Era cosa de los seres humanos complicar todas las historias, quizás sólo así lograban convertirlas en literatura.
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Era cosa de los seres humanos complicar todas las historias, quizás sólo así lograban convertirlas en literatura.
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Hay una epidemia de gente que no escucha
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Todos los recién llegados a un lugar nuevo comparten el mismo aire de desamparo. No importa de qué huyan, qué aventura emprendan o de qué se escondan, mudarse siempre conlleva una gran pérdida.
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A sabiendas de que los negros pensamientos, la culpa y el miedo que le pisaban los talones desde Barcelona la alcanzarían también allí por mucho que se escondiera, abrio el libro con rapidez para acallar la pena tan solo un segundo y entró en la posada Almirante Benbow.
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Si alguna vez imaginaba el fin del mundo, se le ocurría que empezaría justo así, viendo partir todos sus libros en cajas, como retazos empaquetados, silenciados y condenados a la oscuridad para que no despertasen la conciencia ni el pensamiento de ningún otro.
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Equivocarse no es tan terrible. Caemos, nos levantamos, lloramos un poquito por las consecuencias, aprendemos de nuestros errores si somos listas y seguimos adelante.
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"Cuando no puedes moverte, los libros te prestan alas para volar"
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Se preguntó por qué las personas más singulares terminaban escondidas del mundo sin que se les pasase por la cabeza ni por un instante lo increíbles que eran. Quizás si fuesen conscientes de la cantidad de luz que desprendían ya no serían tan extraordinarias.
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Porque los monstruos que dan más miedo son los que permanecen ocultos. Los monstruos que no vemos, pero que sabemos que están ahí, esperando en la oscuridad para devorarnos. Los monstruos bajo la cama.
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apenas le llegaba la concentración para la lectura, la única afición que mantuvo durante todos esos años ejerciendo de jardinera, enfermera, cocinera, lavandera, psicóloga, maestra, árbitro, chófer, gestora de cuentas y las mil profesiones requisito de la maternidad.
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¿Con qué frase empieza esta novela?