“
Basada en hechos reales”
Tan reales como lo es ese lento deslizarse hacia la nada.
La nada que representa todo, que consume hasta el último resquicio del ser humano.
La nada donde culmina todo.
Pero en el ínterin la perdida progresiva, desde el punto de no retorno, punto que nunca sabremos identificar por no quererlo aceptar.
Punto que nos sustrae a veces lentamente, a veces arrebatadamente del contacto con el entorno, y nos aleja del último asidero, las palabras, palabras que cada vez van creando mas ausencia, mas huecos,mayor distanciamiento de una realidad próxima a desaparecer.
Abismos en el tiempo y el espacio, que no han de poder salvarse a ningún precio. Abismos que solo pueden solventarse parcialmente con la expresión de gratitud oportuna, abismos que le ocurren a otros, pero que nos duelen a quienes somos testigos, más cuando una deuda ha quedado pendiente.
Abismos que arrancan toda dignidad y exponen, como si nos mostrásemos desnudos, con todo nuestro cuerpo maltrecho, marchito, plagado de cicatrices que la vida nos dejó ante un grupo de curiosos que no sabrán como interpretarlo por que no se identifican, no aceptan el sabor de saber, el valor de valer .
Y en el punto central, como partida y final la gratitud, que nace de la empatía, que da origen al más elemental sentido de humanidad.
Relatado en un tono sencillo, sin restarle ese punto de inflexión, respetando la pérdida, más aún mostrándola tan cruda como real. Resulta absolutamente conmovedora, la pérdida de Mitcha, y la impasible, por imposible testificación de Jerome y Marie...