Una lectura divertida, ágil, amable y con muchas, pero muchas, muchas recomendaciones de libros. Es un libro romántico, pero al mismo tiempo no lo es, porque lo que priman no es el romanticismo, ni es la típica historia de chico conoce a chica y todo se centra en eso; sino que lo que en este libro mandan son los libros, y como en ellos encontramos solaz, refugio, o simplemente un tiempo muy necesario de desconexión. Dentro de estas páginas encontramos citas a libros, recomendaciones de libros, comentarios del club de lectura sobre los libros, incluso los personajes parafrasean libros en sus diálogos. Este libro de Mónica destila amor por los libros en cada una de sus páginas. Con mucha simpatía, un gran toque de humor irónico, nos traslada a ese salón donde se reúne el club de lectura, sentados en un cómo sillón leyendo frente a la chimenea. Cometí el error de no apuntar los libros que aparecen citados directa o indirectamente, por lo que tendré que volver a leerlo con un cuaderno y bolígrafo a mano. Algunos de los libros citados en este ejemplo de metaliteratura son: La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson Cumbres borrascosas de Emily Brontë Drácula de Bram Stoker Grandes esperanzas de Charles Dickens La princesa prometida de William Goldman Buenos presagios de Neal Gaiman y Terry Pratchett + Leer más |