Jardín de invierno

Leer un libro de Kristin Hannah es saber que habrá mujeres protagonistas fuertes y que el corazón del lector no saldrá indemne de la lectura.Es el cuarto libro que leo de ella y, hasta la fecha, no me ha defraudado nunca.

La historia transcurre entre EEUU en el año 2000 y Leningrado de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial.

Anya es una madre fría y distante, que no ha conectado jamás con sus hijas, Meredith y Nina. de hecho, no conocen prácticamente nada del pasado de su madre, salvo que desciende de una familia rusa. A raíz de un suceso trágico familiar, las tres protagonistas van a ir entretejiendo poco a poco el hilo familiar que no han logrado en todos estos años y conseguirán desvelar quién es cada una y cuál es su lugar en el mundo.

Una historia de coraje y superación, de supervivencia y resiliencia mucho más allá del frío y las terribles circunstancias que acontecen en una guerra. Una novela que te encogerá el corazón para poder después tomar aire y quedarte con lo positivo del cuento.

Una autora que no me cansaré de leer y recomendar (si bien es verdad que necesito tiempo entre sus libros para poder recuperarme emocionalmente).

A través de esta familia formada por dos hijas, un padre americano y una madre rusa nos tratará de contar la historia que hay detrás de esa mujer que no muestra ningún cariño por sus hijas. Todo ello tiene como núcleo central un cuento. Un cuento, al parecer infantil, que su madre nunca acabó de contarlas, pero del que sabremos que todo fueron hechos que si que ocurrieron realmente, sólo que Vera, que así se llama la madre, no quiere contarlo porque cree que tiene que ser castigada por las decisiones que tomó durante la guerra. El padre, convencido de que tiene que salir la historia, y que tras su muerte tienen que establecer la relación que nunca tuvieronn les hace prometer, que estarán unidas, y que cuidarán de su mujer, porque no lo soportara sola. En concreto se lo hace prometer a Nina, la que siempre consigue lo que quiere, la que no duda, y siempre persevera. Sin embargo, tiene un defecto, que huye, poniendo por delante su trabajo de fotoggráda trotamundos, que se busca a si misma en cada mujer retratada. AL contrario que su hermana, que ha sido siempre las reglas, y que ha hecho lo que se espera de ella; casarse, tener hijas, llevar la empresa familiar, estudiar lo que tus padres quieren, y cuidar de tu madre; a pesar de sus locuras, y su comportamiento desagradable con ella desde siempre.

La muerte del padre hará que con el paso de los meses se vuelvan a juntar las tres; que Nina se replantee lo que quiere, y que Meredith, tras pensar que todo su matrimonio ha muerto, comprenda quien es ella, y preguntarse qué quiere.

Así vemos en esta novela tan brillante, una historia conmovedora, que nos ayuda a darnos cuenta que los problemas reales hay que hablarlos y contarlos, sin esperar a que el tiempo pase. Pues Vera podía haber contestado aquella carta del investigador con un sí, y haber encontrado lo que creía muerto durante la guerra; haber querido a sus hijas, y demostrárselo, y haber sido feliz, sin necesidad de vivir un infierno en vida, y habiéndose querida a sí misma.


Varios son los temas que se plantean:

- Las relaciones de pareja:
Meredith y Jeff, ya consolidada, en la época actual. Sin guerras externas, solo las internas de Meredith.
Vera y Sasha: un amor que ha traspasado el tiempo, pero que se reencuentra cuando él ya ha muerto tras haberla buscado toda su vida. Vivimos toda su historia desde que ella tiene 15 años y el 19. Desde que se enamoran, y ella pierde a su padre. Tienen hijos, y él se va la guerra sin olvidarse de ellos. Incluso cuando parece que se vuelven a encontrar una bomba alarma destruye de nuevos sus vidas.
Los padres de Vera. El poeta que hace soñar a la madre de Vera cuando fueron jovenes y que prometió que no les pasaría nada. Pero quien no pudo cumplir su promesa y fue asesionado por los mandos de Stalin.
- Las relaciones familiares
Meredith, Nina y su padre
Meredith, Nina y su madre
Vera y sus hijos
Mereith y sus hijas

- El trabajo
Meredith trabaja constantemente, en casa, en la oficina, buscando escapar de los problemas. Lo que le lleva a más problemas con Jeff.
Nina que busca en su trabajo a si misma, tras las miradas del resto de las mujeres que sufren la guerra
Vera que trabja hasta el último momento durante la guerra, salvando las obras más valiosas de la guerra porque es su forma de conseguir la cartilla de racionamiento.
La abuela de Vera y su madre que trabajan en el horno, y tienen que robar para poder comer algo,


La autora es Kristian Hannah, quien tiene más obras publicadas y de la que en Bibliored y Bibliometro está El Ruiseñor, una de las novelas que ya me he apuntado para leer proximanente.

Jardin de invierno
Kristin Hannah

Nina y Meredith dos hermanas que desde niñas sintieron el rechazo de su madre.
Una madre con un pasado que la tormenta, por una guerra que la llevo a extremos inimaginables.
Leningrado la ciudad que ama y recuerda, un jardín de invierno que le devuelve las ganas de vivir cada dia .
Esta es la historia de tres mujeres, dos de las cuales tratan de ser felices aunque siempre sintieron el rechazo de su madre.
La madre que guarda un secreto que cambiaria sus vidas, pero es dificil para ella hablar de el con sus hijas.
Un padre amoroso de estas mujeres que al morir les pide que escuchen la historia que su madre les va a contar.
Asi esta historia se empieza a desenvolver porque por cosas da la vida ellas se unen y empiezan a entender esas realidades duras que las hacen vivir muchas cosas que las mantenian atadas y las alejaba de esa libertad que anhelaban.
Es un libro muy triste, pero que hace ver como los hijos desde que nacen estan sujetos a la imagen que sus padres les den .

Esta novela literaria cuenta una poderosa historia, otra que no conocía, del sitio de Leningrado de 1942 cuando los alemanes atacaron Rusia. La mezcla de historia, folklore y realismo es fascinante. Anya es madre de dos niños, Meredith y Nina, pero parece distante y fría como su jardín de invierno. Está deprimida en invierno. Las chicas se desesperan por complacerla alguna vez. En su lecho de muerte, su padre (que ha mantenido unida a la familia) les hace prometer a las niñas que conseguirá que su madre cuente todo el cuento de hadas ruso del que ha contado fragmentos. Es difícil pero finalmente, poco a poco, su madre, rota por la muerte de su padre, cuenta la historia completa. Las niñas se dan cuenta de que es su historia y así aprenden a comprender lo que ha vivido su madre y por qué es como es. Es cierto que ha tratado de no quererlos para que no le doliera tanto perderlos. Sus experiencias afectaron su capacidad de relacionarse porque se despreciaba a sí misma y sentía que había tomado decisiones equivocadas. La novela muestra el daño que se hace cuando no se cuenta una historia. Pero también muestra el perdón que puede venir después de la narración.
En "Jardín de invierno", las niñas entendieron más sobre sí mismas una vez que conocieron la historia de su madre. ¿Podemos realmente conocernos a nosotros mismos si no conocemos a nuestra madre?

Probablemente, la más desgarradora de las novelas de Kristin Hannah.
¡Qué viaje emocional entre pasado y presente por Leningrado, Estados Unidos y Alaska! ¡Cuánta complejidad y realismo tanto en sus personajes como en su trama!
Me declaro enamorada de la pluma de esta mujer.

«Cada guerra es una destrucción del espíritu humano» Henry Miller

Si no te gusta el drama o toleras regular que se ponga excesivo, Kristin Hannah no es para ti. Pero si, como yo, has nacido con una caja de kleenex al lado y adoras usarla con una buena historia, tienes que descubrirla.

Este era el libro que me faltaba por leer de la autora y, aunque no se queda en mi top de favoritos de Hannah, no puedo negar que, como siempre, he disfrutado una barbaridad de sus mujeres protagonistas y las historias que arrastran.

Como sucede con El ruiseñor, Jardín de invierno, narrada a dos tiempos de un modo muy peculiar, nos sitúa en la II Guerra Mundial, pero en esta ocasión se centra en el asedio a Leningrado, así como en todo el contexto histórico de la Rusia de Stalin.

«Leningrado debe ser borrado de la faz de la tierra. No nos interesa en absoluto salvar civiles» Adolf Hitler (fuente: La Vanguardia)

No hace falta que os diga más. Sabéis que abogo por enfrentarse a los libros lo más a ciegas posible y ya os estoy contando mucho. Ha sido una historia por momentos durísima con un final que tal vez peque de novelado, pero que para mí fue un respiro entre tanto aliento contenido.

“Perder el amor es algo espantoso. (…) Pero darle la espalda es insoportable.”

Segunda vez que leo a Kristin Hannah y esta mujer va a dejarme sin lágrimas. Jardín de Invierno nos habla de una madre distante y fría con sus hijas sin ellas saber la razón, de hermanas muy diferentes que quieren empezar a entenderse, de mujeres que se miran como niñas entre trincheras y derraman lágrimas negras. Entre el Leningrado de 1941, con la ciudad sitiada y los EEUU de 2000, con el corazón roto, este libro habla del terror y los recuerdos, del dolor desgarrador y la culpabilidad que te paraliza. Además de estos aspectos tan duros, también tenemos un resquicio a la esperanza, el amor y la superación. Hay una obra de teatro que marca y un cuento que es necesario para entender la naturaleza de todo.

La escritora tiene una narración muy característica, y comparándolo con El Ruiseñor cuya historia sucedía en su mayoría en el 1939, en este libro se tarda bastante en “volver al pasado”, por lo que tiene un inicio un poco más lento. En cierto momento, entiendes que es necesario para conocer bien a los personajes y el desarrollo de la historia.

Sentiréis el frío invierno y os arropará el calor de un amor eterno…

Kristin Hannah es una autora con la que siempre nos hemos sentido a gusto por su forma de narrar y por el desarrollo de sus historias. En este caso, nos ha cautivado porque la historia de Vera está ambientada en la historia real de Rusia durante la II Guerra Mundial, época sobre la que nos gusta mucho leer.
Este libro es uno de tantos a
que nos tocan la fibra sensible y nos deja con una gran resaca literaria que debemos digerir.
Nos ha encantado toda la historia, desde la época del presente en la que Meredith y Nina son las protagonistas, hasta la época de Vera, la más dura de digerir, ambientada en Leningrado (hoy San Petersburgo) en la época del mandato de Stalin y la invasión alemana durante la II GM. Esta parte de la historia es la más dura de asimilar porque, aunque Kristin nos ha traído una historia de ficción, está ambientada en hechos reales, y lo que Vera nos relata es la realidad de muchas familias rusas de la época.
"Jardin de invierno" es una de esas historias que todos deberíamos leer para no olvidar.

Aunque no era lo que me esperaba, debo decir que me ha gustado.
La escritora nos cuenta la vida de una familia en boca de dos hermanas, con una madre distante y fría a la que no consiguen acercarse y de la que intuyes que tiene un secreto y una tristeza antigua. Cuando en el lecho de muerte su padre les dice que la cuiden y que deben escuchar su historia, Meredith y Nina cuyas vidas también tienen problemas, se enfrentarán a una madre que nunca les ha demostrado afecto y conseguirán que les cuente su historia, muy lejos en el Leningrado anterior a la invasión alemana y los padecimientos sufridos en la guerra. Muy recomendable, ya tenía muy buenas referencias de esta escritora y ahora me queda leer «El Ruiseñor» que parece ser su obra cumbre, espero no tardar mucho.

Hablar de este libro, después de tiempo de haberlo leído me genera muchas, muchas, muchas emociones. Después de este libro, en mi mente quedó muy clara la posibilidad de que con el próximo libro de la autora también llore.
Bueno, la historia se desarrolla a dos tiempos, y en dos lugares diferentes. En ambas historias el papel de la familia es muy relevante. En una tenemos una familia distanciada, y por el otro lado unida por las circunstancias.

Después de leer el ruiseñor, de la misma autora, me asombró su capacidad de construir personajes, y en este libro no hizo menos. Los personajes son complejos, te metes de lleno en la historia y cuando estás enganchada solo quieres saber qué va a pasar en la siguiente página, saber que sucede con su historia. Saber como termina el cuento.

Tenemos a tres mujeres emocionalmente dañadas, cada una afrontando la situación como puede. Las tres son independientes, no quieren pedir ayuda, aún cuando más lo necesitan. Este aspecto, muy presente durante el libro, de diversas formas, es un punto reflexivo muy interesante y, en mi humilde opinión, muy bien dirigido por la autora.
Me cuesta hablar del libro, por miedo a poder adelantarte sucesos que es mejor descubrir paso a paso, conforme uno va leyendo. Pero sí puedo señalar que es un libro que te llega al corazón y, por lo menos en mi caso, es una lectura inolvidable.

Por esto, por transmitir tanto sentimiento, se lleva mis cinco estrellas sin ninguna duda.

Lo recomiendo totalmente, a cualquier persona.
Por favor leelo, y cuando lo leas, o si ya lo has leído, agradecería conocer opinión sobre el libro, aún si no te ha gustado me gustaría escucharte. Y ya puestos ¿te esperabas ese final?