Jardín de invierno

Después de leer El Ruiseñor, tenía muchas ganas de seguir leyendo cosas de la autora y el libro que más me llamaba era este. Tengo que decir que, a pesar de que me ha encantado, no ha cumplido mis expectativas. Quizás porque iba esperando otro librazo como El Ruiseñor y este no me ha llegado tanto.

En esta ocasión, la historia se centra en el presente, año 2000 con las hermanas Meredith y Nina, y te traslada al pasado mediante un cuento contado por su madre. Las dos hermanas han tenido una vida dura con su madre, una mujer que no les demostró nunca su amor.

Cuando un suceso tiene lugar, al principio del libro, se deciden a conocer la historia de su madre. Y vaya historia. Aún así, tengo que decir que el momento que más me ha emocionado ha sido ese suceso que da origen a la historia. También el final del libro me parece emocionante, no os voy a engañar.

La trama del pasado tiene lugar en Leningrado, de 1941 a 1945, y la verdad es que es muy duro leer sobre eso, pero en este libro no se centra tanto en la trama histórica.

Recomiendo leer este libro, sin duda, pero aviso para que no vayáis esperando otro Ruiseñor, si lo habéis leído 🥰

No es novedad que a mi Kristin Hannah me tiene ganada y lo ha vuelto a hacer.

Esta novela va de menos a más y al final estallan un sin fin de sentimientos que no esperaba.

Narra la historia de una madre bastante despegada y poco cariñosa con sus dos hijas, las cuales se han preguntado toda la vida por qué su madre es así con ellas, hasta que llega un día en que la madre se sienta con ellas a contarles un cuento de una chica de Estalingrado que se enamora de un príncipe, y esta historia tiene encerrados secretos que pueden hacer cambiar sus vidas para siempre.

El principio es bastante lento, hasta la mitad del libro lo que hacía que pensara que no iba a ser como los otros libros de la autora, pero cuando ese cuento empieza a tomar forma… madre mía! Que maravilla de escritura y que bien narra esta mujer y cuantos sentimientos despierta en el lector!

De nuevo construye personajes entrañables y un final de infarto que no esperaba.

Siempre recomendare a esta autora, es genial.

Definitivamente Kristin Hanna no decepciona, creo que es la autora que descubrimos este año y todas sus novelas me han encantado.
En este libro nos muestra como una familia se une después de la perdida de un pilar en la familia.
Nos muestra todo el dolor que pasaron en Leningrado antes y durante la segunda Guerra mundial.
Pero lo más bonito es ese momento dónde madre e hijas llegan a entenderse en un nivel que nunca imaginaron, para mí es una historia de amor y perdón dentro del núcleo familiar.
Cómo siempre con los libros de Kristin tienes que tener pañuelos a la mano por qué te conmueve demasiado su manera de relatar las historias.
Definitivamente tienen que leer este libro.

Se trata de un libro lento, una historia que se va empapando poco a poco de detalles como si tuviera complejo de esponja, llenando al lector con la cotidianidad de la vida de sus personajes, de aquello que les llena y aquello que les vacía. Y sí, es un libro de personajes principalmente, aunque llega un momento en el que la historia adquiere un subtono distinto, añadiendo una cierta trama y un hilo del que tirar para conseguir la historia que Kristin Hannah realmente quiere contar con estas páginas, pero en general, el 80% de este libro son personajes y eso puede no ser del agrado de todo el mundo.

La primera mitad del libro es lenta. Dos hermanas muy distintas entre ellas intentando recabar información de la vida de su madre, una mujer fría y escueta, que nunca les ha dado amor ni cariño, que a veces actúa de maneras extrañas y las dos hijas consideran que deben protegerla a toda costa... aunque ni siquiera saben de qué ni cómo hacerlo de la manera correcta si nunca han estado unidas. Pero algo les une, un cuento, el cuento que a veces ella les contaba cuando eran pequeñas pero, esta vez, hasta el final.

Al principio los retazos del cuento son muy leves, apenas susurros y noches muy cortas, porque prima la vida externa de sus personajes, priman los pequeños detalles que están rotos y desmadejados, pero, en cierta manera, aún unen a la familia, aún hacen que mantengan el contacto y aún mantienen esas señales que indican que estarán las unas para las otras incluso aunque no terminen de entenderse. A partir de la segunda mitad el cuento va cobrando más fuerza, como también el vínculo que une a estas tres extrañas que son familia, dotando a la palabra con un poco más de realidad y fuerza a cada párrafo del cuento que va formándose.

No voy a entrar mucho más en detalles, pero debo decir que esta familia ha calado muy dentro de mí desde el principio. Cada una de ellas ha cometido errores en su vida, pero también intentan entenderse, entender cómo pueden enmendarlos y seguir hacia delante. Ni siquiera la primera mitad me ha resultado densa, me gustaba mecerme en acciones cotidianas y tranquilas, adentrarme más bajo la piel de las protagonistas, frustrarme por las decisiones que tomaban y también por su relación las unas con las otras. Después, cuando la segunda historia va cobrando más forma, el enganche es mucho mayor, hay acción, tensión y un corazón que solloza porque sabe que va a acabar roto. El del lector.

Esta historia es sufrimiento y dolor, pero un sufrimiento bonito, de esos de se asemejan a una manta y una taza caliente después de dar vueltas por una noche de invierno.

Jardín de invierno es la historia de dos mujeres que han vivido toda su vida con el peso de saberse no amadas por su madre, una mujer distante y fría. Las hijas como mujeres adultas han lidiado con esto cada una a su manera.
Tras la muerte del padre, Anya que es la madre, una mujer proveniente de la antigua Unión Soviética, comienza a sufrir episodios que ponen en duda su salud mental, es ahí cuando Meredith y Nina (las hijas) se dan cuenta de que no saben nada de la vida de la mujer que les dio la vida y comienzan a insistir en que les cuente su historia. Anya comienza su relato en la forma de un cuento.
Así se descubre que Anya fue una de las miles de personas que estuvo durante el Sitio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial y que hechos la marcaron de tal manera que de ser una jovencita alegre y llena de ilusiones se convirtió en una mujer llena de amargura.
La novela como tal a mi parecer está bien escrita y siendo la primera que leo de la autora me dejo con ganas de leer algo más de ella, pero no la encontré una novela excelente, por una parte si es cierto que se lee rápido, la historia no avanza y los primeros capítulos, casi hasta la mitad insiste hasta casi el aburrimiento en el hecho de la falta de afecto de Anya por sus hijas, eso queda claro en el prólogo, remarcarlo ya en el primer y segundo capítulo era suficiente, lo demás es dar vueltas sobre lo mismo sin ninguna necesidad. Pero se quiere conocer el secreto de Anya y saber que es aquello tan terrible que oculta.
En su historia Anya describe lo que era vivir bajo el gobierno de Stalin también lo que significo para la gente de Leningrado haber sufrido un asedio que duró años y que costó miles de vidas. Y también el peso que implica para ella la carga de tener un sentimiento de culpa por aquellos que dejó atrás. Como comprenderán es una historia triste, cargada de sentimientos y que creo busca causar sentimientos de empatía y dolor en el lector. Pero creo que ahí falla, porque es tanto el preámbulo que se desarrolla antes de conocer la historia de Anya y son tantas las expresiones autoflagelantes de la mujer que por lo menos yo me esperaba algo más intenso e incluso macabro, es una historia triste sí, pero habiendo leído otros libro sobre Leningrado y sobre otras tragedias en el mundo, está es otra historia más que nos señala los límites a los que puede llegar un ser humano.
En cuanto al final hay ciertos momentos que lo hacen ver algo forzado, muy "de novela" y eso hace que el libro pierda aún más peso del que ya venía perdiendo.
Algo si que es digno de rescatar es el personaje de Meredith cómo va evolucionando en la historia y como se va descubriendo a si misma, se puede decir que en Nina igual hay una evolución, pero creo que la de ella está menos bien desarrollada.

Kristin Hannah no defrauda. Un libro lleno de tristeza, superación, amor y familia.

Tal y como dice la sinopsis del libro: “La pérdida y los años han causado estragos en Anya Whitson…” Debido a cierta causa (no la voy a desvelar para no hacer spoiler) una madre y sus dos hijas se ven envueltas en un recorrido por la historia familiar de la madre.

El libro está ambientado entre Estados Unidos y Leningrado. No había leído ningún libro de la experiencia que vivió tanta gente en Leningrado y aprendí un montón de cosas.

Como siempre, la tristeza y un día a día gris y complicado están a la orden del día. Cabe decir que si la guerra de por si es dura, añade temperaturas extremas y un asedio y tienes el cóctel para la catástrofe, el sufrimiento y la lucha por sobrevivir.

Pese a que se hacen descripciones de como vivían, como se sentían, que pasaba alrededor, no se hace pesado. La dureza en las palabras de este libro, describiendo la situación, es extrema.

Lo recomiendo al 100% pero atención, lo que se cuenta en el libro es muy muy duro. Sinceramente, como ya he dicho, no conocía la historia de Leningrado y después de leer el libro estuve investigando un poco y me quedé a cuadros.

Hoy os traigo el libro de Kristin Hannah, "Jardín de invierno". Ya os traje otro libro de ella, "El baile de las luciérnagas", pero es que me gusta mucho la forma de escribir de ella.

Este libro está contado en dos tiempos; la actualidad con Meredith y Nina (hermanas) como protagonistas, y el pasado que está ambientado en la Segunda Guerra Mundial con Anya como protagonista.

Meredith y Nina crecieron con el cariño y apoyo incondicional de su padre, pero su madre no les mostraba ningún signo de afecto. Esto, les quedó marcado para su vida adulta.
Anya, en su casa de la actualidad, conserva un jardín con varios monolitos y flores en el que ella se abstrae de todo, que Meredith y Nina no llegaban a entender el significado. Y esto también marca un poco el libro.
En la historia, ocurre algo que hace que las hermanas empiecen a investigar el pasado de su madre, Anya, y se embarcan en la vida de ella averiguando cosas bastante duras.
Empezamos a saber los sucesos a través de una historia que les cuenta Anya a sus hijas, como si fuese ficticia, que nos lleva a Leningrado en 1941. Pero en realidad, es la vida tan dura y sobre todo en busca de la supervivencia de Anya.

He admirado a Anya tanto... que no sabría cómo explicarlo. He de decir que, al principio no llegaba a entender ese rechazo que tenía y sentía hacia sus hijas. Pero la historia que cuenta, lo luchadora que me ha parecido, la fuerza que saca por la supervivencia, ha hecho que se quede en mí.

No quiero contaros mucho sobre la historia del pasado en Leningrado, porque me costaría no hacer spoiler y quiero que quién se anime a leerla, se adentre en la historia y le encoja tanto el corazón como a mí.
El final del libro, me hizo soltar alguna lagrimita.

Si me preguntáis si lo recomendaría, por supuesto. Leer este libro, es una experiencia increíble.
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A mi Kristin Hannah me tiene robado el corazón y hasta ahora, las dos novelas suyas que he leído me han enamorado completamente, así que no tardaré en ponerme con "Volverás a Alaska", otra de las novelas de la autora que me han recomendado muchísimo.

"Jardín de Invierno" es una pequeña joya, una maravilla en miniatura, un hermoso cuento donde, entre el "Érase una vez" y el "Fin", se difuminan las fronteras que separan la realidad del mundo de la fantasía y se nos muestra sin pudor, el amor verdadero, el horror más oscuro y el sufrimiento más profundo. La autora nos envuelve desde las primeras páginas y con su enorme paleta de emociones y nos presenta una historia que ataca directamente al corazón del lector. Sin embargo, para ser disfrutada plenamente, esta historia necesita que te dejes arrastrar por ella dulcemente, abandonando la racionalidad y sencillamente abriéndote a sentir, pero sobre todo sin prisas, sin buscar entre sus páginas, porque esta historia es como un regalo que se desenvuelve con calma para conservar el papel en el que viene envuelto.
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Ayer terminé Jardín de invierno de Kristin Hannah.
Jardín de invierno está contada en dos momentos temporales, por un lado, la historia de Vera y por la otra Nina y Meredith, dos hermanas muy diferentes entre sí, con sus luces y sus sombras. Con Vera nos vamos al lejano Leningrado, durante el sitio de 1941.
Reconozco que al principio no sabía dónde quería llegar la autora, no estaba entendiendo bien la historia o hacia dónde me llevaría. Las protagonistas me estaban poniendo nerviosa con sus actitudes, les empezaba a coger manía. Por suerte para mí, fue cambiando, evolucionando. Hubo algún fragmento que me recordó a otros libros que he leído Cicatrices de África y Arde África de Cristina Palacios Hernáez. A medida que va avanzando la trama ves por dónde irán los tiros.
Es una historia de mujeres, de lucha, de supervivencia, de superación, de saber hasta dónde se puede llegar, de amor, de pérdida, de perdón, de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Un libro que me dejó rota por dentro. Una historia de ficción pero tan realista, tenías la sensación de estar acompañando a Vera en su vida, dándole los ánimos necesarios para seguir. Voy a seguir leyendo más libros de la autora porqué me ha gustado mucho.

Qué libro cargado de emoción, qué bien escribe ésta escritora, y después de éste...#elruiseñor lo leeré también en breve... He disfrutado mucho de su lectura, de sus letras y de ésta familia, del amor de una familia, del amor de unas hermanas y del amor de una madre hacia sus hijas, muchas veces no correspondido... Si no lo has leído, yo te lo recomiendo mucho!!!!! Por eso.. 10/10📍📍📍📍📍🔝🔝🔝