que Elsa ha formado, y a partir de ese momento comienza una auténtica batalla por sobrevivir, se ve obligada a escoger entre permanecer en el que siente su hogar o emigrar a California en busca de un mejor porvenir dejando de lado a sus suegros, que realmente han sido más padres para ella que los suyos propios.
La odisea que a partir de ese momento se desarrolla es narrada por la autora de forma magistral, no solo nos presenta la valentía de Elsa, sino su crecimiento personal, su perseverancia, el tema de la familia, la lucha por la supervivencia, el descubrimiento del amor,... la fuerza de esa mujer fuerte que lucha de forma increíble para enfrentarse a las terribles situaciones que surgirán, una madre que movería cielo y tierra por los suyos, una mujer sola capaz de reconducir su dolor, su miedo, sus emociones para hacerse aún más grande si cabe.
Es una novela que te atrapa de principio a fin, que te rompe por dentro y que te mantiene dentro de la novela no como un mero lector, sino como un compañero de viaje de la protagonista.
Muy recomendable

Primer contacto con esta autora y no creo que sea el último, porque me ha gustado mucho cómo escribe, cómo transmite y por supuesto, las historias que cuenta.
Con este libro he descubierto una parte de la historia de EE.UU. que apenas conocía y me ha sorprendido muchísimo. Además, la autora describe increíblemente las vivencias de aquellas personas que lo perdieron todo y lucharon por salir adelante durante la Gran Depresión.
Los personajes, cada uno con su carácter, nos muestran las distintas reacciones que puede tener un ser humano para afrontar los golpes de la vida. Pero el personaje principal, Elsa, es simplemente especial, su fuerza y su lucha por salir adelante, gracias al amor que siente por la gente que le rodea. Transmite muy bien lo que significa ser madre, y esos momentos con sus hijos me han tocado y conmovido muchísimo.
Con una narración preciosa, esta novela relata hechos durísimos, dejando ver lo peor, pero también mostrando todas las cosas buenas e increíbles que son capaces de hacer las personas.