Los cuatro vientos

Hace unos años que leí a esta escritora por primera vez y el libro me gusto bastante, así que ya era hora de volver a leer algún libro suyo. Es una historia diferente a la del otro libro que leí de esta autora, y tengo que reconocer que esperaba más romance y esta no es una historia romántica. Aun así, me ha gustado mucho.
Una mujer tiene lo que siempre soñó: un marido, hijos y está rodeada de gente que la quiere, pero una gran sequia hará que su vida sea una pesadilla y tenga que tomar decisiones difíciles, como dejar su casa y todo lo que conoce para emigrar a otro estado buscando una vida mejor. En medio de todo este horror, ella conocerá por primera vez lo que es tener una amiga de verdad y también el amor.
Al principio me pareció algo lenta, ya que lo que te cuenta la sinopsis no pasa hasta casi la mitad del libro, y creo que fue por eso que las últimas cincuenta paginas me pareció que todo pasa más deprisa y el final llega tan de repente que me costó asumirlo. Me dejo una mala sensación de ‘¿todo para esto?', aunque luego se arregla en el epilogo, al menos un poco.
Es una historia muy dura, pero como he dicho, a mi me gusto.
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Kristin Hannah es una de esas autoras de las que me leería hasta la lista de la compra ( como dice siempre Abril Camino 😊) y este libro se ha convertido en mi mejor lectura en lo he va de año, sin duda.
¿Porqué?
*Un contexto histórico bien documentando y que me ha dado a conocer uno hechos ajenos a mí.
*Una construcción de personajes magnífica, en los que se ve una clara evolución a lo largo de la trama. No podría destacar uno solo, la verdad.
*Un ritmo narrativo que no decae en ningún momento. Quizás en alguna parte puede parece que la acción es repetitiva pero es evidente que es un recurso de la autora para que el lector se sumerja plenamente en la trama.
Es una historia dura y Hannah se ceba un poquito con el drama pero creo que es coherente en todo momento y , sobretodo, nos deja una auténtica lección de vida.

Elsa, una joven que ha sido ignorada y menospreciada por su familia haciéndole creer inferior al resto de seres del planeta, conocerá a Rafe, un chico más joven que ella y razón por las que sus padres terminarán por repudiarla del todo mandándola a vivir con Rafe y su familia a la granja que poseen.
Lejos de todo pronóstico, nuestra protagonista acabará amando esa tierra que le brindó otra oportunidad. Hasta el día en que llega la Gran Depresión y la vida de Elsa se volverá a tornar muy oscura y difícil.
Tal y como nos tiene acostumbrada la autora, el libro está escrito con una prosa magistral y absorbente. Ha sabido como engullir al lector entre sus páginas y cómo trasmitir cada sentimiento de una manera muy profunda y real.
Lo que es la historia en sí, va mejorando en cada página cogiendo un ritmo sublime en el último 25% del libro.
Eso sí, para mi gusto este libro es extremadamente triste y doloroso incluso para lo que Kristinn nos tiene acostumbrados. Entiendo que la historia puede haber sido muy real pero como lectora, necesito ver algo de luz en las historias que leo.
Otro punto que no me ha convencido es que en mi opinión, hay cosas que me gustaría que hubiera desarrollado más y que la escritora desvincula de la historia sin terminar de apaciguar mi curiosidad.
En general el libro me ha gustado, pero a diferencia que a otros lectores, no me ha parecido el mejor libro de la escritora.

La autora lo ha vuelto hacer...

Todo lo que he leído de Kristin Hannah es maravilla pura.

Nuestra protagonista, Elsa es una chiquilla debilucha que por cuestiones acaba viviendo en una granja que se dedica a cultivar trigo. Tras el gran desastre ecológico producido por una interminable sequía en las Grandes Llanuras de los Estados Unidos en los años 30 unido a la Gran Depresión del 29, Elsa y su familia se ven abocados a sobrevivir.

Con un marco histórico muy interesante y con un personaje principal brutal, una mujer fuerte, luchadoras, unos secundarios para recodar siempre, la novela se queda en mi corazón.

Está escrita de una forma brillante, preciosa, conmovedora, me hizo llorar e incluso querer chillar ante las injusticias puesto que toca temas como el crack del 29, la ley seca, el racismo, la xenofobia, la explotación, la revolución.

Se lleva las 5 estrellas, como todo lo que escribe esta autora.

Me quedo con una frase que quiero destacar: "Solo pueden vivir sin amor aquellos que no lo han conocido"

Una vez mas,una maravilla leer a Kristin Hannah.

Una historia de valentía, superación que transcurre en Estados Unidos después de la Gran Guerra.

Me ha gustado mucho la evolución de la protagonista, aunque he de decir, que he sufrido con ella desde el capítulo uno hasta el último.

Novela que nos habla de la Gran Depresión que causo extragos en muchas poblaciones que vivían del trigo, de sus cosechas,de la tierra. La sequía fue la principal causa.
La gente en busca de un futuro mejor y algo para dar de comer a sus familias, emigró hacia California donde no fueron bien recibidos,aun siendo tambien americanos.

Una historia que te hará sentir y con la que a su vez aprenderás a ver las cosas de otro modo.

Me ha gustado mucho a pesar de hacerme soltar alguna lagrimilla de vez en cuando.
La recomiendo, tanto como su otro libro El ruiseñor,otra fantástica narración.

Si los libros se midieran por cuan bondadoso es el escritor hacía las emociones del lector, este libro sin duda tendría una calificación terrible. Y es que es una historia que se siente en las entrañas, que a lo largo de sus 36 capítulos se mete en lo más intimo de cada lector para removerle todo tipo de emociones y al llegar al epilogo hacer que se le desborden sin contemplación.

Desde los inicios de capítulos sufres con la desdicha de Elsa Martinelli a quién pareciera que la vida ha decidido juzgar, inclusive desde el seno familiar, por el simple hecho de poseer una belleza distinta a la norma. Así es, desde tiempos inmemorables el canon de belleza han causado estragos en las mujeres y eso no pasa desapercibido en nuestra protagonista que en un principio se nos mostrará como alguien insegura, infeliz y hasta conformista, como una mujer a la que toda la vida le han taladrado en la cabeza que no es digna del amor de un hombre, mucho menos de la felicidad y que tristemente se lo ha creído.

Es precisamente esa desesperanza, esa falta de amor propio la que la lleva a involucrarse con Rafe, un joven con ascendencia italiana, con el que vivirá más rechazo y humillaciones pero por el cual también conocerá el amor maternal, ese que la hará sentir que algo le pertenece, que por fin ha sido digna como para ser bendecida con un par de hijos, Loreda y Anthony.

La trama es tan desoladora como las mismas llanuras de Dalhart, Texas, esta plagada de dolor y de injusticia al punto que llegarás a acostumbrarte el sentir ese nudo en la garganta y que cuando se presente un resquicio de bondad en la humanidad ¡te dolerá!

El acompañar a Elsa y sus hijos a California, en un viaje forzado con tal de no morir de inanición es como acompañar a miles de inmigrantes que están dispuestos a dejar absolutamente todo con tal de tener alguna esperanza de vida, de calidad de vida. Sin duda un tema tan poco comprendido aún en la actualidad.

Y es a lo largo de ese viaje donde se presentan un sin fin de desavenencias entre Elsa y Loreda, quien no entiende las humillaciones a las que se somete su madre con tal de brindarles un techo y comida. En el desatino de Loreda por juzgar a su madre en lugar de quienes se aprovechan de los desvalidos, como ellas, encontraremos la inmadurez de una adolescente pero también el coraje de una mujer que, sin importar su edad, quiere un cambio, un trato digno y una oportunidad para prosperar.

En cuanto a los personajes, para serles sinceros, no pude elegir a mi personaje favorito pues encontré entre Elsinore, Loreda y Rose a mujeres fuertes, valientes y perseverantes, dispuestas a hacer de todo por su familia. Todas tan diferentes y tan iguales a la vez, como muchas otras mujeres, tan dignas de respeto y admiración, mujeres que sin importar cuan desdichada sea su vida, siempre encontrarán la fuerza para ser el soporte de alguien más. Mujeres.

En resumen, una historia que se inspira en la crudeza que se vivió a lo largo de la gran depresión en donde miles de personas se vieron obligadas a emigrar en busca del tan anhelado sueño americano y no encontraron mas que rechazo y explotación.
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Los padres de Elsa la subestimaron siempre. Con veinticinco años aún no se ha casado y parece que su futuro está escrito; cuidará de sus padres hasta que mueran y vivirá sola en la casa familiar. al contrario que sus hermanas, que ya están ambas casadas y viven con sus respectivos maridos, Elsa no ha encontrado a nadie con quien compartir su vida. Sus padres no es que confíen demasiado en que lo haga, pues se empeñan en destacar aspectos negativos de su físico y aluden constantemente a una salud débil devenida de una enfermedad en la infancia, pero que Elsa no considera que le esté afectando en el presente.

"El amor es lo que permanece cuando todo lo demás ha desaparecido".
Christin Hannah, Los cuatro vientos

Elsa está cansada de la vida que sus padres organizan para ella. Tiene anhelos propios y no soporta la idea de que esté todo perdido para ella. Los libros son una ventana desde la que se evade del insulso paso del tiempo, pero desde donde contempla además otro tipo de existencia al que le gustaría aspirar. Un deseo de cambio, de ir contracorriente y de forjarse un destino distinto al que ven sus padres para ella, es lo que precipitará el acontecimiento que lo cambiará todo. Elsa dejará de ser quien es para convertirse en una persona completamente diferente. Si en lo que se convertirá es lo que ella esperaba o no, lo descubriréis a lo largo de la novela.

Para comprender del todo esta historia hay que conocer el periodo en el que la autora la ha contextualizado. La novela comienza en 1921 y, aunque pasa de puntillas por esa década, sí que abarca toda la década de los treinta. Se ubica en Estados Unidos, concretamente Elsa vive en el extremo norte de Texas, en Dalhart. Esta zona será una de las más afectadas por las consecuencias de un periodo de sequías que causó un movimiento migratorio sin precedentes y más de cinco millones de muertos por la hambruna. Los habitantes de estas zonas, agricultores y granjeros, vieron desaparecer las cosechas, de las que se despedirían durante años. El ganado moría de hambre y sed, al igual que las personas. El suelo, privado de humedad y de raíces, se levantaba con el viento en enormes nubes de polvo que provocaban tormentas de arena tan intensas y frecuentes como para hacer enfermar a una población ya golpeada por la miseria y la precariedad.

"Entonces las lluvias se espaciaron y desaparecieron. Sequía".
Christin Hannah, Los cuatro vientos

Todo lo que tiene Elsa en 1934 depende de aquellas tierras, de la granja. Es el hogar que ha encontrado tras tanto tiempo sintiendo que no pertenecía a ningún lugar. Allí está su nueva familia y es donde se cobijan todas las esperanzas de futuro. Pero la sequía amenaza su forma de vida, su sustento. El calor, sumado a las más duras y crueles necesidades, va a suponer un reto al que enfrentarse cada día. Todo esto en medio de un clima más que complejo en cuanto a relaciones personales que mantienen a la protagonista sumida en un discreto dolor que estremece al lector desde el principio.

Las dificultades se acrecientan a medida que transcurren los años y Elsa tendrá que enfrentarse a la decisión de si abandonar todo cuanto tiene y partir a California, donde otros aseguran haber encontrado la salvación, o permanecer firme y sobrevivir en su tierra. de nuevo, acontecimientos inesperados llevarán a la protagonista al borde del abismo y prácticamente decidirán por ella.

Impresionante, altamente conmovedora y magistralmente contextualizada es la historia que Kristin Hannah nos narra en Los cuatro vientos. En esta reseña no voy a dar detalles de lo que le ocurre a la protagonista, ni a desentrañar líneas de la trama. Es esencial para conservar la mejor experiencia de lectura que sea el lector quien descubra todo esto poco a poco, al ritmo que la autora ha marcado y que me parece perfecto.

"La clave para sobrevivir a aquel calor seco era racionarlo todo: el agua, la comida, las emociones. Esto último era lo más difícil".
Christin Hannah, Los cuatro vientos

Únicamente diré que es de lectura obligada. Me quedo con cómo Hannah ha creado un personaje inolvidable, tangible, con una imperfección digna de convertirla en real, con esa forma de permanecer agazapada aún estando cargada de fuerza. No voy a olvidar la tenacidad de los granjeros, su paciencia y la pasión con la que no quieren alejarse de ese pedazo de tierra de la que tanto les ha costado adueñarse. Mención especial para la destreza de la autora a la hora de plasmar las relaciones entre madres e hijos, cruzando las voces de los personajes y poniendo el foco en los más íntimos sentimientos de ambos. Imposible pasar por alto la crudeza de la historia, sobrecogedora, capaz de remover al lector en lo más profundo, de emocionarle y de atraparle en unas páginas que no querrá que acaben nunca.

Los cuatro vientos es una novela ambientada en uno de los periodos más desalentadores de la historia, pero sin embargo se lee con una esperanza constante y creciente. La autora ha elegido el marco perfecto para que sus personajes crezcan, nos sorprendan y nos hagan sufrir a la vez que somos conscientes de estar disfrutando de una de las mejores lecturas del año.

Kristin Hannah es autora de los bestsellers El ruiseñor y Volverás a Alaska, Ambas fueron reconocidas como Mejor Novela Histórica por Goodreads. Otra de sus novelas, El baile de las luciérnagas, es ya una exitosa serie de Netflix, mientras que El ruiseñor está siendo adaptada al cine. Autora de más de veinte novelas de éxito, Kristin Hannah estudió derecho antes de de dedicarse por completo a la literatura.
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¡Me ha encantado!

Una historia mundana, de la que parece que no se puede esperar otra cosa que simplemente avanzar sin más sobre la lectura y al final acabó llena de acción, emociones y mucha energía.
La verdad es que me dio pena terminar el libro porque me gustaría saber más sobre sus protagonistas, leeré una segunda parte de muy buena gana.

Este es uno de esos libros que nos encontramos por todas partes pero lo conocí cuando poco se sabía de él. Tampoco reconocí a la autora, es lo primero que he leído de ella y, por lo tanto, su buena reputación no fue un incentivo para que eligiese esta lectura. Lo que me atrajo fue su sinopsis, ni más ni menos.
A veces, cuando leemos una sinopsis algo nos dice que ese es el tipo de historia que nos va a gustar, y esa intuición no me falló en esta ocasión.
Cómo he disfrutado de esta lectura, de verdad, tiene muchas de las cosas que me gustan. Una protagonista que rompe lo que se espera de ella, que es de esas personas que no brillan quizá, en un primer momento, pero que al conocerla se descubre la auténtica joya que es. Elsa es fuerte, amable, comprensiva y siempre está ahí para su familia. Su único fallo es su poca autoestima y la imagen distorsionada que tiene de ella misma.
En este libro se nos cuenta cómo forma una familia y los momentos históricos que atraviesa, como la sequía de las Grandes Llanuras y la crisis del 29, en la cual muchos estadounidenses tuvieron que convertirse en jornaleros. Este trabajo de jornalero era mal pagado y además eran despreciados por sus congéneres al ser considerados inmigrantes.
Es uno de tantos temas sociales que trata el libro y las condiciones de vida de Elsa, sus hijos y las personas que los acompañan no son muy diferentes a las vidas que llevan hoy en día millones de inmigrantes y refugiados. Qué triste lo poco que hemos cambiado en algunos aspectos.
Me ha encantado conocer de cerca esta parte de la historia, que nos colocasen una mirada protagonista en esta dolorosa realidad y que le diesen una personalidad a la protagonista. Elsa no es carismática, no es aventurera, se asusta y no tiene toda la confianza que debería en sí misma, pero no se rinde, intenta dar lo mejor de ella. Trabaja, trabaja y trabaja. Trabaja en el campo, en la cosecha, en mejorar la relación con sus hijos, en darles un futuro mejor, en abrir su mente… Ha sido una protagonista magnífica. Me ha gustado ver que se deja un poco de lado esta moda de las personalidades marcadamente fuertes, osadas, de mujeres que casi no tienen miedo… porque es normal tener miedo, ser vulnerable y aún así seguir adelante. Creo que es incluso lo más realista y que haya variedad es más representativo.
Esta es una lectura emocionante, pero también un poco dura, lo advierto para los lectores más sensibles. Es, también, una lectura ágil, con escenarios diferentes, relaciones materno filiales, de amistad, de abandono, de amor y de empoderamiento. En lo personal, me ha venido genial para este verano, creo que es una buena época para leerlo y comprender parte del calor que pasa la familia Martinelli.
No puedo más que recomendar esta lectura, sin duda buscaré las otras obras de la autora porque para mí una escritura que aúna una buena construcción psicológica de sus personajes con una buena ambientación histórica es una apuesta segura. Es una historia que merece que le den una oportunidad, sea una novedad o no. Por el tema social que toca y que tan cerca tenemos hoy con la inmigración y los refugiados es una lectura para no olvidar que todavía hay gente viviendo en esas condiciones, apartados a la fuerza de una sociedad que se quiere olvidar que tienen tanto derecho como los demás a una vida digna.

Los cuatro vientos me haya parecido una novela histórica dramática muy real bastante interesante con lapsus de tedio total. Perfectamente podría contener otras 534 páginas que yo las leería encantada por la gran cantidad de datos sobre la catástrofe que nos presenta ya que las sensaciones no eran planas , aunque ya digo que he tenido momentos en que la trama no avanzada por lo detallado narrativo ambiental y me ha costado una lentitud adicional terminar de leer. Ha sido una tarde constructiva de aprendizaje, más el romance que esperaba no lo he encontrado, tampoco la calidad literaria del anterior libro que leí de la autora lo he sentido, ni ha sido mi libro del año, aquí tengo de decir que es mi impresión personal y lo cierto que he leído críticas que me han sumido en la incertidumbre, sin embargo es una novela de la que esperaba mucho más. Desde luego ha sido una hecatombe de emociones con la protagonista, en algunas ocasiones me ha desesperado, sin duda él no me gustado nada desde el primer momento, las circunstancias que le rodean no son las mejores y prima una madurez inusual en ella que crece conforme van pasando los largos capítulos. Me ha gustado bastante conocer más de la gran Depresión por parte de una cuidada puesta en escena, una ficción aterradora con un tema tan fidedigno que la pluma escenifica al detalle y que podría perfectamente llevarse a la gran pantalla. Aun así prima tanto el drama que simplemente me ha dejado templada cuando he llegado a la última hoja de los 36 extenuantes capítulos emocionales, con los ojos húmedos y el rictus amargo.
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