Jardín de invierno

He leido muchos libros que me han emocionado, pero como este ninguno.
Muy facil de leer. al principio pensaba que la autora se estaba enrrollando un poco con temas cotidianos de una familia normal y corriente. En realidad lo que estaba haciendo era crear pequeñas piezas de un puzzle que al final se juntaron y me hicieron comprender el porque una mujer habia sido tan gelida con sus propias hijas. Es desgarrador. El final es ..... Sin palabras.
Lo recomiendo y recomiendo a la autora, he leído varios dd sus libros y a cuál más maravilloso. Merece la pena.

Llevarnos de presente a pasado es un recurso muy usado en la ficción histórica, y aunque esta novela también lo utiliza, me parece que centrarse mucho más en los sucesos del presente fue una buena decisión de la escritora, de esta manera nos lleva por temas que trascienden en la vida de los seres humanos y que afectan el presente y el futuro: la pérdida, el amor y las complicadas relaciones filiales.

Como suele suceder con Kristin Hannah, terminé con la piel chinita al mil, es una belleza de historia, cien por ciento recomendable.

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Aunque parezca raro (porque nunca lo hago) leí la sinopsis y sabía que la historia me iba a gustar porque estaba ambientada en la Segunda Guerra Mundial. No obstante, cuando empecé a leer no entendía como la historia que se me estaba contando iba a acabar relatando algo de la época. Así pues, el principio se me hizo un poco extraño y hasta un pelín lento. A medida que avanzaba en la lectura, iba entrando más en la historia hasta que llega un punto que no puedes parar de leer por muy crudas que se vuelvan las descripciones.

Los personajes de la familia Whitson son increíbles, la autora ha sabido transmitir cada sentimiento y el carácter de cada uno de ellos de una manera formidable. El padre desprende ternura por todos los lados, las hermanas no pueden ser más diferentes y la madre tiene un papel fundamental y que te despierta mil sentimientos, desde frialdad hasta ternura pasando por el desgarro y la empatía.

En cuanto a la trama, me ha parecido que está muy bien relatada, especialmente me ha sorprendido la manera en que conecta una época con la otra, como se relata una historia tan cruda con hechos tan escalofriantes. ¡En serio, es una novela que tanto la trama como sus personajes, te pone los pelos de punta y te hace sentir la historia en primera persona!

No solo es una novela histórica que te cuenta una vivencia de la Segunda Guerra Mundial, también es una obra que nos deja un mensaje de autoconocimiento, de compartir sentimientos y de intentar ser feliz, a pesar de lo difícil que se pueda poner la vida.

El final de la novela no me lo esperaba y creo que ha sido el mejor final que se le podía dar a esta dura historia. Un final agridulce, pero totalmente coherente con la historia.

Creo que es una de las mejores novelas que he leído ambientadas en la Segunda Guerra Mundial. Me alegro de haber leído a Kristin Hannah y estoy deseando conocer otras historias de la autora.

En resumen, es una novela ambientada en la Segunda Guerra Mundial, con una excelente narración y unos personajes complejos y que van evolucionando a lo largo de la novela. Es una novela dura y con descripciones impactantes que demuestran las penurias y las desgracias que tuvieron que vivir miles y miles de personas. La recomiendo 100%.
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Un melodrama sin zonas grises, personajes planos, errores en la narración (en cuanto a las edades de las niñas), un final predecible, situaciones inverosímiles. Hacia la mitad del libro pensé dejar de leer, luego me atrapó y lo leí de un tirón al mantener la intriga y jugar con Sherezade y las Mil y una noches, en aquellos de cuentos inacabados. Lo que está de fondo es la forma en que las guerras destrozan las vidas de las personas, la opresión del régimen staliniano, como una tragedia puede marcar no solo una vida, sino las de aquellos que siendo inocentes pagan simplemente por estar al lado de quienes sufrieron los estragos de la violencia. Folletinesca, lacrimógena.

Esta novela lleva de la mano dos historias igual de dramáticas y una más desgarradora que la otra. Pero la psicología del personaje de Anya me parece floja al menos en la conexión entre ambas historias. Los puntos de inflexión son apenas un esbozo del problema, casi nunca toca fondo en el conflicto lo que da una sensación de inacabado.
No me queda claro cuál es la historia original y cuál es el trasfondo, pero sí sé que es una historia de segundas oportunidades, de errar y corregir. Es una historia desgarradora.

Me ha encantado esta historia, aunque es muy dolorosa y desgarradora en ocasiones. Había leído que la primera parte es más lenta y se puede hacer pesada, pero a mí me ha gustado todo el libro, desde al principio hasta el final, Aunque la última parte es espectacular y deja los sentimientos a flor de piel :)

¡Cuánto sufrimiento en las guerras, cuánta pérdida! ¡Cómo alguien puede seguir adelante, o siquiera sobrevivir en tan terrible situación!
Me ha gustado volver al Leningrado de la Segunda Guerra Mundial que conocí por primera vez en El Jinete de Bronce de Paullina Simmons.

Un libro que recomiendo, aunque mejor leerlo cuando no se esté en una etapa de moral baja.

Hoy, gracias a Debolsillo recuperamos la novela que precedió a “El ruiseñor”, título aclamado por la crítica y los lectores, de la pluma magistral de Kristin Hannah encontramos este título evocador e inédito hasta el momento en este formato.

Jardín de invierno podría muy bien ser la metáfora perfecta del alma de Anya, quien como una flor que florece dentro de un invernadero no disfruta realmente del sol, la lluvia y el viento. Anya vive la vida de manera que simplemente fluye en ella, no la siente, se encierra en su propio invierno deprimida donde se esconde de su verdadero ser.

Una novela con dos tramas distantes en el tiempo y que se cierran en una sola voz en sus últimas páginas, la primera línea temporal es la marcada por las dos hermanas Nina y Meredith que tras perder a su padre y prometerle que cuidarían de su madre Anya, se distancian a su vez. Nina es fotógrafa y casi nunca está en casa y Meredith tiene su propia familia a la que cuidar, el único nexo real y tangible de ambas con su madre es un cuento de hadas que les contaba de pequeñas y que nunca terminó.

Este cuento de hadas las transporta a Leningrado, en 1941, donde Vera, una joven pobre, una chica cualquiera vive el frio, la desesperación y un invierno perpetuo en la Segunda Guerra Mundial.

Una fábula no tan imaginaria que les dará las pistas para comprender aquello que las distancia de una madre fría y que muestra poco amor ni compasión.

Tres mujeres muy diferentes, creadas con un alma pura aunque en ciertos momentos dañada, que se reconocerán realmente paso a paso con el paso de los años, mostrando una historia de lucha y superación, de amor y de supervivencia.

Kristin Hannan nos presenta una historia formada por capas, hay que ir poco a poco para descubrir realmente la complejidad de una verdad oculta, su prosa es muy limpia y las descripciones fotográficas hacen casi posible al lector pisar una ciudad en su momento de caos absoluto.

Del mismo modo, el tempo es bastante lento soportado en los hombros de sus tres protagonistas dando poca importancia a los personajes secundarios, aunque el cuento de hadas es un personaje en sí mismo, una historia dentro de la historia, una maravilla que nos regala la autora y que llama la atención del autor por su caligrafía en cursiva.

Una narración que mostrará la importancia de los lazos familiares, de las verdades escondidas y de la verdad sobre el amor.

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